Estimados foreros y amigos todos , comienzo mi andadura de Moderador de esta sección de ARMAS CORTAS, dando las gracias a la Administración de este Foro por haber depositado su confianza en mí y que espero no defraudar. Son ya muchos los años que me dediqué al arte de la colaboración en revistas técnicas especializadas pero por una razón u otra acabé desilusionándome , es por ello que el haber conocido a este grupo de gente aficionada sin más y sin ningún ánimo de lucro cuando he empezado a gozar sentado en el ordenador y volviendo a revisar mis archivos . Estoy a disposición de cualquiera que necesite una infomación técnica , sin prisa pero con ganas .
Sirva este “ Post “, ya como Moderador como una forma de agradecimiento a todos los que han confiado en mí , ya que tiene un especial significado , al haber sido el primero que publiqué allá por 1.986 , por supuesto en blanco y negro , ya que así me pagaban menos. Gracias .
LA ERA DORADA DE LOS “HIERROS” VASCOSUna vez, no hace mucho, en la parte de atrás de una armería de Birmingham ví un armario y en sus cajones cientos de pistolas semiautomáticas de bolsillo, todas al precio de cuarenta libras. Rebuscando se podía encontrar una Webley, una Colt, o una Walther pero la mayoría eran casi iguales; armas cuyo único detalle de imaginación residía en su nombre “Gloria”, “Express”, “Bufalo”, “Destroyer”, “Walman”, “Regina”, “Fiel”, “Marte” , “Retolaza”, “Sivispacem”, “Celta”, “Zulaica” o “Ruby” y que los amantes de las armas las recogemos con el apelativo genérico de modelo “Eibar”.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Hoy los tiradores estamos normalmente familiarizados con los productos de las tres últimas fabricas españolas: Astra Unceta y Cía, Llama Gabilondo y Cía, y Star Bonifacio Echevarria, que fueron los únicos a quienes se les permitió continuar la fabricación una vez finalizada la contienda civil en 1.939. Desde los años 20 ellos fueron la élite de los fabricantes, con plantas de producción eficientes sacando productos de buena y excelente calidad para uso del ejército, policía y personal civil. Ellos por lo tanto fueron “La Creme”, el gran pez que pudo sobrevivir a revoluciones, guerra, inflación y por supuesto a los decretos de gobierno que sepultaban a las más pequeñas, unas 75, dedicadas exclusivamente a fabricar pistolas de bolsillo.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]En el lado español de la frontera la fabricación de armas estaba concentrada en las provincias vascas de Bizkaia y Gipuzkoa. Eibar entre 1.890 y 1.939 daba cabida al menos a 62 fabricantes, otro grupo se localizaba en las poblaciones de Zumarraga, Elgoibar, Ermua, Gernika y Durango.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Eibar, perteneciente al partido judicial de Bergara, se encuentra sobre el río Ego, del que obtenía su energía hidroeléctrica. La ciudad ya era conocida en el siglo XVI por la fabricación de armas cortas y en el siglo XVIII por sus cañones de la mas alta calidad, creció como ciudad armera del mismo modo que Lieja o Birmingham, basándose en la confianza de sus artesanos y especialistas que trabajando solos o en pequeñas cooperativas producían pequeñas cantidades de armas terminadas o subconjuntos para que fueran ensambladas por los “fabricantes” mayoritarios. Aunque Eibar estuvo produciendo un cuarto de millón de armas allá por el año 1.909 nunca tuvo el ritmo de Birmingham o Lieja debido en gran parte a la no participación en programas militares de fusiles de retrocarga como sus homónimos belgas e ingleses.
En los primeros años del siglo XX el comercio de armas español mereció el interés entre los demás fabricantes del mundo al adquirir una pésima reputación por infringir patentes y por falsificar no solo marcas registradas en España sino también en el extranjero. La ley de patentes española era un caso complejo con tres categorías diferentes, aunque lo relevante del caso es que hasta 1.923 no hubo prácticamente ninguna protección a las patentes extranjeras; por ejemplo no era ilegal usar la palabra “ Patente “ allí donde no existía y que el tipo de patentes se refería únicamente al registro de la marca comercial.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Aunque se habían estado realizando “Pruebas voluntarias” desde 1.847 en el Banco de Pruebas y su correspondiente punzonado , hasta 1.924 no fue obligatorio cuando una ley creada en 1.915 fue finalmente impuesta y reajustada en 1.929.
