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| El último sueño de Juan Belmonte | |
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F.J.L.M. EXPULSADO
Mensajes : 1167 Fecha de inscripción : 22/03/2011 Edad : 39
| Tema: El último sueño de Juan Belmonte Lun 09 Abr 2012, 12:36 | |
| El último sueño de Juan BelmonteCarlos V del toreoSi hay un torero del que todo no está dicho ni escrito, ése es Juan Belmonte. Muy pocos discuten que aquel hijo del quincallero, nacido en el número 72 de la calle de la Feria, sea considerado hoy día como uno de los principales arquitectos del toreo moderno. De aquellas noches furtivas toreando bajo la luna llena en cerrados y ganaderías, el joven diestro aprendería el oficio del arte de Cúchares con un concepto hasta entonces desconocido. Del torero y sacristán de la Iglesia de Santa Ana, Antonio Montes, heredaría esa idea fundamental consistente en darle una mayor importancia al mando de los brazos para alcanzar así una mayor quietud. De esta manera, ese toreo 'imposible' de 'El Pasmo de Triana' se basaba en un concepto revolucionario: ocupar los terrenos que pertenecían al toro. De ahí la conocida y célebre frase de Guerrita: “Quien quiera verlo, que se dé prisa…”. Al cruzarse al pitón contrario y tener una mayor cercanía a la hora de citar, variaba la dirección de la embestida del toro, y se reducía la velocidad. Como en los tres tercios en los que se divide la lidia, tres son las partes que forman la sublime trilogía de su personalísima tauromaquia: “Parar, templar y mandar”, siendo necesario para ello el “citar, cargar la suerte y rematarla”, introduciendo una nueva estética al adelantar la pierna, sacar el pecho y hundir el mentón. A partir de entonces, todo toreo de corte artista irá acompañado de estas tres últimas componentes. Toreo absolutamente revolucionario para la época, el cual, en muy pocos años, acabaría convirtiéndose en clásico. Si Joselito “El Gallo” eleva el toreo a ciencia, Juan Belmonte lo elevará hasta darle la categoría de arte. Aconseja olvidarse de cuerpo para torear bien, y con aquellos aires nuevos, va asentando las bases del toreo moderno. Torero de mandíbula regia, Carlos V de la tauromaquia, Belmonte es el creador de una escuela cuya influencia pervive en gran parte de los espadas actuales. El descubrimiento del pitón contrario, el sometimiento y aguante a las reses, y la innovación estética, constituyen tres de las aportaciones más importantes de un diestro que tuvo –también- tres etapas bien diferenciadas a lo largo de su carrera: heroica, de plenitud y de serenidad. Cuentan que “El Terremoto”, como también era conocido, tenía un magnetismo especial dentro y fuera de la plaza, de tal forma que llegaba incluso a adivinar cuál iba a ser el comportamiento de un astado nada más salir de los chiqueros. No fue, como se ha podido afirmar, un torero que necesitara su toro para expresar lo que le nacía del alma. Más bien, como decía Corrochano, Belmonte necesitaba su hora, es decir, ese instante en el que dejaba plasmada su inspiración fuera cual fueran las condiciones de los toros. Sus grandes faenas, sus gestos memorables, solían llegar en sus últimos toros, cuando la tarde caía vencida por las sombras. Los duendes lo visitaban en ese momento en el que nos hacía ver la verdad trágica de su toreo eterno. El trianero, aquel tímido niño que quiso hacerse cazador de leones, el joven novillero que llevaba en el esportón de torear libros de Chesterton y D´Annunzio, siempre vivió rodeado de una pléyade de intelectuales: Pérez de Ayala, Julio Camba, Zuloaga, el escultor Sebastián Miranda o el escritor Valle-Inclán. Después de su retirada, compaginando sus negocios y ratos a caballo en alguna de sus fincas, sería un asiduo habitual de la tertulia de “Los Corales”, junto con su inseparable amigo Rafael “El Gallo”. Aquel 8 de Abril del 62Es domingo. 