¿Por qué no hay relevo generacional entre los cazadores?

En tres décadas se han perdido más de 20.000 licencias y más de la mitad están en manos de mayores de 55 años. Los expertos achacan la falta de afición, entre otras causas, a que cada vez exige mayor desembolso económico

Carolina García
04/03/2019 08:48 h

La caza pierde peso en Asturias. En las últimas tres décadas se han perdido más de 20.000 licencias y las cerca de 11.000 que se solicitaron el año pasado, más de la mitad están en manos de cazadores que superan los 55 años. Una radiografía del sector que poco tiene que ver con lo que ocurría antaño. Ahora encontrar cazadores a edades más tempranas es cada vez más complicado. ¿Por qué no hay relevo generacional? Con el paso del tiempo, el entorno que rodea a la caza ha cambiado. Influyen varios factores: hace décadas, explican los cazadores, en la región existía terreno libre para la caza y ahora está restringido, practicarla supone un mayor desembolso y todo ello influye a la hora de crear afición de generación a generación.

Así lo explican los expertos como José Manuel Huerta, que conoció la caza de manos de su padre hace ahora 62 años, y que desde entonces, no ha dejado de practicarla. «En mi época existía terreno libre donde nos enseñaban. Recuerdo que íbamos cerca de casa, con 8 años ya iba con mi padre. Ahora sería impensable. Se caza en cotos de caza, hay más exigencias y un mayor control y el desembolso es importante. Se puede decir que se ha convertido en un lujo», relata.

Para hacerse una idea de lo que puede costar salir un día de caza, la primera exigencia, cuentan los cazadores, es solicitar a la consejería una cuota de entrada (en el caso del venado o del corzo, por ejemplo, supone un primer desembolso de 300 euros). Si obtienes el permiso y consigues matar una pieza, hay que pagar otros 350 euros por el trofeo. Suman más de 750 euros. «Para un padre de familia o un joven que accede por primera vez al mundo laboral con los sueldos que hay hoy en día es imposible cazar. No pueden hacer frente, y por eso cada vez hay menos licencias y existe menos afición. Se está perdiendo. Cazar es más caro y los sueldos son cada vez más bajos. Si el padre no lo practica, ¿cómo puede aficionar a su hijo?», preguntan.  Otro ejemplo: las batidas de jabalí pueden superar los 1.000 euros. Ser socio del coto cuesta en torno a 500 euros y los gastos de los monteros rondan los 500 euros. Y si se trata de una cabra hispánica, explican el precio se dispara. Además de los gastos para practicar la caza, hay que sumar el equipo. Y, aunque, como en otras disciplinas, depende del bolsillo de cada uno, hay un mínimo.

Además, desde que se pusieron en marcha las autonomías, las licencias también se han acotado. Antes de crear esta figura, el permiso era nacional y se podía cazar en cualquier punto del país. Sí es cierto que ahora existe una modalidad que se conoce como interautonómica que ronda los 71 euros y con la que se puede practicar la caza diferentes comunidades. Solicitar al Principado la licencia autonómica cuesta 40 euros.

En Asturias existen 55 cotos regionales (tres de ellos gestionados por la consejería), 10 reservas regionales de caza, 17 refugios de caza y 17 zonas de seguridad, a los que se suman el coto privado de Pandemules y tres cercados y vallados.


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Pues en parte gracias a periodistas (o periodistos) como el que ha escrito ese bodrio de artículo

La respuesta es bastante más compleja, mis cuatro hijos hicieron sus pinitos en este mundillo pero no lo llevaban dentro, acostumbraos a convivir con perros desde siempre y encontrar escopetas hasta detrás de las puertas, nunca les llamó la atención, razones debe de haber pero la realidad es la que es.
Influye bastante que cuando yo me levantaba para salir estaban llegando ellos de "sus labores".
Si extrapolamos a otras familias y situaciones y añadimos la información sesgada de ciertos medios, donde aparecemos como sanguinarios asesinos, menudo potaje para digerir.

hay cosas que las lleva la edad, hay que entender que uno de joven le tire mas la discoteca que el monte.

daniel1974 escribió:

hay cosas que las lleva la edad, hay que entender que uno de joven le tire mas la discoteca que el monte.

Pues no he ido yo veces de empalmada a cazar codornices, cuando era un crío volvíamos de fiesta al alba y mientras yo me daba un duchazo y me ponía la botas los colegas "cazadores" se iban a dormir hasta las 3 de la tarde. Hoy en día yo sigo cazando y la mayoría de ellos son aficionados al pádel y al golf, no sé si me explico

hay que sacarlos desde pequeños, meterles la aficion, indudablemente llegado el periodo "discotequil", dejaran un poco de lado, pero ahi estara, y volvera si de verdad les gusto. es una ardua tarea pero yo creo que recompensa y aporta mucho valor tal y como esta la juventud hoy en dia. A mis hijas yo asi las inculco.

