Ya hay osos para llenar un concejo
La población de plantígrados en el Cantábrico alcanza los 330 ejemplares, un número equiparable al de los vecinos de algunos pequeños municipios asturianosMÓNICA G. SALAS 08/12/2019
La población de oso pardo cantábrico ya da para llenar un concejo asturiano, aunque sea de los menos poblados. Hay 330 ejemplares, distribuidos entre el Principado, Galicia, Cantabria y Castilla y León, según las últimas estimaciones de los expertos. Son más vecinos de los que tienen los municipios rurales de Santo Adriano (288) y Villanueva de Oscos (298), y casi los mismos habitantes que Illano (352) y San Martín de Oscos (393).
Se pueden afilar más los datos: hay casi tantos plantígrados como bebés de menos de 1 año tiene Siero (346). La población osera, que estuvo en decadencia hasta finales del siglo XX y empezó a remontar a mediados de la década de 1990, sigue hacia arriba, aunque sin salir de la zona de peligro de extinción. Hoy es el humano residente en Asturias el que tiene problemas demográficos. Más osos, más jabalíes, más lobos, más avispas asiáticas… Parece que la naturaleza se está tragando al asturiano.
El último censo de osas con crías, correspondiente a 2018, invita al optimismo. Las cuatro comunidades que componen la Cordillera contabilizaron, a partir de avistamientos, un total de 38 hembras con 64 crías. Son algo menos que en 2017, cuando se contaron 41 osas con 73 esbardos.
Otro buen dato es que la subpoblación oriental, la más pequeña, aumenta en una osa con respecto a las estadísticas anteriores
El buen dato es que la subpoblación oriental, la más pequeña, aumenta en una osa con respecto a la estadística anterior. Son 7 ejemplares con 14 crías, de las cuales cuatro se observaron en Palencia, dos en León y una en Cantabria. Aun así, el grupo occidental es el más numeroso, con 31 hembras: 22 fueron vistas en Asturias, con 38 oseznos, y 9 en el oeste de León, con 14 esbardos.
Este estudio, defienden los gobiernos de Asturias, Galicia, Cantabria y Castilla y León, refleja un “número mínimo seguro de ejemplares”. Es decir, con toda seguridad, hay más. De hecho, el reto que se plantean las cuatro regiones es emplear el año que viene estudios genéticos para conseguir datos más ajustados a la realidad.
A pesar de la cercanía entre osos y humanos, en la cordillera Cantábrica solo se han registrado siete incidentes en los últimos veinticinco años y ninguno de ellos con consecuencias fatales. En estos pocos casos, el factor desencadenante fue el acercamiento de personas a la especie. Dicho con otras palabras, el oso no es agresivo si no se le molesta. No obstante, hay que tener en cuenta situaciones en las que la especie sí puede resultar peligrosa y en las que insisten los conservacionistas: si está herido, si se trata de una hembra con cachorros, si es hostigado por perros o si es sorprendido en su osera o comiendo carroña.
¿Qué hago si me encuentro cara a cara con un oso? Correr y gritar puede ser la reacción habitual. Craso error. Hay que mantener la calma, hablar suave y sin gestos agresivos, y retirarse sin perder de vista al animal. En el caso extremadamente excepcional de que el plantígrado ataque, los expertos recomiendan tumbarse boca abajo o en posición fetal.
¿Sabías que...?
Los osos son promiscuos. El vínculo de pareja dura unos días, y los machos no colaboran en la cría. El celo tiene lugar en primavera y principios de verano, los partos se producen en enero en la osera.
Cortejo con tesón. En primavera, los osos cortejan a las hembras con paciencia y tesón. Los machos se acercan a los cuartos traseros de las osas, olfateándolos para comprobar su receptividad, e intentan montarlas. Si las osas no están receptivas rechazan a los machos con mordiscos y manotazos, aunque más frecuentemente sentándose en el suelo.
Enero, el mes del esbardu. Los oseznos nacen en enero, en el interior de la cueva donde la osa preñada se encerró para hibernar. Al nacer pesan 350-400 gramos, son ciegos, casi sin pelo e incapaces de termorregularse.
Alimentos. La actividad de los grupos familiares gira alrededor de la búsqueda de alimento. Los oseznos maman hasta que se independizan, pero a partir de los seis meses de edad ingieren sobre todo alimento sólido y ganan peso rápidamente, hasta alcanzar 20 o 25 kilos al cumplir un año.
¿Qué hacer si te encuentras un oso cerca?
Si el animal todavía no nos ha detectado, lo mejor es retirarse con tranquilidad, sin correr ni hacer ruidos.
Si el oso es el que detecta a las personas, hay que hacerse notar sin perderlo de vista, hablando alto y con seguridad, sin gritos y aspavientos, ni dirigirse hacia él. Si le facilitamos vías de escape, huirá.
Cuando se trata de una osa con crías, es posible que emita gruñidos intimidatorios. Hay que dejar espacio para que las reúna y huya. Nunca hay que acercarse.
Si observamos un osezno a corta distancia, nunca se debe intentar atrapar. Es posible que la madre no esté lejos y acuda a defenderlo.
Cuando un oso se alza sobre las patas traseras, lo hace para detectar mejor a las personas. En ningún caso debe considerarse una amenaza.
Si un oso se está alimentando en una carroña, subido a un frutal o comiendo en una colmena, hay que alejarse, ya que puede reaccionar de forma agresiva para defender su comida.
Cuando los osos caminan por una carretera o una pista transitable, hay que reducir la velocidad o, incluso, parar y encender las luces de emergencia para que el animal entre con tranquilidad al monte.
En muy raras ocasiones un oso puede dirigirse a nosotros, a veces simulando a la carrera un “ataque” antes de dar la vuelta. Si por alguna razón llega a nuestra altura, debemos tumbarnos en posición fetal protegiendo la nuca y la cabeza.
Consejos a seguir en zonas oseras
UNO. Siempre que estemos en una zona protegida hay que informarse sobre cómo están regulados los usos, respetar la señalización y caminar por las zonas autorizadas. Es ilegal, además de peligroso, acercarse a la fauna salvaje para su observación y fotografía.
DOS. Los paseos deben realizarse de día y nunca solos, utilizando caminos principales, haciéndose notar y sin entrar nunca en senderos marcados por la fauna.
TRES. La fauna y la flora comparten territorio con muchas actividades humanas, no solo turísticas: ganaderas, agrícolas y forestales, entre otras.
CUATRO. Nunca hay que dejar restos de comida ni basuras en el monte, ya que los osos y otros animales pueden aprender a relacionar la presencia humana con zonas de alimentación
CINCO. Si se pasea con perros es necesario llevarlos atados.
Tipos de osos según su conducta
Para prevenir conflictos entre osos y humanos, los gobiernos del Principado, Galicia, Cantabria y Castilla y León lanzaron a principios de este año el primer protocolo de intervención con plantígrados en la cordillera Cantábrica.
Así, un equipo especializado podrá ahuyentar a los osos que se acerquen a los pueblos con gritos, perros atados, artefactos pirotécnicos e, incluso, disparos de balas de goma y munición real. El plan diferencia entre:
–Osos con problemas. Son crías abandonadas o separadas de su grupo familiar, como el caso de “Molinera”.
–Osos habituados. Son ejemplares que de manera recurrente acceden a zonas habitadas en busca de alimento en huertas o contenedores.
–Osos problemáticos. Son animales agresivos que ocasionan situaciones graves de conflicto con las personas.
El equipo especializado estará compuesto por agentes medioambientales, celadores, veterinarios y técnicos.
Ya hay osos para llenar un concejo
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