The Amazing 7 mm

The Amazing 7 mm

El nuevo cartucho de caza favorito de Estados Unidos

Por Jon R. Sundra

Publicado originalmente en la edición de noviembre-diciembre de Safari Magazine .

En mi memoria, la introducción este año del PRC de 7 mm de Hornady ha generado más entusiasmo que cualquier cartucho de juego importante desde el debut del .264 Win. Magnum en 1959.


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Armas y municiones, The Amazing 7 mm
5 de enero de 2024

El nuevo cartucho de caza favorito de Estados Unidos

Por Jon R. Sundra

Publicado originalmente en la edición de noviembre-diciembre de Safari Magazine .

En mi memoria, la introducción este año del PRC de 7 mm de Hornady ha generado más entusiasmo que cualquier cartucho de juego importante desde el debut del .264 Win. Magnum en 1959.


La familia PRC desarrollada por Hornady representa un paso adelante en el diseño de cartuchos.
Sí, yo estuve allí, ya era un aficionado a los rifles a la edad de 19 años. De todos modos, tal como lo veo, el 7 PRC está a la vanguardia de una tendencia que pronto verá el ascenso del .284, también conocido como 7 mm. sobre los calibres .30 como nuestro calibre de caza más popular.

Cómo llegamos a este punto es interesante porque el camino de los 7 mm ha sido largo y lleno de baches.

Para mí, empezó hace casi 60 años. Era 1965 y yo acababa de salir de la universidad con una licenciatura en literatura inglesa. El único rifle de percusión central que tenía era un Remington 722 al que le había cambiado el cañón a .22-250 (que todavía era un rifle salvaje en ese momento). Lo hice porque la única caza que podía hacer (y permitirme) era plantar marmotas en macetas localmente. En cuanto a qué cartucho elegiría para comenzar mi verdadera carrera de caza, eso es algo que me angustiaba. Fue el iconoclasta que hay en mí que los calibres más populares de la época: el .270 Win. y .30-06 no me fascinaban. Estaba predispuesto a otra cosa. El 7 mm tenía una designación métrica que lo hacía mucho más exótico y atractivo.

El Rem de 7 mm. Magnum había debutado tres años antes y, después de leer cartas balísticas y leer artículos sobre su rendimiento en el campo, me pareció el cartucho perfecto. No importa el hecho de que nunca disparé ni siquiera un tiro con un rifle con esa recámara. Pero eso no es inusual. Muchos de nosotros decidimos comprometernos con un cartucho y un rifle específicos por todo tipo de razones además de las empíricas.

Antes de la presentación del Big Seven de Remington en 1962, el cartucho más conocido era el 7 × 57 (o Mauser de 7 mm) de 1892. Al final, 14 países de Europa y América del Sur lo adoptaron como cartucho de servicio. En el período entre guerras mundiales, Remington y Winchester lo utilizaron esporádicamente, pero como dije, al ser un calibre métrico, se pensaba que era… bueno, extranjero.

El primer esfuerzo real por establecer el calibre 7 mm en estas costas se produjo en 1957, cuando Remington lanzó su Rem .280. Hace muchos años, en un seminario para escritores de Remington, tuve una conversación con Wayne Leek y Mike Walker, los dos tipos que diseñaron el cartucho. El plan inicial era alojar el modelo 740 semiautomático de Remington y el mecanismo de bombeo 760 para el .270 Win, pero tuvieron problemas. El .270 fue diseñado para el rifle de cerrojo Modelo 54 de Winchester y, como tal, fue cargado de fábrica a una presión de recámara promedio máxima (MABP) de 65,000 psi, que incluso hoy en día es casi tan alta como la munición de fábrica. En pocas palabras, el Modelo 740 tendría que manejar todas las marcas de munición de fábrica .270, y resultó ser demasiado exigente para la acción semiautomática operada por gas del 740. El .280 Remington, entonces, fue el resultado del Plan B. Al aumentar el diámetro de la bala de .277 pulgadas del .270 Win. apenas 0,007 pulgadas a 0,284, y bajando el MABP a 60.000 psi, el 740 funcionó bien. Sin embargo, la combinación de la presión operativa más baja y el cañón de 22 pulgadas del 740 hicieron que la afirmación de Remington de "rendimiento .270" fuera una ilusión. Y los escritores de armas de la época estaban encantados de señalarlo. Como resultado, el .280 tuvo una fría recepción.

