La Montería de mi Vida

Me vais a perdonar que no publique este mensaje en el hilo correspondiente, pero lo que viví anteayer en el corazón de Sierra Morena creo que merece ser tratado en un hilo aparte. Un hilo cuyo título es acertado sólo a medias, porque creo que un día de tanta fortuna no se da una vez en la vida, sino una vez cada muuuuchas vidas!!

Todo empezó con unas buenas migas en espera del sorteo, mientras el día, que estaba muy nublado, amenazaba algo de lluvia. El chaval no se complicó demasiado y cogió el sobre que le caía más a mano, tocándonos el tercer puesto de una armada de la que no teníamos referencias, pero que sobre el papel se veía en mitad del cogollo, lo que no suele ser malo. Como mínimo oiríamos a las 30 realas que iban a mover las reses en las 1500 hectáreas de la mancha que se monteaba hoy.

Incertidumbre total al tratarse de una finca completamente abierta, a pesar de que llevaba varios años sin cazarse y estaba cargada de reses. Según lo que pudimos hablar en el desayuno con los técnicos de la Junta encargados de su gestión, la finca tenía muflones espectaculares y buenos guarros, pero el cervuno no había podido formar buenas cuernas por culpa de la persistente sequía que estamos sufriendo.

Nuestra traviesa era corta, de apenas cinco puestos, y partimos en silencio para cubrirlos. Al ser una finca muy grande y cazarla solo con cincuenta puestos, los tiraderos son muy seguros y no existe apenas peligro ni contacto visual con el vecino.
El uno y el dos se quedaron en unos claretes entre jaras, encinas y pinos, que no estaban mal, pero tampoco eran nada del otro mundo.
Nosotros, sin embargo, llegamos a un precioso cortadero que ascendía desde nuestra postura unos 200 metros, talmente como si estuviesemos a los pies de una pista de esquí. Haría unos buenos cuarenta metros de ancho y la pinta que ofrecía no podía ser mejor.

Rápidamente sacamos el rifle de la funda, cargamos las cuatro balas y rezamos las oraciones de rigor. Todo estaba a punto y la suerte estaba echada. Eran las once de la mañana.

Pasarían unos diez minutos de silencio cuando por la izquierda aparecen tres guarros que se plantan en los primeros metros del cortadero, a unos ochenta o cien metros del puesto. Son dos grandes y uno medianete. Meto la cruz en la paletilla del mayor, al que creemos verle boca, y tiro. Encaja la bala y corre hacia la derecha, mientras repito el segundo tiro sobre el segundo cochino y aún el tercer tiro sobre el marranete cuando ya se esconde por el otro lado del cortadero.
El chaval me dice que el segundo llevaba un buen boquete y yo estoy seguro de haber enganchado al primero, así que ya empezamos con los nervios de saber si se habrán quedado o no, pero si algo tenemos claro en una montería es que nadie se mueve si el postor no da permiso para hacerlo.

Mientras, y durante toda la mañana, el desfile de ciervas es constante, aunque no son nuestro objetivo en esta ocasión.

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No tarda mucho en aparecer una de las muchas muflonas que tanto abundan en la finca, y que nos han pedido que tiremos para ayudar a su gestión. Hago un tiro muy largo sobre una de ellas y cae muerta.



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No pasa mucho rato cuando un venado aparece por el viso y tras unos instantes de duda desciende por el cortadero. Tiro muy largo y a la carrera, quedando tendido en el centro del cortadero.


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La imagen es interesante, porque permite apreciar nuestro puesto abajo, justo en la curva del camino, así como el tiradero y las distancias a las que se sucedían los lances.

Pasan más cosas, que no recuerdo muy bien, hasta que por fin entra en nuestro tiradero el primer macho de muflón que vemos en nuestra vida. Hay que tener en cuenta, para entenderlo, que tanto mi hijo como yo fuimos a esta montería con una ilusión enorme por poder hacernos con un muflón, y lo preferíamos a cualquier otro trofeo que podiesemos conseguir. Eso justifica que yo me pusiera tan nervioso al ver aparecer al animal, que no reparara en que podía tirar hembras y no hiciese el disparo hasta tener muy claro que el macho se había separado de ellas.




