buhogris » Jue Dic 23, 2010 3:22 pm
CUENTO DE NAVIDAD
El dia de Nochebuena había llegado.
Hacia años que Luis,había perdido a sus padres en un fatídico accidente de trafico.Sus parientes mas cercanos,vivian en la capital,desde hacia años,adonde marcharon por cuestiones de trabajo.Siendo Luis soltero,la llegada de las navidades,se dejaba caer sobre su estado de animo,como una pesada losa.
Eran los días del año que mas le afectaba su,mas que asumida,soledad.Debido a ello,había tomado la decisión de hacerle un aguardo,esa misma noche,al propietario de una huella descomunal que,casualmente,había descubierto en una de sus salidas tras las patirrojas,en los alrededores de una baña muy tomada.De este modo,evitaría la sobredosis de ñoñerías y el “mas de lo mismo”,con la que la televisión nos bonbardea cada año por estas fechas y que tanto hastio le provocaban.
Al caer ese año la Nochebuena en sábado,Luis disponía de todo el dia,para preparar todos sus bartulos para el aguardo,sin los cuales se sentía desnudo en el campo.
Como si de una ceremonia se tratase,Luis fue guardando en su mochila sus prismaticos,una ligera manta de tejido polar que utilizaba para preservar del frio,la parte de su cuerpo a la que mas le afectaba,sus rodillas.Con esta manta también tapaba el visor de su rifle,evitando asi que el relente empañara su óptica.
No podía faltar en su mochila,una vieja botella de una conocida bebida isotónica,que Luis había forrado con una tela oscura,para evitar ruidos y brillos delatores.Luis la utilizaba para orinar en su interior,sin dejar sus efluvios en los alrededores de su postura.
Añadio a todo esto,un pequeño cuchillo,la linterna,tres cartuchos y la documentación.
Paso el dia nervioso,deseando que llegara la tarde,ansioso por dejar la casa y marchar a su lugar preferido,el monte.
Por fin llego el momento y comenzó a vestirse para el aguardo.
Hacia días que el frio se dejaba notar a base de bien.”Ola de frio lo llaman ahora.Esto de toda la vida se ha llamado invierno”,decía Luis siempre que hablaba de ello con los amigos.Por si fuese poco,las previsiones meteorológicas anunciaban nevadas,incluso en cotas muy bajas.
Sobre una capa de ropa interior térmica,Luis se enfundo un mono especial para esperas,que ayudaba eficazmente a mantener la temperatura corporal.Aunque dicha prenda,se publicitaba como absolutamente silenciosa,en realidad no era asi,por lo que añadió una ligera chaqueta de forro polar,para amortiguar el ruido y aislarse,todavía mas,del frio de la noche invernal.Completo la vestimenta,con dos pares de calcetines,unos transpirables y otros de calida lana gruesa,bajo sus queridas botas que tan buen resultado le habían dado.Añadio en el ultimo momento,dos pares de guantes y un calido gorro,del mismo estilo que esos que usan en los países de la Europa del Este.
Cargo la mochila,su rifle y su silla de esperas en el coche y salió del pueblo,conduciendo para adentrarse en lo mas profundo de la sierra.
Por fin llego a las cercanías de la baña,donde dejo el coche.El viento estaba totalmente en calma,pero el cielo totalmente cubierto,no presagiaba nada bueno.La decisión estaba tomada y Luis,se encamino hacia la baña.
La baña estaba en el fondo de un barranco,cubierto casi en su totalidad,por grandes zarzales y coscojas,a través de los cuales accedían los cochinos a la baña,descubriéndose solo para bañarse.
Luis tomo posición a media altura de uno de los lados del barranco,desplegando su silla tras unos romeros,bajo una gran coscoja que disimulaba perfectamente su silueta.
Todavia era de dia y Luis pudo disfrutar del lubrican,con el relevo de la fauna diurna por la de habitos nocturnos.De esta manera,disfruto de los jugueteos de los conejos y del vuelo de las estridentes mirlas disputándose el dormidero y también pudo contemplar a maese raposo,al comienzo de su campeo nocturno y a la esquiva gineta,encaramarse por las ramas de un viejo algarrobo.
La noche llego rápidamente y con ella,comenzó a caer un aguanieve apenas perceptible.La Luna,a la espalda de Luis,se encontraba en cuarto creciente y con el cielo cubierto,reflejaba una extraña luz blanquecina,que iluminaba la baña arrancando de ella reflejos de plata.