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Armas y municiones, The Amazing 7 mm
5 de enero de 2024

El nuevo cartucho de caza favorito de Estados Unidos

Por Jon R. Sundra

Publicado originalmente en la edición de noviembre-diciembre de Safari Magazine .

En mi memoria, la introducción este año del PRC de 7 mm de Hornady ha generado más entusiasmo que cualquier cartucho de juego importante desde el debut del .264 Win. Magnum en 1959.


La familia PRC desarrollada por Hornady representa un paso adelante en el diseño de cartuchos.
Sí, yo estuve allí, ya era un aficionado a los rifles a la edad de 19 años. De todos modos, tal como lo veo, el 7 PRC está a la vanguardia de una tendencia que pronto verá el ascenso del .284, también conocido como 7 mm. sobre los calibres .30 como nuestro calibre de caza más popular.

Cómo llegamos a este punto es interesante porque el camino de los 7 mm ha sido largo y lleno de baches.

Para mí, empezó hace casi 60 años. Era 1965 y yo acababa de salir de la universidad con una licenciatura en literatura inglesa. El único rifle de percusión central que tenía era un Remington 722 al que le había cambiado el cañón a .22-250 (que todavía era un rifle salvaje en ese momento). Lo hice porque la única caza que podía hacer (y permitirme) era plantar marmotas en macetas localmente. En cuanto a qué cartucho elegiría para comenzar mi verdadera carrera de caza, eso es algo que me angustiaba. Fue el iconoclasta que hay en mí que los calibres más populares de la época: el .270 Win. y .30-06 no me fascinaban. Estaba predispuesto a otra cosa. El 7 mm tenía una designación métrica que lo hacía mucho más exótico y atractivo.

El Rem de 7 mm. Magnum había debutado tres años antes y, después de leer cartas balísticas y leer artículos sobre su rendimiento en el campo, me pareció el cartucho perfecto. No importa el hecho de que nunca disparé ni siquiera un tiro con un rifle con esa recámara. Pero eso no es inusual. Muchos de nosotros decidimos comprometernos con un cartucho y un rifle específicos por todo tipo de razones además de las empíricas.

Antes de la presentación del Big Seven de Remington en 1962, el cartucho más conocido era el 7 × 57 (o Mauser de 7 mm) de 1892. Al final, 14 países de Europa y América del Sur lo adoptaron como cartucho de servicio. En el período entre guerras mundiales, Remington y Winchester lo utilizaron esporádicamente, pero como dije, al ser un calibre métrico, se pensaba que era… bueno, extranjero.

El primer esfuerzo real por establecer el calibre 7 mm en estas costas se produjo en 1957, cuando Remington lanzó su Rem .280. Hace muchos años, en un seminario para escritores de Remington, tuve una conversación con Wayne Leek y Mike Walker, los dos tipos que diseñaron el cartucho. El plan inicial era alojar el modelo 740 semiautomático de Remington y el mecanismo de bombeo 760 para el .270 Win, pero tuvieron problemas. El .270 fue diseñado para el rifle de cerrojo Modelo 54 de Winchester y, como tal, fue cargado de fábrica a una presión de recámara promedio máxima (MABP) de 65,000 psi, que incluso hoy en día es casi tan alta como la munición de fábrica. En pocas palabras, el Modelo 740 tendría que manejar todas las marcas de munición de fábrica .270, y resultó ser demasiado exigente para la acción semiautomática operada por gas del 740. El .280 Remington, entonces, fue el resultado del Plan B. Al aumentar el diámetro de la bala de .277 pulgadas del .270 Win. apenas 0,007 pulgadas a 0,284, y bajando el MABP a 60.000 psi, el 740 funcionó bien. Sin embargo, la combinación de la presión operativa más baja y el cañón de 22 pulgadas del 740 hicieron que la afirmación de Remington de "rendimiento .270" fuera una ilusión. Y los escritores de armas de la época estaban encantados de señalarlo. Como resultado, el .280 tuvo una fría recepción.


Esto muestra claramente por qué el .284 Win., aunque muy cercano en capacidad al .270 Win., no pudo igualar su rendimiento. Esta bala de 150 granos ocupa demasiado espacio en pólvora cuando se coloca en una longitud total del cartucho SAAMI de 2,80 pulgadas.