Este período de retraso e incertidumbre fue la razón de un mayor distanciamiento entre los fabricantes de armas de buena calidad y sus parientes pobres, los primeros cuyo comercio fue dañado por la solapada reputación armera de España, deseaban la prueba obligatoria que posteriormente someterían a la Convención de Bruselas y así recobrarían el reconocimiento internacional. Los segundos argumentaban que sus márgenes de ganancia eran muy bajos, que los derechos de prueba elevaban sus costos a unos grados inaceptables y que el Banco de Pruebas sería incapaz de manejar tal volumen de armas ( portátiles y de caza ) lo que crearía un atasco económicamente perjudicial.
La industria vasca se interesó seriamente en las pistolas semiautomáticas con la introducción comercial de la Browning F.N. 1900 y sus cartuchos .32 ACP a principios de siglo. Aunque muy copiada en el medio Oriente, la FN 1900 recibió poca o ninguna atención por parte de los armeros vascos, probablemente porque en el momento de su consolidación como un gran éxito comercial, llegaba al mercado la FN 1903 de calibre 9 mm. Browning Largo y su versión reducida Colt .32 de martillo oculto. Estos dos grandes diseños ( FN 1903 ) debidos al padre de los armeros del mundo entero John Moses Browning, junto a la FN Browning 1906 “Baby” despertaron un mayor interés; eran elegantes y modernas con caras planas y curvas discretas, que junto al fácil mecanismo y el empleo del sistema de percutor interno ( Hammerless ), las hacían apetecibles a la moda de llevar encima un ama con el que protegerse de los temores de la época, así como para aquellos que al margen de la ley querían pasar inadvertidos.
Las ventas de pistolas pequeñas eran buenas, la legislación restrictiva no comenzó en Inglaterra hasta la tercera década y en Francia, el mayor mercado entonces, hasta 1.939. En los Estados Unidos con una fuerte demanda debida al pequeño coste, comenzó a decaer en los años 20 con el endurecimiento de las leyes locales, restringiendo según los casos llevar armas ocultas en un intento de frenar la escalada del gangsterismo en la época de la depresión económica.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Los pioneros en la fabricación de armas cortas antes de la primera guerra mundial no rompieron los cánones al copiar Colts o FN pues eran bellas y bien construídas, apreciadas en el exterior aunque su calidad quedase por debajo de las mejores europeas.
Aunque la firma Bonifacio Echeverría y su marca “Star”, no fue registrada hasta 1.919, Julián Echeverría fabricaba pistolas ya en 1.906, Tomás Urizar su “Express” calibre .25 y .32 en 1.911, Arizmendi y Goenaga comercializaban la “Walman”, Zulaica introducía su línea “Royal” bastante barata y pobremente acabada y así llegamos al modelo “Victoria” primera pistola completa comercializada por Esperanza y Unceta que se convertiría en la célebre “Astra” ya que anteriormente había realizado subconjuntos entre 1.908 y 1.911.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Estos siguiendo en la línea de proveedores de piezas siguieron produciendo cañones con la inscripción “Hope” (Esperanza) y desarrollaron un activo comercio con la firma Thiéme and Edeler de Lieja entre los años 1.924 y 1.931 exportando también una línea barata de pistolas llamadas comercialmente “Union”, hechas para ellos por Jose Aldazabal de Ermua. Pero el hecho real de su consolidación como firma de gran prestigio lo supuso su contrato con el gobierno para la fabricación de la pistola militar diseñada por el Conde Campo-Giro, que permitió su despegue económico y su definitiva ubicación en Gernika en 1.913.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Solamente estos pocos y prósperos fabricantes se permitieron el lujo de desarrollar sus propios diseños y poseer instalaciones en condiciones.
Hubo ciertamente una gran demanda de pistolas pero gran parte de ella la absorbieron esas setenta pequeñas compañías que coexistieron entre 1.910 y 1.939. Entre otras y por orden alfabético citaré: D. Domingo Acha, Aguirre y Cia., Cooperativa ALFA, Alberdi, D. Jose Aldazabal, D. Felix Aramburu y Cia, Arana y Cia, Aranzabal e Irusta, D. Norberto Arizmendi y Cia, Arizmendi Hnos, D. Eulogio Arostegui, Arrillaga y Cia, Arriola Hnos., Hijos de Arrizabalaga, D. Julian Azcarraga y Cia, D. Antonio Azpiri, D. Juan Barrenechea, Beistegui Hnos., Echave y Arizmendi ( ECHASA),
D.. Teodoro Elcoro, Erquiaga y Cia, Erquiaga-Muguruza y Cia., Vda. De D. Antonio Erraste, D. Manuel Escondin, Espin Hnos, Echezarraga y Abaitua ( Fca. De Armas de Guerra de Gran Precisión ), D. A. Gabilondo e Hijos, Gabilondo y Urresti, Gabilondo y Cia, Gárate y Anitua, D. Isidro Gaztañaga, D. Hilarion Güenaga y Cia., Guereño y Cia., D .Benito Guisasola, Guisasola Hnos. y Cía., D. Guillermo Izarzabal, D. Felix Mallaviabarrena, Ojanguren y Marcaida, Ojanguren y Vidosa, D. Vicente Olaizola, Olave-Solozabal y Cia, Orbea y Cia,