Este lance sobre mi primer disparo a un muflón, nos puede servir a todos de ejemplo de cómo engaña nuestra vista al juzgar si hemos acertado o fallado. He visto el vídeo cien veces y sigo viendo un tiro fallado, pero la verdad es que el animal recibe un limpio balazo en el corazón que lo derriba a escasos cinco metros del final del cortadero, como así lo comprobamos gracias a los perreros al finalizar casi la montería.

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Nuevos lances sobre venados, esta vez pocos metros por debajo del viso, a algo más de 200 metros, que nos dejan con el mal cuerpo de dudar si habremos acabado pinchando a esos venados tan lejanos.

El trasiego de reses sigue siendo constante. Tiro sobre otra muflona que cae abatida junto al cortadero.


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Siguen pasando cosas que aunque intento buscar en mi memoria no soy capaz de encontrar, pero mi hijo me va cargando las balas que voy gastando en la canana durante toda la mañana. Agradezco ser un tío optimista y haber traído balas de sobras.


Cruzan dos venados y una cierva, y el primero resulta claramente pinchado.



Y el que sea observador se dará cuenta de cómo la segunda bala sale involuntariamente, tras cargar y por rozar apenas el gatillo tras el cierre. Por más cuidado que uno lleve siempre está ahí el peligro cuando manejamos armas.

Ahora pasa un muflón ante nosotros que hará que pongamos en juego nuestro temple. Es bonito, pero somos conscientes de que sólo puede abatirse un macho -o dos, pagando un plus- y, viendo el trasiego constante de hembras, tenemos la esperanza de que pase otro mejor (hay que recordar que el primer muflón tirado lo dábamos por fallado!)



¡Y cómo cuesta no apretar el gatillo mientras esa preciosidad nos cruza el cortadero, con parada incluída!

Ahora son tres venados los que están bajando por el cortadero, pegados al margen derecho. Les sigo a placer hasta que veo el momento del disparo; suena el estampido y el mejor de ellos, claramente alcanzado, desaparece en lo sucio que tenía apenas a unos pocos metros. Voy a repetir sobre los otros, pero se me hace un lío la correa del rifle con el trípode y acabo disparando a pulso, con el trípode colgando. Un desastre, y se marchan.

No pasa mucho cuando un guarro baja como una flecha por el cortadero y tiro cuando se va a meter en lo sucio por la izquierda. Le alcanzo en el pecho y...¡desaparece!

¡Madre mía! Tenemos tantas ganas de salir del puesto que estamos deseando oír las caracolas!!

No ha acabado la cosa. Otro venado cruza de izquierda a derecha, nuevo lío con el trípode y claramente alcanzado se mete por la derecha.

Pero sin duda ahora se avecina el verdadero premio gordo. Un precioso muflón nos entra de derecha a izquierda, a huevo, a unos sesenta metros. Tiemblo mientras lo meto en el visor y rezo entre dientes para no fallarlo. Tiro, para, se tambalea y...mientras sucede todo eso en un segundo cruza otro detrás de él, aún más bonito. No lo pienso y tiro de nuevo, cayendo os dos a la vez y rodando unos metros hasta quedar así:

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Nadie los ha tocado, pero ha querido el destino que la imagen fuese digno colofón de un doblete así. Estamos completamente exultantes. Hemos conseguido nuestro muflón, por duplicado y tras un doblete.

Por fin están bajando los realeros y consigo decirles que, por favor, echen un vistazo en la linde derecha, que se me han ido dos guarros y dos venaos. El hombre me dice que no puede, que el no puede entrar más allá del cortadero. Me acerco lo suficiente para decirle que solo es cuestión de mirar un poquito y se compadece de mí, bajando por el cortadero en mi dirección y preguntándome por dónde se han ido los bichos.
Me asomo para indicarle mejor, miro hacia lo sucio y me vuelvo para decirle que no hace falta que baje, que allí mismo están los dos guarros y los dos venaos. Ni a diez metros del cortadero.


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Hicimos también un doblete de guarros!!!

