Copio y pego tal cual, sin retocar ni darle forma, algo que en su día me encontré por la red y que tenía perdido en mi pc, simple y curiosa información para los foreros.
Ya comentaré algo más al respecto.
LA CONSTRUCCIÓN DE UN RIFLE DOBLE
"Son muchos los cazadores que creen que todo lo que tiene que hacer un armero cuando construye un rifle doble es unir los dos cañones de manera que los ejes de ambos estén completamente paralelos; y que entonces el arma disparará correctamente. Solo desearíamos que las cosas fueran así de sencillas; pero de hecho muy rara vez, si es que hay alguna, los ejes deben quedar paralelos. A primera vista esto puede parecer un hecho curioso, pero pensando un poco las razones saltarán a la vista. Cuando se dispara el cañón derecho de un doble, el retroceso moverá de forma natural el rifle hacia la derecha, y dado que el retroceso empieza a hacerse sentir tan pronto como en proyectil empieza a moverse por el ánima del cañón, esto significa que el eje del cañón derecho estará apuntando hacia la derecha de la línea de tiro original en el momento en el que el proyectil abandona el cañón. Cuando se dispara elc añón izquierdo, tiene ugar un movimiento idéntico en dirección opuesta, es decir, hacia la izquierda, de manera que no es es difícil ver que el cañón derecho tiende a desviar su proyectil hacia la derecha y el izquierdo hacia la izquierda. En otras palabras, los dos cañones tienden de forma natural a separar los tiros. Para contrarrestar esta tendencia, los cañones de todos los rifles dobles se disponen de manera que sus ejes convergen en dirección a la boca. La gran dificultad de regular un doble es determinar la cantidad correcta de convergencia. Esto varía en cada rifle, dado que no hay dos cañones que se comporten de manera idéntica en el momento del disparo. Todas las ondas y vibraciones del acero que se producen influyen en gran manera en el momento del disparo. Primero se disponen los dos cañones con un ligero ángulo de convergencia y se sueldan entones por las recámaras. Se sujetan entonces por las bocas con una cuña y se insertan entonces piezas de metal en diversos puntos entre las recámaras y las bocas. Conseguir que cada uno de los cañones por separado disparen de la mejor manera posible depende de la posición de estas piezas de unión, y solo se puede conseguir mediante experimentación con sus posiciones, dado que no hay dos parejas de cañones que precisen del mismo tratamiento. No hay ninguna "regla de oro" con la que trabajar, sino la experiencia y el arte de la mano de un maestro. Cuando se ha conseguido que ambos cañones disparen de la mejor manera posible por separado, se regulan de forma gradual para que tengan el mismo punto de impacto alterando la posición de la cuña situada en sus bocas, una operación extremadamente delicada y a menudo tediosa. A veces, una pareja de cañones se echa a perder en el proceso por alguna causa desconocida y hay que empezar el trabajo desde el principio con un par nuevo.
Pero esto no es todo. Ya hemos explicado como los cañones tienen la tendencia natural a separar los tiros debido al retroceso. Si se cambia el peso del proyectil, el retroceso también cambia, y una pareja de cañones que estaban disparando perfectamente al mismo sitio con proyectiles de un peso determinado, dejarán de hacerlo. Un proyectil más pesado aumenta el retroceso de forma natural y tiende a hacer que los cañones separen sus puntos de impacto, mientras que un proyectil más ligero produce menos retroceso y hará que los cañones crucen sus trayectorias: el derecho disparará a la izquierda del blanco, mientras que el izquierdo disparará a la derecha del mismo Los cambios en la velocidad tienen efectos parecidos, por lo que no recomendamos disparar distintos tipos de proyectiles con el mismo rifle.
Las pólvoras nitradas son sensibles a los cambios de temperatura, y la misma carga producirá una velocidad considerablemente más elevada en un clima cálido que en uno frío. El resultado de esto es que los cañones de un rifle que puede haber sido regulado para disparar a la perfección en Inglaterra puede que ya no disparen al mismo punto de impacto en el intenso calor de los trópicos, con lo que es fácil que puedan producirse fallos de puntería. Celebramos decir que hemos llevado a cabo un metódico estudio especial de este problema a lo largo e muchos años y hemos conseguido elaborar un sistema de regulación de nuestros rifles dobles, con el que podemos asegurar una precisión absoluta incluso en el intenso calor de las junglas indias y africanas. Hemos sido ayudados en gran medida en nuestros experimentos por muchos de nuestros clientes, que con la mayor amabilidad han disparado sus rifles para ver su agrupación bajo diferentes condiciones climáticas, y en la actualidad regulamos nuestros dobles de manera que los dos cañones separen ligeramente sus disparos en Inglaterra. La separación exacta depende de la temperatura en el momento de regularlos, y en este sentido estamos complacidos de poder afirmar que nuestros experimentos han tenido tanto éxito como para que no haya divergencia al disparar cualquiera de nuestros dobles en climas cálidos.
