Devoradores de hombres, de John Taylor (Pondoro). AC.

Ando ahora leyendo en los ratos libres que me deja la jodida Hacienda y sus secueces, este libro que es bastante ameno e interesante, como todo lo escrito por este autor.

En el libro nos cuenta su autor sus aventuras y desventuras cazando leones que por una causa u otra se dedican a la caza del hombre, elefantes y bufalos que arrasan cosechas, destrozan chozas y matan a quien les sale al paso, nos explica sus comportamientos, sus manias y rarezas, el como cazarlos, las armas idoneas y un sinfin de detalles.

Cosa curiosa, en algunas ocasiones, emplea un par de rifles express con expulsores, siendo defensor acerrimo de llevar para la caza peligrosa dichas armas pero sin ellos, es decir con solo extractor, pero queda escrito y plasmado que en ocasiones utiliza este tipo de mecanismo, en fin....

Un fuerte abrazo.
Antonio.

Me has recordado la pelicula "los demonios de la noche", que me gusto bastante.

Esta basada en un hecho real acontecido en Tsavo y del cual fue protagonista el Coronel Patterson y que escribio un libro sobre ello de titulo los devoradores de hombres de Tsavo.

En el año 1898, mandaron al Coronel Patterson a seguir unas obras de ferrocarril por el territorio de Tsavo y alli se encontro con un problema que no se esperaba, 2 leones devoraron 140 personas, vamos una exageración, con la peculiaridad de que las victimas las escondian en cuevas, cosa impropia de los leones de savaha, desde ese momento se especulo que podian existir varias razas de leones, entre ellas los cavernarios.

Muy interesante dicha pelicula y mucho mejor el libro.

Un fuerte abrazo.
Antonio.

El Fantasma y la Oscuridad. Estos eran:

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Hace ya tiempo leí algo sobre los leones de Tsavo, y desde luego es una historia acojonante. Da bastante yu-yu...

Señor Antonio,como no dejes de poner títulos de obras de lectura me vas a dejar la cartilla de Caja Rural más pelada que el culo de un mono...

¿Mejor para empezar con Pondoro este título o Cambaco I y II?

Un saludo.

Capreolus escribió:

¿Mejor para empezar con Pondoro este título o Cambaco I y II?

Los Cambaco son de J. Pardal, Capreolus.

Buena apreciación Sr. de Hoces.

Como siempre dando buena cuenta de mis conocimientos...

Al hilo de tu correción he ido a buscar títulos de este señor y me encuentro con que:
- si compro en España "Rifles y cartuchos africanos" no lo encuentro por menos de 85 €.
- si compro la versión en inglés, por 30 € lleno un cajón aduanero.

Cómo nos rascan el bolsillo en este país a los cazadores.

Un saludo.

Capreolus escribió:

Buena apreciación Sr. de Hoces.

Como siempre dando buena cuenta de mis conocimientos...

Al hilo de tu correción he ido a buscar títulos de este señor y me encuentro con que:
- si compro en España "Rifles y cartuchos africanos" no lo encuentro por menos de 85 €.
- si compro la versión en inglés, por 30 € lleno un cajón aduanero.

Cómo nos rascan el bolsillo en este país a los cazadores.

Un saludo.

Alberto, es que traducirlo de ese estrambótico y curioso idioma para nosotros, que es el ingles, a la lengua de Cervantes tiene un coste!!!!!!

Capreolus escribió:

Buena apreciación Sr. de Hoces.

Pues aprovechándola, lo digo por si es de algún interés, hay un libro de muy parecido título, Kambaku! de Harry Manners.
Y ya de paso, me he acordado hoy leyendo algo de A. Ussía, recomendabilisisisísimo, de Wilbur Smith, La Saga Courteney. Son tres tomos llamados:

1.- Cuando comen los leones
2.- Retumba el trueno
3.- Muere el gorrión

Hay ediciones económicas y garantizo que enganchan.
Este Wilbur Smith es un Rhodesiano del Norte (Zambia hoy) y te mete en los ambientes africanos que es un gusto.

