Hola a todos:
Como lo prometido es deuda os contaré brevemente el rececho de este pasado sábado en la RRC de Fuentes Carrionas, a donde fui a darle vida a un permiso de Ciervo B que comko vereis se tornó en algo más por el azar de las cosas.
Por rigores del trabajo y de la prioritaria organización familiar salí de Madrid a las seis de la tarde y tras un viaje donde desde dias atrás no paraba de soñar y pensar en la montaña palentina y en todo tipo de lances como los que me podían esperar al día siguiente llegaba a Cervera de Pisuerga sobre las 21:30. Esta vez me alojaba en el Parador de Turismo, al que solo le falta que aparezca Jose Luis López Vázquez y Alfredo Landa por la puerta de la edad que va teniendo y de los años que lleva encima sin reforma sería alguna, en concreto desde 1975. (Me han confirmado que van a acometer un restyling próximamente en dos fases). Aun así es un maravilloso y acogedor lugar al que no le puedo poner pero alguno. Es más, tiene una preciosos rincones que destilan sabor añejo e historias de caza por sus cuatro costados.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]A pesar de que la temperatura esa noche rondaba los 8 grados, al bajar del coche el olor a leña invadía el aparcamiento y el aroma a lechazo te hacia entrar dispuesto a poner fin a una jornada de tránsito y transición de la cuidad al campo como se merece. Así fue y tras dar buena cuenta del susodicho cordero y unos puerros a la brasa, a las 11:20 nos fuimos a la cama. Los paradores han cambiado tanto que ya poco se los conoce, Gredos, Cervera y otros siempre han sido reductos de cazadores y de hecho nacieron con esa idea de ser refugio cinegético, ahora desnaturalizados han visto perder toda la esencia de su origen, incluso te prohíben meter la carne de caza en el recinto, siquiera en el aparcamiento y cuando pasas por la recepción con la funda del rifle, la ralea de andarines de avanzada edad tuneados de vivos colores y dobles bastones de trekking se escandalizan abiertamente y te agujerean con su inquisitoria mirada y cuchichean entre ellos. Algo que me hace sonreír y concluir para mis adentros "pobre gente", amen de sentirme extremadamente orgulloso de mi pasión y lleno de vida, más aun si cabe. Llevo practicando la caza intermitentemente por azares de la vida desde 1988 y el tiro olímpico desde 1993 que tenía 20 años. Siempre he tenido armas en casa recuerdo desde que nací. Mi padre nació en 1920 y vivió la guerra, pequeño de 14 hermanos sabía como utilizar un Mauser 98 o incluso un PPSH41 requisado al enemigo con el que (obviamente descargado) yo jugaba en mi infancia en la casa solariega de mi familia en Lugo y que yacía abandonado en el fondo de una armario recuerdo de épocas pasadas así como con mi escopeta gamo de plomillos y un modesto visorcito tirando a gorriones y otras aves.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Ya en faena a las 06:00 desayuno de café y un bollo y me encuentro con el celador de la RRC de Fuentes Carrionas que nos viene a buscar con el inagotable Toyota de la guardería, el destino del permiso es el precioso cuartel de Ventanilla. Antes de nada y tras revisar concienzudamente toda la documentación (permiso, licencia y seguro) y cumplimentar los papeles, se detiene en medio de la carretera a analizar el viento y ver donde vamos a cazar hoy, sabiduría de cacerías anteriores la máquina de la experiencia empieza a funcionar y a tomar decisiones imprescindibles para obtener un buen resultado en la cacería. Como en un trance divino decide que nuestra suerte se decida al suroeste, a donde nos encaminamos.