DAVID H. escribió:

hay que sacarlos desde pequeños, meterles la aficion, indudablemente llegado el periodo "discotequil", dejaran un poco de lado, pero ahi estara, y volvera si de verdad les gusto. es una ardua tarea pero yo creo que recompensa y aporta mucho valor tal y como esta la juventud hoy en dia. A mis hijas yo asi las inculco.

Al que hay que sacar, meter y llevar a cazar no lo lleva dentro y tarde o temprano o en cuanto pruebe "las mieles del triunfo" pa días vuelve

Yo creo que o te sale cazador o no te sale. Tengo un amigo que hizo lo imposible con su hijo y le salió rana. En cambio el nieto ya es cazador y le ha salido de él. Como este caso todos.

Tenemos, por lo menos en las grandes ciudades, a toda la sociedad en nuestra contra.

Con cierta edad, no te importa y hasta te gusta ser un poco diferente y defender tus gustos y opiniones; pero, cuando eres niño o adolescente, por mucho que veas en casa, armas, trofeos y perros, sientes que fuera de ésta todo eso está mal visto, por parte de los compañeros de colegio, amigos y hasta los profesores.

Cuando yo era pequeño, el ser cazador y poder contar que habías madrugado el domingo y habías estado en el campo a pesar del frío que hacía, que tenías una escopeta.... "vestía mucho". Ahora, a nuestros hijos le da una cierta vergüenza contarlo. Si traen algún amigo a casa, raro es que alguno, al ver nuestros trofeos, no salte con el consabido ¡pobrecitos!

¡Hay que oír lo que comentan a sus hijos los que se arriman a una junta de carnes! Los mismos que por la noche verán juntos sin inmutarse una película en la que se matarán de la forma más "espectacular" posible un par de docenas de humanos.

Todavía no está prohibida, pero la caza ya es algo que hay que hacer a escondidas: El ministerio de agricultura, caza y pesca, se convierte en el de agricultura, pesca y alimentación,; el cazador que mata al lobo en el cuento de Caperucita se cambia por un policía; no hay programas de caza en la TV; en los documentales, hasta las mambas aman, lloran y ríen; ¿quién se atreve a dejar un trofeo a la vista en una casa rural, hotel o restaurante?; hay compañías aéreas que presumen de que no transportan armas de caza….

En mi peña de caza, apenas 3 cazadores saldrán de entre lo hijos de los 9 que llegamos a ser en algún momento (de mis tres hijas, sólo una tiene licencia y apenas sale un par de días al año. Creo lo dejará más pronto que tarde).

En fin, que veo el futuro de la caza muy, pero que muy, negro

Que si la sociedad está en contra... que los chavales salen de fiesta... que no son sacrificados... Pero ¿cuánto cuesta cazar? No lo tienen fácil para pagarse la caza, de hecho creo que no existe relevo porque no hay dinero. Cuando voy camino de una cacería puedo ver a chavales en sus bicis, de camino a los polideportivos a jugar sus partidos, saliendo a correr, también de excursión; ¿son comodones? ¿no se han ido de fiesta? Claro que sí, pero ahí están. Haciendo lo que les gusta, con su madrugon y con la ilusión que yo mismo llevo de camino al coto.
Si no van de caza, a esos que sí les gusta, es porque no se lo pueden pagar. El asunto de los dineros le va a salir carísimo al mundo de la caza.

Creo que las causas de esa falta de relevo son diversas.
Por una parte cada vez hay menos gente joven en el mundo rural.
Porque la oferta de ocio y entretenimiento se ha ampliado en cantidad y variedad.
Porque algunos de los que podrían, por antecedentes familiares, mantener cierta afición, si viven en las ciudades les resulta difícil tener y cuidar un perro de caza (imprescindible para la mayoría de las modalidades de caza menor) en un pisito de 65m2.
Ciertamente, para muchos, la caza mayor también resulta cara, de los recechos ya ni hablemos... (aunque un móvil de alta gama cueste a veces más que un rifle decente o un fin de semana de esquí no salga más barato que una montería), nadie se gasta el dinero a gusto de otro...
Tampoco ayuda, desde luego, toda la propaganda animalista que se viene desarrollando desde los sectores más "progres" que dominan los medios de comunicación.
En todo caso, tampoco creo que la situación sea desesperada, debemos prepararnos para sobrevivir como minoría y hacer frente sin complejos ni temor a los ataques contra el mundo cinegético. Tenemos argumentos de peso suficientes, al fin y al cabo los cazadores nos encontramos entre los mayores amantes de la fauna y la naturaleza y constituimos uno de los principales agentes conservacionistas del medio rural.
Cordiales saludos.

