Cartucho de Otto Bock

Cartucho de Otto Bock
El calibre desconocido

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El gran Mauser 9,3×62 está reconocido en Europa y África como uno de los mejores calibres de caza mayor de todos los tiempos, pero es prácticamente desconocido en algunos círculos de caza de Estados Unidos.

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De izquierda a derecha: 9,3×62 blando, 9,3 sólido, .375H&H, .416 Rigby.

Aunque es un poco menos potente que los otros dos, el 9.3 tiene potencia suficiente para ser considerado un cartucho de uso general para la caza africana.


Cuando se introdujo a principios de 1900, Estados Unidos ya tenía el Winchester .405, que tenía una potencia similar al 9.3, y la historia de amor de Estados Unidos con la acción de palanca probablemente cegó a la gente ante los méritos de este cartucho europeo. El 9,3×62 se ha ganado una fama duradera en el Continente Oscuro como un todoterreno y alguna vez fue el caballo de batalla y el favorito de muchos agricultores británicos y europeos en África. Sin embargo, al igual que otros cartuchos muy buenos de la época, el 9,3 × 62 casi desapareció en la oscuridad después de la Segunda Guerra Mundial.

Diseñado por Otto Bock e introducido en 1905, el 9,3×62 era exactamente por lo que muchos agricultores habían estado orando. África era el paraíso de los cazadores pero la pesadilla de los agricultores. Las plantaciones y los cultivos eran continuamente destruidos por los herbívoros, mientras que muchos carnívoros, especialmente leones y leopardos, hacían todo lo posible para agotar el ganado doméstico.

La vida en África era dura, escaseaba el dinero y los lujos eran escasos. Por lo tanto, la mayoría de los cazadores sólo podían permitirse uno o quizás dos rifles. Para la caza en general, querían un rifle asequible con un calibre lo suficientemente potente como para no solo encargarse de grandes antílopes, leones y leopardos, sino también de búfalos y elefantes. El cartucho de Bock estaba disponible en el Mauser de cerrojo de alta calidad pero asequible que, debido a la participación de Alemania en África, estaba disponible en todo el continente.

El terreno en Namibia es variado. En algunas partes, las distancias de disparo pueden ser cortas, mientras que en otras son comunes los disparos bastante largos (hasta 250 m).

Debido al terreno boscoso que domina grandes extensiones de tierra en África, se preferían rifles livianos y prácticos con suficiente poder letal de corto alcance y la capacidad de realizar algún que otro tiro de moderadamente largo alcance en la caza de las llanuras. Aunque también estaba disponible el .375H&H, ligeramente más potente, introducido en 1912, la mayoría de los europeos que cultivaban en África eligieron los Mauser en 9.3 porque el .375H&H era un cartucho patentado en aquellos días y los rifles británicos eran más caros que los Mauser de alta calidad.

Además, la reputación del .375 H&H se vio empañada por fallas de bala porque las balas de punta blanda de la época no eran lo suficientemente fuertes para la alta velocidad del .375, especialmente a distancias cortas y en la sabana.

La Segunda Guerra Mundial, sin embargo, puso fin casi abruptamente a la era dorada del 9,3×62.

La destrucción de la fábrica Mauser en Oberndorf cortó el suministro principal de rifles Mauser, mientras que los cambios políticos y las restricciones de la posguerra hicieron lo mismo con otras fábricas de armas en toda Europa. La fabricación de municiones se detuvo en Alemania e incluso Kynoch en el Reino Unido comenzó a abandonar la producción de muchos calibres “africanos” hasta que finalmente cesó toda la producción en la década de 1960. Los rifles británicos, especialmente los rifles personalizados, todavía eran muy caros, por lo que los cazadores y agricultores africanos recurrieron a Estados Unidos en busca de rifles asequibles con recámara para los llamados cartuchos universales.

África se convirtió ahora también en dominio del cazador americano y, como resultado, los cartuchos americanos florecieron en el Continente Oscuro. Winchester sacó su Modelo 70, un rifle basado en el diseño de Mauser, y al no estar familiarizados con los cartuchos métricos europeos, los estadounidenses optaron por este rifle de alta calidad y también asequible con recámara en .375H&H.

El cartucho Holland & Holland reemplazó así al 9.3 como cartucho multiuso de África. La 9.3 recibió otro golpe cuando muchos países africanos introdujeron una legislación de calibre mínimo para la caza peligrosa.