Subimos al cazadero por pistas húmedas y de amplias roderas a través todavía de unos oscuros, densos y tupidos bosques de robles y hayas plagados de musgo y liquen que todavía no han empezado a otoñar y la hora del día tampoco permite observar. Al encarar la subida a un cortafuegos vemos un 4X4 de la Guardia Civil detenido en un lateral y 400 metros más adelante una pareja de la Guardia Civil (Seprona) que nos ve llegar otea el horizonte de la reserva, les saludamos cortésmente y proseguimos. Al poco, llegamos a un recoleto pasto en un prado de altura, un pequeño páramo ya bien conocido por el celador donde definitivamente dejamos y aparcamos el vehículo. La temperatura es de 4º, hay un viento intenso de Noroeste y nula visibilidad por el momento al quedar 30 minutos para la amanecida completa que ya se va advirtiendo tímidamente tras el Pico de la Celada.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Nada más comenzar la jornada y aun de noche cerrada, lo primero que hago es pisar hasta la ijada y con imponentes ganas una magnífica boñiga de caballo que no había visto por la oscuridad del momento y que me anticipa que va a ser un buena jornada. Nos disponemos a andar entonces a andar por una trocha en la ladera norte de la estribación mas meridional de la reserva. Lo que se atisba al mirar a la izquierda tras el viso son lindes que van a caer a la ladera sur a cotos privados y a la derecha al fondo ya se va advirtiendo la silueta del imponente macizo del Curavacas y el valle que domina el cuartel, los picos lebaniegos al fondo testigos de la proximidad de Cantabria a unos poco kilómetros y de su imponente RRC del Saja que linda con esta reserva.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]40 minutos andando con la ayuda de nuestras infatigables varas de avellano llegamos a la base de un gran macizo en cuya ladera dorada rojiza por el implacable despuntar del alba pudimos contemplar absortos la berrea en su máxima expresión. Y es que tres abultados grupos de decenas de hembras cada uno dominadas por tres atentos machos al cuidado de sus respectivos harenes se repartían un amplio y diáfano terreno en ladera, tranquilamente entregados al espectacular proceso del celo de estos imponentes ungulados.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Analizamos y valoramos con el mirón y los prismáticos las opciones y escogemos en ese momento hacer una entrada a través de un complejo y denso hayedo al segundo macho que a pesar de encontrarse a 500 metros no nos presta atención por estar prioritariamente entregado de lleno al juego del amor y a la exclusiva protección de sus valiosas hembras. Hacer que la especie perdure tiene estos procesos químicos y biológicos que permiten que durante el celo los animales, en concreto los machos, bajen las guardia y nos permitan vivir momentos de gran e inolvidable belleza.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Dicho esto, reptando y con el lomo gacho vamos ganando terreno a nuestro objetivo de manera vertical a la pendiente y acercándonos cada vez más a nuestro objetivo hasta que la protección del bosque nos deja huérfanos. Ya al raso y con la única protección de unas pequeñas rocas y un pequeño brezal nos ven, como no, las hembras, que a pesar de simular estar careando despreocupas siempre se encuentran atentas y descaradas como siempre y de estar a 300 metros de distancia, dan la voz de alarma y ponen tierra de por medio, lo que hace pensar que la entrada que llevábamos trabajándonos durante 40 minutos se había frustrado, pero el macho, imponente e impertérrito en un peñasco sigue ronqueando y llamando a sus hembras en un alarde de virilidad natural, no puede ni quiere huir.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]297 metros marca el telemetro, un tiro en pendiente extrema con una postura imposible, incómoda y muy desacertada para buscar el éxito del disparo. Aun así el celador me pregunta
"ya sabes que si hay sangre y le pinchas se acaba el rececho ¿lo tienes claro?". No es que lo tenga claro querido amigo, sino que es algo que todos los cazadores como tu que también compartes afición, tenemos muy presente, algo que nos atenaza a todos los cazadores los días previos a la cacería y según se va a acercando la fecha vamos teniendo cada vez mas encima como una losa que nos presiona el alma hasta el mero y preciso momento que el disparo pone, gracias a Dios, buen fin al lance. Y es que dos días antes un cazador con un permiso de trofeo y por el que debía de haber pagado unos 2,500 o 3,000 euros se había ido a su casa de vacío al hacerle sangre al venado y no hacer presa. Estuvieron pisteándola horas al siguiente día, pero estos bichos son tan listos y tan duros y el paisaje de brezales, piornos y monte bajo con el desnivel de su sierra es tan proclive al encame y a la dificultad para rastrear el animal herido que encontrarla no es tarea fácil y se tuvo que regresar a su casa de vacío.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]La postura como suele pasar en estos casos no es la que siempre te imaginas o la que adoptas en el campo de tiro sobre una manta en llano y con el objetivo en tu mismo plano, En mi caso debo de decir no como escusa pero si en mi descargo que estaba realmente incómodo, hecho un ocho y me daba la impresión de parecer mas una rosquilla que un tirador. No ya en los treinta ni tampoco en los cuarenta, recién abrazados los cincuenta tu cuerpo va adoptando más la morfología de un leño infame que a otra cosa, de ahí que para este exigente tipo de caza haya que mantenerse en forma y es que cuando te subes a la bicicleta o te tumbas en la banca a hacer press, lo haces con la bendita idea y preclara ilusión de saber primero que tu cuerpo te lo agradecerá y el día del próximo rececho ese esfuerzo se verá sin duda alguna recompensado. Hay que disfrutar cada día como el último por que todo en esta vida es una inevitable cuenta atrás...