8 de abril de 1962. Juan Belmonte viaja desde Sevilla a su cortijo de Gómez Cardeña en su Ford negro, conducido por su chófer particular. Le acompañan las dos señoras encargadas del servicio doméstico, Asunción y Dolores. Dentro de breves días, concretamente el 19 de abril, su Cristo del Cachorro saldrá del corazón de Triana para expirar por las calles de Sevilla. Guarda su papeleta de sitio en su cartera de piel. Hace buen día, y Belmonte decide acosar unos becerros en compañía de Diego Mateo, el conocedor. A lomos de su jaca “Maravilla”, pasa varias horas galopando y derribando. Se baja. Atraviesa el patio. Cuando llega a la casa, se siente más cansado de lo habitual. Se quita los zahones y la chaquetilla. Lee la prensa del día. Tras pedirle a Asunción que le sirviera un whisky, ordena a las personas del servicio que se retiren. No quiere que nadie le interrumpa ni moleste. Se enciende un puro, mientras lidia, por última vez, al toro de la soledad y de la vejez. Guadalquivires de tristeza van recorriendo su alma al sobrevenirle el recuerdo de los días postreros de íntimo amigo Rafael “El Gallo”, víctima de una demencia senil. “A mi no me veréis nunca así”, llegó a afirmar tras contemplar en la cama el estado en el que se encontraba el Divino Calvo. Su marcada personalidad, a veces, obsesiva, le trae a su mente aquel reciente golpe de tos en el que escupió sangre, cuando pensó que podía tratarse de un asunto grave de salud, a pesar de que su hermano Rafael y el doctor Mozo le dijeron que no tenía importancia. Sentado en una butaca de flores estampadas, con una bata marrón por encima, contempla en el salón, junto a la antigua espingarda, aquel retrato de Zuloaga donde el trianero aparece en su máximo apogeo. En aquel momento, se acordaría de su eterno amigo, rival y compañero, José Gómez Ortega. Entonces, sentiría celos de la muerte de José en Talavera. “¿Por qué José, y no yo?”, se preguntaría, como tantas otras veces. Desde aquel día, Belmonte diría que Gallito “le había ganado la partida”. Llega el ocaso, y el pitón astifino del lubricán, derrota con rabia por los campos ganaderos de Utrera. Había llegado de nuevo su hora. Esta vez, su hora definitiva. No podía resistir más. En ese instante, con el drama interior que le acompañó por tantas plazas, soñaría reencontrarse con Joselito y volver a torear juntos en el ruedo de la gloria. Todo ocurre muy deprisa. Como Larra o Marilyn, “El Pasmo” se convierte en mito y leyenda, y la noticia de su fallecimiento comienza a circular por todos los confines del planeta. Belmonte, aquel que tantas veces jugó con la muerte, el inmortal, es, a partir de entonces, historia y memoria del toreo y la cultura. Su vida es comparada en diarios norteamericanos con la de Rodolfo Valentino, Gary Cooper o Búfalo Hill. En una oscura esquina de Triana, llega hasta el río la voz quebrada y rota de un cante por soleá: Más allá del horizonte se citaba con el tiempo el sueño de Juan Belmonte. Rafael Peralta Revuelta, escritor y Miembro de la Comisión del Cincuentenario de Juan Belmonte.Fuente y/o medio: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Mundotoro.comAutor: Rafael Peralta Revuelta Fecha: 8-4-12 | |
| | | Holland Vieja Gloria
Mensajes : 2126 Fecha de inscripción : 25/10/2011
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Lun 09 Abr 2012, 17:19 | |
| - F.J.L.M. escribió:
- El último sueño de Juan Belmonte
Carlos V del toreo
Al cruzarse al pitón contrario y tener una mayor cercanía a la hora de citar, variaba la dirección de la embestida del toro, y se reducía la velocidad.
Rafael Peralta Revuelta, escritor y Miembro de la Comisión del Cincuentenario de Juan Belmonte.
