lobos y mas lobos

Los ganaderos de la comarca denuncian que están viviendo una "oleada de ataques de lobo". La Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (Agall) en el Caudal ha registrado en los últimos días cuatro daños: dos terneros muertos, otro malherido y un potro que hubo que sacrificar a causa de las heridas que le produjeron los cánidos. La Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos ha reconocido, por el momento, sólo dos ataques de lobo. El primero, que tuvo lugar hace diez días en Morcín, y el último, que se produjo ayer en los montes de Lloreo.

Los dos daños confirmados por el Principado se saldarán con sendas compensaciones. En el ataque de Morcín, un potro resultó malherido. El propietario de la ganadería intentó salvarlo durante los últimos días, pero la gravedad de los daños obligó a sacrificarlo. Unas horas más tarde, en una parcela cercana, apareció un ternero muerto. En este caso, Agroganadería no pudo confirmar la presencia de cánidos salvajes en la zona. "No hay explicación posible para esa decisión de la guardería, ya que los ataques se produjeron prácticamente de forma simultánea y con idéntico resultado", señalaron desde Agall. Dos ganaderos de la zona aseguraron que habían avistado una pareja de lobos en el monte La Malena durante la tarde.

Los problemas siguieron durante el fin de semana. El sábado por la mañana, un ganadero de Lloreo comenzó el día con una desagradable sorpresa. En la parcela donde guarda sus reses encontró una ternera malherida. En Agall afirman que "el ganadero aún no tiene el informe de la Guardería del Principado, pero toda apunta a que no lo van a considerar una pérdida por los lobos". En cambio, sí se ha reconocido otra pérdida que se produjo en la misma zona.

El último ataque tuvo lugar en Lloreo durante la madrugada de ayer. Se saldó con otro ternero muerto. Según Agall, la guardería elaboró un informe que involucra a los lobos. La entidad señala que "se pagarán los daños directos que son unos 400 euros. No se tiene en cuenta que un ternero, cuando crece, llega a costar unos 1.100 euros".

La reclamación de daños indirectos es una de las principales peticiones que el sector hace a los responsables del Principado. También exigen que se reconozcan íntegramente los ataques: "Sabemos que hay ganaderos corruptos que han hecho trampas para cobrar subvenciones, pero la mayoría somos personas que sólo queremos vivir dignamente", zanjan desde Agall.