La cosa ha terminado y los rehaleros me avisan de que a la izquierda hay un guarro y un venao. Ambos se habían metido heridos y habían caído al entrar en o sucio.

Me dejo cosas y el orden de la narración no es exactamente en el que sucedieron los acontecimientos, pero acabé disparando 33 cartuchos y cobrando 14 reses. Seis venados, tres muflones, tres guarros y dos muflonas, además de tres o cuatro que se marcharon claramente tocados pero que fue imposible pistear por falta de tiempo.


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En fin, que espero haber sido capaz de transmitiros la alegría por el que imagino que será el mejor día de caza de toda mi vida.

Un saludo.

IMPRESIONANTE, ya lo hablamos por wasap, pero ahora leyéndote me has hecho sentir que estaba ahí contigo, buffffff los pelos como escarpias, eres un gran tipo Carlos, me alegro mucho por ti, ENHORABUENA!!!!!!

Ahhh, se me olvidaba, tu estas en una nube, pero estoy seguro que tu chaval ni durmió esa misma noche, y si lo hizo no pararía de soñar con esa mañana, ya lo has enganchado para siempre, me alegro por el.

Joder macho la que liaste !

Casi te da algo .

Enhorabuena

Sí señor!!! Enhorabuena. Eso es aprovechar un puesto. Ya veo que vuestro viaje sureño mereció la pena.

LA OSTIA! Enhorabuena , desde luego el puesto de varias vidas, por la cantidad, variedad y acierto

Joder menudo dia chico!! La verdad que tirar 14 carreras en abierto no es nada facil. Enhorabuena!

Enhorabuena! Pedazo puesto hiciste!!

....de infarto!!!!!!!!.....me pasa a mí y todavía me están dando oxigeno. Enhorabuena.

¡Muchas gracias a todos!

Realmente un día para recordar toda la vida

Fijaos si era chulo el puesto...

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Madre mia, que sueño de dia de caza!!!

Me alegro millones por ti!! Podrias comentar donde fue la caceria?

Numero de puestos, precio, resultado total de reses etc...

ENHORABUENA CRACK!

el centi escribió:

....de infarto!!!!!!!!.....me pasa a mí y todavía me están dando oxigeno. Enhorabuena.

Pues hoy no sé si dormiré, pero desde luego que ni ayer ni anteayer fui capaz de hacerlo. Es cerrar los ojos y rememorar los lances.

Enhorabuena por todo, el resultado, el puesto y el privilegio de cazar en esa tierra maravillosa.

Enhorabuena!ya nos dirás la finca para ir el próximo año,tengo ganas de hacerme con un muflon!

Por las fotos me suena la zona de Despeñaperros, Santa Elena, podría ser Los Engarbos o Magaña. Ya nos lo dirá el protagonista.

Vaya puesto pillaste Juan. Enhorabuena.

nachenuni escribió:

Por las fotos me suena la zona de Despeñaperros, Santa Elena, podría ser Los Engarbos o Magaña. Ya nos lo dirá el protagonista.

De Santa Elena era mi padre en paz descanse, yo estado unas cuantas veces por esos lares, mi abuelo fue peón caminero en Aldequemada, mi abuela panadera, no he visto más conejos y venaos en un barranco en toda mi vida.

Tengo que volver........

Muchas gracias!!

Os comento por privado lo que me preguntáis

Enhorabuena por el dia, joer 33 tiros no he tirado yo en mi vida en cacerias, vaya dia guapo tuviste quien lo pilara!! Te va a crujir el taxidermista jijijiji

Yo me hubiera quedado sin balas,solo llevo 15!

Precioso lance y buena ganaderia .

Enhorabuena Juan.

Burgalés escribió:

Yo me hubiera quedado sin balas,solo llevo 15!

Yo igual ...

Felicidades

EBP escribió:

Burgalés escribió:

Yo me hubiera quedado sin balas,solo llevo 15!

Yo igual ...  

Pues..., ni la manta por raso, ni la merienda por harto.

Tu cuantas llevas Víctor?

En la última que estuve, dos cajas enteras y veras. Y si me descuido, me fundo una