ESPAÑA
En 1859 (
Eduardo tenía 7 años) se establece en la calle
Raurich nº7, esquina calle
Fernando VII nº20 de
Barcelona, la
Armería-Quicallería Luís Vives,
especializada en la venta de material de caza.
En julio de 1883, este nombre se convierte en razón social ante notario como
Luís Vives y Compañía según consta en el Registro Mercantil. ¿Quién era esa “
y Compañía”?
Como dejo especulado,
Eduardo abandona
Baden hacia 1870 con rumbo desconocido, y llega a
España también en fecha desconocida. Sin embargo encontramos un recorte de prensa sumamente curioso que dice literalmente
“Actualmente dirige la fábrica del Sr. Vives su yerno Mr. Schilling, que es súbdito inglés…”Una opción quizá tan buena como cualquier otra, aunque más sencilla si nos situamos en el puerto francés de
Le Havre. Sólo hay que atravesar el
Canal de la Mancha.
Las buenas relaciones comerciales de don
Luis Vives (su futuro suegro) con
Inglaterra y las posteriores –magníficas- de don
Eduardo, avalan la lógica de que el destino de la emigración de
Schilling fuese
Gran Bretaña.
Si en la década de los 90 del siglo XIX don
Eduardo se convierte en gerente de la empresa de su suegro
Luís Vives, y estando casado con su hija
Ramona desde 1880-81, lo que la lógica indica es que esa
Y COMPAÑÍA registrada en 1883 fuese el propio
Eduardo.
Es decir, que si en 1883 don
Luís Vives Torrabadella y don
Eduardo Schilling Montfort tenían relación societaria además de familiar, tenemos que seguir el flujo de la lógica y preguntarnos:
¿Llega un señor extranjero, conoce a la hija de un insigne industrial catalán, se casa con ella y su suegro lo convierte en su socio, y entra a formar parte de una sociedad culta como el
Ateneo Barcelonés… de la noche a la mañana? Hablaríamos de 1880.
Esto es harto improbable por no decir del todo imposible. La lógica indica que debiera haber un conocimiento previo suficiente tanto para cortejar a una señorita de la burguesía barcelonesa –llámese noviazgo-, como para que un insigne industrial establecido te conceda la prerrogativa de constituirte en su socio, como para ingresar en el
Ateneo Barcelonés. Conocimiento personal, profesional y del idioma. ¿Qué “tiempo prudencial” podríamos admitir para que estas circunstancias pudieran tomar cuerpo?
Personalmente me decanto por 5 años; pura especulación, lo sé. Pero no tengo otra cosa.
Así pues, si se casan en 1880-1881, don
Eduardo debería andar por
España desde 1875.
En el año 1876 se publica un anuncio atípico para la época en
España en la revista
El Zookeryx; es un anuncio de
LUÍS VIVES Y COMPAÑÍA (Gran armería y quicallería) con la imagen de un ciervo (esto es lo inusual), en la que se lee un inmenso stock de miles de escopetas y revólveres, millones de cartuchos y mixtos, etc, etc… ya que, además, es depositario de la
Fábrica de Artillería de Toledo. Esto son 7 años antes de que la sociedad se registre ante notario en 1883.
Lo que deja en el aire la duda de si esa “…
y Compañía” en 1876 era la misma que la de 1883, o bien si existía un socio distinto con
Luis Vives registrado en la década de los 70, y en 1883 lo que se modifica es “la Compañía” en virtud de un nuevo asociado (su yerno).
En el libro de
Juan L. Calvó Historia de “
La Industria Armera Nacional 1830-1940” se dice literalmente sobre
Eduardo Schilling que
“fue un empresario que se asoció con el armero barcelonés Luis Vives, con quien emparentó al casar con su hija”. Si seguimos esta cita al pie de la letra, habría que entender que ya estaba asociado con
Luís Vives antes de casarse con su hija en 1880-1, dando por muy probable que
Schilling fuera socio de
Vives ya en 1876, con 24 años.
