No soy yo muy de crónicas, pero para amenizar un poquito el verano, vamos con la de hace un par de semanas (y perdón anticipado por el ladrillo)
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Sobrevolamos Islandia, vaya esto sí empieza a ser una novedad¡, el año pasado a estas latitudes nos dimos la vuelta de regreso a Copenhaguen por culpa de un dichoso huracán, lo que nos propició tres simpáticos días de estancia en la ciudad esperando que amainara la tormenta y que a la postre significó el aplazamiento de la cacería hasta el año siguiente.
Vemos témpanos flotando, esto marcha, nos acercamos a nuestro destino, ya pensábamos que era una quimera y que esto de Groenlandia no es más que una utopía. Por fin se divisa tierra, coño pues es verdad, si está verde, ya tenía yo curiosidad por saber si lo de Greenland era una tomadura de pelo.
Aterrizamos tras sobrevolar un enorme fiordo, esto es una mezcla de Noruega con las tierras altas escocesas, no hay ni un árbol, la tundra forma una bonita combinación de colores y el terreno es más bien escarpado, con desniveles que alcanzan los 600m de altura, ¿pero estos bichos se moverán bien por un terreno así?, ya lo comprobaremos.
La ciudad, por llamarlo de algún modo, es una impresionante población de 500 habitantes, que ahora en verano incrementa su bullicio al acoger algún turista despistado. El villorrio se parte en dos por la pista de aterrizaje y tan sólo hay un grupito de casas y arriba y debajo de la pista, vamos, un pueblucho. ¿Y esto es el aeropuerto más grande del país? Joolín, ¿cómo será el resto...
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Tras la recepción, presentaciones y vuelta al pueblo de rigor (cosa que hacemos en un santiamén) el organizador nos invita a pasar el resto del día descansando en su casa, ¿descansar? no señor, hemos venido a cazar lo de descansar ya vendrá cuando tengamos las tareas hechas, pero y el jet lag? inquiere el organizador, eso, como dice un buen amigo, es un invento de los frikies para no currar, así que a ponernos las botas, coger las cosas y zumbando para el cazadero.
Nos trasladan en una motora que cruza las gélidas aguas del glaciar, vamos pasando de colores grises, casi blanquecinos a turquesas, pasando por unas bonitas gamas de azules. Toco el agua, brrr¡¡, aquí si te caes, el peligro no está en ahogarse sino en quedarse como un polito.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Llegada al cazadero en el interior del fiordo, el campamento cuenta con una espartana tienda de campaña, en su interior cuatro camastros y una estufa de gasoil y una mesa de madera en el exterior para comer. Pues bueno, no es el Ritz pero nos apañamos. Lo justo para los cuatro, mi primo Javier, Thomas (organizador), Johan (guía Inuit) y servidor de ustedes.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Empezamos el ascenso, y vaya con la cuestecita, pues sí que acuso el cansancio del viaje, a ver si vamos entonándonos y encima los mosquitos dando bien por saco, como odio a estos bichos. A los 10 minutos me sobra toda la ropa que llevo, me parece que he elegido mal el equipo, demasiado para la temperatura ambiente y el ejercicio que hacemos, cuando tenga acceso a la maleta recompondré la ropa, mientras a quitar capas y sufrir la sauna.
En el ascenso nos topamos con el primer animal, está lejos, la emoción se dispara, en el primer atisbo con los prismáticos ya se observa que es joven, bueno, no va a ser llegar y besar el Santo, ¿no?. Hacemos “cima”, casi 500m marca el altímetro, pues no está mal la pechá sabiendo que partimos del nivel de mar. El paisaje es precioso, al menos a mí cuando estoy cazando todos los paisajes me lo parecen, es una sucesión de colinas y montes de tundra y pedrizas salpicados de lagos y puntos de agua. La sensación de andar por encima de esta tundra es muy especial, parece que pisas un colchón de brócolis, está mullido, no sé para qué usan colchones hinchables para los sacos de dormir, el suelo parece la mar de confortable.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]La tarde trascurre entre largas caminatas a nuevos valles y paradas para otear, pues son terrenos muy abiertos y hay que mirar bien en cada quebrada. Miramos el reloj, han pasado cinco horas desde que salimos del campamento, es hora de regresar, pues hay que acostarse y mañana más, ¿acostarse? pero si el sol está en todo lo alto, ¿no lo sabeís?, pregunta Thomas, en esta época del año tenemos 24 h de sol. Anda leches¡, bueno, estando cansado....
Mientras volvemos al campamento encontramos varios casquillos, así como restos de bichos, además de la caza, ¿estos restos son por lobos y osos?, preguntamos; no, lobos los hay mucho más al Norte y osos polares son casuales por esta zona, aunque hace dos días la policía abatió uno en el mismo pueblo (nos enseña las fotos). Le comento a Javier que si esto se debe sólo a la caza, aquí les están zurrando de lo lindo y por lo tanto los bichos estarán hacia tierras más interiores. Según pudimos deducir los Inuit cazan libremente sin restricciones por lo que los animales no es que estén especialmente tranquilos, no obstante, pisadas y cagadas había por doquier, o sea que se mueven bastante.
