Ganaderos del Caudal cifran en 500 los animales muertos por el lobo en 2015

Calculan que las pérdidas del año pasado superan los 87.000 euros, de los que tan sólo han podido recuperar un 20%

La Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (Agall) en la comarca del Caudal ya tiene listo su informe de 2015. Una vez más el aumento de los ataques de lobos en esta cuenca ha derivado en la muerte o desaparición de aproximadamente más de medio millar de animales. Contabilizados y probados, hay 395 animales muertos por ataques de cánidos en los municipios de Mieres, Lena, Morcín, mientras en Aller se estiman que se han podido perder más de un centenar de animales.

Estas pérdidas suponen que los ganaderos perdieron más de 87.000 euros el pasado año, de los que en la actualidad apenas han recuperado un 20%. Según los datos registrados por esta misma entidad, el aumento ha sido considerable, en torno a un 74%. De hecho, en 2014, hubo pérdidas superiores a los 50.000 euros y cerca de trescientas reses muertas, desaparecidas o heridas en ataques de cánidos salvajes.

Este nuevo balance es, según la asociación Agall, aún «más desesperanzador». Aseguran que «la nefasta gestión del Principado en la problemática del lobo les ha llevado a un callejón sin salida. Muchos piensan ya en dejar la ganadería».

Los ganaderos destacan que las indemnizaciones que perciben «no se ajustan nunca» a los daños que sufren. Y afirman que según los datos que manejan sólo se reconocen el 20% de las pérdidas que sufren. Pero, además, se pagan con un retraso de un año. Así, los ganaderos confirmaban ayer que «estamos recibiendo las indemnizaciones por los daños de animales muertos en enero, febrero y marzo de 2015».

Un desalentador panorama que hace que, un año más, el sector inicie 2016 con las mismas reivindicaciones con las que cerró el último ejercicio.

No cesan, por tanto, de exigir a la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos que realice un censo poblacional de los cánidos salvajes en la comarca, para valorar la necesidad de acometer «un plan de control que se ajuste a las necesidades que tenemos».

Y es que Agall considera que, de no adoptarse esas medidas de control ante estos ataques, la desaparición de la ganadería en el Caudal será imparable.

FUENTE EL COMERCIO DE GIJON
AUTOR MARTA VARELA MIERES