Lo que pasa a mi entender es que estos chavales los quitas de las consolas,  Internet y de mirar pantalones apretados de chandal para combinarlo con zapatones cuantos mas grandes y estrafalarios mejor, eso es lo que se lleva ahora,en mis tiempos pues nos gustaba el campo ir a buscar nidos de pájaros, pescar, ir con el tirachinas, etc... Yo soy de los que piensa que Internet y las redes sociales son el daño mas grande para el campo jamas creado, muchos nunca seran cazadores porque les resulta algo totalmente desconocido este mundo ni llegaran a conocerlo y no saben lo que se pierden,otros de tanto que leer,(NO) a la caza ya prefieren nin probar y asi estamos.... Ahora lo que se lleva son los pantalones pitillo como dije antes y gafas de sol aunque llueva.
Saludos

Entre todos la mataron y ella sola...., cada uno que vaya poniendo su granito y que sea lo que Dios quiera. VIVA LA CAZA

Hay que apoyar la juventud poniendo facilidades por ej en no pagar cuota en las sociedades de cazadores hasta que tengan 18 años, facilitar hacer socios menores etc etc.
Dejar un poco de lado la envidia y el egoísmo y mirar por los hijos, sobrinos etc de nuestros compañeros.

Hola compañeros.

Para mi modesta opinión es "el tema más importante" de todos.

Si no hay relevo generacional entro de pocos años, (máximo 20 o 25) quedaran cuatro gatos.

Y las perspectivas son pesimistas:

- influencia "ecologista" en las escuelas, donde ya ni se mata al lobo de la caperucita.
- trabas burocráticas y económicas en la obtención de los permisos imprescindibles.
- inexistencia de proyectos para difundir / promover la caza desde las ministraciones publicas y las federaciones, como cursillos para noveles.
- si un deporte no lo pruebas no puedes saber si te gusta o no, pero el nuestro tienen que hacer una importante inversión en esfuerzos y capital para poder probarlo y eso desalienta al mas pintado.
- mala prensa de los anticaza, antiarmas y de la inmensa mayoría del periodismo.
- persecución mediática en redes sociales de todo lo relacionado con armas y caza, con el objetivo cumplido de que conscientemente escondamos nuestra afición.


Algo se tiene que hacer y pronto

Saludos

A la mayoría de los chicos les suele interesar la caza, creo que falla la educación. Recuerdo cierto libro de lectura en donde un cazador mataba unos patitos que pasaban por una albufera que fue urbanizada....
O la oveja que fue a cenar con el lobo etc etc. Este último no tiene desperdicio para aleccionar a unas mentes jóvenes.

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El niño aleccionado desde su más tierna infancia, no tiene interés para cazar al considerar que los animales son algo así como hermanos pequeños. Tampoco tiene interés para conseguir carne que cree se fabrica en los supermercados.  Ni ha sentido nunca el hambre o la necesidad de conseguir comida.
Simplemente parecen interesarse por los vidojuegos y demás cosas negativas de la red.

Y tampoco puede entender sucesos completamente naturales como el del Grizzly man que acabó como no devorado por un oso.
Les enseñamos un mundo que no es real con el objetivo pues no sé cual, quizás que no haya más violencia, quizás una revolución socialista, quizás parar el cambio climático, quizás para salvar el planeta de la sobrepoblación humana...
Y el resultado es este, que no hay cazadores jóvenes.

Ahora con la perspectiva que me dan los años y lo vivido, sólo puedo pensar: !Cuánta sabiduría atesoraban mis padres y vecinos, cuando me llevaban a la matanza del cochino con apenas 6 años y me instaban a agarrarle  la cola mientras los hombres sujetaban el marrano sobre la banqueta!
Cuanto ha cambiado la sociedad actual. ¡Que pena me da!

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Creo que las razones expuestas son acertadas, la gran variedad de opciones y accesibilidad de ocio que tiene la juventud junto a lo complicado y caro que resulta practicar la caza, juegan en nuestra contra.
Tengo un hijo de 16 años, viene a cazar conmigo desde pudo caminar, desde los 14 con escopeta, tenemos la suerte de vivir en el campo, por lo cual tenemos muy fácil y asequible salir de caza, sin embargo en su caso los vídeojuegos rivalizan con la afición, si aparte descontamos el tiempo que se invierte en las tareas propias de los estudiantes, algunos fines de semana se queda en casa. Si vivieramos en la ciudad, seguramente iría pocas veces, o directamente no iría, no porque no tenga afición sino porque tendría otro ocio más accesible.

