Finalizó la temporada de caza en la comarca con la captura de 2.141 jabalíes, 290 venados y 214 corzos.
En el lote piloñés de Rollamiu, Javier Robledo abatía en noviembre un navajero de 130 kilos, el verraco de más peso en los 14 espacios de la zonaEn los montes de la comarca queda caza abundante de cara a la próxima temporada, sobre todo jabalíes. Y tras esta afirmación, de la campaña finalizada cabría destacar dos lances ocurridos en el Sueve. En El Potril se cobró un gamo de 200 puntos, lo nunca visto, y en Caravia-Alea un venado de 193 puntos, con cornamenta espectacular.
La Parraguesa
Colmillos de 9 centímetros
Los cazadores de Parres y Cangas de Onís abatían 392 verracos a lo largo de la temporada. No está mal. El navajero de más peso, un cerdo salvaje de 120 kilos, lo tumbaba en el mes de octubre Miguel Ángel Collado Prieto en el lote de Bustevela. El lance más espectacular se dio en una montería celebrada en el mes de febrero en La Toya, donde Marcos Pérez Suárez volteaba un jabalí de apenas 75 kilos que presentaba unos colmillos de nueve centímetros, posible medalla de oro.
Cuatro cazadores conseguían el triplete personal al pasaportar tres suidos en una misma jornada. Eso le sucedía a Roberto Sánchez Fernández, en el Aspru; a Víctor Fernández Labra, en Bustevela; a Iván Peón Pendás, en Teleña, y a Servando Escandón Rodríguez, también en Teleña.
En el mes de octubre, el cuartel de La Toya acogió una cacería en la que participaron 18 mujeres y la montería se saldaba con la captura de un verraco de 73 kilos, fulminado por Yolanda Suárez Lorences. En una cacería celebrada en el mes de septiembre en Següenco, Covadonga García Rama abatía un cerdo salvaje de 50 kilos.
El cupo por montería es de tres verracos, pero cuatro cacerías finalizaban con cuatro jabalíes abatidos. Eso le ocurrió a la cuadrilla de Pedro García Rama, en Zardón; a la de Manuel Julio García, en Següenco; a la de Hilario González, en Teleña, y a la de Garci, en Següenco.
Llanes
Seis tripletes personales
Con 313 jabalíes abatidos, los cazadores llaniscos se movieron en las cifras de los últimos cinco años. Los navajeros de 100 o más kilos fueron numerosos. El verraco de más peso, un suido de 124 kilos, lo tumbaba Pedro Rodríguez Díaz, en Sierra Plana. Otro de 114 kilos pasaportaba Joaquín Riestra Hidalgo, en el Río de Nueva. Casimiro Riestra ‘Miro’ y Ramón Quesada de la Vega ‘Carpio’ fusilaban dos macarenos de 110 y 105 kilos, respectivamente, en Mañanga y La Verde. Otros ocho gorrinos detenían el fiel de la balanza en la raya de los 100 kilos.
A lo largo de la temporada se produjeron dos noticias agradables. En septiembre, Juan Lobeto, de 15 años, recibía su bautismo como discípulo de San Huberto al tumbar en San Cecilio un macareno de 80 kilos. Y en enero, Manuel Pidal Noriega, de 82 años, acertaba en La Verde sobre un jabalí de 75 kilos con un disparo a 248 metros de distancia.
Seis cazadores lograban el triplete personal: Casimiro Riestra, en Mañanga; Benito Buenaga Palmero, en el Río de Nueva; Walter Bouzán, en La Verde; Ricardo del Campo, en el Río de Nueva; Rafael Antuña Isla, en La Verde, y Nicolás Galguera Misioner, en San Cecilio.
Una de las mejores cacerías tuvo lugar en el mes de noviembre, en La Verde, donde la cuadrilla de Manolín García cobraba tres suidos de 95, 85 y 65 kilos. Especialmente productivos resultaron los viajes al exterior para la palomilla de Manuel Julio García, al abatir diez marranos en la zona leonesa de Boca de Huérgano y otros diez en tierras palentinas de Alar del Rey.