Fuente y/o medio: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Mundotoro.com Autor: Rafael Peralta Revuelta Fecha: 8-4-12
Y de paso también se reduce el riesgo para el torero y la largura y hondura del muletazo. | |
| | | F.J.L.M. EXPULSADO
Mensajes : 1167 Fecha de inscripción : 22/03/2011 Edad : 39
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Lun 09 Abr 2012, 19:34 | |
| No entiendo yo muy bien eso... Prefiero esa obligación para mandar, que pasarse el toro a dos metros acompañando la embestida | |
| | | Holland Vieja Gloria
Mensajes : 2126 Fecha de inscripción : 25/10/2011
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Mar 10 Abr 2012, 01:08 | |
| No es lo mismo torear cruzándose, que torear cruzándose al pintón contrario, parece igual pero no lo es, hay una enorme diferencia, y tampoco es un juego de palabras.
En el primer caso estamos hablando del toreo más puro y clásico que existe, del toreo "fetén"; el torero dá el medio pecho al primer pitón, cita con la muleta plana y hace describir al toro un pequeño semicírculo, puede alargar el muletazo tanto como quiera o tanto como le permita la condición del toro. Un pequeño giro y vuelve a quedarse con el pecho frente al primer pitón para el siguiente muletazo.
El segundo caso, cruzarse al pitón contrario, es un recurso técnico para toros mansotes y/o muy parados. Citándoles al pitón contrario lo que hace el torero en realidad es citar únicamente sobre el ojo contrario del toro, ofreciéndole una salidad hacia afuera; los toros mansotes que rehuyen la pelea y que no quieren embestir cuando se les cita así, embisten porque creen que se están yendo. Por todo ello estos muletazos no suelen ser muy largos y normalmente se dan de uno en uno.
Hay mas formas de citar, pero eso es otra historia.
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| | | F.J.L.M. EXPULSADO
Mensajes : 1167 Fecha de inscripción : 22/03/2011 Edad : 39
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Mar 10 Abr 2012, 10:45 | |
| Vale, vale, veo entonces que estamos más de acuerdo de lo que pensaba. Eso si, tiene que quedar claro que no siempre cruzarse al pitón contrario es una ventaja para el torero, puede ser como bien indicas también un recurso. Y es que al final, todo toro tiene su lidia, y ahí uno ha de tirar de sapiencia y experiencia. Por otro lado tengo claro, que lo que no es torear es lo que se ve tanto hoy día, el toro en Las Ventas y el de luces en El Batán. Un saludo tocayo | |
| | | Holland Vieja Gloria
Mensajes : 2126 Fecha de inscripción : 25/10/2011
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Mar 10 Abr 2012, 12:47 | |
| Conocida es la enorme rivalidad entre Gallito (Joselito el Gallo) y Belmonte, sobre todo entre sus acérrimos seguidores. Gallito, sevillano y muy devoto de La Macarena a la que regaló entre otras cosas, las 5 emeraldas que cada año luce en el pecho la imagen en su Estación de Penitencia en la noche de Jueves Santo. Al año siguiente de morir Gallito en Talavera La Macarena y por única vez en su historia, procesionó de luto.
Allá por el 1917 ó 18 estaba anunciado en Sevilla un mano a mano entre Gallito y Belmonte. Por la mañana y depués del sorteo, unos cuantos seguidores de Belmonte se presentaron en La Basílica de La Macarena y le dijeron al Párroco:
"Mire Padre como esta tarde torea Juan en La Maestranza y seguró que triunfará como hace siempre, venimos a pedirle que nos deje el Paso de Palio de la Virgen para sacar a Belmonte en él esta tarde por la Puerta Grande de la Maestranza.
