Un azor le roba los pollos a un águila calzada
El águila se inquieta. Hay un peligro rondando el nido. Pero comete un error fatal: sale tras él. Esto lo aprovecha el veloz azor para llevarse a los pollos en apenas un par de segundos.
El águila calzada (Hieraaetus pennatus) cuida de sus polluelos en el nido. Son dos que descansan junto a su madre. Pero algo la despierta. Se sobresalta y sale del nido brevemente para defender a su prole. Algo amenaza la vida de los dos pollos que está criando.
Un error fatal: deja a los pollos solos
Pero vuelve a salir del nido. Un error que será fatal. Vemos cómo una sombra veloz pasa sobre el nido y se lleva a los benjamines de águila calzada. La madre acude rápidamente, pero ya es tarde. El nido está vacío. El águila ha caído en la trampa del azor y ha hecho exactamente lo que el azor buscaba.
El azor: ladrón de pollos de aves de su competencia
Los cetreros lo saben bien: el azor es una de las rapaces más agresivas. A pesar de estar dotado de un tamaño medio, de entre 49 y 56 centímetros, con hasta 122 de envergadura, se convierte en un azote para los pollos de águila calzada, así como a los de su pariente de menor tamaño, el gavilán o de águila pescadora. En este último caso, tenemos un ejemplo grabado en otro impactante vídeo que calca la misma estrategia y el pollo de águila pescadora corre idéntica suerte.
Un azor le roba los pollos a un águila calzada
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