Piloña
Navajero de 130 kilos
Habría que quitarse el sombrero ante los cazadores de Piloña. Cobraron 502 piezas de caza mayor, de las que 286 eran jabalíes y 170 venados.
En el mes de noviembre, Javier Robledo García pasaportaba en el lote de Rollamiu un navajero de 130 kilos, el suido de más peso en los montes de la comarca. En octubre, Enrique Granda García tumbaba en El Estelleru un macareno de 125 kilos. En Anayo y Sellón, Rubén Piñera García y José Manuel Valdés Ordóñez apiolaban, respectivamente, dos gorrinos de 118 kilos, cada uno. Otros seis suidos, de entre 100 y 110 kilos, perdían el pellejo.
Algunas cornamentas de venados y gamos resultaron espectaculares. Hasta el punto de que un venado conseguía la medalla de plata y otros seis fueron reconocidos con el bronce. Dos gamos recibían la medalla de oro y otros dos obtenían la plata.
La noticia triste de la campaña habría que situarla en el fallecimiento, a finales de octubre, del cazador Ricardo Argüelles Camino, perteneciente a una familia de avezados discípulos de San Huberto. Y en una cacería celebrada en La Cueva en el mes de septiembre, cinco sabuesos acabaron en una clínica veterinaria tras haber sido acuchillados por un navajero de 85 kilos, abatido finalmente por Juan Villa.
Colunga
Un coto de mucha altura
Tumbar 180 jabalíes en un coto con cinco lotes de caza está a la altura de muy pocos espacios cinegéticos. No obstante, entre los navajeros abatidos en tierras de Colunga no hubo grandes acorazados. El marrano de mayor peso, de 95 kilos, lo abatía en octubre Eduardo Rodríguez Fonseca, en Lue, mientras que Nicanor Villar Gancedo prendía en noviembre un suido de 92 kilos, en Libardón, y Marcelino García Canal apiolaba en septiembre un gorrino de 90 kilos, en el cuartel de Lue.
La cuadrilla de Aladino Álvarez Aladro disfrutó de la mejor cacería de la temporada. Sucedió en el mes de octubre, en el cuartel de Lue, y se saldó con la captura de tres navajeros de 95, 90 y 70 kilos y dos venados.
Otras tres cacerías finalizaban con cuatro jabalíes fusilados. Le ocurrió a la palomilla conocida como La Roja, en Carrandi, y a la de Aladino Álvarez Aladro, en dos ocasiones, en Lue y en Selorio.
Amieva
Extranjeros al rebeco
El hecho pintoresco de este espacio cinegético habría que situarlo en la presencia de un elevado número de cazadores daneses, polacos, rusos y estadounidenses para participar en recechos de rebeco en los cuarteles de Valdelpino y La Conia.
Se abatieron cinco jabalíes que pesaban exactamente 100 kilos. Los autores de los definitivos disparos fueron Alberto Alonso Labra, en Vis; José Alberto García Coviella, en Sebarga; Miguel Truan Vereterra, en Sebarga; Iñaki Crespo, en Amieva, y Rubén González Orviz, en Argolibiu. Un jabalí de 94 kilos y acerados colmillos pasaportaba Manuel Granda ‘Rona’, en Baenu.
La mejor cacería tuvo lugar en el cuartel de Amieva, en noviembre, cuando la cuadrilla que capitanea Iñaki Crespo fusilaba cuatro macarenos de 100, 90, 70 y 65 kilos.
Cabrales
Cacería pintoresca en Bierru
De aceptable puede calificarse la campaña para los cazadores cabraliegos, que tampoco fulminaron grandes acorazados. José Ángel Mestas, en Bierru, y Manuel Fernández Sánchez, en En Escobal, pasaportaron dos suidos de 100 kilos, cada uno. Y otro verraco de 93 kilos apiolaba Rafael Mier Mier, en El Escobal.
Pintoresca resultó una montería celebrada en enero en el lote de Bierru. Allí, entre José Luis Nosti, Juan Simón y Carlos Noriega cosían a tiros a un jabalí de 60 kilos.