A no mucha distancia,dos pequeñas luces,iluminaban lo que debía de ser alguna casa de campo.Nada mas destacaba en la sierra desde el puesto de Luis.
A medida que la noche avanzaba,el aguanieve se fue transformando en pequeños copos de nieve.Habia sido un acierto abrigarse bien habida cuenta,que las previsiones se estaban cumpliendo.
“Esto si que es una Nochebuena atípica”,pensaba Luis.”Mientras todo el mundo esta con su familia en su casa,calentito y atiborrándose de asado,gambas,turron y cava,yo aquí como un capullo,solo en el monte,aguantando una nevada y,seguramente,para nada.Lo que nos llevan a hacer los jodidos cochinos”.
De pronto,los chillidos de una mirla,devolvieron a Luis a la realidad y le obligaron a prestar toda su atención.
No tardo en percatarse de la entrada de una piara a la baña.A través de sus prismaticos,Luis pudo observar,que en la piara habían dos ejemplares de buen tamaño,dos mas de un tamaño medio y cinco bermejos peleándose continuamente entre ellos.Mientras los dos medianos se bañaban tranquilamente,los dos bultos mas grandes,permanecían alerta y ante cualquier insinuación suya,los bermejos se arremolinaban a su alrededor,pasando del bullicio al silencio mas absoluto.Sin duda eran las matriarcas del grupo.
Tras el baño,frotaban frenéticamente sus cuerpos,contra el tronco de un joven pino que había junto a la charca.Luis disfrutaba tranquilamente del espectáculo,mientras la nieve caia lentamente,cada vez mas abundante,cubriéndolo todo con su blanquecino manto.Era una visión a la que Luis no estaba acostumbrado,por lo inusual de que nevara por esas latitudes.
Un ronquido sordo,puso en alerta a la totalidad de la piara que,ante la aparición en la baña de un nuevo ejemplar de mayor tamaño,emprendió una rápida huida del lugar siguiendo a su líder.
Luis paso rápidamente,de la relajación al nerviosismo,mientras observaba al nuevo visitante.Efectivamente,este si era un macho,pero a pesar de su buen tamaño,no parecía el propietario de las pezuñas que Luis había encontrado marcadas en la baña.La nieve,que ya cubria la totalidad de los alrededores,hacia resaltar el bulto del cochino.Unas pisadas comenzaron a sonar,haciendo crujir la nieve,cuando un inmenso bulto negro,salió de los tuneles de las zarzas para aproximarse a la baña.
Cuando el nuevo bañista,llego a la altura del que ocupaba la baña,le basto un golpe de su jeta y un gruñido para expulsar a su adversario,sin ninguna respuesta por parte de este mas que un bufido.
Ahora Luis,estaba tan convencido que era este el ejemplar que esperaba,que ya lo estaba observando a través de su visor.A pesar de que el nerviosismo iba en aumento,Luis tuvo el temple suficiente,para dejar que el cochino acabase su baño y comenzara a frotarse contra el tronco del pino.
Luis aprovecho una pausa en el rascado,para colocar la cruz de su visor tras la paletilla,y con una leve presión del disparador,rompió el silencio de la noche dejando el oscuro bulto pataleando brevemente en el suelo.
Cuando,a los pocos segundos,el bulto quedo inmóvil,Luis trato de calmarse y se acerco hasta el.No podía creer lo que sus ojos veian.Sin duda,había abatido el cochino de su vida.Unos colmillos espectaculares,sobresalían de sus trompas y,a tenor del tamaño del cuerpo debía de pasar con creces,el centenar de kilos.
La nieve caia en abundancia mientras Luis,eufórico como nunca,se dirigía hacia su coche,en el que se introdujo tras sacudirse la nieve que cubria su ropa.La euforia de Luis,se torno en preocupación cuando giro la llave de contacto sin ninguna respuesta del motor.Fueron innumerables los intentos de Luis por arrancar el coche,pero fueron inútiles.La batería había rendido su vida en el momento mas inoportuno.
