El calor se hace ver este verano, los corzos empiezan el celo y los jabalíes buscan el agua que cada vez escasea más.
Pasando la tarde limpiando una finca me doy cuenta de que iba a ser un día caliente y que los animales es fácil que busquen el agua. Mientras limpiaba pensaba donde podría ir, decidí colocarme en un bosque de madroñeras por donde es posible que pasen en la busca del agua pues están cerca de un regato.
Llegan las 8 y me empiezo a preparar, arco y flechas es la herramienta elegida y a las 9 estoy puesto, hace calor y el aire viene a favor, no empieza mal la cosa, con la hoja seca en el suelo se siente todo lo que se mueve por mi ladera desde los ratoncillos hasta un corzo que se escucha ladrar y corretear monte arriba.
poco después de que se hiciera la oscuridad dentro de las madroñeras siento a lo lejos unas hojas romperse, cada vez más cerca, me preparo colocando la flecha y buscando una posición cómoda de tiro, pocos segundos después aparece un señor macareno que empieza a recelar a unos 30m de mi y frena el paso, yo abro el arco buscando un sitio para tirar entre los troncos y las ramas, el animal se cruza buscando aire y se coloca a 9m (medidos después del tiro con el telémetro) tengo colocado el primer pin en el codillo, suelto la cuerda y.... pafff en una rama que no pude apreciar por la noche... se me queda cara de bobo, no se que ha pasado hasta que voy al tiro y veo la rama y la flecha. No siempre se puede culminar con éxito una espera pero, tendremos que aprender de estas cosas y contarlas pues, quien no a fallado un cochino que parecía fácil es que ha cazado poco y no es para avergonzarse pues es parte de la caza.