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]¡Disparo! El tiro resuena en todo el valle interrumpiendo momentáneamente el intenso canto de la berrea y el venado se encoge, cocea, da la vuelta en el aire en una hermosa filigrana y sale disparado pero va tocado y a los escasos cinco metros cae al suelo y tras recargar otro proyectil Norma en mi Mannlicher del 270WSM por el visor observo que está patas arriba y en los últimos estertores. Todo vuelve a su estado natural. El campo vuelve a moverse, ajenos mas que para poner tierra de por medio de dos seres humanos ya al descubierto, los animales retoman su actividad.
Tras los abrazos y apretones de manos y viendo cómo desaparece la tensión de la cara del celador al haber culminado el trabajo y advertir que el día se aviene a concluir con un esperado final, todos nos relajamos tras apenas tres horas de rececho al tener la tan ansiada presa. Son las 10:00 de la mañana y la niebla se está empezando a meter en la montaña. ¡Qué suerte la mía!
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Subimos con alegría combatiendo contra el gran desnivel del imponente macizo palentino y restando trecho a los 300 metros que nos separan de la pieza, llegamos sofocados unos mas que otros ante el animal abatido. Señor de los bosques y máximo respeto a mi presa calculamos que tendrá siete años y 190 kg de peso, el tiro certero ha acabado con la vida y puesto fin al indeseado sufrimiento del animal en apenas cinco segundos. Procedemos a desollarlo y dar buena cuenta de los lomos, solomillos y un jamón de unos 18/20 kg que me bajaré yo a la espalda hasta el coche. Debo de agradecer en estos casos la compañía de mi familia y amigos, en unos casos mi hijo que ahora estudia en Inglaterra y le es imposible venir, en otras compañeros cazadores y en otras, las menos, la de mi mujer que siempre dispuesta es la perfecta y mejor compañera que pudiera tener, abnegada, vital, positiva y madre de mis hijos, que deja sus obligaciones para acompañarme y vivir y compartir de cerca mi pasión y a la que nunca jamás le he oído una queja jamás del monte. Que orgulloso estoy de ti y cuanto debo de agradecerte.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Desandamos ahora de día el camino, ahora también de bajada, con mucha pendiente por brezales pastos de alta montaña y canchales de roca con 30 kg. más a las espaldas, peso que se nota y el tramo anterior de unos cuarenta y cinco minutos por la trocha de la ladera se nos hace mas llevadero parando ahora a charlar sin miedo a espantar la caza nos lo trajinamos en 1 hora y 20 minutos. La vuelta es feliz, con la sensación del trabajo realizado, de haber aprovechado la oportunidad que nos ha brindado hoy la montaña que no siempre es así, situación que se nos ofrecían y a la que hemos demostrado saber estar a la altura y técnicamente preparados y lo mas importante de todo, con el hondo y vital pensamiento de querer regresar mañana, pasado, en la próxima berrea, de no querer abandonar jamás este cautivador e hipnótico monte.