El Párroco muy indignado les echó de allí diciéndoles como se les ocurría tal cosa, que era unos irrevetentes y unos sinvergüenzas; cuando estaban cerca de la puerta y a punto de salir de la Basílica oyeron decir al Párroco:
".... hombre si hubiera sido para José". | |
| | | F.J.L.M. EXPULSADO
Mensajes : 1167 Fecha de inscripción : 22/03/2011 Edad : 39
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Mar 10 Abr 2012, 14:50 | |
| Conozco, conozco dicha rivalidad. Alguna cosa he leído, e incluso algo he visto en alguna película. Lo que no conocía era esa anécdota, que realmente refleja lo que fue aquella rivalidad. Gracias por compartirla | |
| | | nyati Moderador
Mensajes : 816 Fecha de inscripción : 06/04/2011 Edad : 60
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Mar 10 Abr 2012, 19:39 | |
| Grandisimo torero Belmonte. Precursor junto a Manolete de lo que hoy se conoce como el toreo "moderno". Las tres fases del "divino feo" y el toreo erguido de Manuel Rodriguez "Manolete" consiguieron en su epoca ese toreo estetico, muy alejado del trasteo por bajo que hasta entonces se les hacia a las reses de lidia. Bonita cronica...un saludo a todos. | |
| | | F.J.L.M. EXPULSADO
Mensajes : 1167 Fecha de inscripción : 22/03/2011 Edad : 39
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Miér 11 Abr 2012, 19:06 | |
| EL TRIPLE RECUERDO DE BELMONTE Belmonte, Juan Belmonte García, siempre en la memoria como revolucionario del toreo y precursor de la moderna tauromaquia, es el gran recuerdo en este 2012 de nuestros pecados y recortes. Este año, el 14 de abril, se cumplen ciento veinte de su nacimiento, en la sevillana calle Ancha de la Feria, donde su familia tenía una quincallería, si bien, poco después se trasladó con los suyos a Triana, barrio con el que se le asocia ya para siempre. También, el día 8 del mismo mes, se conmemora el cincuentenario de su muerte, un hecho envuelto en su día en misterios y nebulosas pero cometido por su mano, en Gómez Cardeña, su finca sevillana, a punto de cumplir los setenta años de edad y sin que se sepan muy bien los motivos que le llevaron a disparar su Luger contra sí mismo. 2012 es, por último, el año que se celebra el centenario de su eclosión, de su descubrimiento como torero y de su confirmación como la futura gran figura que pronto sería. Valencia, cómo no, fue el escenario en el que se vio al genio, poco menos que desahuciado de su Sevilla natal, donde le tacharon de loco y de "chalao", y en el valenciano coso de Monleón, el 26 de mayo de 1912, después de haber tomado parte en algunas otras funciones, deslumbra al enfrentarse a reses de la viuda de Soler, acompañado, como Vicente Sobrino nos cuenta en su imprescindible Memoria de luces, por Francisco Hernández España y Francisco Veras Barquerito de Córdoba. Vestido de mugre y oro -el dato es de Enrique Amat-, con un traje alquilado y con su desgarbada figura a rastras, Belmonte entusiasma a los valencianos y deja ver que es posible otra manera de torear a la hasta entonces tenida como única, inamovible e intocable. Su concepto le lleva a procurar que sea el toro el que se desplace alrededor del torero y no al revés, como era dogma. Cambia la geometría del toreo y de torear sobre las piernas, apartándose el lidiador ante la embestida del animal, saca los brazos y hace que sea el astado el que vaya por donde quiere el hombre. El cambio es gigantesco y marca un antes y un después. Antes de su aparición, torear consistía básicamente en sortear las acometidas de los toros con más o menos valor y gracia. Pero su extraordinario dominio de los terrenos le permitió ejecutar el toreo de una forma nueva y, sobre todo, distinta, despacio y con una proximidad hasta entonces nunca vista. Puso en práctica los tres tiempos de la lidia: parar, templar y mandar, a lo que más tarde Domingo Ortega agregó cargar la suerte. Desde ese momento el ideal de torear quieto se convirtió en el deseo de todo torero, aunque con el toro de entonces no era siempre posible, por lo que también a partir de su mandato comienza a cambiar el prototipo de toro. "Darse prisa a verlo torear porque el que no lo vea pronto, no lo