Aunque el 9.3 sirvió con distinción, se estableció un diámetro mínimo de bala de .375 ″ y esta desafortunada legislación relegó este gran cartucho al rango de cartucho de caza no peligroso. No se equivoque, el 9.3×62 no es el tapón de carga de elefante ideal, pero con las balas adecuadas, es cualquier día tan efectivo como el .375H&H contra paquidermos.

Algunos países africanos (Zimbabwe es uno de ellos) permiten hoy en día el uso de 9.3 en caza peligrosa. El 9.3 también es legal para los búfalos en algunas provincias de Sudáfrica, pero no en KwaZulu-Natal, donde vivo. En Namibia, es legal para todos los animales de caza de las llanuras, incluido el eland, así como el leopardo y el león, pero no el búfalo, el elefante, el hipopótamo, el rinoceronte o la jirafa, para los cuales la energía mínima requerida en el hocico es de 3983 pies/libras. Una bala de 286 granos que sale de la boca de un 9.3 a 2360 fps produce 3540 pies/libras.

El 9,3 × 62 encaja en acciones de longitud estándar y, por lo tanto, se pueden construir rifles cortos y livianos alrededor de este cartucho eficiente.

Cuando la munición 9.3 empezó a escasear, muchos cazadores cambiaron el cañón de sus rifles, pero los fieles seguidores mantuvieron vivo el cartucho porque se dieron cuenta de que el calibre medio suave de Otto Bock era todo lo que necesitaban para la selva africana, donde las distancias de tiro rara vez superan los 150 a 200 metros. Otro factor que gusta a los cazadores africanos es la mínima cantidad de daño a la carne que causa este cartucho. El daño a la carne puede no ser un factor para los cazadores de trofeos, pero para los cazadores de carne es muy importante.

l 9.3 × 62 lanza una bala de 286 granos a 2360 fps y cuando se pone a cero para imprimir tres pulgadas de alto a 100 yardas, funciona a 200 y seis pulgadas de bajo a 250 yardas. Muchos estadounidenses están obsesionados con la alta velocidad y los disparos de larga distancia, pero créanme, no hay necesidad de magnums ni de verdaderos disparos de larga distancia en África. Sí, obtienes algún que otro tiro lejano, pero incluso eso no debería ser un problema porque la mayoría de los cazadores (y cazadores/guías profesionales) hoy en día poseen telémetros y una vez que conoces la distancia a un animal y, por supuesto, la trayectoria de tu bala/carga. combinación, colocar una bala donde importa a 300 yardas no es difícil.

Aquellos que quieran aplanar la trayectoria del 9.3 pueden cambiar a las distintas balas de 250 granos. Me viene a la mente el excelente Accubond con núcleo adherido de Nosler. Lanzado a 2550 fps y puesto a cero a 200 yardas, cae menos de cuatro pulgadas a 250 y menos de 10 pulgadas a 300 yardas. Para cualquier juego de Plains, incluso Cape Eland, esta bala hará el trabajo con una colocación precisa del disparo. Existe el mito de que los animales de caza de las llanuras africanas son mucho más duros que los americanos, pero eso es una tontería. Sí, tenemos clientes difíciles como el búfalo, el ñu azul, el jabalí y el gemsbuck, pero ningún animal con un agujero en el corazón o los pulmones escapará jamás. Demonios, mi combinación favorita de rifle/calibre de kudu, gemsbuck y ñu azul es un Remington en .30-06 alimentado con balas Nosler Accubonds de 150 granos o balas GS Custom de 130 granos (una bala expansiva monometálica fabricada en Sudáfrica).

Los fieles seguidores no permitirían que muriera el 9,3×62 y ha regresado con fuerza en los últimos años. Hoy en día, Norma, Sako, Highland, RWS y PMP producen municiones de fábrica, mientras que muchas más empresas, incluidas algunas estadounidenses, comercializan balas 9,3 como componentes, tanto en diseños convencionales como de primera calidad. Barnes y Woodleigh, de Australia, por ejemplo, son conocidos por los excelentes sólidos que producen.

IMR4046 e IMR4320 parecen ser los polvos americanos más adecuados para el 9,3×62. Con estos, es posible cargar balas de 250 granos a casi 2600 fps, mientras que 2400 fps son posibles con balas de 286 granos. Speer comercializa una bala de 270 granos y Woodleigh produce una de 320 granos.

Los puntos a favor del 9.3 son su retroceso manejable, el hecho de que cabe en acciones de longitud estándar y que es fácil formar cajas de 9.3 a partir de latón .30-06. (Cajas Prime .30-06, cárguelas con Unique de 9 granos seguido de un fajo de algodón o papel higiénico y arroz crudo, lleno hasta el hombro, y otro fajo. Dispare este “espacio en blanco” en una dirección segura en tu 9.3 y listo, tienes un caso 9.3).