La adopción de las llamadas "cargas tropicales" es un intento en la misma dirección. Mientras que recomendamos una ligera reducción en las cargas de cordita para disminuir las presiones en el interior del arma, no tenemos mucha confianza en tales medidas generales para prevenir los cambios en la regulación. La única medida de confianza es una cuidadose regulación basándonos en nuestros propios principios con cada rifle en particular. Hemos estudiado con el máximo cuidado las condiciones climáticas que predominan en todas las partes del mundo, y de acuerdo con estos datos podemos regular nuestros rifles de manera que nuestra reputación, mundialmente aceptada, de la máxima precisión, se mantenga plenamente.
Después de que la regulación final de los cañones haya sido completada a nuestra satisfacción, personal experto ajusta cuidadosamente las miras del arma en elevación y en deriva. Recomendamos, sin embargo, que los compradores de nuestros rifles las disparen ellos mismos, si es posible, en nuestro campo de tiro, antes de la colocación definitiva de las miras."
Roca:
LA OPCION FRANCESA.
En un post anterior, he mencionado aventuras en la República Centroafricana, el último lugar donde se prohibió (en 1932) la caza comercial del elefante. El siguiente artículo, por Harald Wolf, editor de Hatari Times y maestro armero de fama mundial a quien se debe, entre muchas otras cosas la resurrección del .500 Jeffery, emprendimiento este último que realizara conjuntamente con Tony Sánchez Ariño; trata con extensión la preferencia belga y francesa por el .475 Nº 2 Nitro Express para la caza pesada, por lo que me limito a reproducir sus conceptos sin más trámite:
“Aunque Francia y Bélgica juntas una vez gobernaron un territorio cuya superficie era mayor a la de los dominios ingleses, es bastante raro que ni los armeros franceses de St. Etienne o los belgas de Lieja, sintieran jamás la necesidad de diseñar cartuchos propios para la caza pesada. Simpatizando con los rifles a cerrojo, tanto unos como otros prefirieron las acciones Mauser, razonablemente baratas y robustas, recamaradas para calibres como el 8 x 60, 9.3 x 62 y 10.75 x 68. Cuando se trataba de clientes con un gusto más británico, empleaban acciones Mauser Magnum para fabricar ocasionalmente armas en 375 Holland & Holland, 404 Jeffery o 416 Rigby.
Los artesanos franceses siempre se especializaron más en escopetas, pero los belgas fueron famosos por sus bien construidos rifles dobles yuxtapuestos – una tradición todavía vigente -. Estos dobles belgas siempre tuvieron muy buena reputación entre los cazadores en África y alcanzaron altos precios. Hay que destacar que, si bien el excelente 470 N. E. y en alguna medida el 500/465 Nitro de Holland & Holland fueron los calibres más vistos en el comercio inglés de armas, en Francia y Bélgica claramente favorecieron otro calibre: el gran 475 Nº 2 Nitro Express.
Esto no significa que el mismo fuera impopular en su tierra de origen, pero no hay duda de que muchos menos dobles se recamararon para él que para los otros dos anteriormente mencionados, un hecho que se hizo dolorosamente evidente años después, cuando la provisión de municiones se fue agotando.
La historia del 475 Nº 2 es interesante, ya que por alguna razón, el cartucho no se basó en alguno ya existente de pólvora negra, como la mayoría de los otros desarrollos llamados Nitro Express. Cuando en 1898 John Rigby probó que el 450 3 ¼ (cuya carga original de pólvora negra era considerada adecuada para animales de hasta la talla de un ciervo como máximo); cargado con la entonces nueva Cordita podía rivalizar con la performance del poderoso 8 Bore, originó una entusiasta ola de adeptos hacia él.
Sin embargo, pronto surgieron numerosos problemas. El nuevo propelente sin humo desarrollaba presiones notablemente más elevadas, especialmente cuando los cartuchos quedaban expuestos al calor tropical. Las viejas vainas para pólvora negra eran demasiado delgadas, notablemente alrededor de la base; como para soportar las presiones generadas por la Cordita. Extracciones dificultosas, o, en el peor de los casos vainas rajadas; generaron una multitud de inconvenientes. El grosor de las paredes y la base de las vainas tuvo que ser rediseñado. Otro punto débil de las antiguas vainas era (y sigue siendo), la delgada pestaña. Varias veces he visto cartuchos atascados, que no pudieron extraerse debido a las pestañas rotas. Ese es un problema inherente a la mayoría de los Nitro Express.
