El comerciante resultó herido en una pierna durante el tiroteo en una céntrica avenida de Huesca. Antes robaron un coche en Zaragoza y dejaron a la conductora maniatada.
Asaltaron a una mujer en el barrio de Mirafloles de Zaragoza, le robaron el coche, la secuestraron y la abandonaron maniatada en un polígono industrial de La Cartuja. Luego se dirigieron a Huesca, donde intentaron atracar una armería encapuchados. El dueño les plantó cara y resultó herido en un tiroteo en la calle. El recorrido protagonizado ayer por dos delincuentes entre las dos ciudades casi acabó trágicamente. Pese a los cuatro o cinco disparos efectuados, el comerciante, Rubén Cáncer Falceto, de 34 años, solo sufrió heridas en una pierna y no se teme por su vida.
Anoche, la Policía Nacional y la Guardia Civil, que habían establecido controles en las carreteras, buscaban a los dos atracadores huidos en un Fiat Punto. Se les considera peligrosos, ya que van armados.
El coche lo habían robado por la tarde a las puertas de un gimnasio de Zaragoza. Los delincuentes asaltaron a una conductora joven y la secuestraron para llevarla hasta un polígono industrial, donde la abandonaron maniatada. Una persona que pasaba por allí la liberó y avisó a las fuerzas de seguridad. En principio, no estaba herida, aunque la Policía la trasladó al hospital Clínico para una revisión.
Con este coche viajaron a la capital oscense. El atraco frustrado a la armería tuvo lugar sobre las 20.00 en el número 20 de la avenida Monegros, una calle muy frecuentada a esas horas. Los asaltantes eran dos, según confirmó la Policía Nacional. El dueño, Rubén Cáncer Falceto, de 34 años, los vio a través de la ventana del taller que da al establecimiento y, al verlos encapuchados se dirigió hacia la puerta y salió corriendo. No obstante, no se llevaron ningún objeto. Antes de escapar en el coche que tenían en la puerta, se produjo un tiroteo. Los disparos tuvieron lugar en el exterior, ya que los casquillos de bala, al menos cuatro, se encontraron en la calle. Uno de ellos alcanzó al comerciante en una pierna y fue evacuado en ambulancia al hospital San Jorge de Huesca.
Según la portavoz de la comisaría de Huesca, Mar Gil, la herida "en principio no reviste gravedad". La Policía Nacional estaba anoche a la espera de hablar con la víctima, una vez que fuera atendida por los médicos, para conocer las circunstancias concretas del suceso. Rubén Cáncer fue intervenido de la herida de bala en un quirófano del hospital San Jorge, donde permanece ingresado y en buen estado.
"Cuando he llegado me he encontrado con la ambulancia y he visto que a mi hijo le habían pegado un tiro", relató Emilio Francisco Cáncer en el lugar de los hechos. A él lo avisaron por teléfono diciendo que habían intentado robar. Según explicó, su hijo se dio cuenta del robo. "Se han liado a tiros con él, porque hay cinco casquillos de bala y uno le ha atravesado la pierna". El padre se quedó junto a la tienda y su mujer se fue en la ambulancia con el hijo.
"Nunca había tenido ningún problema en la armería. Ya va para tres años que la abrió", añadió. Explicó que a esas horas, casi siempre va a buscarlo un amigo para ir al gimnasio. "Ha llegado, se ha encontrado con todo el jaleo y ha preguntado qué pasaba". Emilio Francisco Cáncer confía en que finalmente se encuentre a los atracadores. La cámara de la tienda pudo grabarlos dentro y, al parecer, algunos testigos tomaron datos de la matrícula.
Una vecina vio desde la ventana el instante del suceso. Según relató ayer su hijo, un hombre de complexión fuerte y de raza blanca disparó al herido aproximadamente desde el árbol plantado en la puerta de la armería cuando, al parecer, el propietario de la armería corría a la tienda situada en la acera de enfrente, en el número 23, a refugiarse. Pero ya no llegó al comercio de persianas y toldos SVP, según explicó Juan Carlos, después de que su madre le contara a la policía la escena que vio mientras esperaba que regresara del trabajo. El disparo le alcanzó la pierna izquierda y cayó herido al suelo. Entonces, el presunto autor se subió al coche e iniciaron la huida.
La Policía preguntó a otros testigos oculares y subió también a revisar el primer piso del número 23, donde llegó un resto o un quinto casquillo. Otro vecino del número 27 explicaba anoche que solo había oído un disparo desde su casa. Aunque no pudo ver nada, al abrir la ventana solo escuchaba: "Que va cojo, que va cojo, y era el de la tienda", comentó. Hasta el lugar se trasladaron patrullas de la Policía Nacional, la Policía Local de Huesca y la Policía adscrita a la DGA. También la Guardia Civil trabaja en el operativo para intentar localizarlos.
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