El Gobierno vasco protegerá al lobo con un plan de gestión que permita darles caza solo en casos «excepcionales»
Los baserritarras, que aseguran que la decisión les traerá la ruina, admiten estar «hasta los huevos. Dentro de poco, también nos tocará convivir con los osos», protestan en el Parlamento vascoEVA MOLANO
Lunes, 6 mayo 2019, 20:32
El lobo, esa especie mitificada en la ciudad y odiada en el campo, ha vuelto a protagonizar un intenso debate en el Parlamento vasco. Quedan unos 12.000 ejemplares en Europa, 2.500 en la Península y solo tres en Euskadi. Así que formará parte a corto plazo del catálogo vasco de especies amenazadas, dentro de la categoría de animales de interés especial, para disgusto de los ecologistas, que piden, directamente, declararlo en extinción, y para enfado de los ganaderos, que quieren lo contrario: no proteger a este «bicho». La viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno vasco, Elena Moreno, ha comparecido este mediodía para defender la inclusión del animal en el listado, dentro del apartado de especies de interés especial, las que cuentan con un menor grado de protección. Los responsables del área han recibido nueve alegaciones de grupos de ganaderos y ecologistas. Cuando finalicen los trámites, para lo que falta más o menos un mes, la decisión, arengada por el Ararteko tras la presión de los ecologistas de Lobo Euskadi, que llevaban años solicitando su protección, ya será oficial.
Evolución
Ya se ha licitado, precisamente, un censo actualizado de la población en 2019, ya que los últimos datos datan de hace cinco años. Antes de que finalice 2020, estará redactado, además de un estudio de tendencias de evolución del mamífero en Euskadi, un plan de gestión en el que se contemplarán medidas para «garantizar» la convivencia entre el lobo y la actividad ganadera y que obligará a realizar un seguimiento de la especie. ¿Qué implicará? Por un lado, solo se autorizarán las batidas por causas muy excepcionales. Manadas incontroladas, ejemplares enfermos... «Pero no se podrán matar porque se hayan comido a dos ovejas», expuso un portavoz.
Será este plan de gestión el que diga en qué casos se podrá dar caza estos animales, además de establecer medidas de «convivencia»: subvenciones para compensar los ataques, que ya abonan de sus bolsillos las diputaciones, programas de mastines, cercas especiales... Y se elaborará junto a grupos ganaderos y ecologistas, según la viceconsejera. También han sobrevolado el debate ejemplos de comarcas que han dado valor añadido a sus productos como quesos con etiquetados en los que se señala que «estas ovejas conviven con el lobo», o en las que se ha creado turismo gracias a este depredador.
Moreno ha apuntado que la presencia del lobo ha disminuido en los últimos años. En 2014, cuando se hizo el último censo, el lobo campeaba por el 17,8 % del territorio mientras en 2005 ocupaba el 28,7 %. Además en 2014 había una manada en Karrantza, mientras que en 2005 se contabilizaron tres, «lo que supone una reducción del 66,6 %». Actualmente, solo quedan tres ejemplares en Carranza después de qye en 2o16 se eliminaran cuatro. En abril de 2014 dieron caza también allí a un macho alfa tras tres años sin autorizar ninguna batida. Entre 2002 y 2011 se sacrificaron otros cuatro ejemplares. Eso sí, Euskadi no es una isla.
Los lobos son capaces de andar 60 kilómetros al día y es zona de campeo para cánidos que pueden residir en otras comunidades. Moreno cree que son animales «imprescindibles» para el equilibrio ecosistémico y control de corzos, ciervos y jabalíes. Y su intención es compatibilizar el «patrimonio de todos» con la «actividad económica de algunos». Además, ha recordado que muchos de los ataques son de perros silvestres y que el lobo queda como el «malo de la película». Considera, en resumen, que es una especie «merecedora de una atención particular».
Su comparecencia fue solicitada por la parlamentaria popular Miriam López de Ocariz, que rechaza la protección del lobo, que a su juicio, va a terminar con la ganadería extensiva. «No entiendo a quién quiere contentar», exponía. Esta parlamentaria solicitó la intervención que han realizado después los portavoces de sindicatos y asociaciones de baserritarras y ganaderos, que se oponen rotundamente a la catologación. «Que protejan a la oveja latxa», piden. El debate se ha prolongado casi hasta las cuatro de la tarde. «Al final se va a tener que catalogar a los baserritarras en extinción», ha ironizado Xabier Iraola, de Enba, que declaró que la gente está «literalmente hasta los huevos» y luego ha pedido perdón por la expresión. «No se puede proteger al lobo y al mismo tiempo decir que se va a favorecer a la ganadería», ha criticado.
La alfombra roja «al bicho»
«Poner una alfombra roja a un bicho así, que mata a nuestros animales... A los baserritarras nos toca convivir con todo: buitres, jabalíes, corzos, lobos y dentro de poco osos, que ya andan por el Pirineo». Este sindicato ha puesto de relieve que el lobo terminará con la oveja latxa y con el queso Idiazabal. Los ganaderos han criticado que, mientras en las ciudades se vive cada día mejor gracias a la tecnología, «los de las ciudades quieren que nosotros vivamos como hace cien años, estando pendientes todo el día del ganado, y también tenemos derecho a tener vida». Javier Torres, presidente de la asociación alavesa Uaga, ha explicado que la catalogación del lobo implicará tener que estabular el ganado. En cuanto a los ataques, «ya, ni se denuncian. No compensa. Y no son subvenciones, son compensaciones por pérdidas». «El lobo no está en riesgo. Está en expansión, y no es posible su convivencia con el ganado». La medida, a su juicio, va a traer más ataques, la ruina de los ganaderos por el estrés y enfermedades en el ganado, la reducción de explotaciones, el despoblamiento... «Y encima cada vez que hay un ataque, parece que nosotros seamos el demonio», ha criticado.
El Gobierno vasco protegerá al lobo con un plan de gestión que permita darles caza solo en casos «excepcionales»
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