Esta era la perra de caza de un cazador cántabro y estos restos son los que han dejado los lobos de ella

Esta era la perra de caza de un cazador cántabro y estos restos son los que han dejado los lobos de ella
El perrero ha sufrido la pérdida de la hembra de sabueso español y poco después ha publicado en redes sociales una carta abierta que refleja el sentir y la situación actual de gran parte del mundo rural en España.

Kenda. Así se llamaba la perra de Felipe Martínez, porque los canes de los cazadores tienen nombre y son criados y cuidados con todo el cariño. No son "herramientas", como los denominan los colectivos animalistas, son parte de sus familias y compañeros de caza

Los perros de caza no están incluidos en la nueva ley de bienestar y protección animal
El domingo se manifestaron en 44 ciudades españolas los supuestos defensores del bienestar de los perros de caza. Unos centenares de personas mostraban su disconformidad por la no inclusión de los perros de caza en la nueva ley de Bienestar y Protección Animal.

La mayoría de los colectivos allí representados son los que apoyan la protección del lobo en España. A ninguno de ellos parece importarle a tenor de sus reivindicaciones el bienestar real de los perros de los cazadores ya que ninguna de sus pancartas hacía referencia a la protección real de los canes de caza. El problema de estos colectivos es que no son conscientes de los peligros que realmente amenazan a gran parte de los perros de caza en España. Lo ocurrido con Kenda la pasada semana no es un hecho puntual es simplemente para los colectivos animalistas un daño colateral.

"Lobos sí, pero a nuestra manera"
Esta es la carta abierta que ha publicado Felipe Martínez en su perfil personal de Facebook. La misiva va dirigida a todos aquellos que defienden la protección del lobo en España.

-"Después de un tiempo pensando en qué o cómo hacer para que Kenda no se quede en otro animal más que sufrió las consecuencias de unas leyes que se imponen simplemente por ideología y sin ningún tipo de lógica, y que solo buscan tener contentos a una parte de la sociedad mientras hacen sufrir al mundo rural, solo llego a la conclusión de que no se puede hacer nada.

Porque en mi caso, y creo que en el de todos aquellos que formamos parte del mundo rural, lo que quiero es a mis animales vivos, que para eso los he criado con mucho esfuerzo, cariño e ilusión, y no un dinero que, aparte de venir de unos impuestos que nosotros mismos pagamos, sería mucho más útil destinarlo a otras causas. Porque con el control del lobo se puede generar riqueza en vez de pena y miseria.

Me canso de oírlo y es la pura realidad, no puede ser que se hagan unas leyes por quien nada tiene que ver con este mundo y esta forma de vivir. Que no se le olvide a nadie que ahora mismo el no considerar al lobo una especie cinegética en el Norte de España es simplemente político y no atiende a ninguna otra razón. Que lo único que consiguen es que se le pierda el respeto a un animal digno de admiración y que bien gestionado y en el lugar que le corresponde soy el primero que no quiere que se acabe con él.

A Kenda la mataron y comieron a la una del mediodía a escasos 400 metros del pueblo. No ha sido la primera ni mucho menos y, desafortunadamente, no va a ser la última. Entiendo que, tratándose de un tema relacionado con la caza, por desgracia, no va a llegar muy lejos, pero siento que es necesario denunciar estas injusticias y de alguna manera honrar a nuestros animales".


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Javier Fernández | 07/02/2023