Los lobos atacan de nuevo en Bejes Las siete ovejas matadas ayer se suman al centenar de animales muertos en lo que va de año 25.04.12 - 00:16 -
PEDRO ÁLVAREZ | BEJES.
Roberto Alles es un joven ganadero de 22 años de la localidad de Bejes, en el municipio de Cillorigo de Liébana, que ayuda en las labores ganaderas a sus padres, Mino Alles y Loli Roiz. En la madrugada de ayer subía al monte a buscar unos corderos para trasladarlos al matadero de Liébana, cuando se encontró con una escena dantesca y que, para su desgracia, se ha repetido muchas veces durante este año: el ataque de los lobos.
«Habíamos dejado las ovejas cerca del pueblo, a unos 500 metros, pasando el puente de La Llambre, y fue ahí cuando me encontré con la primera oveja muerta, a la orilla del camino. Poco después, había otra, y así hasta siete. Todas estaban mordidas por los lobos», relataba con tristeza Roberto, que reconocía que «fue un momento difícil, porque no sabía la suerte que había corrido el resto del rebaño. Bajé al pueblo y llamamos al guarda, que se personó en el lugar para certificar las ovejas muertas, para poder cobrarlas».
Dice que «las ovejas ahora están fuera del terreno del Parque Nacional de Picos de Europa y, por tanto, es la Consejería de Ganadería del Gobierno de Cantabria quien tiene que responder al pago de las ovejas, después de comprobarse que han sido atacadas y dadas muerte por los lobos. En estos momentos, en Cantabria no tenemos problemas para que nos paguen las ovejas muertas, que suele ser al año de certificarse, pero la gran dificultad la tenemos en el Parque Nacional, donde los pagos pueden demorarse por espacio de dos años y medio a tres años. Es mucho tiempo para personas como nosotros que vivimos de la ganadería».
Y ya van más de cien
El joven ganadero, al igual que el resto de su familia y los vecinos del pueblo, se muestra triste cuando recuerda que «en lo que va de año hemos perdido más de cien ovejas, y cabras, además de algún potro, todas las pérdidas producidas por los ataques del lobo, y lo peor de todo es que para certificar los daños, los guardas tienen que ver el animal para comprobar que ha sido atacado por el lobo o comprobar las huellas cerca del lugar de los ataques».
Mino Alles, padre de Roberto, se encontraba en una finca junto a los invernales de Panizales cuidando las ovejas, entre las que se encontraban las mordidas por los lobos. «Esta situación es muy difícil para nosotros. Tenemos la moral por los suelos. Llevamos seis meses de ataques de lobos y como no se pueden matar en el interior del Parque Nacional, nos están diezmando el ganado. Llevamos ya un tiempo viendo dos lobos, un macho grande que debe de ir acompañado por una hembra. De las cien cabezas de ganado menudo que nos han matado desde enero, solamente vamos a poder justificar quince, porque las otras por ser despojos o por no aparecer, no se certifican. Esto es un desastre y no podemos seguir así».
«El lobo o nosotros»
Roberto Alles destaca que «en Bejes hay cuatro ganaderos con grandes rebaños, que suponen alrededor de 1.500 ovejas: Braulio Roiz y Guadalupe Vada; Loli Roiz; mi madre; y Rafael Roiz. Es gente que ve muy mal el futuro. Los piensos están por las nubes, los corderos no se venden y a todo ello hay que unir las grandes bajas producidas por los ataques de los lobos».
En Bejes están los mayores productores de la marca Lechazos de las Montañas de Liébana «y a este paso vamos a tener que cerrar nuestras explotaciones ganaderas. Del ataque de ayer de los lobos, seis corderas eran para la recría, que el año que viene tenían que parir. El dinero que nos pueda dar la Consejería de Ganadería, no compensa de ninguna manera las grandes pérdidas económicas que tenemos».
«A mí me gustaría, como a mi hermano y al resto de gente joven de Bejes, seguir aquí trabajando en lo que más nos gusta y queremos desde niños, pero la situación es crítica. Dan ganas de coger la maleta y largarse. No hay otra opción, o el lobo o los ganaderos», concluye Roberto.
Fuente:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]