De ser esto así, tengo que volver a insistir en la idea del “tiempo prudencial”, de que ningún extranjero llega a
España y simplemente se asocia con un industrial sin un tiempo previo que aconseje la idoneidad de tal asociación, no sólo a nivel profesional si no también a nivel personal. Así que, si en 1876 (
Eduardo tenía 24 años)
Luís Vives se asocia con
Schilling, deberíamos considerar una fecha previa de unos prudentes mínimos 2 años para que esta sociedad se materializase, con lo que 1874 como año aproximado de llegada a España de Eduardo cobra sentido.
Lo que nos lleva a la cuestión siguiente:
¿Qué meritos, conocimientos o fortuna atesoraba el joven Eduardo Schilling para que Luís Vives lo hiciera participar en su sociedad? Si lo hace en 1883 tendría sentido toda vez que es su yerno, tiene 31 años y demuestra ya buenas dotes empresariales. Pero si lo hace en 1876, no tiene vínculos familiares, tiene sólo 24 años y su visión del comercio estaría aún por demostrar.
En el referido anuncio de 1876 se dice que
Luís Vives dispone (que no significa que posea) taller de armas y damasquinado en
Eibar. Intuyo que lo que quiere decir es que una casa armera le fabricaba armas. Pretender averiguar tal cosa en el periodo gremial de
Eibar y en plena
Tercera Guerra Carlista (1872-1876) es harto complejo, máxime con la enorme pérdida de archivos sufrida durante la
Guerra Civil.
Podríamos hacer caso a la citada reseña que lo llama “
súbdito inglés”, y que fuesen las relaciones de
Luis Vives con
Inglaterra (ya importaba armas belgas, francesas, inglesas y norteamericanas) las que propiciasen la de ambos. Dado el pujante carácter empresarial que
Schilling demostró toda su vida, no sería nada extraño que le plantease a don
Luís algo más serio que una mera relación comercial de proveedor-cliente, en el sentido de que
Eduardo estuviese empleado en alguna empresa del sector que Vives manejaba, para comenzar algo juntos.
Hemos llegado a este punto, en el que –supuestamente- un joven
Eduardo Schilling de sobre 22 años, establece algún tipo de relación o conocimiento con
Luís Vives, bien sea por haber llegado a
España o bien sea desde
Inglaterra; al que -también supuestamente-
Luís Vives hace entrar en su negocio en 1876, o en 1883 después de casar con su hija dos años antes. Personalmente me decanto por 1876, en virtud de los anuncios que aparecen (sin precedentes) en diversas publicaciones, a modo de sello personal que acompañaría a
Eduardo Schilling el resto de su vida.
1876
1877
1880
1882
1886
En este periodo,
Luís Vives y Cía. era la mayor distribuidora de productos de caza y camping de
España, importadora de armas blancas y de fuego y tenía una determinada ligazón con
Eibar según mencionan los anuncios.
Dado el carácter emprendedor de don
Eduardo, es lógico pensar que pretendiese dotar a la distribuidora de su suegro (y suya) de una fabricación propia y es esa idea la que lo hace concebir su éxito empresarial. Un lugar:
Eibar, un producto: la escopeta, una marca:
Jabalí.
De tal modo,
Schilling no debe llegar a
Eibar con una mano delante y otra detrás, si no que años antes (ese periodo mínimo de entre 10 y 12 años hasta 1893) los debió invertir viajando por
Bélgica,
Francia e
Inglaterra…y naturalmente por
Eibar, adquiriendo los conocimientos necesarios –a nivel material y humano- para poner en marcha su proyecto.
La idea de una marca y la de la apariencia de formalidad con que los punzonados de prueba dotaban a las mismas, parece que fue su prioridad. Esta apariencia sólo pudo adquirirla en los centros armeros donde aquello era de obligado cumplimiento. Y sería seguramente el periodo en el que entabla relación con don
Pedro Paguaga y, acompañándose de él, viajaron por
Europa amparados por las relaciones comerciales que don
Luís Vives tenía, más las que pudiera haber tenido el propio
Schilling en los años 70.
Juntos eran “el qué hacer” y “el cómo hacerlo”, tal como yo pienso que fue siempre hasta finales de los años 20. La cabeza pensante y la capacidad material de trabajo.
E. Schilling y P. Paguaga.
En otras palabras.
Schilling, de limas.....na.