Distintos ojos para un mismo lobo
Análisis pormenorizado de cómo se gestiona la especie comunidad a comunidad. Ganaderos de Asturias y Castilla y León denuncian retrasos en los pagos de las indemnizacionesLas indemnizaciones por ataques de lobo a ganado sufren retrasos de hasta un año en las comunidades autónomas de Asturias y Castilla y León, según denuncian los ganaderos, que se quejan de que las cantidades no son suficientes y de que, además, deberían cubrir los daños ocasionados a las reses heridas o indirectamente muertas a causa del lobo. Los pagos, que son de competencia autonómica, dependen de las consejerías de cada comunidad y, por tanto, presentan variaciones normativas que difieren en cada región. Así, para algunas comunidades hay límites temporales en la liquidación de cada indemnización mientras que en otras, ese límite no existe.
En Asturias, según la delegación asturiana de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), los retrasos de los pagos a los ganaderos llegan hasta un año. Para la secretaria general de COAG Asturias, Mercedes Cruzado, este hecho está provocando que los pastores «emigren» de la sierra y bajen a la costa, lo cual se une a la problemática de que los rebaños dejan de limpiar el monte. Sin embargo, desde la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales de esta comunidad niegan retrasos. En este sentido, explican que todos los expedientes tramitados antes del pasado 15 de marzo se han abonado correctamente a los ganaderos. De hecho, afirman que a finales de junio se estaban pagando los expedientes de marzo.
No obstante, Cruzado comenta que las ayudas no son suficientes y que, en el caso de Asturias, solo cubren los daños ocasionados por el lobo cuando hay una muerte directa de la res, pero no cuando ésta se «despeña» huyendo del lobo o cuando presenta heridas. En este último caso, ha asegurado que dependen de la buena voluntad del guarda que verifica el ataque para que puedan cobrar el importe de las vacunas.
Al otro extremo de la cordillera
Por otra parte, en Castilla y León, los ganaderos aseguran que todavía hay pagos pendientes por la vía patrimonial anteriores al 1 de junio, cuando empezó el nuevo régimen de ayudas, y recuerdan que solo cubre el territorio al sur del Duero. El secretario general de la coalición UPA-COAG en Castilla y León, Aurelio González, asegura que incluso ha habido retrasos de hasta uno y dos años, aunque en el nuevo régimen, se están abonando en una media de 30 días desde que se notifica el ataque del lobo.
Además, según asegura la coalición, en esta comunidad con el censo más amplio del cánido existen problemas al norte del Duero a causa de la catalogación del lobo como especie cinegética y no como especie protegida. Esta característica atribuye a los cotos de caza la responsabilidad de responder ante los ataques al ganado y, en estos casos, aseguran que es complicado determinar donde se ha producido el daño. Igualmente, comentan que los ganaderos de esta zona no llegan a denunciar porque al vivir en zonas rurales casi despobladas, esto significaría, en muchas ocasiones, enfrentarse con sus propios vecinos.
La situación gallega
En Galicia, la administración afirma que todos los pagos están actualizados, pero que en la última convocatoria, de 177 avisos de ataque de lobo, sólo se presentaron 15 solicitudes de ayuda. Esto, según comentan fuentes de la Xunta de Galicia, se debe a que los ganaderos creen que con el mero aviso ya es suficiente para tramitar las ayudas. Según el secretario general de ASEFOGA-UPA, Jacobo Feijoo, este se trata de un grave déficit burocrático en una comunidad donde demanda actuaciones de control del lobo en función a «criterios científicos y técnicos».
Madrid, sin convocatorias
Por su parte, en la Comunidad de Madrid el sector sigue esperando la convocatoria de ayudas, que según comentan, está en stand by desde octubre del año pasado. El presidente de la Unión de Uniones de Ganaderos y Agricultores de Madrid, Alfredo Berrocal, ha adelantado que por contactos que tiene en la Consejería de Medio Ambiente de la comunidad, «está al caer» y cubrirá los daños por reses heridas.
Igualmente, ha explicado que la partida constará entre 92.000 y 96.000 euros, mayor a la de la última convocatoria, que constó de 60.000 euros y que la comunidad se comprometerá a pagar en tres meses. Aún así, Berrocal afirma que los lobos se están «domesticando» en Madrid y que cada vez más, bajan a las zonas con ganado. Del mismo modo, aseguran que cada veinte días se produce un ataque.
Nuevo plan en Cantabria
Al contrario, en Cantabria el nuevo régimen de indemnizaciones se promulgó el pasado jueves, 18 de agosto, con la principal novedad del cambio de estatus del lobo de especie cinegética --como ocurre al norte del Duero en Castilla y León-- a una especie con un mayor grado de protección. De esta forma, ahora es la comunidad la responsable de pagar las indemnizaciones por ataques de este animal en todo el territorio.
Los ganaderos afirman que era una petición que llevaban haciendo desde hace «bastante tiempo», ya que la anterior situación resultaba contraproducente para el sector, porque lo enfrentaba con el sector cinegético y los pagos eran más complicados de obtener. Así pues, para el secretario general de UGAM-COAG, Gaspar Anabitarte, el cambio es muy positivo y esperan que sea bueno para el futuro.
No obstante, hasta la última convocatoria, el gobierno cántabro contrató un seguro para poder pagar a los ganaderos las indemnizaciones en las zonas protegidas. El gobierno afirma que están pendientes de pago en torno 200.000 euros por daños ocasionados entre 2012 y 2015 y esperan abonarlos entre lo que queda de año y principios de 2017.
La Rioja y Castilla-La Mancha
Finalmente, en La Rioja, COAG apunta que los ataques han sido esporádicos y que en esos casos, se han acogido a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) acopladas. En Castilla-La Mancha cuentan con unas ayudas específicas para la provincia de Guadalajara que, según APAG-Guadalajara, «no cubren el lucro cesante».
Desde la organización WWF, su técnico de especies Ramón Pérez de Ayala, ha declarado que no cree que elevar la cuantía de las indemnizaciones sea lo mejor, ya que estas, crean una necesidad en los ganaderos. Al contrario, apuesta por que se promuevan medidas de prevención frente al lobo y reconoce que ataques de estos al ganado «siempre va a haber». Igualmente, coincide con los ganaderos en mejorar los controles del censo del lobo. Y, de hecho, pide un censo centralizado y que abarque todo el territorio nacional, en lugar de los censos autonómicos actuales.
En la misma línea, ha opinado el coordinador de conservación en Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, que piensa que en vez de primar la indemnización sobre el daño, hay que promover las ayudas a medidas de prevención, como la utilización de mastines o de pastores eléctricos.
Distintos ojos para un mismo lobo
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