Señores AC y Simón de Hoces:

como bien puse en mi primer post de este hilo,les ruego se abstengan de poner más titulos de libros que les resultan interesantes,pues a pesar de estar esta semana "de rodríguez" y disponiendo de la "de plástico" no quiero que a la vuelta la "máquina de reñir" se obceque en mis riñones con un palo de escoba

Os agradezco infinitamente a todos los que empezamos con los libros de Caza o que sólo buscamos buena literatura relacionada con nuestra afición que os molestéis en poner títulos que desconocemos por completo y que de no ser por vosotros,nos pasarían totalmente desapercibidos.

Amigo Capreolus, no por comprar y tener mas libros, tienes mejor biblioteca, mas extensa y ocupando mas sitio, cierto, pero no mejor, es mejor tener 50-60 libros buenos que no 300 y mas de la mitad casi sin leer.

De John Taylor, te recomiendo el libro Pondoro, donde cuenta su historia de cazador, despues el de rifles y cartuchos africanos y por ultimo el de devoradores de hombres.

De los referenciados por el amigo de Hoces, Kambaku tiene que estar la mar de bien, su escritor el gran Manners, aparte de uno de los grandes cazadores de elefantes era un tipo de lo mas singular, su libro debe ser una gozada el leerlo, no tengo idea de que este traducido al Español.

De Wilb Smith, tengo Cuando comen los leones, es un libro de una edición normalita y economica, tal y como dice el amigo Simón, el autor te transporta a Africa con su lectura.

De nuestro vecino portugues y gran cazador, J. Pardal, para mí mucho mejor Cambaco I, con diferencia.

Un fuerte abrazo.
Antonio.

Amigo AC.
Si te gustan los libros que tratan sobre devoradores de hombres, te aconsejo muy vivamente, que compres los libros de Jim Corbett y Kenneth Anderson. Sus narraciones me han parecido siempre de lo mejor que puede uno leer.
Los títulos que podéis encontrar son:

Jim Corbett

- El tigre del templo.
- El leopardo devorador de hombres de Rudraprayag.

Kenneth Anderson

- La llamada del tigre.
- Devoradores de hombres.
- Esto es La Jungla. Nuevos relatos sobre los devoradores de hombres.
- La patera negra de Sivanipalli y otras aventuras en la selva Indú.

Os pongo-con su permiso- un artículo que mi buen amigo Jacinto Antón público en su momento:

“En la larga noche del gran felino devorador de hombres, los espantados campesinos indios murmuraban como plegaria un nombre: "Corbett Sahib". Sólo él era capaz de librarles de la plaga en forma de terror listado o moteado. Y Jim Corbett venía y se enfrentaba al tigre o al leopardo con su rifle y su valor.
El día que vi una huella de leopardo cerca de Rudraprayag fue uno de los más felices de mi vida. La salvaje impronta de la fiera había quedado profundamente grabada en la tierra húmeda y conjuraba un universo de emoción y peligro con el que había soñado desde niño. En la misma zona, entre el 9 de junio de 1918 y el 14 de abril de 1926, transcurrió la temible carrera del más célebre leopardo devorador de hombres de la India: 125 personas murieron entre sus garras, algunas arrancadas de su propio lecho durante una pesadilla hecha realidad, hasta que un hombre valiente acabó con la bestia, tras una larga y peligrosa persecución. Ese cazador -que liquidó a una docena de tigres y leopardos asesinos responsables de haber matado y devorado a no menos de 1.500 personas- era el coronel Jim Corbett (Naini Tal, India, 1875-Nyeri, Kenia, 1955), y si ha habido en el mundo alguien merecedor del calificativo de héroe, ha sido, sin duda, él. Es cierto que a la vez fue muy tímido y a lo largo de su vida arrastró una relación de ribetes incestuosos con su hermana mayor, Margaret Winifred (Maggie), pero, en fin, todo el mundo tiene sus defectos.
Rastrear al lejano cazador, que contó sus peripecias en títulos tan emocionantes como Man-eaters of Kumaon, The man-eating leopard of Rudraprayag o The temple tiger (hay ediciones españolas, de lujo y limitadas, en Cairel), es sumergirse en una arcádica Hircania de selvas perdidas, estampas amarillentas y libros viejos, un melancólico mundo de senderos desechos por el tiempo y la lluvia, como decía Kipling.
En todos los retratos que conozco de Corbett aparece con los ojos tristes, una apariencia extraordinariamente discreta e -incluso con salacot- una actitud despojada de toda arrogancia. Un rasgo insólito en alguien que logró la amistad y la admiración del maharaja de Jind y del virrey marqués de Linlithgow y fue capaz de acabar con un bicho como el Soltero
de Powalgarh, tenido por el tigre más grande jamás visto en la India. No arroja para nada Corbett, que además mostró siempre un gran cariño y piedad por los desheredados de la India, la estampa clásica de un representante del orgulloso Raj británico. Es verdad que aparte de cazar tigres también coleccionaba mariposas, imitaba como nadie el grito de alarma de los langures y macacos y fue incapaz, en parte por los celos de Maggie, de lograr la mano de ninguna de las mujeres de las que se enamoró (véase su biografía Carpet Sahib, de Martin Booth, 1986; otro biógrafo, Durga C. Kala, va más allá y establece una relación freudiana entre la pasión de Corbett por la vida salvaje y la represión que le provocó su posesiva hermana). Como soldado, peleó en la tercera guerra afgana y en Waziristan, y ya mayor, durante la II Guerra Mundial, entrenó en técnicas de supervivencia en la jungla a los comandos aliados, entre ellos a un grupo de los célebres Chindits de Orde Wingate. Pero su mayor proeza fue regresar en 1918 de los campos de Flandes sin haber perdido en batalla (murió un hombre, pero de mareo en el barco) ni uno sólo de los 500 kumaonís del contingente que reclutó para la I Guerra Mundial. Octavo de los 10 hijos de un ex militar y funcionario asentado en Naini Tal, en la región himalaya de Kumaon, Edward James Corbett parece haber sido, además de valiente, lo que se dice una buena persona.
Habrá quien se pregunte si eso es compatible, aparte de con su condición colonial (temía la independencia de la India, y de hecho dejó el país en 1947, con Maggie, temeroso de un nuevo motín como el que afrontaron sus padres), con la caza de algunas de las criaturas más bellas del planeta -los grandes gatos- y que además están hoy en peligro de extinción. Pero estamos hablando de otros tiempos y, en general, de shaitanes, demonios, verdaderos depredadores de seres humanos, como los tigres de Chowgarh, el leopardo de Panar (más letal aún que el de Rudraprayag) o la tigresa de Champawat, que, al matarla Corbett, vomitó los dedos de una niña, la última de sus 436 víctimas. Eran fieras que tenían aterrorizadas comarcas enteras que se cobraban un tributo en vidas sin que nadie pudiera hacerles frente, tales eran su antinatural inteligencia, su perverso gusto por la carne humana -desarrollado muchas veces a causa de algún defecto que les impedía cazar las presas habituales- y su poder.
Un rifle a su servicio
Corbett ponía su certero rifle al servicio de una comunidad espantada e indefensa y corría riesgos y penalidades sin admitir nunca una recompensa, pues se consideraba obligado a emplear sus habilidades de shikari, de cazador, para librar a los aldeanos del mal moteado o rayado, de afilados colmillos. Fernando Savater, hombre de referencia en estos asuntos desde que nos regaló su elogio de Kenneth Anderson, el inolvidable autor de La pantera negra de Sivanipalli, en La infancia recuperada, opina que el gran interés de los libros de Corbett, como de los de Anderson, estriba en que se leen como relatos policiacos, un caso criminal en el que el cazador, de hecho, persigue a un serial
killer. También forma parte de su encanto, me dijo, que las historias de feroces tigres alimentaron nuestra imaginación infantil, "la primera y la mejor forma de viajar".
Corbett, gran amante de la fauna y la naturaleza, evolucionó hacia posturas conservacionistas, abjurando al fin de la caza deportiva, y fue, amén de un pionero en la fotografía de animales salvajes, promotor de la primera reserva natural de la India, el parque nacional que hoy, desde 1957, lleva su nombre (y en el que se desarrolla precisamente el Proyecto Tigre de protección de la especie).
En 1947, Corbett se instaló en Kenia, donde tenía inversiones en plantaciones. Y allí, el viejo cazador, que había abatido su último devorador de hombres en el valle indio de Lathya con 71 años, ofreció su postrero gran gesto: en 1952 montó guardia toda una noche empuñando su rifle al pie del arbóreo hotel Treetops durante la estancia de Isabel de Inglaterra, para protegerla de los rebeldes del Mau Mau. Tres años después murió. Y en una olvidada tumba de Nyeri, donde recibió luego sepultura también su hermana, acaba el rastro del acechador de fieras, para el que no hay mejor epitafio, seguramente, que aquella canción de Kipling: "Descanse bien quien guardó la Ley de la Jungla".

