Tony Sánchez Ariño, una leyenda viva de la caza africana que nació en 1930
Tony tuvo la suerte de llegar a África en el momento justo, en 1952, cuando había elefantes por todas partes y los safaris celebraban su época dorada. Con enormes dosis de sacrificios y esfuerzos, pudo crearse una buena reputación en el mundo de la caza africana, siendo el cazador profesional que más años ha cazado en África, nada menos que 62.
Cesáreo Martín | 29/08/2024
Siempre fue fiel cumplidor y respetuoso con las leyes, por lo que nunca tuvo problemas en los 23 países africanos en los que cazó, pudiendo moverse por toda el África colonial y postcolonial sin problema alguno al manejarse bien en seis idiomas
Experto en armas de gran calibre, fue seleccionado por la firma John Rigby & Co., de Londres, para probar sobre el terreno en África su nuevo calibre .450 de repetición, especialmente diseñado para la caza peligrosa.
Se dedicó principalmente a la caza de animales peligrosos (los llamados "cinco grandes"), consiguiendo entre los cobrados en sus licencias, en batidas oficiales y los heridos por clientes, un número superior a los 4.000 ejemplares.
Es el cazador que ha escrito más libros sobre África, sus cazadores, fauna, etc., y ha sido creador, fundador y miembro vitalicio entre otras, de la Asociación de Cazadores Profesionales Africanos, la Asociación Internacional de Cazadores Profesionales, full member de la elitista Asociación de Cazadores Profesionales de África Oriental, miembro vitalicio de la Asociación de Cazadores Profesionales de África del Sur, miembro fundador de la Asociación de Cazadores Profesionales del Sudán, miembro fundador de la Asociación de Cazadores Profesionales de Zambia, miembro de honor de la Asociación Francófona de Cazadores Profesionales y miembro del Shikar Club de Inglaterra, cuya presidenta es la reina Isabel II. A este mítico personaje le preguntamos:
Tony, cómo has disfrutado más ¿como cazador de elefantes o como guía profesional?
Como cazador de elefantes individual, siempre he hecho lo que he querido y cuando vas de guía tienes que supeditarte en la atención al cliente. Es agradable también, pero tienes que guardar unas normas. He cazado en 23 países diferentes de África. En una época que la caza era “libre”. En Guinea española, cazar un elefante costaba 1.000 pesetas. En Congo Belga no había limite de caza. En Camerún, por ejemplo, te daban un permiso para cuatro elefantes, que, unido a la licencia de caza y la tasa correspondiente, costaba 110 dólares.
as escrito mas de 30 libros en diferentes idiomas. de ellos. 13 publicados por Editorial Solitario en España. Sudán ha sido una de tus residencias más largas ¿a quién has dedicado el último libro de recuerdos?
El Sudán ha sido el mejor país de África para cazar todas las especies con las tres CCC, cantidad, calidad y costes. A partir de 1984, con la guerra, el enfrentamiento de las tribus locales, yo puedo decir que he vivido los XXV años dorados del Sudán. Empecé a cazar en allí 1952 con una reglamentación: la licencia era gratuita sin límites de animales a cazar. El león, el búfalo y el cocodrilo eran animales considerados dañinos por las tribus, por lo que se permitía la caza ilimitada de ejemplares.
Cuál ha sido tu primer arma?
Por los años treinta y tantos vendían unas escopetas para los niños que disparaban tapones de corcho, a las cuales yo era muy aficionado, teniendo siempre un par de ellas que utilizaba para matar moscas cuando se posaban en los cristales de las ventanas.
Mi primera arma fue un rifle .416 Rigby que compre con el préstamo de mi tío Tomás a escondidas de la familia. Fabricado por la firma Mahillon, de Bruselas, que eran los armeros reales, junto con 50 municiones de balas blindadas
Tony, además de buena memoria, demuestra muy buen humor, historia que contar y sarcasmo. En más de sesenta años como cazador profesional ¿has tenido o vivido algún accidente?
Yo tengo mis propios records. Uno, que en 62 años jamás tuve un accidente, ni entre los clientes, ni entre los porteadores, ni mío personal, teniendo en cuenta que sumando los cinco grandes: león, leopardo, búfalo, elefante y rinoceronte, cazamos 4.044 ejemplares.
Y dos, siempre he llevado conmigo un botiquín con medicinas, para curar a blancos y negros donde hiciera falta. Lo curioso es que el único accidente lo he tenido al regresar a Valencia, que me atropelló un coche cruzando un paso de cebra con luz verde para el peatón y, para remate, hace pocos años en casa, al coger un libro en la zona alta de una estantería me resbalé de la escalera, me caí de costado y me rompí la cadera. Me operaron de urgencias y desde entonces voy con muletas
Tony, de la variedad de libros que has escrito, ¿cuál te ha dejado el mejor recuerdo?
