Los ecologistas ganan en Austria.

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Servirá como observatorio a ver lo que pasa con la caza en Austria, después de ganar los ecologistas. Aunque en Austria tienen una visión de los cazadores mucho más ecológica que por estos lares.

Me parece que en este caso el tema de la caza va a ser muy secundario, aunque no dudo que entre café y café algún que otro bofetón se le escapara; y digo secundario entre otras razones por que este buen hombre ha prometido puertas abiertas a todo el mundo mundial. Veremos, porque el asunto de la inmigración en Europa lleva camino de dejar Hiroshima y Nagasaki en una broma.

Votar en Democracia es además de un derecho una responsabilidad que no todo el mundo ejerce igual, claro. Ultimamente se ha puesto de moda, el voto de castigo. Los infelices que lo ejercen suelen enorgullecerse pues habitualmente son las secuelas de lo que profundamente se desconoce, que el voto de castigo al único que termina castigando y en ocasiones muchísimo es al votante, al que lo ejerce, no al que dejas de votar, que ese ya tiene la vida resuelta y requetebien además.

Y en estas los austriacos que, legítimamente desde luego, votaron a los extremistas castigando a los partidos centristas, primando en su voto la intención de castigar a los partidos tradicionales en lugar de votar pensando en lo mejor para su país, se han terminado metido en un callejón sin salida. Porque está muy bien eso del voto de castigo en la primarias, pero es que eso les ha llevado a que en la segunda vuelta han tenido que elegir entre votar a un radical de izquierdas o a uno de derechas.

Stalin o Hitler. Menuda guasa.

Y han decido que de momento el cambio climático es lo más urgente a resolver en Austria.

Porque además no sería raro que tras 3 ó 4 añitos con éstos, por aquello de la ley del péndulo se fueran en las próximas elecciones al otro extremo. Bonito futuro.

   

Los extremismos siempre han sido malos, no me fio ni un pelo ni de unos ni de otros.

Tema complicado, la mayoría solemos votar a partidos de centro pero cuando estos defraudan las expectativas de sus electores ¿que hacer? volver a votarles o voto de castigo...

O no votar, que también es un derecho y no hay mayor desprecio que no hacer aprecio.

Yo buscaré el voto útil, quiero que esta vez el mío sirva para algo.

No votar favorece a los que nunca votariamos.

Cuestiones electorales a parte a ver que pasa en Austria.

Pues si hay que elegir entre susto y muerte, me quedo con susto...

Juan Lobón escribió:

Pues si hay que elegir entre susto y muerte, me quedo con susto...

Yo también, aunque parece que los austriacos no.