La sarna afecta ya al 76% de la superficie de los Picos de Europa
La población de rebecos es la más afectada por esta enfermedadTERRY BASTERRA- CANGAS DE ONÍS
La incidencia de la sarna en los rebecos en el Parque Nacional de los Picos de Europa afecta al 76% de la superficie del espacio protegido. Así se recoge en un informe elaborado por la dirección del parque en el que se detalla la evolución de la enfermedad dentro de este paraje desde que se detectó por primera vez a un ejemplar de rebeco afectado en diciembre 1999 hasta la actualidad, cuando esta afección se ha propagado por 49.170 hectáreas del parque. La sarna tiene una especial incidencia en la población de rebecos, la más abundante y representativa del Parque Nacional con cerca de 5.000 ejemplares, la mayor densidad de toda la Cordillera Cantábrica.
La sarna sarcópica, la que afecta a la población de rebecos de los Picos, es una enfermedad parasitaria muy contagiosa que está causada por el ácaro sarcoptes scabiei y es la más grave de cuantas tienen incidencia sobre esta especie en la Cornisa Cantábrica. Se transmite por contacto directo entre los animales, aunque también a través de la presencia en lugares comunes a los que acuden los rebecos, como pueden ser los lugares de rascado, de alimentación o de refugio.
El brote que afectó a los Picos y que se ha extendido por más de tres cuartas partes del espacio protegido llegó desde fuera del parque. Se diagnosticó por primera vez en mayo de 1993 en las proximidades del Pico Torres, situado entre los concejos de Aller y de Caso. Afectaba a cabras domesticadas no saneadas. Fueron ellas las que se lo transmitieron a los rebecos de la zona, los cuales propagaron la enfermedad de oeste a este hasta alcanzar el extremo occidental del parque en terrenos del municipio leonés de Oseja de Sajambre. Allí se localizó el primer ejemplar afectado por sarna dentro de los Picos en diciembre de 1999, aunque no fue hasta principios del año siguiente cuando se confirmó oficialmente la presencia de la enfermedad en el espacio protegido.
En el enero de 2002 la afección alcanza el desfiladero de los Beyos y en abril de ese año se detectan ejemplares afectados en el macizo del Precornión. Para enero de 2004 la sarna ya afecta a la zona de Carombo, en el macizo occidental. Progresa después por el central y a principios de 2011 ya se detectan los primeros ejemplares afectados en el oriental. En este 2016 ha llegado ya hasta los límites de Cillorigo de Liébana, en Cantabria.
La superficie afectada por la enfermedad ha ido aumentando de forma progresiva desde su detección, aunque la velocidad de propagación de la sarna ha registrado lo que el informe denomina 'parones'. Considera que barreras naturales como la carretera de los Beyos y el río Sella han ejercicio de freno a su extensión, aunque también apuntan a otros factores como la bondad del invierno en estas latitudes o la fortaleza vital de la población de rebecos del parque.
De hecho indican que el número de ejemplares afectados aumentó desde 1999 hasta 2005, para después disminuir y volver a aumentar en 2013, cuando en el invierno de aquel año, que el informe destaca como «muy riguroso», se detectó una mortandad muy importante de rebecos en la zona de las Vegas de Sotres, dentro del término municipal de Cabrales. El informe del Parque Nacional no ofrece datos respecto al número de ejemplares fallecidos en aquel invierno, pero desde el Principado de Asturias se comunicó de forma oficial en mayo de aquel año que habían fallecido 105 rebecos en este entorno.
Fuentes de la entonces denominada Consejería de Agroganadería señalaban entonces que la dureza de aquel invierno hizo que hubiese una alta presencia de ejemplares de esta especie en uno de los lugares donde suelen pasar la temporada y que «la densidad de animales favorece que cualquier patología se extienda con mayor facilidad, especialmente en una época en la que escasean los alimentos y los machos están debilitados tras la etapa de celo». Aquellas muertes también se debieron, según indicaron entonces estas fuentes del Principado, a otras patologías típicas de la especie como la queratoconjuntivitis.
Los guardas procedieron a retirar las cabezas de aquellos animales. Se dijo que para su estudio posterior, aunque guardas de Castilla y León en casos similares con venados han señalado que de esta forma también se evitaba que lo hiciesen cazadores furtivos para lucrarse con ellas.
La de 2013 no fue la única vez que se detectaron varias decenas de rebecos muertos en la zona de las Vegas de Sotres. En el invierno de 2009 murieron 38 ejemplares por una afección gastrointestinal.
Picos de incidencia
En cuanto a la evolución de la sarna, en el informe del Parque se indica que cuando afecta a los animales de una zona llega hasta un pico máximo de incidencia. Después, durante un tiempo variable, se siguen observando casos puntuales. Como ejemplo de esta tendencia ponen lo que ha sucedido en el municipio leonés de Posada de Valdeón, donde el número de rebecos muertos con síntomas de la enfermedad en este 2016 es de tres ejemplares.
Pero la sarna en los Picos no solo afecta a la población de rebecos. También se ha detectado esta afección en ejemplares de ciervo y corzo, dentro de los terrenos que el municipio leonés de Oseja de Sajambre aporta al Parque Nacional, o en zorros en la zona de los Lagos. Todos ellos tenían lesiones compatibles con el proceso parasitario de la sarna. También se siguen dado casos de ganado doméstico afectado por esta enfermedad, principalmente en la población de cabras.
FUENTE EL COMERCIO DE GIJON
La sarna afecta ya al 76% de la superficie de los Picos de Europa
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