Mi libro es “Cazadores de elefantes, hombres de leyenda” publicado en 1974. Porque yo, por encima de todo, he sido siempre cazador de elefantes. En ese libro cito a modo de enciclopedia a los grandes cazadores de la época.
Tu mujer Isabel, ¿te acompañaba en tus viajes y… has conseguido hacerla cazadora?
Al principio, Isabel se casó con un cazador, que era yo. Se animó, probó y cazó siete elefantes. Pero se cansó enseguida y cambió el rifle por la cámara de fotos. Ha escrito también algún libro de África. En Valencia ha presentado con éxito exposiciones de fotografías
Cuenta Tony en sus historias que terminada la guerra “Recuerdo que un día, en la lucha continua por poder comer, una persona que venía del frente de Teruel y había estado con mi padre, nos trajo de su parte un queso de bola casi fosilizado, pues estaba duro como una piedra y había que cortarlo poco menos que con un serrucho, pero que nos supo a gloria, el cual mi madre cortaba con gran esfuerzo en finas lonchas, que parecían papel de fumar para que nos durara más, pues aquel súper reseco queso nos parecía un manjar digno de los Dioses del Olimpo.
Tony, Con la variedad de especies cinegéticas que hay en África algunas impresionantes, tú te has enamorado del elefante ¿por alguna razón especial?
No lo sé, si alguien lo sabe, que me lo diga. A los siete años de edad me preguntaban ¿de mayor, qué quieres ser? Y respondía, yo seré cazador de elefantes.
Tu primer elefante lo cazaste en Guinea con 22 años pero, ¿dónde y cuándo cazaste tu último elefante?
En Botsuana, un elefante con casi ochenta libras en cada colmillo, junto con un león y dos búfalos. Me despedí de la caza física con 83 años, hay que saber medirse las fuerzas. Con esa edad, seguir durante seis u ocho horas caminado por la selva ya no era posible., Seguí el consejo de Lagartijo que decía “Antes que los toros me retiren, me retiro”
Como cazador de especies peligrosas ¿recuerdas alguna anécdota de miedo o de riesgo vital?
Recuerdo a una manada de elefantes que me envistió estando yo en los pantanos del Nilo con agua hasta los sobacos. Se me echaron encima más de 25 elefantes que no me mataron de milagro, me pasaron rozando. Si yo estiraba el brazo podía tocarlos, fue un milagro de Dios que no me pasara algo. Un momento apurado, pero los que me han hecho pasar miedo en ocasiones han sido los leones. He cazado 340 leones, alguno me ha hecho pasar momentos amargos. Una vez, en la orilla del lago Alberto, en Uganda, tuve que pistear dos leones heridos por un terreno con hierba alta que me cubría la cabeza hasta encontrarlos rugiendo, consiguiendo rematarlos con un lance feliz.
Además de elefantes ¿qué otras especies has cazado y donde?
Sí, además de las especies peligrosas, dediqué muchas jornadas a cazar animales raros, como el bongo, eland de Derby, sitatunga y el lechwe del Nilo, por la dificultad que tenían. No quita que cazara algún antílope o facochero, pero para alimentar a los porteadores y clientes. Siempre he sido cazador de animales peligrosos y de piezas muy raras, teniendo que meterme en los pantanos del Nilo. Además de África he cazado en otros países.
En Australia, por ejemplo, estuve tres meses donde cacé 110 búfalos en la finca de un amigo, allí hacían daño al ganado comercial. En Siberia, cazando osos, donde sirva de paso, mi afición es la filatelia de sellos curiosos, un día en Jabárovsk acompañado de un intérprete, veo una tienda que me pareció de sellos y entramos, me enseñaron un clasificador lleno de sellos. El cambio oficial entonces eran seis rublos por un dólar, mientras que el cambio popular eran 90 rublos por un dólar. Me hizo sentirme rico por un momento. Al intérprete le dije que preguntase ¿cuánto quiere por todos los sellos? Sorprendido, el vendedor dijo “hay sellos de mucho valor”, a lo que le mandé responder: “Vale, que me dé un precio por todos”. Después de mucho tiempo de cálculos le compré todo por 120 dólares.
No quiero cerrar esta entrevista-homenaje a Tony sin mencionar cómo fue su decisión de ser cazador de elefantes y ¿que le contestó su padre?
Un día, con el ánimo del que llevan a la guillotina, me fui a la clínica de mi padre poco antes de la hora de comer, cuando ya no había nadie allí en esos momentos. Entré en su despacho, le di un beso, como siempre y, sentándome frente a él, le “solté” todo lo que pensaba y deseaba, poco menos que ahogándome…
Mi padre fue escuchando lo que le decía sin una palabra, lo que aún hacía la cosa más angustiosa para mí.