ve", auguraba El Guerra, pronosticando una pronta desgracia de Belmonte ante lo que para todos era una temeridad. Pero El Califa cordobés se equivocó de parte a parte y no sólo no le mató ningún toro -"para que usted sea una verdadera figura del toreo le falta que le mate un toro", le dijo un día Valle Inclán al trianero, a lo que, resignado, respondió que se haría lo que se pudiese- sino que sobrevivió al tenido como maestro de maestros, Joselito El Gallo, su gran rival y amigo, y acabó convertido en la ineludible referencia del toreo moderno. Hombre culto, amigo de intelectuales y ávido lector de todo cuanto caía en sus manos, no se resignó a las molestias y lacras de la vejez y decidió ser él el quien pusiese el punto final de una historia que sigue maravillando a todo aquel que la conoce. Tres cumpleaños se celebran este año en torno suyo, pero aunque fueran seis, o doce, cada año, cada mes y, lo más importante, cada tarde de corrida, hay que recordar a este campeón de la tauromaquia. Fuente y/o medio: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Burladero.com Autor: Paco Delgado Fecha: 11-4-12 | |
| | | Holland Vieja Gloria
Mensajes : 2126 Fecha de inscripción : 25/10/2011
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Miér 11 Abr 2012, 20:13 | |
| - F.J.L.M. escribió:
- EL TRIPLE RECUERDO DE BELMONTE
. Su concepto le lleva a procurar que sea el toro el que se desplace alrededor del torero y no al revés, como era dogma. Cambia la geometría del toreo y de torear sobre las piernas, apartándose el lidiador ante la embestida del animal, saca los brazos y hace que sea el astado el que vaya por donde quiere el hombre. El cambio es gigantesco y marca un antes y un después.
Antes de su aparición, torear consistía básicamente en sortear las acometidas de los toros con más o menos valor y gracia. Pero su extraordinario dominio de los terrenos le permitió ejecutar el toreo de una forma nueva y, sobre todo, distinta, despacio y con una proximidad hasta entonces nunca vista.
Fuente y/o medio: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Burladero.com Autor: Paco Delgado Fecha: 11-4-12 Cierto. - F.J.L.M. escribió:
- EL TRIPLE RECUERDO DE BELMONTE
.. Desde ese momento el ideal de torear quieto se convirtió en el deseo de todo torero, aunque con el toro de entonces no era siempre posible, por lo que también a partir de su mandato comienza a cambiar el prototipo de toro.
Fuente y/o medio: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Burladero.com Autor: Paco Delgado Fecha: 11-4-12 Pero esto no. No fue Belmonte el primer torero que dejó las zapatillas quietas para torear. Eso fué aportación de Manolete, además de la verticalidad. Y hay docenas de videos que lo demuestran. | |
| | | biloaye Administrador
Mensajes : 4131 Fecha de inscripción : 19/03/2011 Edad : 61
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Miér 11 Abr 2012, 23:15 | |
| Juan Belmonte,oleo de Ignacio Zuloaga[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] | |
| | | Holland Vieja Gloria
Mensajes : 2126 Fecha de inscripción : 25/10/2011
| Tema: Re: El último sueño de Juan Belmonte Jue 12 Abr 2012, 00:21 | |
| Belmonte tuvo un banderillero llamado Joaquín Miranda que después de la guerra ocupó el cargo de Gobernador Civil de la Provincia de Huelva y como tal le tocó presidir un festival benéfico al que asistía Juan Belmonte con un amigo.
Había este señor oído campanas acerca de la biografía del gobernador rehiletero, y viéndolo en el palco presidencial, le preguntó a Belmonte:
.- Don Juan, ¿Es verdad que este señor gobernador que está presidiendo ha sido banderillero suyo? Belmonte le contestó:
.- Sí. Y el otro insistió:
.-Don Juan, ¿y cómo se puede llegar de banderillero de Belmonte a gobernador?. A lo que Juan Belmonte respondió:
.-¿Po… po… po cómo va a sé? De… de… degenerando…».”
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En una ocasión alguién le recriminó a Belmonte: .- ¿Como va a ser buen torero si es incapaz de correr hasta la barrera y si llega el saltarla? A lo que Belmonte contestó: .- Creí que el que tenía que correr era el toro.
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