Mi opinión:
1- Económica sin duda . Aún recuerdo como asistía a las monterias con mi padre ..(Que recuerdos ....)y después del sorteo oficial a los muchachos les daban los puestos que sobraban o las gaterillas totalmente gratis ...o incluso nos colocaban en los cierres aireando a coste cero . Hoy en día vete y diselo a un organizador....
O como en los cotos de menor el muchacho no pagaba nada y cazaba igual que el padre o mas !!!!a condición de ir a por leña , destripar , fregar platos , o manejar la máquina del tiro al plato ...o lo que se mandara ...hoy por hoy miau requete miau.
2- La madre ..ten cuidado con el niño .. !!!!A ver si ...!!!que mira a Fulanito lo que le pasó...!!!etc etc . Coño !!!tanto miedo te mete en el cuerpo ..que dices .... venga mañana se queda chico .
3- Sumando a todo esto .....que antes había más muchachos que perros y cazadores !!! Y el día de caza te juntabas con todos los amigos y ahora los pobres se aburren entre tanto padre y poco hijo .

Pues yo no tengo tan claro que el tema económico sea la principal causa de ello, aunque sin duda influye. Más bien creo lo siguiente:

El problema fundamental es el alejamiento como individuos del mundo rural. No sólo de la caza, también del campo y de los pueblos. Entiéndase alejamiento como una desconexión de lo que todo ello significa y comporta.

Para ello, basta hacerse una idea de lo que es hoy la rutina de cualquier joven en su vida diaria. Los jóvenes de 8 años mas o menos ya cuentan con móviles de última generación, con acceso a todo tipo de datos, internet y redes sociales. Esto, les “engancha” de tal forma que todo lo que suponga desviar la atención a dichos fenómenos sociológicos queda automáticamente descartado.

Si a esto se unen los estudios que puedan estar realizando y la práctica de algún que otro deporte con sus correspondientes entrenamientos, se satura la agenda de tal forma que cualquier amago de salida al campo queda automáticamente descartada, a excepción de algún puente que coincida en fin de semana o en verano, pero ello no es suficiente para enganchar a nadie.

El campo requiere de tiempo para estar y disfrutar de él, sin prisas. Yo diría más. Hay que estar ocioso para disfrutar plenamente de él, de otro modo se está más que con la cabeza en otra parte y al final, si la caza no tira lo suficiente se acaba abandonando. Es lo más fácil.

Cada vez somos más proteccionistas con nuestros hijos, y tenemos tendencia a menospreciar la capacidad de sacrificio y de aguante de ellos. De manera tal que cuando nos asomamos a la habitación para despertarlo para que nos acompañe en nuestras salidas al campo, los creemos “demasiado pequeños” para ello, pensando en el frío o el calor que hará, en el madrugón, en la caminata que creemos no aguantará y ahí empezamos a perder la batalla. El niño así tratado comienza una rutina alejada del campo que, cuando queremos que retome ya es tarde. No hay vuelta atrás.
Para comprender lo que digo, basta con acordarse de cómo fue nuestra infancia, en la que nada más salir de clase por las tardes ya estábamos jugando con todo tipo de bichos, por no hablar del fin de semana, donde sólo entrábamos en casa a las horas de comer. El resto, se podía resumir en tres palabras: campo, campo y campo.

Yo creo que se nace cazador o no se nace. Si el chico no lo lleva en la sangre todos nuestros esfuerzos serán inútiles.
Si lo lleva en la sangre y no lo sabe porque no va, ni lo ve ni nada pues no lo será por pura ignorancia.
Ciertamente la sociedad no ayuda, en especial el catecismo animalista que se inculca de un modo u otro en las escuelas.
Yo ya lo he dicho otras veces, de chico me llevaban a la matanza del cerdo, a cazar para recoger los zorzales etc, mi abuela me hacía aguantar los conejos para destriparlos , ahora nadie cría conejos en el corral ya que no hay corrales en las casas.
Ahora a muchos no se les lleva a ningún lado, en el cole los profes paran la clase para que salga una una araña que ha entrado por la ventana, los pollos y las hamburguesas se crían el los supermercados dentro de un envase de plástico. La desvinculación del niño con el campo y con la vida natural es total.
Del mismo modo que todos nos hemos apartado de la naturaleza, la matanza de animales, del sudar la carne, las legumbres, las verduras o las frutas. Todo lo hacen otros por nosotros, incluso ya traen la compra a casa, naturalmente encargada por internet.
Y os extraña que haya pocos cazadores. Ciertamente la culpa no es de los móviles. La culpa es de una sociedad enferma, de hombres y mujeres que reniegan de sus instintos.

Amen Pep.