Aunque el 9.3 x62 es el llamado calibre medio suave, es mortal en el juego. Las velocidades de impacto más bajas de las balas aseguran que se mantengan unidas y penetren profundamente. Un amigo, Nigel Woodroffe, es un ávido fanático del 9,3 × 62 y usa su rifle exclusivamente con mira abierta para cazar todo tipo de animales de sabana en Sudáfrica. Ha matado a un gran número de ñus azules, muchos de ellos con sólidos, y también ha cazado búfalos y elefantes con este rifle en Zimbabwe. Siempre que vamos juntos al campo de tiro, siempre me ofrecen algunos tiros con su 9.3 y encuentro que este cartucho de modales apacibles es muy fácil de disparar con precisión desde la posición de mano izquierda.

Por cierto, hablando de disparar. Los estadounidenses deberían practicar disparar con los llamados palos de tiro "africanos" desde la posición de pie, ya que esta es la posición más utilizada en condiciones de sabana boscosa. La hierba alta y otra vegetación hacen que sea casi imposible disparar desde una posición sentada o boca abajo y, a pesar de la gran cantidad de árboles, nunca parece haber un tocón o una rama lo suficientemente cerca cuando un animal presenta un tiro claro. Los bastones de tiro a los que me refiero son en realidad un bi-trípode o un trípode con patas lo suficientemente largas como para acomodar a un adulto cuando está de pie. Prefiero un trípode porque es mucho más estable que cualquier bípode. Varias empresas en Estados Unidos los comercializan (normalmente hechos de aluminio), pero en África muchos guías de caza utilizan palos de bambú hechos en casa o largos tacos de madera.

Hoy en día, muchos americanos cazan en Namibia, mi país de nacimiento, que como probablemente sabréis, fue una antigua colonia alemana. Aquí el 9.3 también gozó de gran popularidad. Los cazadores extranjeros prefieren Namibia porque, en cierto modo, es más fácil de usar que Sudáfrica. Importar su rifle de caza es más fácil que hacerlo en Sudáfrica y este país escasamente poblado todavía tiene ese ambiente real de "salvaje", mientras que la hospitalidad de la gente es simplemente fuera de este mundo. Ciertas zonas de caza en Sudáfrica están muy comercializadas y, a menudo, se caza a la vista de ciudades, aeropuertos y carreteras nacionales con mucho tráfico. Namibia es segura y asequible, tiene una excelente red de carreteras y una amplia variedad de especies.

En el sur, la topografía semidesértica consiste en llanuras onduladas intercaladas con colinas rocosas o koppies, cadenas montañosas y, en algunos lugares, cañones bastante profundos. Aunque es un país abierto y muy accidentado, el uso inteligente del terreno rocoso permitirá a un cazador experimentado acechar lo suficientemente cerca como para llegar a 200 metros de su presa.

El centro y norte de Namibia es un país de sabana y sabana donde normalmente no es necesario disparar a más de 200 metros, a menos que sea uno de esos cazadores perezosos que evitan la caza adecuada caminando y acechando.

La mayor parte de la caza en Namibia se realiza en tierras o ranchos privados que preferimos llamar "granjas". Pero no se deje engañar por el término "granja". Las propiedades son enormes y el tamaño de una finca promedio es de alrededor de 12,000 acres. Por supuesto, muchas propiedades son mucho más grandes debido a la fusión de varias granjas.

En muchos, se han eliminado todas las vallas interiores y se pueden viajar muchísimos kilómetros en las cuatro direcciones del viento sin ver una sola valla. Las últimas estadísticas muestran que menos del 40% de los cotos de caza del país están vallados.

Para un safari normal en las llanuras, realmente no necesitas nada más que el suave 9.3 de Otto Bock. Hay suficientes armas para todos los antílopes, incluido el kudu real, así como para el gemsbuck y el eland. En el desierto de Namib, las distancias de tiro a veces superan los 300 metros y muchos preferirían magnums para esos tiros. Eso sí, a la hora de reservar infórmate sobre el terreno en el que cazarás y si es sabana abierta o bosque y sabana densa, el 9,3×62 no te defraudará si pones tu granito de arena.

Este gran cartucho antiguo es bastante popular en el sur de África y con razón. Ha arrasado la caza con monótona regularidad durante 103 años y probablemente lo hará mientras sigamos cazando en el Continente Oscuro.