El rececho combinado

Corría allá por el año 2007, había cogido un coto, con unos amigos por la zona de Valderaduey, entre Palencia y León, y cerca de Guardo, hay que ver cómo pasa el tiempo.

El coto está en concreto en Renedo de Valderaduey allí, terminaba la carretera, dentro de las ventajas e inconvenientes que tenía, era que apenas había cobertura, la gasolinera más próxima a 60 kms en Sahagún, hacia la izquierda del pueblo salía un caminillo que nos llevaba hacia el coto. Este lindaba con la zona de Riocamba, y más adelante nos encontrábamos con la Teja, en resumidas cuentas decenas de miles de hectáreas, por delante con poco más de algunos caminos de aprovechamientos forestales, con nacimientos de ríos, y valles que traían el deshielo de las montañas de Fuentes Carrionas y de Riaño, zonas donde no pasaba un alma .
No podía ser más llamativo, con esas características me encontraba disfrutando de aquella zona, y cada vez que tenía un fin de semana libre me encaminaba hacia allí con el deseo de disfrutar aquello,

Empezaba la primavera ese año con cierto calor, y después que el año anterior, tuviera un rifi-rafe con unos corzos que me tomaron el pelo me encamine con deseo de castigar mi cuerpo a base de caminatas, frio, sed, y de mal dormir, después de meterme los 450 kms y más de 5 horas de coche.

En esta subida y después de presentarme un amigo a una amiga de su mujer, decido subir acompañado. Esta chica, simpática, tierna, y la verdad un poco exuberante, me comentó que no le importaba subirse a pasar el fin de semana, pues iban también nuestros amigos en común. Cierto que yo empecé a relamerme los Belfos ante la posibilidad de hacer un combinado, casa Rural –Caza. Debo incluir que he sido muy reticente a este tipo de combinados pues cunado lo he hecho, luego, siempre hay un palo que me falla. Si vas de caza en abierto, a patear terreno, y a pasar ciertas penurias… las energías has de dejarla para la caza, si tus intenciones son otras pues eso, como he sido un poco travieso siempre pues he hecho varias de estas combinaciones, y aunque algunas me salieron bien, mejor, me fué el cazar y dejar los amoríos aparte aunque no muy lejos, pero eso es otra historia que no viene al cuento.
Como iba diciendo, llega el viernes en cuestión, y me dirijo a recoger a la susodicha, el coche que llevaba era un Ibiza al cual le hacía kilómetros por un tubo y con el ajetreo que tenía no lo había limpiado, el coche tan lleno de polvo y sucio que hizo que pensase que incluso era mejor llevarla en ese coche y no en uno Todoterreno que tenía, pues así pasaba parte de la prueba, bien pues venga vámonos que tenemos camino por delante, a ver si con suerte llegamos de día.

- ¿Has comido algo?
- No, dijo, he picado algo ligero pero no tengo hambre.
- Bueno pues si quieres cuando pasemos Madrid paramos y compramos algo para la cena y así aprovechamos y tapeamos un poco.
- De acuerdo, así hacemos.

Transcurrió las primeras horas entre conversaciones de música, gustos y de los amigos en común. No recuerdo si fue en Tordesillas, donde paramos que además estaba en fiestas o había estado, compramos la carne, compramos tabaco, cambiamos las aguas y nos tomamos una tapa y una cerveza, y de nuevo camino a Palencia, nos desviamos en Carrion de los Condes.
La conversación, ya en la estepa castellana con unas hojas de cultivo de cereal verdes y con una buena densidad, empezó a cambiar cuando pasamos después de varias señales de paso de animales salvajes.

- Bueno, entonces ¿qué vamos a cazar?
- Vamos de corzos.
- Pero el corzo, ¿Qué es un venao o un ciervo?

Recuerdo que pegue un volantazo ante la pregunta.

- No mira el venao y el ciervo es lo mismo.
- Entonces ¿qué es el corzo?
- Bueno es un ungulado, de la misma familia que el ciervo pero más pequeño que tiene el hocico blanco y negro, con menor talla y peso, muy ágil y que le llaman el duende del bosque.
- Entonces… … ¿es un BAMBI?