Haceros con ellos que no os arrepentiréis.
Manolo.p

Amigo Lolo:

De los libros que recomiendas, tengo y he leido de Jim Corbett, El leopardo Devorador de hombres de Rudrapratg, bastante interesante y de lectura muy amena. De Kennet Anderson, tengo Devoradores de hombres y la Pantera negra de Sivaniplli, para mi mucho mejor libro el segundo.

El tema de los devoradores de hombres, es un tema interesante, pues no es lo normal en animales de su especie, al igual que cambian sus habitos y costumbres, cambia su caza y la forma de proceder del cazador. Es de agradecer que entre los grandes Cazadores Africanos, algunos por su humanidad, su afición y su bondad, afrontaran su caza, pues economicamente poco lustre le sacaban, aunque eso sí mucha consideración personal.

Un fuerte abrazo.
Antonio.

AC escribió:

Amigo Lolo:

De los libros que recomiendas, tengo y he leido de Jim Corbett, El leopardo Devorador de hombres de Rudrapratg, bastante interesante y de lectura muy amena. De Kennet Anderson, tengo Devoradores de hombres y la Pantera negra de Sivaniplli, para mi mucho mejor libro el segundo.

El tema de los devoradores de hombres, es un tema interesante, pues no es lo normal en animales de su especie, al igual que cambian sus habitos y costumbres, cambia su caza y la forma de proceder del cazador. Es de agradecer que entre los grandes Cazadores Africanos, algunos por su humanidad, su afición y su bondad, afrontaran su caza, pues economicamente poco lustre le sacaban, aunque eso sí mucha consideración personal.

Un fuerte abrazo.
Antonio.

Yo tambien los tengo y leido y me gustan bastante!!!

PD.Animo al amigo Lolo, a que se prodigue mas por aquí, como lo ha hecho con los devoradores....interesante el comentario y el articulo de su amigo!!!!!....verdad Antonio????

un abrazo a todos,

Ha sido una buena aportación el post del amigo Lolo, y estoy encantado de que participe en este subforo, se le ve que tambien tiene el venenillo de la lectura en las venas.

Un fuerte abrazo.
Antonio.

AC escribió:

Ha sido una buena aportación el post del amigo Lolo, y estoy encantado de que participe en este subforo, se le ve que tambien tiene el venenillo de la lectura en las venas.

Un fuerte abrazo.
Antonio.

Uno de los mejores venenillos que uno pueda tener, a veces echo de menos tener tiempo para pasar horas en mi sillón favorito, rodeado de libros, de caza y de otros que me gustan y junto, como los de viajes, montaña, geografía, animales.....de momento leo a prisa y corriendo, que es lo peor....

