- Xoshe escribió:
Jager: he leído con el interés del caso y de modesto principiante lo del fieltro. ¿Podrías ampliarlo un poco? Si no sirve para dispersar mas ¿para que sirve? Recuerda que hablas a un muy modesto participante del foro y aquí no hay ironía ni nada. La pura verdad. De hecho en alguna ocasión yo utilicé ese artilugio en mi 12 antediluviano (dejé de cazar con ella con menos de treinta años). Es lo que hace no tener maestros. No los tuve, soy autodidacta y ya se ven los resultados. Toda una vida para hacer el ridículo. Al menos con las armas.
El taco se podría decir que es contemporáneo a las armas de fuego, ya que desde el primer momento se observó que había que poner "algo" que hiciera de barrera entre los gases de la pólvora y el proyectil, ya que estos podían fundirlo si era de plomo.
Los primeros tacos imagino que serían del material que tuvieran a mano (trapos, papel..etc.), ya con el tiempo se observó que había materiales que obturaban mejor los gases de la pólvora en el cañón y eran mucho más efectivos.
Y con los primeros cartuchos que contenían todos los componentes unidos surgieron tacos con mayor o mejor fortuna como el serrín prensado, cartón, corcho....... etc.
Y con la evolución llegó el fieltro que junto con otro material como el corcho formaban un taco de una calidad excelente, fueron mejorando hasta llegar a su cénit con los lubricados, que se obtenían impregnando el fieltro con algunas grasas que hacían el disparo más suave y confortable. Estos tacos tenían gran capacidad para amortiguar el choque de los perdigones entre ellos y su deformación, causada por el empujón inicial de los gases y esto era la causa de muchos malos plomeos y de la excesiva apertura de los mismos.
Así continuó durante muchos años hasta aproximadamente los años 70 en que algunas fábricas básicamente americanas como Winchester y Rémington con su famoso "Power Piston" y alguna italiana, comenzaron a utilizar tacos de material plástico mucho más baratos de fabricar.
Estos tacos presentaban ventajas evidentes ya que al tener forma de copa actúan como contenedores y protegían a la mayoría de los perdigones de la deformación ocasionada por su roce con el cañón a lo largo de su desplazamiento. Esto proporcionaba plomeos algo más cerrados y compactos, siempre que el material de la copa sea lo suficientemente rígido y de buena calidad (algo que ya no sucede en muchos casos debido al ahorro de costes).
En nuestro país el primer fabricante que comenzó a montar cartuchos con taco de plástico fue Armusa (modelo "veloz") comprando algunos materiales a Winchester (pistón y vaina) y un taco de diseño muy cerrado sin cortes laterales que era un auténtico misil por su alcance y contundencia, con el problema de que en disparos cercanos estropeaba la caza o simplemente no acertabas.
Y así hasta nuestros días.......
Resumiendo: El taco de fieltro si es de buena calidad se ajusta perfectamente y sella mejor el ánima del cañón amortiguando más por lo que el disparo suele ser algo más suave. Por esta razón el disparo se ajusta perfectamente a los choques de la escopeta, ya que cuando se inventaron los choques no existían los tacos de plástico. Si el taco es de buena calidad los plomeos suelen ser buenos y densos en la parte central, excepto por la periferia donde los perdigones deformados por el roce con el cañón, dispersan más.
El taco de plástico suele sellar peor los gases, aunque los de buena calidad lo hacen correctamente y protegen a los perdigones que contienen -en algunos la copa no llega al final de la vaina- del rozamiento y deformación con el cañón, por lo que teóricamente cierra más el disparo y se adapta peor a los choques del arma (algunos directamente no se adaptan).