Basándose en el espectacular éxito de su 7 Mag, en 1978 Remington decidió que podían dar nueva vida al moribundo .280 introduciendo una nueva carga de 150 granos y renombrándolo 7 mm-06. En el momento en que se anunció en el seminario anual de escritores, fui el primero en levantar la mano.

"Creo que estás buscando problemas", dije. "Llamarlo 7mm-06 da a entender que es el resultado de simplemente estrechar un estuche de .30-06, y no lo es".

La línea de referencia del .280 (dimensión del espacio de cabeza, por lo tanto, longitud del cuerpo) es .052 pulgadas más larga que la del 2006. Si algún cargador manual ensamblara una carga basada en una caja de 2006 con cuello hacia abajo y la disparara en una recámara de .280, esas 0.052 pulgadas adicionales de espacio de cabeza probablemente causarían una separación de la caja y la cabeza y un retroceso de gas. ¡Eso no es bueno!

Afortunadamente, Remington solo tenía una cantidad limitada de munición con el sello de 7 mm-06, y tal vez unos 20 Modelo 700 con ese sello para que nosotros los probáramos. Muy rápidamente, Remington cambió el nombre a 7 mm Express Remington. Pero al final resultó ser otro error. Mucha gente lo confundía ahora con el Rem de 7 mm. Botella doble. En 1981, Remington decidió volver al Rem .280 original. designación.

En 1963, Winchester cometió un error muy parecido al de Remington: afirmó ganar .270. rendimiento para su nuevo .284 Win. El .284 era único porque era totalmente nuevo y no se basaba en ningún caso existente; tenía un cuerpo bastante achaparrado, sin cinturón y un hombro de 35 grados, lo que daba una capacidad de pólvora muy cercana a la de los .270 y .30-06. Sin embargo, debido a que fue diseñado específicamente para adaptarse a la acción de palanca del Modelo 88 de acción corta de Winchester y al semiautomático Modelo 100, la longitud total máxima del cartucho se limitó a 2,8 pulgadas, por lo que la bala de 150 granos tenía que estar profundamente asentada. Y debido a que el 100 era semiautomático, las especificaciones de SAAMI se establecieron en niveles de presión sorprendentemente bajos de 56,000 psi, o 10,000 por debajo de .270. Hasta aquí el “rendimiento .270”.

Mientras que el .280 Rem. y .284 . no fueron bien recibidos, los Rem de 7 mm. Magnum alcanzó el estrellato prácticamente de la noche a la mañana. En cuanto a por qué, puede haber sido simplemente una cuestión de estar en el lugar correcto en el momento correcto. Su designación métrica de pronto pareció no importar. En los 59 años transcurridos entre la introducción del Rem de 7 mm. Magnum en 1962 y el PRC de 7 mm este año, han sucedido muchas cosas con el calibre .28: .280 Rem. y .284 . - a pesar de las sagas. De hecho, se han introducido más cartuchos nuevos de 7 mm (comerciales, patentados y salvajes) que cualquier otro calibre de caza. Hace muchos años, recuerdo haber leído los resultados de una prueba realizada a principios del siglo pasado por el ejército estadounidense justo antes de adoptar el .30-06 como nuestro cartucho marcial. La conclusión fue que en el rifle Springfield de 1903 de 8 1/2 libras, el retroceso se acercaba a los límites de tolerancia del soldado promedio. Estamos hablando de 25 libras-pie de retroceso. Más allá de eso, la capacidad que se me viene a la cabeza puedo nombrar 15. En cuanto a por qué, siempre existe la pregunta de si es en respuesta a la demanda de los consumidores o si los fabricantes de armas y municiones crean la demanda al introducir cosas nuevas. Probablemente sea algo de ambos. Pero creo que las razones más convincentes tienen que ver con compradores más expertos en balística y consideraciones de retroceso. En el pasado, un cazador podría haber elegido una de .308, una de 30-06 o una de .300. Botella doble. Ahora van a un equivalente de 7 mm: 7 mm-08, .280 Rem. o un Rem de 7 mm. Botella doble.

