El primer mapa del jabalí en Europa enfoca a Asturias

El estudio analiza las poblaciones de estos animales en cada región europea para elaborar modelos de riesgo y adoptar medidas


CARMEN LIEDO
16/09/2019 13:18 H

Desde hace muchos meses no es necesario ir al monte para avistar jabalíes. De un tiempo a esta parte en Asturias campan a sus anchas por zonas urbanas e, incluso, por las grandes ciudades. Esto ha llevado al Principado a poner en marcha algunas actuaciones para contener en la medida de lo posible a esta especie. El caso es que la gestión del jabalí va más allá de nuestra comunidad autónoma. No sólo trae de cabeza a los ganaderos, agricultores y a la administración regional. El problema se repite en los distintos estados europeos y ha tomado tal dimensión que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha encargado un estudio que está siendo coordinado por el Instituto de Recursos Cinegéticos. Se trata del proyecto Enetwild, que se centra en conocer mejor las distribución y abundancia de las poblaciones de jabalí como base para elaborar modelos de riesgo y gestionar sus poblaciones. El primer mapa basado en datos sólidos fue publicado hace unas semanas y este podrá servir de herramienta para la gestión de la especie en Asturias. Aunque todavía es una primera base para analizar la distribución y abundancia, de la población de estos animales en cada una de las regiones de Europa, supone un paso de gigante. Esto es debido a que por primera vez se hace un mapa europeo  de una especie cinegética con datos recogidos de forma estandarizada en todo el continente, un modelo a seguir con otras especies. «Es un trabajo conjunto en el que participan catorce grupos de investigación europeos. Para este primer mapa se han cruzado datos de ocurrencias de la especie, como atropellos, datos de caza, disponibilidad de hábitats favorables... Pero es todavía una primera base. Ahora hay que analizar cada zona porque tienen muchas particularidades. Es un estudio que no acaba. Es una recogida de datos y modelado continuo». Lo explica Joaquín Vicente, investigador del Instituto de Recursos Cinegéticos, un centro mixto de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) que coordina el proyecto Enetwild. En el caso de Asturias, explica que el jabalí está distribuido por todo el Principado, incluso por las zonas urbanas, siendo la excepción la alta montaña, puesto que en la costa también se ha detectado su presencia. «la problemática de la especie y la densidad es similar en todo el norte», señala Joaquín Vicente, que destaca la importancia de este «primer mapa sólido para ir trabajando sobre él y mejorarlo hasta hacer una aproximación más exacta». Así, se pasará de haber estudiado un territorio de diez por diez kilómetros, a hacerlo de un territorio de dos por dos kilómetros. Estos nuevos resultados confía en que puedan ver la luz en unas semanas. El investigador del Instituto de Recursos Cinegéticos precisa que este primer mapa está basado en estadísticas de caza, para lo que han contado con una amplia colaboración en Asturias, desde donde reciben datos de los cazadores no sólo de los ejemplares abatidos, sino también de los animales vistos en las batidas de caza. Además, se utilizan cámaras trampa automáticas que toman fotos con las que se hacen estimaciones estadísticas que después convierten en densidades. «Asturias es una región comprometida con estos estudios», apostilla Joaquín Vicente.El mismo considera que «aunque la gestión sostenible dependerá de las circunstancias locales y de las regulaciones nacionales sobre la fauna silvestre, consideramos que a escala continental es posible coordinar e implementar estrategias basadas en conocimientos científico». Y más allá de daños en las cosechas o accidentes, para poder frenar enfermedades como la de la peste porcina africana (PPA), es necesario aplicar medidas a nivel europeo. Ese discurso es el eje de un manifiesto respaldado por el equipo del proyecto Enetwild y otros investigadores europeos de reconocido prestigio que ha publicado la revista Science, en donde reclaman la adopción de medidas que prioricen la gestión adaptativa de la fauna silvestre y consideren además la dimensión humana. Para estos expertos, políticas como las del Gobierno polaco, que optó por incrementar masivamente la caza sin censos previos, o las de Dinamarca, que levantó una valla fronteriza de 70 kilómetros, no resuelven un problema para «el que resulta imprescindible una mejor monitorización y análisis de las poblaciones de fauna silvestre coordinado a nivel europeo». El control de esta especie es importante no solo por los daños que la especie está causando en los cultivos, también por los accidentes de tráfico que provoca, los efectos sobre la conservación del medio, y porque es uno de los principales vectores de transmisión enfermedades como la peste porcina africana (PPA). La enfermedad, aunque no tiene efectos sobre el ser humano, es capaz de volatilizar un sector como el porcino. China, que consume el 50 % de la producción de carne de cerdo en el mundo, vio como su cabaña se reducía en un tercio tras los sacrificios masivos para combatir el virus, según los cálculos realizados por el banco alemán Rabobank recogidos por CNN. Y aunque el caso más cercano a España fue detectado en Bélgica, su potencial de expansión en Europa es tal que el ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, reconoció la preocupación que existe en España, primer productor porcino europeo junto a Alemania, ante una eventual entrada en la cabaña porcina o población de jabalíes.

Es por eso que el proyecto Enetwild continúa su curso, ampliando incluso el rango de especies silvestres objeto de estudio a nivel europeo. Con el fin de formar sobre estos aspectos y otros relacionados con la investigación y gestión de la fauna silvestre el Instituto de Recursos Cinegéticos de la UCLM ha abierto un programa de formación (Máster en Investigación Básica y Aplicada en Recursos Cinegéticos, MUIBARC) que cuenta con grandes expertos nacionales e internacionales. Uno de sus  contenidos clave son los métodos de cálculo de densidades de especies silvestres para su gestión, y la formación en temas sanitarios.


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