Sin embargo, en Jeffery siguieron su propio camino y diseñaron una serie de nuevas vainas, con el objeto de resolver definitivamente el problema de la presión. Todos los cartuchos exclusivos de Jeffery, como el 333 con pestaña, el 450/400 de 3 pulgadas, el 450 Nº 2 y su descendiente el 475 Nº 2, así como el 600 Nitro; todos presentan bases muy sólidas de bronce, así como paredes y pestañas reforzadas y más gruesas.
Quién fue el verdadero diseñador del 475 Nº 2 permanece en el misterio, ya que Jeffery era en realidad un distribuidor y no un fabricante. Algo es seguro, no obstante; originariamente, nadie pensó en diseñar un 475. Para competir con el 450 Nitro Express de Rigby y el 500/450 Nitro Express de Holland & Holland, la gente de Jeffery cubría este rango con su 450 Nº 2. Todos los cartuchos mencionados utilizan la misma punta de 480 grains, dicho sea de paso.
Años después, aparecieron en escena todos los 465, 470 y 475, debido a que los gobiernos de la India y el Sudán prohibieron los calibres en 450 debido a oscuras razones políticas. El 465 y el 470 fueron creados expandiendo el cuello de la vaina del 500/450 Nitro; no así el 475 Nº 2, que sigue los mismos principios que el anterior 450 Nº 2, tales como un largo de 3 1/3 de pulgada de la vaina, la masiva pestaña, etc.; empero, el diámetro de la vaina es distinto.
Porqué en Jeffery cometieron el error fundamental de sacar otra versión del 475 Nº 2, es algo que desconozco completamente. La de Jeffery muestra una J en el culote, para diferenciarla de la carga común, debido a que el peso de las puntas y el diámetro de las mismas eran diferentes. La versión original de Jeffery lleva una punta de 488 milésimas de pulgada (12.39 mm), con un peso de 500 grains y una carga de 80 grains de Cordita; mientras que la versión común del 475 Nº 2 dispara una punta de 483 milésimas de pulgada (12.27 mm), con un peso de 480 grains y una carga de 85 grains de Cordita.
Externamente, ambas versiones parecen ser la misma y lo peor es que, indiferentemente, caben en cualquier recámara 475 Nº 2. La versión original de Jeffery era ligeramente menos potente, poseyendo una trayectoria algo menos tendida que la común.
Para completar la confusión, tengo que mencionar la existencia de todavía otro cartucho conocido como el 475 Nitro Express. Este es simplemente el viejo 450 3 ½ de Rigby con el cuello expandido. El diámetro de la punta es exactamente 475 milésimas de pulgada (12.06 mm). Frecuentemente, las denominaciones inglesas de los cartuchos carecen de lógica, pero en este último caso no había que temer confundir el 475 Nitro con el 475 Nº 2 Nitro, ya que el Nº 2 no cabe en la recámara del otro.
Puedo sin embargo imaginarme la frustración de algunos dueños de dobles en 475 Nitro, al recibir munición equivocada después de un largo período de espera. Los dobles en 475 Nitro son extremadamente raros hoy en día y el cartucho nunca tuvo muchos seguidores.
Probablemente, debido a la confusión antes descripta, aunque el 475 Nº 2 era un diseño superior técnicamente, perdió popularidad frente al 470 Nitro Express. Como resultado, Kynoch-ICI, entonces el único fabricante de esos cartuchos en Inglaterra, lanzó al mercado partidas de munición del 475 Nº 2 con largos intervalos entre ellas. Particularmente en las décadas de los años 50 y 60, muchos cazadores se vieron obligados a alimentar sus queridos dobles con munición sospechosamente vieja. El 475 Nº 2 se hizo injustamente famoso por fallar en hacer fuego o disparar con retardo, algo que no resulta simpático cuando se persigue caza peligrosa. A partir de fines de la década del 80, el 475 Nº 2 ha sido otra vez cargado regularmente, generalmente con las excelentes puntas australianas Woodleigh, por varios pequeños fabricantes o recargadores comerciales.
Durante los 90, he manufacturado miles de cartuchos para la mayoría de los viejos calibres ingleses, bajo mi marca HWM. En consecuencia, creo que gané bastante experiencia de primera mano con los cartuchos Nitro Express. Algunas personas se maravillan porque la munición del 475 Nº 2 es considerablemente más cara que, por ejemplo, la del 470 Nitro.