Cuando terminé de hablar solo me dijo lo siguiente: “Si tú quieres ser cazador de elefantes en África y con eso eres feliz, no tengo nada que decir, pues de esa actividad no tengo la menor idea de nada. Lo único que te insisto es que, hagas lo que hagas, que sea con honestidad”.
En 1952 Tony partió en el barco “Ciudad de Sevilla” en dirección a Guinea Española. En compañía de su gran amigo, Ramón Tatay, cazó su primer y excepcional elefante con 50 libras de colmillo.
Ha sido un auténtico placer charlar con un mito, con un mito español. No es exageración, quizá al revés, me quedo corto… Tony Sánchez-Ariño es Historia del safari, de la caza auténtica en África. Historia viva, uno de los legendarios cazadores profesionales africanos que, a sus 94 años, seguiría aun visitando el continente africano de no ser por un ‘cuatro latas’ que le ‘embistió’ en la ciudad, a él, que ha cazado en primera persona o con sus clientes varios miles de elefantes, leones, leopardos, búfalos o rinocerontes —cuando estos eran peligrosos de verdad— ¡sin tener un solo percance ni sus clientes, ni nadie del equipo ni él!
Si han sido muchos miles de los Cinco Grandes cazados, muchos más miles han sido los que Tony ha salvado de la desaparición.
Tony Sánchez-Ariño hubiera sido un médico sobresaliente, pero África le llamaba de continuo, con 22 años tuvo la oportunidad de viajar desde su Valencia natal hasta la entonces Guinea Española, allí conoció a un ingeniero aeronáutico, Ramón Tatay, que le ayudó a cazar su primer elefante y en ese momento comenzó la historia de este mito…
Melómano, ponía óperas en todos sus safaris, coleccionista de sellos, tiene algunos realmente rarísimos, con una colección soberbia de rifles. Sin duda, uno de los mejores cazadores africanos de la historia, con mucho de valiente aventurero, algo que ha dejado patente como escritor, con 22 magníficos libros publicados, 13 en español y 9 en inglés.
Hoy reside en su tierra valenciana con su mujer Isabel de Quintanilla, de quien sigue enamorado. Ha escrito una colección única de libros para el recuerdo.
Publicaciones literarias
1974 Marfil. Editorial Hispano Europea (Barcelona).
1981 Ivory. Anwell Press (USA).
1987 On the trail of the african elephant. Roland Ward (Londres).
1991 y 2000 Safari Press
1993 El último de los pocos. Ediciones Aldaba (Madrid).
1995, 1999, 2006, 2009 y 2010 The last of the few. Safari Press (USA).
1998 Windaji wa tembo,. Hatari Verlag (Alemania).
1999 Marfil. Editorial Nyala (Sevilla).
2001 y 2002 Elephants, ivory and hunters. Safari Press (USA).
2003 Cazadores de elefantes, hombres de leyenda, Editorial Nyala (Sevilla).
2005 y 2010 Elephant hunters, men of legend. Safari Press (USA).
2007 Cazadores de elefantes, hombres de leyenda,. Editorial Solitario (Madrid).
2008 Garras y colmillos. Editorial Solitario (Madrid).
2010 Grandes calibres africanos. Editorial Solitario (Madrid).
2010 Histories d’ivoire. Éditions de Montbel (París).
2011 Claws and fangs. Safari Press (USA).
2012 Bongo. La caza en África Ecuatorial, Editorial Solitario (Madrid).
2013 Entre el río Congo y el Nilo Blanco. Editorial Solitario (Madrid).
2013 Great African Calibers, Safari Press (USA).
2014 Hic sunt leones. Aquí hay leones. Editorial Solitario (Madrid).
2015 Between the Congo River and the White Nile,. Safari Press (USA).
2015 Africa’s Greatest Tuskers. Safari Press (USA).
2015 Cuando aún sonaba el Tam tam. Editorial Solitario (Madrid).
2016 Cazando bajo la Cruz del Sur y la Estrella Polar. Editorial Solitario (Madrid).
2017 Los Grandes Cazadores Profesionales Africanos: Una raza a extinguir. Editorial Solitario (Madrid).
2018 Marfil. La caza del elefante africano. Editorial Solitario (Madrid).
2019 Memorias de una vida en la senda de los elefantes. Editorial Solitario (Madrid).
2021 En medio de la nada. Expediciones y caza en el centro de África. Editorial Solitario (Madrid).
2023 El Sudán Meridional. 25 años cazando a lo largo del Nilo Blanco. Editorial Solitario (Madrid).
Series africanas, 8 volúmenes
Hunting in Tanzania
Hunting in Etiopia
Hunting in Zimbabwe
Hunting in Zambia
Hunting in Sudan
Hunting in South Africa
Hunting in Botswana
Hunting in Kenya
Tony Sánchez Ariño, una leyenda viva de la caza africana que nació en 1930
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