El hilo de Oscar ” El mal absoluto”, me ha hecho recordar esta historia,que es el contrapunto a su hilo, y sería yo muy inhumano y un cretino si no la relatara, aún quedan héroes y heroinas… aún hay algo de esperanza para la humanidad.
Esta historia pasa a diario, pero…” que no nos toque a nosotros”, solemos rezar cuando conocemos la situación.
Mario era un chico normal, buena persona donde las haya, tan humano que quería ser veterinario a toda costa, pero tan buena persona que se dejó llevar a última hora por la familia y estudió ingeniería. La familia está llena de ingenieros. Sacó el título con las mejores notas y enseguida encontró trabajo en el punto álgido de la enorme crisís que nos acuciaba en ese momento, esa crisis que ahora… bueno, mejor no hablo y sigo con la historia.
Como era un tío tan sano, tan buena persona y tiene una sonrisa que lo delata allá donde va, enseguida fue descubierto por una chica que era un calco de Mario además de ser una preciosidad. Ambos se enamoraron y tras pocos años de relación se casaron… por la iglesia.
Al cabo de un par de años, y cuando ambos ingenieros contaban unos treinta años, decidieron ampliar la familia, y ete aquí que a los pocos meses… embarazo. Alegría en la enorme familia de ambos, esta era patente cada día, y en cada momento, por el nuevo miembro que pronto vendría, y que sería querido por todos como ya lo eran los muchos otros pequeñuelos que ya correteaban y formaban algarabía y escandalera con sus juegos entre los mayores en las reuniones familiares.
Como es habitual, se hicieron los primeros análisis por el médico de la familia, y estos dieron un resultado sospechoso, se hizo la prueba que determinó algo definitivo :
síndrome de down, con el 100% de posibilidad de tener que operar al bebé del corazón poco después de nacer por ciertos problemas que traía, y sin garantía de que viviera.
La pareja encajó esto como un mazazo, estaban delante del especilista, y este para intentar consolarlos, les dijo que cabía en estos casos la posibilidad de interrumpir el embarazo, que eran muy jóvenes y que tenían tiempo de tener muchos niños sanos.
Ambos se levantaron y se alejaron del galeno, hablaron en voz baja unos minutos, sonrieron, y se abrazaron sin perder esa sonrisa. Volvieron donde el médico, y Mario le dijo:
-Doctor, este es nuestro hijo (dijo tocando el vientre de su mujer), y vamos a tenerlo y a quererlo mas que a nada en el mundo, tanto nosotros como toda la familia, y cuando vengan sus futuros hermanos harán lo mismo que nosotros… amarlo.
El médico se sorprendió, y añadió : Creo que os estáis precipitando, os dejaré unos día para que lo mediteis, y lo consulteis con la famia, creo que debiérais de escuchar a vuestros hermanos y padres, en el fondo ellos también deben dar su opinión, aunque vosotros tengaís la última palabra.
-Bien Dr. lo haremos, pero solo a título informativo, para que estén preparados para cuando llegue nuestro bebé.
Y se fueron abrazados y felices.
Cuando la familia fue informada, hubo un disgusto tremendo entre todos, los abuelos lloraban en silencio, los hermanos lo hacían sin que los abuelos y sus hijos pequeños los vieran, pero la decisión era tan firme por parte de la pareja, que por mas diálogos que mantuvieron y mas consejos suaves de… no precipitaros, tenéis aún tiempo para tomar una decisión, esto es para toda la vida, y los problemas que conlleja la decisión que toméis también.
A los pocos días la pareja volvió por el hospital para hablar con el médico, y saber que pasos había que seguir en un embarazo “especial” como ese. El Dr. les dijo que si realmente no habían vuelto porque habían cambiado de opinión. Ante la negativa de la sonriente pareja, el especialista les dijo :
-No os sintáis mal si en vuestro interior hay algo que os hace querer tener este bebé por no cometer un acto reprobable. Debéis saber, que en estos casos,
menos de un 5% de las parejas deciden seguir adelante,
y casi todos ellos lo hacen porque están en una edad que ya les es imposible tener mas mas hijos, que no es vuestro caso, y aceptan al que viene como
su última posibilidad de ser padres.
Sin perder la sonrisa, Mario le dijo al preocupado Dr., que ellos no querían tener el bebé por no sentirse mal ante la interrupción del embarazo, sino porque “ese” era ya su hijo, desde el mismo momento que el óvulo de su mujer fue fecundado, y que lo querían desde que ella le dijo que iban a ser padres, así que les era imposible no tenerlo, amaban a esa criatura desde hacía mas de un mes que supieron la noticia.
Hace un mes nació el pequeño, y tal y como habían dicho, habrá que operar de corazón… pero jamás he visto a una pareja tan feliz al alzar el padre hacía el cielo a su hijo en sus brazos con la cara llena de lágrimas, como si le estuviera dando gracias a Dios por haberle bendecido al enviárles esa criatura.
El niño es guapo, como sus padres… y también tiene la cara de buena persona del padre.
Hay gente que se gana el cielo desde muy joven, otros, aunque vivieran mil años, no lo lograrían.
Felicidades pareja, todos los que os rodeamos, y los futuros hijos que tengáis, os admiraremos de por vida.
PD. El nombre del personaje es lo único que no es real en esta historia. Ojalá y nadie tenga que ponerse ante esta decisión, porque ¿¿cuantos obrarían igual que Mario en sus mismas circunstancias??, mas vale no saberlo, aunque por lo ya relatado,
mucho menos del 5%.