La inesperada caza de una cría de impala por un guepardo con público y a plena luz del día

Se estima que la población mundial de guepardos no supera los 7.100 y actualmente ocupan un 9% del que antaño fuera su territorio.La pérdida de su hábitat, la acción del hombre y el comercio ilegal son los factores clave para este declive.


   CAROLINA VALDEHÍTA Ciudad del Cabo 17/01/2017

Durante el año pasado, visité los Parques Nacionales Serengeti y Ngorongoro, en Tanzania, y el Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica. En ninguna de las expediciones, incluido el safari nocturno en el que se aseguran que es habitual ver a los felinos en plena caza y disfrutando del festín de sus presas, tuve ocasión de ver un solo ejemplar de guepardo. Y no era de extrañar. No sólo porque el animal terrestre más rápido del planeta sea de los más complicados de ver, sino porque el número de ejemplares es cada vez más bajo, según alertaron científicos estadounidenses a finales de 2016.

Más suerte tuvo un grupo de turistas que recientemente visitó el Parque Kruger, situado en la frontera de Sudáfrica con Mozambique. Durante su jornada de expedición, pudieron ver en primera fila una escena de caza. Y no una cualquiera: dos guepardos se aprovechan de una cría de impala cuando ésta se encontraba atrapada entre varios vehículos que visitaban el parque. La cría, que en un momento dado se separa de su madre, trataba de esconderse de sus cazadores, hasta que se dio cuenta de que se encontraba en una situación sin escapatoria. Tras una redada de 10 minutos de juego para el joven guepardo, y de angustia para el impala, la joven cría termina convirtiéndose en su almuerzo.

Uno de los visitantes declaró a un medio local que se hizo eco de la noticia y que suelen visitar el Parque Kruger una vez al año, pero durante el año pasado tuvieron "muy pocos" avistamientos de guepardos, especialmente en circunstancias de acción mientras cazaba. "En el momento en que llegamos, el bebé impala ya estaba separado de su madre. Estaba escondido en un pequeño arbusto cerca de la carretera mientras la madre guepardo observaba cómo su cachorro se preparaba para cazar", explica el testigo de tan inusual cacería. "Fue emocionante".
Sólo 7.100 ejemplares

Según un informe publicado en la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos el lunes 26 de diciembre, se estima que un total de 7.100 guepardos permanecen en libertad. En el año 1974, la población era de unos 14.000, con lo que el número de animales se habría reducido a la mitad, según un artículo publicado por National Geographic. Habiendo desaparecido casi por completo en Asia (únicamente habría unos 50 en una pequeña zona de Irán), los guepardos en libertad a día de hoy viven en ciertos países de África, como Angola, Namibia, Zimbabwe, Botswana, Sudáfrica, Tanzania, Kenia y Mozambique.

En cuestión de años, se ha agotado un 91% del hábitat donde históricamente ha vivido el felino y actualmente más de dos tercios de los guepardos viven fuera de áreas protegidas, donde están sujetos a múltiples amenazas. La invasión humana ha sido culpable de que sus zonas de caza se hayan transformado en tierras destinadas a la agricultura y a la ganadería. Ahora, hombre y guepardo se han convertido en enemigos, y los aldeanos no dudan en atacar a los felinos para defender a su ganado cuando se encuentran en sus dominios. El último factor determinante que ha contribuido a la disminución de la especie ha sido el comercio ilegal, tanto de cachorros de guepardo destinado al Medio Oriente, como el tráfico de pieles.

El resultado es que ahora sólo se les puede encontrar en un 9% del que antaño fuese su territorio. "Debido a este alto nivel de presión fuera y en el borde de las áreas protegidas, e incluso dentro de algunas áreas protegidas peor manejadas, nuestro análisis sugiere que la especie debe pasar de la condición de 'vulnerable' a la de 'en peligro de extinción' dentro de la Lista Roja de la UICN", expone a EL MUNDO la británica Sarah Durant, especialista en estudios sobre el felino en la Sociedad Zoológica de Londres.

Estos datos revelan la situación dramática que sufre el guepardo. Pero a pesar de su dificultad para vivir en libertad, el mantener con vida a este animal únicamente mediante una crianza sólo en cautividad, no es la mejor solución. "No podemos basar el futuro del guepardo manteniéndolo exclusivamente en áreas protegidas. La clave para la supervivencia del animal está fuera de esas áreas", asegura Durant. "Y si queremos combatir las amenazas a las que se enfrenta, necesitamos que más comunidades locales apoyen la vida silvestre y que utilicen sus recursos naturales de manera sostenible. Esto significa incentivar la conservación de la vida silvestre, para que las comunidades se beneficien de su presencia a la vez que no les perjudique con el ganado".

En Zimbabue y en Angola el número de guepardos se ha visto drásticamente reducido en cuestión de pocas décadas. No obstante, y a pesar de la evidente pérdida de hábitat en todo el continente, el área donde se encuentran los parques Masai Mara y Serengeti, en las zonas fronterizas entre Kenia y Tanzania, sigue siendo una zona de refugio.




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