Arrasan los campos, cruzan las carreteras a su antojo e incluso acceden a las urbanizaciones, adaptándose y criando.
El exceso de jabalíes preocupa en Aragón. En el último lustro, su presencia en el territorio se ha multiplicado, y hay determinadas zonas en las que la superpoblación se traduce en serios problemas. Arrasan los campos, transmiten enfermedades al ganado, cruzan las carreteras a su antojo e incluso acceden a las urbanizaciones, adaptándose y criando.
Su irregular distribución afecta fundamentalmente a las provincias de Huesca (Pirineo) y Teruel (Bajo Aragón), donde aprovechan las grandes extensiones de monte corrido para asentarse. En Zaragoza, el hábitat no es tan adecuado y se mueven más; la Comarca de las Cinco Villas y la Ribera Baja del Ebro son los puntos predilectos hacia el tránsito.
A lo largo del pasado verano, la falta de fauna derivada de la sequía llevó a numerosos ejemplares a cambiar el monte por la huerta. Los cultivos les han ido aportando la dosis de agua necesaria, al tiempo que los propietarios denuncian los daños. "En la Comarca del Sobrarbe y la Ribagorza se ha llegado a cambiar el tipo de cereal; la cebada y el trigo se han sustituido por el triticale, que es más vasto y no les atrae tanto", explica, como representante de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Gerardo Torralba, y añade que en la Sierra de Guara "varias parcelas de almendros han tenido que ser valladas".
En ese sentido, añade que "en el Somontano y la Hoya de Huesca los desperfectos han llegado mayoritariamente en los regadíos", y que "en la Sierra de Guara varias parcelas de almendros han tenido que ser valladas para prevenir". Medida que también ha sido adoptada en pueblos de la Ribera Baja del Ebro como Gelsa o Quinto y de las Cinco Villas (Ejea de los Caballeros o Tauste, entre otros). Franjas desde las que, precisamente, surgen buena parte de las denuncias que recibe la Agrupación Española de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro).
Frente a ello, tanto el propio Torralba como Jorge Valero, presidente de la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos (Araga), sostienen que "la caza es la mejor herramienta de control", al entender que "solo el ser humano puede hacer frente a los jabalíes". Así, remarcan, "el Gobierno de Aragón debería ser más transigente a la hora de conceder permisos para matarlos".
Actualmente, la veda va desde el tercer fin de semana de septiembre al último de febrero. Además, se permite la caza en espera en los campos (1 de mayo al último fin de semana de febrero) y las batidas con perros (1 de julio al último fin de semana de febrero), siempre que un agente de protección medioambiental certifique que los cultivos sufren daños. Medidas excepcionales -estas dos últimas- que, en opinión del sector cazador, deberían ir acompañadas de más facilidades a la hora de adquirir perros.
"El Gobierno de Aragón no se opone a aumentar el número de batidas, al comprender que son necesarias más allá de la temporada en sí, pero plantea infinidad de trabas con los perros. Sin ellos, no es posible sacar a los jabalíes de sus camas; hace falta acudir con jaurías", indica Ángel Nuño, vicepresidente de la Asociación de Rehalas Regionales (Arrecal), y lamenta que en Cataluña, que sufre una situación similar, sean "menos reacios a conceder licencias".
Los accidentes de tráficoMás del 70% de los accidentes de tráfico con especies cinegéticas ocurridos en Aragón están relacionados con los jabalíes, presentes en alrededor de 300 siniestros anualmente. De los expedientes de reclamación tramitados, un 60% pertenecen a la provincia de Huesca -la más jabalinera de España-, un 20% (aproximadamente a Zaragoza) y el otro 20% restante a Teruel.
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