Por un momento,Luis pensó pasar la noche en el interior del vehiculo,pero el gélido ambiente,pronto le hizo cambiar de idea.Decidio buscar un lugar con cobertura para su teléfono móvil y pedir ayuda.Salio del vehiculo y se puso a andar sin rumbo fijo,hasta que se dio cuenta que se dirigía en dirección a las únicas luces que rompían la monotonía de la oscuridad de la sierra.Decidio acercarse hasta allí en busca de ayuda.
En medio de la nevada,Luis llego hasta la fachada de una modesta casilla,con dos desnudas bombillas en el porche,que alumbraban tenuemente la entrada a la casa.De la parte de atrás de la casa,procedía el rumor de un generador que proveía de electricidad a la casa.
Luis se acerco a la única de las ventanas de la casa tras la que se veía luz,y golpeo suavemente los cristales.Tras apartar una cortina,apareció la cara de un hombre desconcertado por la sorpresa de la visita,como dudando de lo que veía.El hombre se tomo su tiempo en abrir la puerta,como dudando si hacerlo o no.Al final,con un sonoro chirriar de las oxidadas bisagras,la puerta se entreabrió y la cabeza del hombre asomo por el somero hueco.
Luis,adivinando el lógico temor del hombre,explico el motivo de su presencia en aquel apartado lugar hasta que pareció convencerle de su ausencia de mala intención,momento en que este,le invito a pasar al interior.
Cuando Luis entro en la casa,vio agachada,frente a la chimenea a una mujer,echando leña al hogar,que habiendo escuchado toda la conversación le dijo “Acerquese uste a la lumbre,que con este tiempo tie questar uste congelao”.
Una risita desde otra habitación de la casa,hizo que Luis girase la cabeza en esa dirección y descubriera asomandose,las caritas de tres niños riendo tímidamente mientras le miraban de arriba abajo.No era de extrañar.La visión de ver llegar e su casa,saliendo de la oscuridad,a un hombre cubierto de nieve y enfundado en prendas desconocidas para ellos,era lo minimo que podía provocar.
El hombre,tendio una bota de vino a Luis que le dio un buen trago y le dijo “pero hombre ¿Cómo se l’ocurre a uste,en una noche tan señala y con este tiempo t’an jodio,d’irse d’espera a los cochinos?.Tendra uste a toa la familia preocupa y esperándole pa cenar”.
Luis,se quito el gorro y presentándose,le explico a Manolo,que asi se llamaba el hombre,sus circunstancias familiares.Mientras,Juana la mujer,trasteaba en el fogón,mientras escuchaba las explicaciones que Luis daba a su marido.Le explico que,en un intento por no recordar su soledad,se había aventurado en una noche como aquella,a hacer lo que mas le gustaba en la vida,cazar un buen cochino a la espera.
Puestos a sincerarse,Manolo le comento que debido a la crisis,había perdido su trabajo como albañil y,al no poder hacer frente a los pagos del préstamo,el banco había enbargado el piso que llevaban pagando desde que se casaron y en el que,hasta entonces habían vivido con sus dos niños y su niña.Al verse en la calle y sin ningún familiar que pudiese acogerlos,optaron por ocupar esta antigua casa abandonada hasta entonces.”Con unos cuantos remiendos la he dejao avia pa que los críos tengan un techo ande vivir hasta que pase la crisi”,dijo Manolo.
“La crisis es un invento de los ricos,para hacerse con lo poco que tienen los pobres,para asi alimentar su insaciable avaricia”.”Fijese que las consecuencias de la crisis,siempre las pagamos los mas desfavorecidos,con impuestos y recortes”,contesto Luis visiblemente enfadado.
“Eso mesmo le digo yo a la Juana”sentencio Manolo,dando un trago de vino de la bota y pasándola a Luis para que hiciese lo propio.
Juana comenzó a poner platos y cubiertos en la mesa al tiempo que decía “Ea,pos yas’ta decidio.Esta noche cena uste con nosotros.Que no es noche p’andar solo en el monte y menos con este frio.Questa noche nace el niño Jesus y hay que celebrarlo en compañía”.Luis trato de rechazar la amable invitación,viendo la penosa situación en la que se encontraba aquella familia,pero ante la insistencia de Juana y de Manolo,no le quedo otro remedio que aceptar la invitación,con gran alegría por parte de los niños,que habían perdido la timidez inicial y escuchaban con atención la conversación de Luis y su padre.