Hace muchos años, recuerdo haber leído los resultados de una prueba realizada a principios del siglo pasado por el ejército estadounidense justo antes de adoptar el .30-06 como nuestro cartucho marcial. La conclusión fue que en el rifle Springfield de 1903 de 8 1/2 libras, el retroceso se acercaba a los límites de tolerancia del soldado promedio. Estamos hablando de 25 libras-pie de retroceso. Más allá de eso, la capacidad de disparar con precisión comienza a disminuir. Eso no ha cambiado, ni para el cazador, ni para el soldado, y especialmente para el tirador competitivo.

Me apresuro a agregar que con práctica y un poco de determinación, cualquier hombre o mujer puede aprender a vivir con retroceso hasta donde el potencial de precisión se aproxima al óptimo. Esto se aplica al soldado y al tirador competitivo. Pero estoy hablando de Joe Average Deer Hunter, porque él es el tipo que impulsa el mercado, el tipo que no pasa una caja de proyectiles por su rifle en un año. Para él, el retroceso es más un factor y, como se dijo anteriormente, el cazador promedio realmente tiene más conocimientos sobre balística.

Lo que nos lleva al PRC de 7 mm y a cómo se compara con su hermano mayor, el .300 PRC. Ambos son desarrollos de Hornady y ambos incorporan todas las características que definen la generación más nueva de cartuchos de rifle: cajas más cortas y gruesas con una conicidad mínima del cuerpo, sin cinturón y balas con un asiento menos profundo para maximizar el espacio utilizable de la pólvora. Las columnas de polvo más cortas producen velocidades más uniformes y, por tanto, precisión. Los hombros más afilados de 30 grados proporcionan un espacio de cabeza más positivo, y los cambios en la garganta de la recámara minimizan la desviación de la bala en el camino hacia el estriado. Pero lo que más caracteriza al “cartucho moderno” es que lanza balas más pesadas, más largas y más aerodinámicas que requieren velocidades de torsión más rápidas del cañón para estabilizarse. Creo que la siguiente comparación es justa, para la cual utilicé la calculadora balística de Hornady y sus propias velocidades de carga de fábrica. Yo, sin embargo, utilicé 250 yardas como alcance cero en lugar del estándar de 200 yardas.

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La familia de 7 mm ha crecido más que cualquier otro calibre. De izquierda a derecha, 7 mm-08, 7 × 57 Mauser, .284 Win, .280 Rem., .280 Ackley mejorado, 7 mm JRS, 7 mm Rem. Mag., calibre 7 mm. Mag., 7 mm Rem. SAUM, 7 mm WSM, 7 mm PRC, 7.21 Lazzeroni Tomahawk, 7 mm Dakota, 28 Nosler, 7 mm STW, 7 mm Rem. Ultramag. y 7.21 Lazzeroni Firebird. Foto de Jon R. Sundra/SCI.
La única forma de comparar manzanas con manzanas es utilizar balas del mismo peso en relación con su diámetro, es decir, su densidad seccional (SD). La bala de 175 granos es para el calibre .284 lo que una bala de 200 granos es para el .308, la primera tiene una DE de .310, mientras que la segunda tiene una DE de .301; ambas son balas de caza ELD-X de Hornady.

Tienes que admitir que las diferencias entre los dos son insignificantes, pero para que el .30 iguale los 7 mm en velocidad y trayectoria se requiere una vaina de cartucho más grande, alrededor de un 10 por ciento más de pólvora y un significativo 23 por ciento más de retroceso. Esa cifra es un promedio obtenido utilizando tres programas de computación de retroceso. En un rifle de 8 1/2 libras, el 7 PRC retrocede con una suma de 28,5 libras-pie, mientras que el 300 PRC contraataca con 37,2 libras-pie, que es exactamente el mismo retroceso generado por un .375 H&H Magnum empujando un ¡Bala de 300 granos a 2500 fps en un rifle de 9,5 libras!

LÍNEA DE FONDO

¿Vale la pena un 23% más de retroceso para entregar un 6% más de energía a 500 yardas prácticamente en la misma trayectoria? Esa es la pregunta que plantea el 7 PRC, al igual que todos los demás 7 mm en comparación con sus equivalentes de calibre .30, y cada vez más cazadores dicen que no. .

Jon R. Sundra es el editor de campo de la revista Safari y ha sido un escritor profesional sobre armas de fuego durante más de 50 años.

Buen artículo.

Gracias.

7mm JRS