La pregunta me hizo variar la trayectoria en la autovía y pasarme al otro carril

- Mira, lo del bambi, es otra historia…

Y empecé a relatar la forma de caza, el sitio tan majestuoso en el que íbamos a estar, como se hacía la caza, el respeto hacia las hembras y las crías, etc. no obstante mi ceja izquierda se arqueó ante los conocimientos y la conversación que teníamos. Baje la mirada ante el escotazo que tenía, (aquel que iba despertando en mí, sentimientos de lascivia)

- Por cierto, que ¿ropa te has traído?
- Ropa mas bien cómoda, para el campo.
- Bueno nada de colores estridentes ni chillones.
- Ah entonces ¿no puedo ir con lentejuelas?,

Esta ya la dijo en broma

- Si te traes ropa con lentejuelas te vas con Manolo, pues si vienes conmigo, te meto en la charca con mas cieno que haya.
- Jajaja, entonces tampoco me sirven los tacones.
- Si hija si, tu tranquila, que son muy recomendables por donde vamos a ir.
- Pero, ¿No andaremos mucho?
- No vamos a ir por un valle, que termina en una charca y allí nos sentaremos, a esperar tranquilos, veras que bonito.
- Pero no habrá animales peligrosos.
- Nada mujer, que va a haber

Pensaba, instintivamente, que el plan no iba a funcionar, que bueno, pero que al final dormiría calentito, pero que lo tenía que hacer muy bien, para poner ambas cosas en orden.

Volvimos a desviarnos en Sahagún, y cogimos la carretera provincial, aunque volvimos a parar para llenar el coche de gasoil y volver a cambiar aguas.

- Joder, una meona, a ver que digo cuando estemos recechando.

Y continuamos, para adelante, todavía íbamos pasando por las extensas hojas de cereal, anchas y grandes

- ¿Mira ves que señalizado, esta, el paso de los animales salvajes?
- Si, pues lo ponen porque evidentemente se cruzan y ha habido accidentes.
- No me lo creo si se ve con mucha distancia.
- Pues es cierto, pasan, y hay que tener cuidado, por eso voy mas despacio.

Otra mirada al escote, me deleitaba y hacia que me relamiera a la vez que me distraía de la carretera.

- Tomas, ¿qué es eso que salta?

Miré por la ventana y dije

- Ves eso es una corza,

Y continué por la carretera. Al rato, me volvió a decir…

- y eso ¿qué es? ¿Otra corza?
- Joder que va a cruzar, CAGO EN ….

Frene con fuerza y el animal que iba paralelo, cambio de dirección y se metió en la carretera, acto seguido frené tan fuerte que se anclaron las ruedas en el asfalto, chirriando, girando la dirección del coche para evitar el impacto y como si fuera a cámara lenta el animal se golpeó con la parte delantera del vehículo (aunque no iba a mucha velocidad) dando con su cabeza en el capo del coche y según golpeo saltó un chorro de sangre en la luna en la parte del copiloto.

Paré el coche y me baje como un resorte, y miré al corzo, acercándome, instintivamente me di la vuelta yendo al coche y le dije a la rubia.

- Pues me ha jodido el coche, y encima es una PUTA MIERDA.

Introduje mi mano hacia la guantera rozando las piernas de la rubia, abrí la guantera y saque una navaja que abrí dirigiéndome al corzo, volví y se la introduje en el codillo.

Creo que todo fue tan rápido e instintivo que no pensé en lo que estaba haciendo, me di la vuelta con la navaja abierta, y chorreando la cálida sangre del corzo, mire la mano, que también estaba llena de sangre, y miré a la rubia, la cual con los pelos alborotados una mano en la guantera y la otra cogiendo con fuerza, el asa del piloto mirando mi mano humeante y con la boca abierta y estupefacta.

- Lo he tenido que rematar, pues estaba sufriendo el animal,

Pero veía que por mucho que la dijera, la expresión de su cara y el no cambiar de gesto me decía que por mucho que la dijera, iba a servir de poco.
El chorro de sangre en la luna, el golpe del coche, el animal en la carretera, la mano con sangre, y pensé interiormente, (Tomás, este fin de semana, ni caza ni leches)

Hablé por teléfono vino la G.C. y la otra pareja de amigos, los cuales recogieron a la rubia y las maletas, como ella estaba ida, se la llevaron a la casa, arregle los papeles y después de un par de horas me reuní con ellos pues el coche funcionaba perfectamente. El impacto jorobo parte de la aleta, el capo y un faro pero al motor no le hizo nada.
Cuando llegué, la Rubia se había metido en una habitación al otro lado de la mía y se había encerrado y comentaba que se encontraba fatal.

La historia terminaría aquí, pero, claro al día siguiente renuncié al rececho mañanero y me quede por la mañana, comentándola que luego saldríamos a dar una vuelta al campo.

Mis amigos habían salido de oscurecida, después de un desayuno, y una charla, nos fuimos

Al campo pues poco podíamos hacer por allí,

- Paracetamol y al campo,
- De acuerdo.

Con eso de la tristeza del coche, veré si por lo menos amaino un poco la fiera, y al menos puedo coger algún trofeo.
Subimos la carretera por la pista forestal, dimos un paseo, y mas tarde volvimos a coger el coche para salir a otra zona. Circulando por el cortadero vimos que venían los otros amigos con el coche de frente, después de preguntarnos por como estábamos, me enseña Pedro una foto hecha con el móvil y con una cara llena de sorpresa.

- Mira, que te parece

Lo miro y asiento con cara de preocupación y asombro.