Quizás cuando sea viejo pueda realizar este sueño tan humilde, que es uno de mis sueños....

Chicos, animaros a comentar o dar vuestra opinión de cualquier libro que os haya gustado!!!!!

un abrazo,

“La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta”. André Maurois.

Amigos AC Y JC.
Siempre que mi escaso tiempo me lo permita, estaré encantado de colaborar con vosotros en todo lo que pueda.
Le pediria al amigo Antonio,si es posible,que hiciese una reseña de un libro verdaderamente raro de Alfonso de Urquijo (Q.D.E.P) por que no encuentro ninguna información sobre el.
El libro en cuestion se titula “Cuando empuñamos las armas.La pequeña historia de una familia numerosa entre 1936 y 1942.
La pista, amigo Antonio, me la distes tu personalmente cuando nos conocimos en Baena y desde entonces, no he parado de buscarlos hasta que ha caido.
Me interesaria que me confirmases si fue una edicion privada para regalar entre sus familiares y amigos y, si no es mucho pedir, de cuantos ejemplares fue esa edicion.

Si cualquier otro compañero dispone de informacion sobre este libro, le agradeceria mucho que la aportara.

Antonio, un cordialísimo saludo a tu familia.
Manolo.p

Si te soy sincero, tenia la certeza de que eras tú, lo de Lolo, me despistó un poco, pero desde siempre has tenido un estilo propio muy especial al escribir referencias y comentarios sobre libros de caza, de esos que tantos tienes, lees y gustabas escribir de ellos. El primer post, te delató bastante, es una inmensa alegria el volver a leerte y saber de tí, esperemos esta vez no perder el contacto y si vuelves por tu tierra, no dudes en avisarme.

Sobre el libro Cuando empuñamos las armas de D. Alfonso de Urquijo, estoy exactamente igual que hace años cuando comentabamos en Baena cosas sobre dicho libro, no lo encuentro por ninguna parte y solo sigo teniendo una copia del mismo, regalo de un amigo, a la que le faltan varias paginas y otras se ven solo regular, pero es lo que hay.

El libro lo editó la editorial Moneda y credito, en 1973, consta de 418 paginas, el numero de ejemplares no superaria los 150 y en principio estaba destinado a la familia y amigos intimos de la misma, no en vano, D. Alfonso comienza el libro con una justificación, donde a grandes rasgos describe que despues de recibir una carta de su madre en Mayo del 37, la misma le insta a que le escriba con mas asiduidad y mas detalles, como a su vez a que escriba un diario y anote todo lo que le acontece tanto a él como a su familia, pero que quede constacia escrita de esos años de sufrimiento y detalles, lo cual D. Alfonso intento cumplir al pie de la letra, dejando constancia de muchas experiencias vividas, tanto por él, como por su familia, como por amistades cercanas.

La verdad es que este libro conmueve, dá un fiel reflejo de la realidad de aquella época, de guerra, postguerra y de su participación en la segunda guerra mundial en la división azul, de las persecuciones a las que él y su familia fueron objeto, de sufrimientos, sentimientos, humillaciones, crimenes y demas horrores, todo ello sin tapujos, de forma directa, con nombres, fechas y acontecimientos, es un buen libro que nada tiene que ver con la caza, sino con la Guerra Civil Española la postguerra y parte de la segunda guerra mundial, verdaderamente interesante.

Estoy seguro que a D. Alfonso, no le importaria que fuese publica su vida en esos años, pero a la mayoria de los miembros de su familia sí, por lo que deduzco que se harian con toda la edición o al menos gran parte de ella, ya que hacerse con un ejemplar es tarea ardua y dificil.

Un fuerte abrazo para tí y muchos recuerdos para tu familia.
Antonio.