En el descenso un caribú nos alegra la bajada, es un macho que promete, lástima que no estemos en temporada, todavía le queda bastante para completar el trofeo. A lo largo de los días vimos varios caribúes, curiosamente todos machos solitarios, me imagino que los grupos de hembras y crías están más hacia adentro, cosa lógica en una zona donde principalmente se caza por carne y no por trofeo.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Amanece, mejor dicho, despertamos, “la noche” ha sido fresca pero descansamos bien, incluso pasé calor. Más ligeros de equipo iniciamos el ascenso y volvemos a toparnos con el machete de ayer, subidas y bajadas de cerros no dan mucho más de sí, tan sólo algún caribú solitario, a medio día el propio guía empieza a extrañarse de tan poca densidad, son ya bastantes horas, y muchos cerros escudriñados para no haber visto casi nada. Casi al final del día decidimos el cambio de área, llamada por el teléfono satélite y concretamos con el bote la hora de recogida en el fiordo, nos espera una larga caminata. En el último lago, casi inicando el último descenso descubrimos casi a un Km un par de Muskox, uno parece tirable, planeamos la entrada y en un cuarto de hora estamos a 150m de ellos, esperamos a que salga de una vaguada, vienen careando y comiendo, estamos en muy buena posición y con el aire franco. Le corresponde a Javier el estoque, un Tikka del 300Wm con balas sako super hammerhead de 180 grains que cumplieron su cometido, no obstante estos toretes son duros y tragan bien el plomo, así que son necesarios un par de tiros de remate aun teniendo el primero perfectamente colocado.
Así pues tras la alegría y la sesión de fotos vienen las penas, acarrear en mochilas de aluminio la carne del bicho y el trofeo, más todo el equipo que traíamos no es tarea fácil, son muchos kilos de peso y la fatiga del descenso se hace notar. Todavía nos separan unos tres km en línea recta del campamento y debemos darnos prisa pues llegamos tarde al bote.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Tras el regreso a la ciudad y una duchita reponedora salimos a cenar al único restaurante de la ciudad, degustamos un magnífico combinado de muskox y caribú por aquello de probar la gastronomía local, realmente buenos.
El siguiente día nos lo tomamos de relax durante la primera parte del mismo, preparamos los kayak y las tiendas de campaña para esta nueva zona, nos aseguran que es muy buena de bichos, reímos (dónde habré escuchado eso antes). Debemos atravesar un lago de 5 km para situarnos en el extremo del mismo, resulta novedoso y entretenido pero también cansado, así que con el tiempo justo para cenar un poco fuera de horario nos metemos en el saco.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Salida tempranera en la siguiente jornada, andamos a buen ritmo y cubrimos grandes zonas, pregunto por qué no utilizan el ATV para llegar a estas áreas más remotas, pues creo que se podría llegar bordeando el lago; me comentan que en verano está prohibida la utilización de medios mecánicos, así pues, a darle gusto al calcetín. Llevamos ya siete horas de rececho sin parar y no hemos visto un rabete, bueno sí de liebres árticas, noto la mirada de inquietud en los guías, hay menos de lo que esperaban.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Por fín al trasponer una zona de lagos Thomas que se ha adelantado a atalayar nos hace señas, con cuidado avanzamos hacia su posición y lo vemos, parece una gran piedra y se mueve pausadamente, está a unos 500m de nosotros, así que planeamos la entrada bordeándole un poco por encima hasta situarnos en un lomo del terreno.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Como me gustan los tiros largos y la entrada fue buena, me coloqué de él a unos 50m, vamos a cascaporro, tanto que le tuve que quitar aumentos al visor. El bicho al verme levantó cabeza e inició la huida, colocándole la primera bala si problema y las otras dos, pues también, semejante becerro y en limpio no ofrece ninguna dificultad, eso sí sorprende lo rápido que corren y lo bien que encajan los tiros.
Nueva sesión de fotos y despiece del animalico, este era viejo a rabiar, con un asta rota por las batallas, vamos un abuelete de esos campos. Tras el desolle del mismo palicilla con el bicho para cubrir los seis km en recto que nos separaban del campamento. Decidimos si quedarnos a dormir en las tiendas o apurar y regresar al pueblo, como ya están los deberes cumplidos nos dejamos llevar por la ilusión de una buena ducha y una buena cena, así que manos a la obra recogimos presto el campamento.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]El regreso para cruzar el lago fue mucho más sencillo al estar su superficie como un espejo sin nada de oleaje que dificultase el avance. Llegamos, tarde, pero llegamos. Hay que ver lo bien que descansamos los cazadores cuando se nos ha dado bien la jornada.
En la siguiente jornada toca visita a los ice caps, sencillamente espectacular esta excursión y de obligado cumplimiento. Una maravilla de la naturaleza que te deja boquiabierto, con las imágenes y el sonido atronador de los hielos cayendo. Copita de celebración con el hielo del ártico que no falte.
En suma una bonita experiencia que no desmerece para nada ni aun realizándola en verano. Os dejo unas fotillos del paisaje
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Un saludo
No veo las imágenes, a ver que estaré haciendo mal....