- Que es que es, que es.

Devolviendo el teléfono, la digo un venao grandísimo, pero las caras de los otros no daban lugar a dudas.

- Que es que es, que es.

Y así una tercera vez,

- Bueno que nos vemos en la casa.
- Que es que es, que es.
- Coño pues la huella de un Oso.

No dejaba lugar a dudas con los cinco dedos marcados y las uñas también, con sus 100 mm de anchura, sobra decir que en esa área mejor no entrar.(Saltó el otro amigo, desde el coche, cero que la rubia en ese momento se hizo pis.)
Y sobra decir como pasé el resto del fin de semana.

Más tarde preguntamos en el pueblo, y efectivamente, a veces los osos se descolgaban, en busca de la miel y se les había visto por allí alguna que otra vez.
Diré como colofón que la avería del coche me costó 600 euros, la cabeza del corzo que la mande al taxidermista los 40 que me cobra, y la denuncia de la Rubia (que si no espabilo, me empluma) le costó al seguro del coche entre 7.000 y 12.000. La cabrona estuvo 2 años sin trabajar, resulta que la empresa estaba haciendo un ERE y estaba en la lista, lógicamente se acogió a su baja para que no la echasen y luego reclamó 36.000.000 para terminar.

Concluyendo tmabien diré, que por el corzo me libre de una buena, pero buena, buena.

Como curiosidad deciros que tengo el corzo hecho, y en la chapa le puse la matricula del coche.

jjjj muy bueno

Jejejejejej, como bien dices hacer un coctel con ambas cosas es muy dificil!!! Este fin de semana cazo al jabali en renedo

Saludos

Buenas anecdotas y buenas lecciones, ya se sabe donde tengas la olla.... Y la caza hasta no hace mucho para algynos era la olla

Jajajajajaja buen relato

Genial relato.

Lo del corzo disecado con la matrícula ha sido de risas ... pero, joer, tenías que haber hecho doblete ese fin de semana, coñe. Así podía haber pedido otros 3.000€ al seguro

Genial Don Tomás, un abrazo.

cr10155 dijo :
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y la denuncia de la Rubia (que si no espabilo, me empluma) le costó al seguro del coche entre 7.000 y 12.000. La cabrona estuvo 2 años sin trabajar, resulta que la empresa estaba haciendo un ERE y estaba en la lista, lógicamente se acogió a su baja para que no la echasen y luego reclamó 36.000.000 para terminar.
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No entiendo porqué el seguro de tu coche tuvo que pagarle a la rubia ese dinero, ni porqué habría de denunciarte la maciza.

Y la gachí iba a por ti desde el principio, eso imagino que te diste cuenta a toro pasao... escote dixit.

Lo demás, ya lo he dicho alguna vez, cuando vayas de caza, no mezcles "aficiones".

Yo eso de caza y mujeres nunca me ha combinado bien, pero si la tía te escucha hablar de caza que es algo que no les suele interesar lo más mínimo, pues seguro que le interesas tú.
O sea que iba a por ti y con el accidente se estropeó el asunto, y a juzgar como terminó con la compañía de seguros, ganaste más que perdiste y ese accidente fue providencial, que esa señora tenía toda la pinta de ser de las que te dejan desplumado si caes en sus brazos.

Jejejeje, buen rato nos has hecho pasar, lastima que no salieran las cosas como imaginabas desde el principo

Bueno, en primer lugar gracias por las respuestas es algo que me anima a escribir, pero por alusiones.

Diré que siempre he tenido claro que la combinación chica-caza es algo díficil, y mas de la forma que yo la practicaba, (por lo de la chica, que ya me retiré de ese mercado). pero es que la sangre me podía, pues he sido para ese asunto muy ansioso.

Creo que son los errores que cometemos, los que nos dan la experiencia y que son por tanto muy necesarios, pues de ellos se aprende.

Claro que sabia por donde iba la chica, pero también es cierto que yo iba a lo mio. Lo que me sorprendió fué el morro que le hecho al asunto.

Y quedaros con dos imágenes, la primera después del impacto, cuando saque la navaja, y rematé al corzo, aquella rubia asustada, con los pelos alborotados, con las pupilas de los ojos dilatadas como platos, pues no le había dado tiempo a procesar el percance, que mira a ese hombre con el que va a pasar un fin de semana en una casa rural, que salta del coche le pega tres puñaladas al animal agonizante, y revolcándose en la carretera, aquella, os aseguro que se meo en las bragas.

La segunda cuando al día siguiente, intentando ir a recechar con el miedo metido todavía en el cuerpo, cuando la digo que un paseito no nos va a hacer daño, y se entera que hay un oso por los alrededores,
Os aseguro, que se le pasaron las ganas de volver al campo, que ya lo único que quería era playa.
Y por supuesto que el corzo me libró de una buena, pues era mas astuta de lo que yo creía.