Te lo voy escribir en una versión nueva que me contaron hará un año, y me revolcaba de risa.
El muchacho que "blandeaba" desde chiquitito, con la lógica preocupación del padre "que se olía la tostá" hacía tiempo porque nunca lo veía con mujeres, y por fín llega la edad, se matricula en la Universidad y vuelve a casa por Navidad.
-¡Papá, papá... en los últimos mese he descubierto que me gustan las chicas...!
-¡¡A mis brazos, hijo mío, ole ese tío macho digno hijo de su padre!!. ¡Qué alegría!
A ver, a ver, explícame la experiencia ¿cómo ha sido eso?
-Puessss, verás.... ¡¡¡es que con las grandes me dolía mucho más el culo!!!