Los cazadores llaniscos pasaportaron 291 jabalíes en su última temporada
La cuadrilla de Lolo Piquero fue la más efectiva con 38 verracos abatidos y Jesús Lobeto tumbaba en La Mar un navajero de 118 kilos, el de mayor peso.
La cuadrilla que capitaneo Lolo Piquero, con sede en la villa de Posada, fue la más efectiva del coto de Llanes al tumbar 38 cerdos salvajes en sus monterías. :: G. F. B.
La temporada cinegética en el coto llanisco gestionado por Socoa comenzaba el 6 de septiembre de 2014 y concluía el pasado 31 de enero. En cinco meses, las diez cuadrillas de cazadores abatían 291 jabalíes y no llegaron a los 300 suidos porque seis monterías de la palomilla de Víctor Cotera quedaron sin cazarse. De los 291 cerdos salvajes apiolados 154 eran machos y 137 hembras. En los últimos cinco años se llevan cobrados en Llanes 1.663 navajeros y 195 corzos.
La cuadrilla más efectiva fue la que capitanea Lolo Piquero, que fusiló 38 macarenos y a su estela se situaron los grupos gestionados por Pedro Amieva (36 jabalíes); Manolín García (35); Aníbal Romano (34); Roberto Cuanda (33); Manuel Cuanda (30); Enrique González (29); Ángel Martínez (25); Manuel Julio García (20) y Víctor Cotera (11).
Por lotes, el espacio más productivo fue el cuartel de Mañanga, con 56 verracos a batidos, seguido por La Verde (43 navajeros); el Cuetu Meré (40); San Cecilio (37); El Barracón (35); La Mar (29); Sierra Plana (28) y el Río de Nueva (23).
El 13 de diciembre, en el lote de La Mar, Jesús Lobeto fulminaba el varraco de más peso, un navajero de 118 kilos. Iván Spahn y José Ramón Amor Platas abatían dos jabalíes de 110 kilos, cada uno, en los cuarteles de La Verde y Mañanga, respectivamente. Siete cazadores tuvieron la fortuna de fulminar jabalíes con peso ligeramente superior a los 100 kilos: José Miguel Gutiérrez Buergo, en San Cecilio; Ramón Ángel García ‘El Casín’, en Mañanga; Víctor Ángel Parúas, en el Cuetu Meré; Manolín Erice Junco, en El Barracón; Vicente Buj Ampudia, en La Verde; Joaquín Riestra Hidalgo, en La Mar, y Toni Navaz Carrera, en el Cuetu Meré. Y otros cinco discípulos de San Huberto retiraban el salvoconducto a otros tantos guarros de entre 90 y 100 kilos: Óscar Martín de Pablos, en Mañanga; Paco Calzado, en el Cuetu Meré: Manuel García Toribio, en Mañanga; Jorge Borbolla ‘Tato’, en Sierra Plana, y Ramón del Campo, en Mañanga.
Cuatro cazadores conseguían abatir tres jabalíes en una misma jornada. El 18 de octubre, Roberto Noriega, antiguo guarda de caza de Socoa, fulminaba tres gorrinos de 77, 58 y 50 kilos en el lote de El Barracón. El 22 de noviembre, el laureado piragüista riosellano Walter Bouzán fusilaba tres cerdos salvajes de 58, 37 y 30 kilos en el cuartel de La Verde. El 6 de diciembre, Enrique González Pérez cobraba tres bermejos de 35 kilos, cada uno, en Mañanga. El 31 de enero, Roberto Cuanda Ruenes abatía tres gorrinos de 83, 47 y 40 kilos en la postura de Valcabreru, dentro del lote del Cuetu Meré.
Y hubo pérdidas humanas dolorosas, como la inesperada muerte del cazador Juan José Pesquera, vecino de la localidad de Turanzas, que el 11 de octubre había abatido dos cerdos salvajes en el lote de Mañanga. Cinco días más tarde, el 16 de octubre, sufría un accidente laboral en la empresa Agar Asturias S. L. al caerle por encima una cuba de agua a muy elevada temperatura. Con quemaduras en el 80% de su cuerpo fue derivado al Hospital de La Paz donde fallecía a los 37 días de su ingreso, el 23 de noviembre de 2014.
FUENTE EL COMERCIO DE GIJON
AUTOR Guillermo Fernández caza en asturias