Una cámara de fototrampeo graba un impresionante jabalí rascándose en un árbol

Una cámara de fototrampeo graba un impresionante jabalí rascándose en un árbol

Resulta asombroso el tamaño de este jabalí que ha captado una cámara colocada estratégicamente. Enorme y bien armado. Así es el animal que acude a este árbol a dejar las marcas de sus colmillos y rascarse.

Las imágenes han sido grabadas en el occidente de Asturias. Donde, según la aficionada a la fotografía y a la naturaleza que ha registrado las imágenes "actualmente no se puede cazar por la incompetencia y el inmovilismo de la administración a la hora de renovar las concesiones de los acotados a las sociedades locales". Este hecho, ya denunciado por Club de Caza hace meses, ha provocado un aumento desmesurado del número de jabalíes.

Los jabalíes visitan asiduamente este rascadero
En ocasiones, las cámaras de foto-trampeo situadas frente a comederos, pasos de animales y bañas nos deparan sorpresas como estas. La asturiana Vanesa Menéndez, apasionada de la imagen y la fotografía de la fauna salvaje, grabó la entrada de un viejo y astuto jabalí a uno de sus rascaderos habituales.

La tecnología se ha puesto al servicio de la caza. Estos sistemas son utilizados para hacer una correcta gestión en los cotos. Nos permiten comprobar qué animales frecuentan distintos puntos del monte y así poder registrar sus costumbres y hábitos.

En el mismo lugar que el macareno, también fue grabada una numerosa piara. En las imágenes podemos ver cómo un joven macho se dirige al mismo pino para marcar el árbol con sus navajas y frotarse contra el tronco.

La administración asturiana obliga a los cazadores a no renovar las concesiones de sus acotados
Las poblaciones de jabalíes están creciendo de una manera incontrolada como consecuencia de los problemas que han encontrado en el Principado de Asturias las sociedades de cazadores para renovar las concesiones de los cotos de caza.

Cesar Pérez, portavoz del colectivo de sociedades de cazadores adjudicatarias de cotos regionales de caza del noroccidente de Asturias, así como otros miembros de Tapia de Casariego y Taramundi hace meses denunciaron en Club de Caza lo que iba a suceder si la Consejería no flexibilizaba su postura en los pliegos de condiciones. En Asturias, la concesión de los cotos tiene lugar cada 10 años. Los derechos de caza de los cotos salen a concurso público. Los candidatos deberán presentarse y hacer méritos para ser ganadores de la oferta pública.

Cotos que quedan sin cazar
Dentro del pliego de condiciones hay varios puntos que dificultan la adjudicación de los terrenos de caza. El reglamento actual obliga a las sociedades de caza a contar con una cantidad mínima de cien socios. A día de hoy prácticamente imposible debido al despoblamiento de los núcleos rurales y a la disminución del número de cazadores.

Los problemas económicos también se suman a este hecho ya que la cantidad pagada al Principado por los derechos de la concesión y el importe del sueldo del guarda, en Asturias es de obligado cumplimiento la contratación de un guarda a tiempo completo en función de la superficie del coto, hacen inviable la renovación de los contratos.

La Consejería hace oídos sordos a las peticiones de los cazadores
Las sociedades de cazadores intentaron solucionar el problema antes de la apertura de la veda. Un tercio del total de los cotos públicos asturianos se encuentran actualmente en esta situación. Solicitaron una reunión con las administraciones para exponerles la problemática suscitada con la renovación de los derechos de caza e intentar buscar soluciones. La iniciativa fue un fracaso ya que no fueron recibidos por el Principado. P

ese a tener constancia por escrito las autoridades competentes de lo que iba a suceder publicaron un pliego de condiciones aún más restrictivo que el anterior. Ante la falta de interés por parte de la Consejería los cazadores decidieron no asistir a los concursos y no renovar sus cotos. Esta iniciativa ha sido secundada en un principio por trece cotos regionales que gestionan 14 municipios del occidente de Asturias. A ella se han ido sumando las sociedades a las que se les han ido cumpliendo las concesiones.

Ganaderos y agricultores apoyan a los cazadores
Las asociaciones agrarias, entre ellas COAG, han manifestado públicamente su apoyo al colectivo de cazadores. Han solicitado a la consejería que flexibilizara su postura y la adecuara a la situación económica actual.

En el caso que nadie se hiciera cargo de los acotados sería la administración la responsable de controlar los daños ocasionados por la fauna salvaje. Según el sindicato agrario y ganadero "la consejería no tiene la capacidad para gestionar las poblaciones de jabalíes, actualmente limitadas gracias al esfuerzo de las sociedades". Los cazadores hacen dos cacerías al año por kilómetro cuadrado.

De una fuente de ingresos a un cargo para las arcas públicas
En el occidente hay dos cotos, en los municipios de Navia y Vegadeo, que han sido gestionados por el Principado en los últimos años. En el caso de Navia, desde que lo lleva la Consejería se han pagado 180.000 euros por daños. Si extrapolamos este dato. En el caso de que los cotos no renovasen sus concesiones, el pago por daños supondría unos 800.000 euros solo en los municipios de la costa

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