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Gracias a Dios podemos llegar al vehículo y ver ante la atenta y presta mirada de los amigos que dejaron entonces las boñigas de la suerte y que por ahora nos está respetando.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Emprendemos la bajada a Cervera pero cuando estamos bajando y a medio camino, por la emisora, un celador nos advierte de haber localizado un ciervo con problema en la vista, ciego de un ojo y con el otro bastante tocado por la falta de vitamina B1, desgraciadamente el venado tuerto es pasto fácil de los lobos debiendo de tomar la guardería la decisión de gestionar su retirada. Se nos abre y se nos ofrece entonces la posibilidad de abatir un ciervo medallable cómo selectivo, lo que implica que en este caso el precio de un ciervo similar con un coste de 4.000 euros podamos abatirlo por 10 veces menos de su valor, unos 300 euros No lo dudo y emprendemos ruta hacia el cuartel de Valles en Resoba en dos coches. No ya solo la oportunidad crematística sino ya el poder ser colaborador activo, mas aun si cabe y por partida doble, y poder ayudar a la Reserva, al censo y a preservar la salud de la especie y de un espécimen que va a ser pasto de los lobos en quizás unas horas, días o próximas semanas y que apenas se puede mover por el monte, me motivan más que por atesorar un nuevo trofeo, que a veces y por mi carácter olvidadizo y despreocupado para estas cuestiones materiales a veces pierdo o almaceno en trasteros e incluso regalo.
Ya los andarines de colores pantoneados por Decathlon invaden las zonas "fáciles" y menos agrestes de la reserva presurosos a ver a los ciervos berrear, a esos a los que nosotros, los cazadores, los celadores, a los que que muchos de ellos odian y estigmatizan preservamos y empleamos en muchos casos gran parte de nuestros recursos para conservar y proteger con la finalidad de que ellos y sus hijos, que poco o nada aportan nada a la cadena vital de la fauna y vida salvaje ni a la zona disfruten y puedan perdurar en el tiempo sin ser pasto de la extinción o de la extrema y limitativa protección que da saberse abocado a la posible desaparición. Saben, porque así esta advertido en multitud de sitios y señales, que en una reserva de caza no pueden salirse de las pistas, pero estos siempre hacen caso omiso y como si fueran mantis religiosas siguen ajenos a la realidad de lo que les rodea, solo afanados en darle vida a las extensiones de sus bastones "
pin pun, pin pun, pin pun..." sin un destino fijo más que esa ruta que han podido sacar de internet que todo el mundo les ha dicho que es buenísima y sin pensar en quien preserva ese rincón de España donde tan bien lo pasan.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]El celador ante un grupo de tres especímenes de andadores de fin de semana les chista
"un día vamos a tener un disgusto, inconscientes, que esto es una reserva donde se caza..." Estos, ajenos nos miran con cara mezcla de sorpresa, miedo y desconfianza y siguen en su empeño diciendo en bajo "
esto es de todos, asesinos,....mira la escopeta que llevan Jose Luis, Dios mío". ¿quizás es porque estamos cazando en una reserva de caza? Pelillos a la mar y a intentar convivir todos en paz desde el respeto mutuo.