Y de las salidas al exterior habría que destacar una montería de la cuadrilla de Pepe Huerta, al lote casín de Vegabaxu, que se saldaba con la captura de cuatro guarros: dos abatidos por Ricardo Valdés Tejeiro y los otros dos fusilados por Antón García Amieva y Víctor Guerra.
Ribadesella
Lo mejor sucedió en Barréu
La mejor cacería del año la protagonizaba la cuadrilla de Víctor Caravia en Barréu, al abatir en diciembre dos navajeros de 100 kilos, con disparos de José Ramón Fernández Martínez y Javier Núñez Rodríguez, y otro verraco de 70 kilos apiolado por Humberto Martínez.
Ricardo Hoyos e Iván Peón fusilaban otros dos gorrinos de 100 kilos, ambos en el cuartel de Barréu, y Tomás Colino fulminaba un cerdo salvaje de 96, en Collera.
El único triplete personal lo protagonizaba Ignacio Alonso Suco al tumbar tres suidos en Moru, en el mes de noviembre. Toño Cuesta cobraba un gamo de once puntas en Barréu y de voltear los dos únicos gamos de la campaña se encargaron Matías Pendás Fonticiella y Marcos Vega Celorio.
En diciembre, en el lote de Santianes, un jabalí herido mataba a ‘Santos’, un extraordinario grifón Azul de Gascuña, propiedad del montero llanisco Manolín García.
Onís
Tres verracos de 90 kilos
Se cobraron tres verracos de 90 kilos, que entregaban el pellejo en tres lotes diferentes: en Maliciegu, en La Cuestona y en Sirviella, apiolados por Arsenio Pérez Díaz, Ignacio Fernández Díaz y Ramón del Campo Alonso, respectivamente.
Una de las mejores monterías tenía lugar en octubre, en Maliciegu, al tumbar Miguel Ángel Casero Tomás ‘Chelu’ y Jesús Pesquera Gómez dos navajeros de 83 kilos, cada uno, y excelentes colmillos y molares.
En una cacería celebrada en febrero en Sirviella, tres perros de Santiago Sañudo y otro de Vicente Suero terminaban el día en una clínica veterinaria tras ser atacados por un jabalí herido en una pata.
Peñamellera Alta
Dos perros al vacío en Cocón
El jabalí de mayor peso abatido en el valle alto fue un navajero de 112 kilos, pasaportado en el mes de noviembre por Pancho Noriega Roque, en el lote de Rubó. También anduvo certero esta temporada Millán Martínez, que apiolaba un macareno de 100 kilos en Jana y otro de 90, en Rubó. Un suido de muy buena boca y 88 kilos de peso fusilaba en octubre Antón García Amieva, para la palomilla cabraliega de Pepe Huerta, en el cuartel de Peleas.
Aquí, la jauría tampoco salió bien parada. En el mes de diciembre, dos perros del montero Ramón Campillo perdían la vida al despeñarse por un desfiladero en la sierra de Cocón, cuando iban encelados tras el rastro del jabalí.
Peñamellera Baja
Más problemas para la jauría
Más problemas para la jauría en zona de abruptas montañas. En noviembre, un perro de Toñín Cotera y un jabalí de 80 kilos se despeñaban por un desfiladero en Cavandi. El mismo mes y en idéntica zona, Felipe Guerrero fulminaba un navajero de 82 kilos, al que le faltaba una pata, y antes de entregar el pellejo había acuchillado a cinco sabuesos.
El marrano de mayor peso, de 95 kilos, lo abatía Celestino Mateos Doberganes ‘Carra’, en el lote de Cuñaba. Un macareno de 83 kilos cobraba Rufino Martínez Díaz, en el Argayu.
Ribadedeva
Los de Piney se coronan
En un coto con solo dos lotes de caza y un cupo de dos jabalíes por montería no se podían cobrar muchos suidos, pero 45 verracos por temporada no está nada mal. En este territorio tiene su sede la cuadrilla que capitanea Pepe Piney, una escuela de excelentes monteros que este año se proclamaba ganadora del ‘Encuentro de Cuadrillas Jabalineras’, en competencia con otras 60 jaurías.
El navajero de mayor peso en Ribadedeva, de 110 kilos, lo abatía en La Franca José Ibarlucea. En el mismo lote, José Ramón Laruelo pasaportaba un macareno de 90.
