El triste final de la osa y sus crías

El triste final de la osa y sus crías atacados por un macho: encuentran sus restos en una cueva de Palencia
Se trata de los animales que cayeron de una roca tras una agresión de un macho, el cual también murió y cuyas imágenes se recogieron en una grabación


J. M. R. | EL NORTE
Lunes, 5 septiembre 2022, 21:24
La brutal pelea entre dos ejemplares de oso pardo, una hembra que defendía a su cachorro con su propia vida del brutal acoso de un imponente macho de 200 kilos que quería matar a sus crías para acelerar el celo, se convirtió en un documento sin precedentes en España. Fueron grabados a primeros de junio en un risco de la Montaña Palentina por naturalistas que seguían las evoluciones de la población osera. El vídeo revelaba un primer desenlace: los dos animales adultos se despeñaron a gran altura en mitad de su pugna, en una imagen dramática. El macho fue a morir a un bosque cercano. La hembra parecía que se recuperaba y buscó con su osezno el cobijo de una cueva cercana, que acabó monitorizada por los técnicos de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Aunque en un primer momento los expertos dieron por hecho que seguían con vida -la hembra respiraba y amamantaba al cachorro- e incluso les llegaron a acercar comida a la gruta, la naturaleza ha vuelto a mostrar su lado más salvaje. Un equipo especializado formado por agentes medioambientales y celadores hallaron el pasado viernes los restos de la osa adulta y dos oseznos, según informó el domingo El Norte de Castilla. Estaban en una sima vertical a 33 metros de profundidad, con un estrechamiento inicial inferior a los 50 centímetros. Los cadáveres de los ejemplares fueron trasladados al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Burgos, donde en los próximos días se les realizará las necropsias correspondientes. En la operación se ha recogido además material genético para su análisis en laboratorio al objeto de confirmar el parentesco de los oseznos.

Se da la circunstancia que en una cavena próxima había otra osa con su cría, lo que ha obligado a los expertos a extremar el cuidado en sus labores de control para evitar molestar a esta otra prole.

Los técnicos de Medio Ambiente, con el apoyo de las Patrullas Oso y la Fundación Oso Pardo, están convencidos de que los restos recogidos corresponden a la osa que se precipitó por el barranco rocoso el 5 de junio tras la pelea con un macho. Los restos de los oseznos son «compatibles» con que ambos fueran crías de la hembra, aunque uno de ellos había desaparecido. Presumiblemente, huyendo de un ataque previo del mismo oso agresor.

Con drones

Desde que se grabó la impresionante caída al vacío de los animales adultos, la Junta desplegó un importante operativo que incluía veterinarios. Durante las primeras horas del 6 de junio se pudo localizar al ejemplar macho muerto próximo al lugar de la caída y se confirmó durante los días siguientes que tanto la osa como el osezno se encontraban con vida en el interior de una cueva, a una distancia horizontal de unos 15 metros de la entrada de la osera.

Durante los días siguientes, no hubo nuevos indicios de su presencia. Por ello, se decidió realizar una prospección remota del interior de la cavidad mediante videoscopio, así como con un dron de inspección. Otra vez, sin pruebas visuales. Hasta que el viernes un grupo de agentes medioambientales y celadores de Medio Ambiente descendieron al interior de la sima, en un «extraordinario y riguroso trabajo» para poder aclarar al final el fatal desenlace.

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