Tras unos 20 minutos por pistas en el coche llegamos al lugar donde había sido localizado el venado enfermo. Estaba desorientado en un brezal a 340 metros de distancia, un poco más alto que donde nos encontrábamos nosotros y en una ladera opuesta, tan solo se le veía la cabeza, la cuerna y parte de los cuartos traseros, en concreto el jamón izquierdo. Lo valoramos con el catalejo y pudimos ver que efectivamente tenía un ojo completamente blanco e inservible y el otro muy cerrado apenas también inútil, no es que fuera tuerto, es que estaba casi ciego. Ese venado no iba a durar mucho en el monte y el grado avanzado de esa enfermedad ocular degenerativa, que no aparece del día a la mañana, nos sorprendió a todos pues estupefactos no podíamos imaginar como este imponente animal había aguantado tanto tiempo en el monte. Poco después pudimos advertir que a apenas 50 metros había multitud de huellas recientes de una manada de lobos, de menos de 24 horas y que nos dijo un celador que quizás podía tratarse de un grupo de 5 o 6 individuos, que además viene al caso se movilizan para cazar. ¡Qué listos y duros son estos animales, no dejan nunca de sorprenderme! Hace dos años un guarda veterano de la soriana Reserva de Urbión me contaba que vio a un venado herido perseguido por unos perros atravesar un arroyo, tumbarse entero en él y bañarse y limpiar la herida en su cauce para luego desandar y volver por el camino que había venido tras embadurnarse la herida en el barro de su ribera para no sangrar más y cortar el rastro. Increíble, no podemos menospreciar a estos animales sino alabarles y respetarles.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Tras las oportunas valoraciones y después de obtener la luz verde de los celadores fuimos adelante. En este caso apoyé el bípode spartan de mi rifle en el capó del Defender del otro celador, no era lo más adecuado ni lo más cómodo, ya que a mi me gusta tirar tumbado con los codos bien asentados, pero también hay que hacerse a la idea de tirar de pie como en este caso. El tiro, a 350 metros y en pendiente, del que no vimos su impacto en un primer momento, está mal que yo lo diga pero fue extraordinario, un poco a la izquierda del codillo y a la izquierda. Tiro sin torreta y haciendo corrección a ojo. Si vimos que el animal lo acusó al arriñonarse y anduvo apenas 10 metros en el brezal. Le tiré de nuevo sin saber si le habíamos dado, (mas tarde pudimos ver que encajó ambos disparo). El venado ya se encamó, no se movía y solo le veíamos de lejos las palmas de las cuernas, lo que nos espoleó a ir a buscarle.
Entramos por el monte en vertical, lo que como os podréis imaginar hacía bastante difícil andar por esos brezales y piornales y sobre todo nos tenía tensos en extremo ante la posibilidad de que un macho adulto al que le íbamos restando distancia y haciendo ruido, como no podía ser de otra manera y sabía así donde estábamos en cada momento, se nos echase encima ladera abajo. No se si habéis tenido oportunidad de vivir una experiencia parecida alguna vez pero lejos de vivir algo parecido es una sensación muy intensa. en el pasado y hace ya muchos años se me pareció un gran cochino macho en una traviesa a seis metros en una montería en Ciudad Real y tuve que atizarle con un 30.06 entre los ojos viniendo a caer con suerte muerto a mis pies. Situación de reacción rápida y no deseada que te eriza los pelos, y en la que tu capacidad de reacción es muy pequeña y si bien tu cabeza te dice, "ponte a salvo", es preciso mantener la frialdad aun a a pesar de oír como el monte se rompe con extrema dureza y tensión y apuntar a la cabeza del animal para poner fin a todo de un solo disparo. Al final mi experiencia ante el miedo y la sorpresa es que tu corazón y tu instinto te llevan a aguantar y disparar, algo que hubiese dudado en aquel momento poder hacer si no me hubiese visto puesto a prueba.
Nos fuimos acercando 20 metros, 10, 5 y solo veíamos la cuerna y oíamos su respiración. La adrenalina de las tres personas que estamos estrechando el cerco al venado se podía mascar. No podíamos rematarle sino era con un tiro al bulto a través del brezal con resultado totalmente incierto e incluso peligroso y del todo inseguro, algo que descartamos. A los dos metros de distancia pudimos verle de espaldas a nosotros.
En nuestro caso el animal no se llegó a levantar del encame, pero tuvimos que encajarle nada menos que dos disparos más en parado en el lomo alto, la única zona visible, pues hacía el amago de arrancarse con ímpetu hacia nosotros en defensa de su vida. ¡Qué soberbia capacidad de resistencia, qué pundonor, qué ganas de supervivir y qué lucha hasta el final demostró el imponente animal!
