Qué tengo que hacer si un jabalí me va a atacar
MARÍA S. CONDADO
REDACCIÓN
Evitar salirte de los senderos marcados, actuar con cautela y avisar a la Guardia Civil son algunos de los consejos a seguir si te encuentras de frente un animal salvaje
20 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.
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En los últimos días, se han registrado en Asturias algunos ataques de jabalís, como el acontecido en Proaza el pasado 15 de enero. Aunque es una situación poco probable, es importante saber cómo debemos actuar en caso de encontrarnos en frente de uno de estos animales salvajes. Además, debemos conocer qué podemos hacer para evitar que nos ataquen. Los expertos aseguran que es primordial evitar salirse de los senderos marcados, no dar de comer a los animales salvajes, mantener a nuestras mascotas atadas y respetar el medioambiente.
Se consideran animales salvajes a todos aquellos que viven en la naturaleza, que no están domesticados y que, además, no tienen quien se encargue de ellos. Generalmente son tímidos y, gracias a su capacidad visual y auditiva, detectan con bastante anticipación la presencia de humanos de los que procuran huir. Aunque siempre cabe la posibilidad de encontrarnos con ellos de frente, dando lugar a un posible ataque por parte del animal. Los jabalís, concretamente, son una especie pacífica por naturaleza, que normalmente se esconde de los humanos y que suele salir durante la noche, los machos de manera solitaria y las hembras acompañadas de sus crías.
En el caso de los jabalís hay tres situaciones en las que corremos riesgo de ataque. La primera de ellas es encontrar a una madre con sus crías, en este caso la hembra podría emitir gruñidos a modo de advertencia. Lo importante es mantener la calma e intentar acceder a un lugar elevado, como un árbol, en el que podamos esperar a que el grupo de jabalís pase de largo. Además, es importante hacer ver al animal que no le queremos atacar, evitando sostener palos en alto y cualquier tipo de gesto que pueda considerar como una amenaza.
Otra de las situaciones en las que nos podemos encontrar es asustar a uno de estos animales entre la vegetación cuando se encuentra desprevenido. Normalmente, los jabalís salen después de la puesta de sol y no esperan la presencia de humanos. Los expertos aconsejan no salirse de los senderos marcados, pues si nos adentramos en la vegetación podríamos encontrarnos algún jabalí y este al verse sorprendido podría reaccionar de manera agresiva.
Por último, si avistamos un jabalí herido, ya sea por una bala o porque ha sido atropellado, es importante no acercarse a él, pues a pesar de encontrarse en una situación crítica, el animal podría atacar de manera agresiva. En este caso, lo importante es resguardarse en un lugar seguro y, posteriormente, llamar a emergencias para que los agentes forestales se hagan cargo del animal.
Si en alguna de estas ocasiones el animal nos ataca, deberemos tener en cuenta los siguientes consejos. En primer lugar, mantenernos alerta y evitar que el animal nos sorprenda, visualizar diferentes escapatorias y localizar algún elemento que permita ponerte a salvo o defendernos, como un árbol o una piedra. Si estás de caza y portas un arma, mantenla preparada para disparar, quita el seguro y así, en caso de que el animal ataque de manera imprevista, podrás defenderte rápidamente.
Además, es importante respetar la naturaleza. Cuando nos adentramos en el bosque estamos invadiendo el hábitat natural de los animales salvajes, por ello es importante tener en cuenta los siguientes consejos. Es primordial recoger la basura que producimos, no solo para no ensuciar, sino también para evitar que algún animal resulte herido. Por ejemplo, los envoltorios, latas o la basura en general, puede quedarse enganchada en la cornamenta de los ciervos o provocar heridas a otros animales al intentar ingerirla. También es importante no dar de comer a los animales que nos encontremos en nuestro camino, pues, aunque cojan nuestra comida de manera amistosa, podemos provocar que ataquen a los siguientes caminantes cuando estos no les ofrecen nada. Caminar por los senderos marcados, también es importante para evitar posibles ataques de animales salvajes. Por último, si hemos salido con nuestra mascota es importante llevarla bien controlada con una correa; en primer lugar, para evitar que nuestro animal se escape y pueda encontrarse con algún animal salvaje. En segundo lugar, algunas aves rapaces podrían llegar a identificar a los perros, sobre todo los pequeños, como una presa.
El lobo y el oso pardo
Otros animales con los que podemos encontrarnos en los bosques asturianos son el lobo o el oso pardo. En caso de encontrarnos cerca de un lobo es importante mantener la calma, evitar movimientos bruscos y abandonar la zona lentamente. En caso de que el lobo comience a acercarse, mantén una postura firme e intenta hacerte grande. Si el lobo no retrocede intenta armarte con un palo y muestra una postura agresiva. Una vez estés a salvo, es importante avisar a la Guardia Civil de la presencia de estos animales en la zona.
En el caso de encontrarnos cerca de un oso, pueden darse varias situaciones. En caso de que el animal no te haya visto, sal de la zona lentamente, sin realizar movimientos bruscos. Si la huida no es posible, déjate ver y oír sin estridencias para evitar asustar al animal. Si el animal te ha visto, háblale con voz normal y tranquila. Aunque es una situación poco probable, si el oso te ataca procura mantener la calma y colócate en el suelo boca abajo o en posición fetal, mantente inmóvil y espera hasta que el animal se haya ido del lugar.
Un jabalí en Proaza
Diego Marqués, atacado por un jabalí en Proaza: «Levanté la vista y cuando me di cuenta ya lo tenía encima»
JOSE COTO
Un jabalí atacó el pasado domingo a un joven de 25 años en Proaza. Diego Marqués estaba recogiendo leña con un compañero cuando apareció el animal por un lado de la finca y le atacó. Sufrió heridas de consideración en la pierna y solo la actuación de la persona que le acompañaba evitó que los daños fueran mayores. La guardería del Principado montó un dispositivo y abatió al suido el lunes.
Diego Marqués se encontraba en una finca, a unos siete metros de su vivienda, situada en el centro de Proaza, «recogiendo leña y echándola para un tractor», según relata. En ese momento, por uno de los lados la finca, de detrás de un seto, salió el jabalí, «que vino directamente a mí». «Levanté la vista, vi que era un jabalí, y cuando me di cuenta ya lo tenía encima», explica.
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