La Policía Local de Oviedo interviene cinco veces en tres días por las 'visitas' de jabalíes
Entre el viernes y el domingo, los agentes recibieron llamadas por tres casos en el casco urbano y dos choques en la N-634V. M. / I. R. - OVIEDO 30 agosto 2016
La Policía Local de Oviedo ha realizado este fin de semana cinco intervenciones debido a llamadas de vecinos que alertaban de la presencia de jabalíes en la ciudad y sus alrededores. Por un lado, el día 26 de agosto se recibió una llamada, a las 21.45 horas, en la que se indicaba que había una jabalina con crías en el Paseo de La Florida. Sin embargo, cuando los agentes llegaron los animales ya no estaban por la zona. El sábado 27, a las 23 horas, residentes en la calle Concinos avisaban también de la presencia de una jabalina con siete crías en la zona. En esta ocasión, cuando llegó la Policía, los animales estaban ya detrás del polideportivo y, desde allí, fueron conducidos al monte. Y ese mismo día, a las 23.30 horas, una nueva llamada alertó a los agentes de que otra (o la misma) jabalina con crías estaba en la calle Luis Riera. Los animales habían abandonado la zona cuando llegaron los agentes.
Pero los hechos más graves ocurrieron el domingo. A las 22.20 horas, un taxista informaba de que había golpeado a un jabalí con su vehículo en la N-634, a la altura de Piedramuelle. La Policía vio restos del golpe en el coche y al animal escapar entre la maleza. Poco más de media hora después, a las 23 horas, otro conductor avisó de otro atropello y el animal, malherido, fue recogido por una sociedad protectora de animales. Afortunadamente, ambos conductores resultaron ilesos.
Tuilla y Oñón, refugio en busca de comida
os jabalíes han perdido el miedo a la gente. Los vecinos de la localidad langreana de Tuilla llevan varias tardes 'conviviendo' con un jabalí negro que, ante la presencia de personas, lejos de asustarse e huir, continúa con su misión, que no es otra que comer. Esta situación se repite en varias localidades de las comarcas mineras asturianas. Además de ser casi habitual encontrarlos en las zonas más rurales, los vecinos de la zona mierense de Oñón, muy cercana al centro urbano de la villa, también confirmaban ayer la presencia de algunos jabatos que «al atardecer bajan casi hasta las casas». En ocasiones, «van en grupo de cinco o seis», explicaban. La intención de los animales, según han apreciado, es encontrar algo de alimento, ya que, según observan, con frecuencia se van con algo en la boca.
Ver jabalíes en las calles del distrito langreano de Tuilla es posible gracias a que, al menos, un ejemplar ha tomado la costumbre ir a comer a las afueras de una vivienda, donde habitualmente hay colocado un recipiente para los gatos de la zona. Una comida que ahora estos felinos han de compartir con un jabalí. Los vecinos aseguraban ayer que el jabato no parece asustarse con su presencia, aunque reconocen que no se acercan mucho al animal. Incluso alguno ya le ha puesto nombre: 'Cuitu, intocable'.
El último avistamiento se produjo el pasado domingo, en torno a las doce de la mañana, cuando incluso se dejo fotografiar cuando estaba cerca de una casa comiendo apaciblemente algo de pan que le habían echado. Estos langreanos no ven peligrosa la presencia de jabalíes por sus calles, al menos por el momento, ya que el animal pasa cerca de algunos gatos y, por el momento, no ha tratado de atacarlos. Eso sí, los felinos sí se llevan un buen susto cuando lo ven entrar en su territorio. En Tuilla no descartan que puedan llegar a convivir, ya que, al parecer, «les gusta la misma comida», explicaban los vecinos de forma divertida. Y es que estas visitas y ver cómo se alimentan con la comida de los gatos se han convertido en una atracción más de las tarde de verano.
Destrozos en la zona rural
En la zona rural, la presencia de jabalíes es menor amistosa, ya que en zonas como La Casilla o La Reguerona, en el concejo de San Martín del Rey Aurelio, los vecinos aseguran que causan destrozos en sus respectivas huertas.
Mientras, en los municipios de Sobrescobio y Caso es habitual verlos refrescándose en las orillas del río, aunque también han dañado zonas sembradas. No obstante, es más complicado verlos cerca de las viviendas. Desde hace algunos años estas visitas están perdiendo su excepcionalidad, ya que son muchos los pueblos e incluso ciudades asturianas las que reciben estas visitas.
Algunos ganaderos explicaron ayer que esta situación se debe a que «hay demasiados jabalíes, tienen poca comida y bajan de los montes a buscarla». Advierten, además, de que estos inesperados reencuentros en la zona urbana sí entrañan riesgos, porque «los animales pueden tener alguna enfermedad y transmitirla a los domésticos». De ahí que pidan precaución a sus conciudadanos.
FUENTE EL COMERCIO DE GIJON
La Policía Local de Oviedo interviene cinco veces en tres días por las visitas de jabalíes
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