Reserva del Sueve
Gamo y venado de oro
Este espacio cinegético vivió su mejor temporada. En octubre, el salmantino José Luis Martín Polo abatía en El Potril un gamo con baremo de 200 puntos, medalla de oro y el mejor ejemplar cobrado hasta la fecha. También en octubre, en el lote de Caravia-Alea, el parragués Andrés Díaz Mateo fusilaba un venado de 193 puntos, medalla de oro por su espectacular cornamenta.
Varias cuadrillas de la comarca consiguieron fulminar seis jabalíes en una misma jornada, el cupo. Los llaniscos de Manuel Julio García lo lograron en dos ocasiones, ambas en Libardón, en los meses de octubre y diciembre. También cobraron seis verracos las palomillas colunguesas gestionadas por Ignacio Laviada Catrón, en Cofiño; Falo Toyos, en Caravia-Alea; Aladino Álvarez Aladro, en Cofiño, y Toni Fonseca Palacios, en Cofiño. Y también lo conseguían los parragueses de Javier Feliz, en Cofiño, y los piloñeses de Ismael Cofiño, en Cofiño.
El jabalí de mayor peso, un navajero de 105 kilos, lo apiolaba el llanisco Josán Quintana Vallejo, en el cuartel de Libardón.
En el prolífico lote de Cofiño, los llaniscos Sergio Díaz, Jaime Rodríguez, José Félix Díaz Longo y Víctor Prado se hacían con una percha de seis arceas.
Reserva de Ponga
145 suidos en cinco lotes
En los cinco lotes de la reserva, Calera, Vallemoru, Maciédome, Peloño y el Pedrosu, se abatieron 145 suidos, 24 venados y 14 rebecos. Se dieron 73 batidas de jabalí, de las que el 25% correspondían a las cuatro cuadrillas de cazadores locales. El amplio espacio está controlado por cinco guardas.
Reserva de Piloña
Costó trabajo sacarlo
El jabalí de mayor peso, un navajero de 110 kilos, lo apiolaba el colungués José Ignacio Camino Villa en el cuartel de Degoes. Y costó mucho más trabajo sacarlo del monte que abatirlo. La palomilla piloñesa de Rubén Martínez fulminó un cerdo salvaje de 100 kilos y un macareno de 90 fusilaba el piloñés Emilio Sutil Pérez.
La cuadrilla local de Alejandro Suárez se hacía con el cupo de tres marranos en dos ocasiones, en Degoes y Los Montes. Los de Arturo Nicolás Valiente tumbaban tres gorrinos en Los Montes y otros tres suidos pasaportaban los colungueses de ‘La Roja’, en el cuartel de Degoes.
RESUMEN DE LA TEMPORADA 2015-16
Resultados y datos
-La Parraguesa: 392 jabalíes, 44 corzos, nueve venados y cuatro gamos.
-Llanes: 313 verracos y 36 corzos.
-Piloña: 286 macarenos, 170 venados, 33 corzos y 13 gamos.
-Colunga: 180 gorrinos, 36 corzos, 24 venados y cinco gamos.
-Amieva: 140 navajeros, 25 rebecos, seis corzos y cuatro venados.
-Cabrales: 127 cerdos salvajes, 20 rebecos y nueve corzos.
-Ribadesella: 115 marranos, 16 corzos, seis venados y dos gamos.
-Onís: 70 puercos y diez corzos.
-Peñamellera Alta: 65 cochinos y diez corzos.
-Peñamellera Baja: 56 suidos y cinco corzos.
-Ribadedeva: 45 jabalíes y nueve corzos.
-Reserva del Sueve: 163 navajeros, 79 gamos y 38 venados.
-Reserva de Ponga: 145 verracos, 24 venados y 14 rebecos.
-Reserva de Piloña: 44 cerdos salvajes y 15 venados.
Total de capturas: 2.141 jabalíes, 290 venados, 214 corzos, 103 gamos y 59 rebecos.
FUENTE EL COMERCIO DE GIJON
AUTOR GUILLERMO FERNADEZ BUERGO CAZA EN ASTURIAS