D. Fernando Ormaechea, D. Faustino Salabarria,
D. Modesto Santos, Sociedad Española de Arma y Municiones ( SEAM), Trocaola-Aranzabal y Cia,
D. Tomás de Urizar y Cia, Urriola y Hormaechea, M. Zulaica y Cia., etc.
Estos dependían en muchos casos de las grandes empresas por su pequeño capital y por los comerciantes al por mayor para una mejor comercialización y venta.
Tengo la firme convicción de que sus armazones y correderas salían de un pequeño número de forjas, quizá solamente de una, ya que casi todos los modelos convergen en dos básicos de calibre .25 ( 6,35 mm. ) y en cuatro de calibre .32 ( 7,65 mm. ) siendo todos menos uno ( Astra 400 ), copias bastante cercanas al tándem Colt / FN con el muelle recuperador debajo del cañón y un seguro de aleta externo.
En 1.910 aparece un modelo basado en la estética de la FN 1.910, pero con el muelle recuperador alrededor del cañón en vez de por debajo. Primeramente un modelo pequeño en calibre .25 y más tarde, sobre 1.912, se comercializa una mayor en calibre .32 y por fin la gran “Ruby”, fabricada por Gabilondo, en 1.914 con vistas al mercado norteamericano.
Sin duda la Primera Guerra Mundial fue el aldabonazo a la industria armera vasca y a su gran expansión.
Gabilondo obtiene del gobierno francés un primer contrato de 10.000 revólveres Ruby, pasando al mes siguiente a 30.000; la fábrica no se basta sola y más de dieciséis firmas trabajan con pequeñas diferencias para ella; solamente Gabilondo contabilizó más de 200.000 unidades, un pequeño número se enviaron a Italia y una vez finalizada la guerra , adquiere el resto Yugoslavia.
Además de estos contratos militares, hubo un gran mercado civil que reclamaba productos de calidad.
STAR, por ejemplo, fabricó una línea barata bajo la denominación de “ Trust”. Muchos pequeños fabricantes se pusieron en manos de los grandes, optando por empleos fijos dentro de sus plantillas, en función de los rearmes previstos después del desastre de Marruecos; otros buscaron a los comerciantes internacionales como Manufrance, Gecado o Stoeger y los demás formaron la
“ Unión de Fabricantes de Eibar”.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]En 1.921 en el lado vasco de Francia la “ Societé d´Explotation de la Manufacture D´Armes Automatiques” abrió una factoría en Bayona, Seguida en 1.923 por la “Manufactures D´Armes des Pyrenées”, de Monsieur Uria que comercializó sus productos con la denominación “Unique”, nombre contradictorio habida cuenta del hecho de existir otros treinta y seis modelos que se sepa que lo usaron. No era tan “Unico”.
Ambas fábricas produjeron buenas armas de precio medio, privando a los armeros de nuestro país del lucrativo mercado francés y consagrándose junto a la firma “Hourat et Vie” en la localidad de Pau, como los continuadores de la tradición armera vasca.
Al ya abaratado mercado español le fue dado otro golpe con la devaluación de la peseta por la caída en 1.931 de la Monarquía, esto favoreció a los grandes fabricantes al ser más competitivos sus productos pero hundió más si cabe a los pequeños al no poder obtener una razonable ganancia; por poner un ejemplo citaré el caso de Antonio Errasti, que en 1.935 proveía el Puerto Autónomo de Bilbao con pistolas de calibre .25 por seis u ocho duros y del calibre .32 por siete o diez duros. Es probable que sin el estímulo que supuso el conflicto interno español, los pequeños fabricantes hubieran desaparecido durante la depresión mundial de los años treinta, pero así contuvieron su fracaso unos años más por la necesidad reinante de armas cortas que, en manos de hombres sin escrúpulos, llegaron a ser hasta famosas como la denominada “ Sindicalista” fabricada por Star.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Llegado el final de la contienda, solo reanudaron sus actividades las tres grandes: Astra, Llama y Star. Pero eso sí, bajo un rígido control oficial. Estos pequeños armeros y su nefasta leyenda no dejaron de tener su mérito porque divulgaron la tradicional armería vasca por el mundo entero y nadie, aunque las considerase de baja calidad, discutiría su validez entre una “ Super Azul “ y una “Mauser C 96 “.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Para ellos y sus descendientes mi más sincero reconocimiento.