El mayor integrante del costo de fabricación de municiones, reside en la vaina y en los ensayos balísticos. En ambos terrenos, el 475 Nº 2 es uno de los más gravosos. El pesado cartucho de bronce requiere la misma gran copa básica que el 600 Nitro, mientras que los cartuchos basados en las viejas vainas de pólvora negra del 500, son mucho más baratos. Elaborar una carga apropiada para el 475 Nº 2 con pólvoras modernas, es otra historia. Todos los grandes cartuchos ingleses tienen el mismo problema: fueron diseñados para un pólvora que ocupaba mucho espacio. Las modernas son mucho más densas que los bastones de la Cordita y por consiguiente llenan insuficientemente las cavernosas vainas. Las pólvoras de ignición lenta como la IMR 4831, por ejemplo; son propelentes específicos para cartuchos magnum, que necesitan una cierta presión mínima para quemarse limpiamente. Infortunadamente, estas presiones exceden las máximas toleradas para los viejos calibres ingleses. Si estas pólvoras de quemado lento generan presiones por debajo de ciertos valores, en vainas de gran volumen, pueden experimentarse inaceptables variaciones o aún el extremadamente peligroso fenóneno conocido como “explosión secundaria”, que puede hacer detonar el rifle entero en la cara del tirador.
Conozco un recargador, que no tenía acceso a cañones de medición de presiones y disminuyó la carga de pólvora de su viejo doble Nitro Express, hasta que de pronto su arma explotó. En particular, el 475 Nº 2 y el monstruoso 505 Gibbs me dieron infinidad de problemas. Obtuve los mejores resultados en mis cañones de medición de presiones y en viejos rifles originales, con cargas de pólvoras no demasiado lentas, usando tacos de fieltro blando para crear una densidad del 100%. Algunos aficionados recomiendan tacos de poliestireno blando, y; un buen libro sobre el tema es el publicado por Graeme Wright en Australia bajo el nombre de “Shooting the British Double”. De todos modos, recargar estas grandes vainas es un pasatiempo delicado, si no se tiene acceso a equipo de medición de presiones. Baste mencionar que uno de éstos es exorbitantemente caro.
Para cada tanda de munición de un calibre determinado, disparábamos unas 200 balas de prueba. Con uno particularmente difícil como el 475 Nº 2, se explica porqué esta munición es tan cara de fabricar para una empresa seria.
Yo cesé la producción de la mayoría de los calibres ingleses, excepto mi amado 500 Jeffery y me concentré en otros de mi propio diseño, cediendo los más difíciles a otros fabricantes, que quizás adoren gastar mucha plata en probar 15 diferentes.
Aunque Jeffery también ofrecía rifles dobles de platinas largas de máxima calidad, su fuerte eran los de tipo común, de platina corta y acción Anson, las herramientas de trabajo de los cazadores profesionales. Es raro encontrar dobles muy caros recamarados para el 475 Nº 2. Una excepción es un hermoso 475 Nº 2 Royal Grade hecho por la prestigiosa Holland & Holland de Londres. El rifle, originalmente solicitado por un maharajah hindú, está en poder de mi buen amigo Marc Péchenart en Francia. Si bien es un cazador amateur, su nombre es leyenda entre los perseguidores de elefantes. Ha logrado algunos de los más grandes colmillos en la historia y su rifle preferido es su doble en 475 Nº 2. De paso sea dicho, la mayoría de las mejores fábricas otra vez está ofreciendo el 475 Nº 2 para sus rifles africanos.
De un primer vistazo, muchos parecen pesados, alcanzando por lo general al menos 11 libras en la balanza, pero, una vez que se los ha encarado, uno queda sorprendido por su magnífico balance y la velocidad con que llegan al hombro. Un doble bien balanceado dispara increíblemente rápido, casi sin apuntar y el retroceso no se nota.
Nadie sabe con certeza el motivo por el que los cazadores belgas y franceses eran tan aficionados al 475 Nº 2, siendo solamente una curiosidad. Marc Péchenart es dueño de una amplia colección de diferentes dobles de gran calibre, pero prefiere el 475 Nº 2 por sobre todos. Confirma que la punta de 480 grains de éste impacta con mucho mayor poder que la de su 500/465 Nitro, que dispara una del mismo peso.
Yo personalmente no he tirado nunca a la caza mayor con un 475 Nº 2 y no puedo por lo tanto, hablar por propia experiencia, pero para ganar tanta simpatía, el cartucho debe ser muy rendidor.
La fascinación por él probablemente tiene mucho que ver con su apariencia, que impone respeto. Estas grandes balas ciertamente parecen formidables. Por caso, el 9.3 x 64 Brenneke, aunque técnicamente más avanzado que el 375 Holland & Holland, nunca se impuso sobre éste. El efecto psicológico de las balas grandes impresiona más que las tablas balísticas y cazar animales peligrosos en terreno difícil, requiere mucho apoyo psicológico. Tengo que admitirlo, jugar con esos cigarros dorados, corriéndolos entre los dedos, provee una confianza tremenda.
En contraste con los clásicos campos de caza del Este de Africa, que a menudo son bastante abiertos, los de las ex colonias francesas y belgas están dominados por la mucho más densa espesura y aún por la selva pluvial, territorio ideal para el rifle doble, por decirlo así. La elección francesa del 475 Nº 2 era razonable, sin duda alguna.”