El lobo mata dos ovejas y deja malherida a una tercera en Barcenillas

El lobo mata dos ovejas y deja malherida a una tercera en Barcenillas
El ataque ha tenido lugar a las siete de la mañana a veinte metros de las casas

Lucía Alcolea

Miércoles, 31 de enero 2024, 07:09


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¿Cuántos animales tienes? «Cada día menos», responde Ambato González al otro lado del teléfono. Y se ríe un poco «por no llorar». El lobo ha matado a primera hora de la mañana de este martes a dos de sus ovejas y dejado moribunda, más en el cielo que en la tierra, a una tercera. Ha sido en Barcenillas, Ruente, a veinte metros de su casa, «o sea, en el jardín». Ha sido un ciclista que atravesaba la zona el que ha dado la voz de alarma al ver al cánido salvaje devorando a su presa, «literalmente». Ambato estaba trabajando y cuando llegó a la finca, el panorama de siempre: sangre, restos y dolor. «Te puedes hacer a la idea, bastante desagradable», asume. Ovejas vivas y enteras le quedan cuatro.

Ambato no está acostumbrado, porque es difícil normalizar la pérdida de animales día sí y día también, pero ya ha experimentado más sucesos de este tipo. Suena resignado. Lleva dos años sufriendo sistemáticamente ataques de lobo. El último fue hace poco. A las nueve de la mañana «escuché al perro ladrar, salí y vi al lobo mirándome, así que le alumbré con un foco y lejos de asustarse, se marchó andando tan tranquilamente, porque ya no se asusta, el lobo no se asusta», repite contrariado. Sin entender qué pasa «o qué es lo que tiene que pasar para que alguien haga algo». Ese día el cánido le mató a otra. Ambato se la encontró más tarde. El hecho fue sonado. «Salí en la televisión», reconoce.


Ha habido más. «Una vez me mataron seis ovejas en tres días». Dos, dos y dos. Al principio, cuando empezó hace dos años, tendría como veinte. Cada vez le quedan menos. ¿Se plantea quitarlas? «no, no entiendo por qué tengo que quitarlas, si me arreglan el terreno. »Estoy muy harto, mucho, pero bueno. No sé si salir en el periódico servirá para algo, porque uno ya no sabe qué hacer«, relata a quien quiera escucharle. »Ahora mismo el lobo no tiene miedo a nadie y hasta ahora no ha pasado nada, pero pasará«, advierte.

«Yo no quiero que acaben con el lobo, pero sí que lo controlen un poco, y que las cosas se normalicen y todos podamos vivir mejor. Ellos a lo suyo y nosotros a lo nuestro», termina.

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