El resultado del imponente macho el que podéis observar.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Recogida del trofeo, pertinente precinto y puntuación. Dos maravillosos venados, dos magníficos como desiguales lances. Con dos preciosas entradas a ambos y tras nueve intensas horas en el monte, nada más subirnos al coche se puso a llover y ya no dejó de hacerlo en toda la jornada del sábado y el domingo siguiente. ¡Qué suerte la mía, bendita boñiga que me anticipaba la estupenda fortuna del día y de un fantástico fin de semana de caza sin mácula! (
*Bueno solo dos pullas, los inconscientes andarines-zombies de colores con sus ridículos bastoncitos campando a sus anchas en una reserva de caza me enervaron un poco, todo hay que decirlo y otra queja al personal y a la doctrina de Paradores de Turismo que le han dado la espalda a la caza ya definitivamente a pesar de vivir de ella y de estar ubicados varios de ellos en reservas de caza, además de haber nacido con ese espíritu de ayuda y refugio cinegético, una verdadera pena.)
Bajamos a Cervera y la comida fue colosal y fabulosa, nos supo a gloria. Magnífica esta acogedora y hospitalaria villa corazón de la Castilla vieja y señera de este histórico territorio sin el que sería imposible concebir este gran país en el que vivimos. Hijos que somos de de cada rincón que pisamos y de cada paisaje que absortos admiramos de nuestra tierra madre. Palencia eterna
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Ya de vuelta a tomar a nuestra hospedería, la tarde se puso muy muy fea, la niebla cubrió las cotas bajas, con vientos extremadamente fuertes y mucha agua que hacían incluso imposible estar a la intemperie. ¡Qué suerte!
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Ya en casa el domingo me afano en soñar y en pensar en la montaña, en los dos imponentes ciervos a los que tanto respeto les profeso y en su apreciado fruto que trataré en las próximas semanas cuando ya entre bien el otoño con el máximo cuidado y esmero. No me puedo quitar de la cabeza cada momento de ambos lances que me llevaré a la tumba. Pienso ya en mi próxima cita con el rebeco balcánico en Bulgaria y el urogallo.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Espero no haberos aburrido con la historia que humildemente queda para los anales y gracias por vuestra inestimable paciencia.
Me gustaría finalmente y como colofón, citar a colación unos preciosos versos de un cazador como nosotros, amante de la montaña palentina y predecesor mío en un similar rececho en Ventanilla, Angel Luis Casado Molina y que viene mucho al caso. Grandes versos que con el permiso de su autor hago del todo míos.
La berrea, un verso libreAnónimas voces en la oscuridad braman,
delatadas quedan, bajo la luz de la luna.
Por culpa de un harén las cuernas resuenan,
han de reunir hembras o al menos, alguna.
Empujones y berridos, polvos que el aire espesan,
vencedores y vencidos hay porque así es la lucha
Mieles del triunfo que el victorioso ya agrupa,
al perdedor que huye, derrotado ¿quién escucha?
Vigilante el venado siempre debiera estar,
cualquier otro. robarles las hembras intentará.
Sin tregua ni descanso ¡ni a comer! puede parar.
Berrea es el celo que exhausto lo ha de dejar.
El tiempo camina, la mañana despierta con frío.
Finales de septiembre, por días, enmudece la tierra.
Cesan los desafíos las peleas, ardores y amoríos,
las hembras ya cubierta, el ciclo..., que se cierra.
Se retiran los machos , por el bosque ya perdidos,
a recuperar energías antes que asome el invierno.
La especie aseguró su futuro, la calma ha regresado.
¡Vibraron las montañas con los berridos del venado!
El rifle apaga la ronca voz que el venado extendió
por pedrizas y cuerdas, hasta el cielo, dicen, llegó.
Es esfuerzo premia que el sueño (un montero) abrace.
Sobre la tierra mojada un catorce puntas..., yace.
Desde el silencio que abrazó la tarde, a poniente la cara arde.
En la soledad de una noche que vino a oscurecer al día,
el frio empujaba y la fatiga era grande, se nos hizo tarde.
Solo pensaba en ¡volver! y, en cada paso, lo escribía.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]¡Viva Palencia eterna, viva Fuentes Carrionas y viva la caza!