Ya lo comentamos en otra ocasión, pero de Alfonso Urquijo solo tengo que decir que siempre le he tenido gran admiración, que de verdad era una persona noble y entusiasta del campo, nada que ver con el apellido lo de noble, me hubiera gustado conocerle, pero he conocido a varios que le conocieron a el, gente humilde de la zona en la que empezó, en La Sierra del Viso, con sus salvajes monterías y todos ellos coinciden en que era una persona noble y de bien.

Además leer sus libros es una delicia, pues su cultura no solamente en temas de caza y monte, sino en todos los ambitos, se impregna en sus libros de caza que siempre son de buen gusto, ahondando en el caracter de las gentes, de los lugares que describe, introduciendose en todo tipo de temas fuera de la caza en si, o amenizando con sus conocimientos operisticos, que son columna vertebral del libro, en mi querido El Pirineo y los Sarrios, uno de los libros de cabecera en caza para mi.

A mi solo me falta el tomo que ya sabemos de Alfonso Urquijo....

un abrazo,

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JC escribió:

A mi solo me falta el tomo que ya sabemos de Alfonso Urquijo....

A escasos 50 metros de casa ya sabes que lo tienes, eso sí, de "huelva" jajajaja.
Mañana te llamo.

Que no para de sorprenderme con los libros que tiene, jejejejejejeje.

Desde que tuve constancia de de la existencia de ese libro, en el año 2000, no he parado en mi afán de conseguir un ejemplar, fué en ese mismo año, cuando pude hacerme de una fotocopia del mismo, pero como ya he dicho, le faltan varias paginas y la calidad es mas bien mediocre, aunque la encuadernación se la hice en piel, pues nada, despues de remover, Roma con Santiago, preguntar, mandar e-mails, llamadas telefonicas y demas, no he conseguido nada de nada, y mira por donde, vas y lo tienes tú... pues no sabes la suerte que tienes, pues es un libro rarisimo de encontrar, pero no de ahora, desde su publicación.

La Flor de la jara, ahora es un libro raro de encontrar, mas bien dificil, hace unos años, no tanto, pero como vivimos en presente, y se ha puesto complicado, pero como somos varios los que te buscamos el libro, confia en que mas pronto o mas tarde te demos una sorpresa y lo consigamos.

Guarda bien el libro, pues aunque nunca he pedido prestado un libro, este te lo voy a pedir, como es logico con derecho a vuelta, jejejejejejeje.

Un fuerte abrazo.
Antonio.

Jejejej, este es de casualidad, lo "sustraje" de casa de mis abuelos, mi tío abuelo, Diego Vigueras Murube, Coronel de aviación, y uno de los valientes pioneros, pilotos de guerra de este país ( que no son muchos ni hoy día ), compartió frente con el, en la división azul, y tenía este ejemplar, no se si entregado por el directamente o a través de alguien...

un abrazo,

Si os presentara a un amigo mío... en su boda se vieron insignias de la División Azul para decorar toda una buena pared.

Mi tío abuelo, Diego Vigueras Murube, fué a la división azul, porque así le tocó vivirlo, porque en la guerra cuando el tenía 18 años vivió el horror de que les quemaran la casa etc...otros lo vivieron de otra forma ya lo sabemos,y se hízo piloto de guerra, uno de los primeros en este país, ha volado todos los aviones existentes y ha defendido después a España en varias guerras, ha sido un hombre recto, sin embargo por esto precisamente ( esto de ir con la división azul, porque tuvo que hacerlo en su momento, por honor y coherencia ), nunca le han subido al empleo de General por ejemplo, o reconocido los muchísimos meritos que hízo por España y el nunca jamás alardeó ni se jactó, es mas a casi nadie le comentaba jamas que fuera a la 2ª guerra, el no era como los que le han negado despues el reconocimiento merecido, el nunca habla de politica y se ha limitado a defender después como militar a los que han sido la autoridad, se llamen como se llamen y en cualquier época, pero nunca alardeó de la división azul ni de nada...