De tontos ni un pelo... y ni una pluma.
Cierto día hace ya muchos años, salí de caza como cada temporada, y andando bordeando un cercado, ví algo a lo lejos algo que se movía escandalosamente, como queriendo llamar la atención.
Me acerque al sitio, y vi como un mochuelo se había enrredado en unos cables que alguien había dejado por allí. Se vé que en la noche intentó lanzarse sobre una pieza, y no vió los cables que había delante quedándose muy enredado.
El compañero que iba conmigo me dijo que a ver quien soltaba al bicho ese de allí con aquel pico y con aquellas garras. Pero no creo que nadie sea capaz de dejar a ningún animal en ese estado, de muerte segura, y de la peor manera.
Acerqué mi mano despacio, y el animal abrió el pico, pero no le veía yo con agresividad de darme un picotazo. Y así fue, se dejó desenredar, se dejó coger y meter en mi mochila vacía de caza sin aletear (tenía un ala rota y una pata muy mal me dijeron después), y nos fuimos al centro de rapaces de Doñana donde se quedaría hasta su sanación.
Así que ese día me fuí mas contento que si hubiera cazado. ¡¡¡ Que cohone, se lo debía a la naturaleza... que tanto me ha dado a mi !!!.
Saudos... Enjarao
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Mientras mas practiques... mas suerte tendrás (Fred Bear).