La cena,aunque humilde y sencilla,le supo a Luis a gloria bendita.Un buen plato de lentejas le entono el cuerpo y un huevo frito con chorizo,acompañado de unas patatas a lo pobre,le dajaron completamente satisfecho.Al terminar la cena,Manolo saco una botella de anis,con la que brindaron los tres adultos y se desearon feliz navidad.Los niños,imitando a los mayores hicieron lo mismo con sus vasos de agua y sin parar de reir.
Mientras tomaban café,Manolo y Juana contaron a Luis como hace años,tuvieron que dejar su pueblo natal,para trabajar en la construcción,que por aquellas tierras daba trabajo a muchas familias hasta la llegada de la crisis.
Mas tarde,sentados alrededor de la chimenea,Luis relato a los niños,todo lo acontecido durante la espera.sin olvidar el mas minimo detalle.Los niños escucharon con toda su atención el relato,con los ojos abiertos como platos.Parecia que estaban escuchando la mayor aventura que pudiesen imaginar.
En ese momento,Luis recordó cuando,de niño,su padre le leia un cuento antes de dormir.No pudo evitar que una lagrima se deslizase por su mejilla que rápidamente,trato de disimular restregándose los ojos y haciendo ver que le había entrado el humo en ellos.
Al verse rodeado de aquella familia que,siendo un extraño,le había ofrecido lo poco que tenia,se reconforto.Que distinta estaba siendo esa Nochebuena,después de tantos años odiando la Navidad,privado del cariño de sus padres.Otra lagrima se deslizo por su mejilla y rápidamente,repitió su acción anterior para disimularla.
En el transcurso de la noche,el tiempo había ido empeorando,por lo que Manolo sentencio “Ea,uste pasa la noche aquí y mañana,con el tractor,sacamos el cochino del barranco y l’acerco al pueblo a por el mecanico”.Luis se encontraba tan agusto entre aquella buena familia,que no se atrevió a rechistar.Paso la noche en un viejo sillón junto al fuego.Al alba,Juana preparo café y Manolo arranco un viejo tractor que escondia en la parte de atrás de la casa.Los dos hombres recorrieron el blanco trayecto hasta donde se encontraba el cuerpo del cochino y lo cargaron en el tractor y lo llevaron hasta la casa,donde lo aviaron colgándolo de una viga del porche.Luis,tuvo que insistir para que la abundante carne,quedara en la casa para el consumo de la familia.Manolo agradeció el gesto y acepto.Seguidamente,tras despedirse de Juana y de los niños,se acercaron hasta el pueblo en busca del mecanico.Manolo y Luis se despidieron y el tractor volvió camino de la sierra.
Luis localizo al mecanico,que cogió una batería de su taller y,antes de abandonar el pueblo para dirigirse al lugar de la averia,le hizo parar en el supermercado de un amigo suyo.Al cabo de un rato,Luis salió del supermercado, con varias cajas envueltas con papel de regalo,que introdujo en la furgoneta del mecanico.Llegaron hasta el vehiculo averiado y,tan pronto como el mecanico,sustituyo la batería,el motor del coche cobro vida como si nada hubiera pasado.Pasaron las cajas de un vehiculo al otro y el mecanico regreso al pueblo mientras que Luis,se dirigió hacia la casilla donde había pasado la noche.
La llegada de Luis sorprendió a la familia,que no esperaba verlo de nuevo,al menos ese dia.Salieron todos de la casa y Luis comenzó a sacar del maletero del coche las cajas que fue entregando,primero a los niños y por ultimo a Juana.La cara de los niños se ilumino al ver que sus cajas,contenían todo tipo de chucherías,que agradecieron a Luis con un beso.
Luis pidió a Juana que abriese la suya que era de mayor tamaño.Juana no pudo disimular su alegría al abrirla y comprobar que contenía todo tipo de productos de alimentación,incluidos dulces y turrrones,un buen surtido de fiambres,varias botellas de licor y hasta un jamon.
Luis y Manolo se fundieron en un sincero abrazo y se desearon felices fiestas nuevamente.Luis cargo la cabeza del cochino en el coche y se alejo,saludando con la mano mientras se alejaba,contento por haber conocido a aquella familia y por haber abatido aquel cochino que le hicieron pasar,una Nochebuena inolvidable.
FELICES FIESTAS
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LA CHIMENEA
Tema: CUENTO DE NAVIDAD 
Sáb 24 Dic 2011, 20:15
