Estoy muy deacuerdo con todo lo comentado aquí, sí con todo, a pesar de que unas ideas parezcan oponerse firmemente a las otras. La caza, a pesar de ser tratada en un concurso, no tiene porqué ser siempre una competición. O mejor dicho, no tiene porque ser siempre una competición de a ver quién mata más o quién consigue cazar el trofeo mayor. Indudablemente, si sólo relacionamos la acción de cazar con la de matar, pues le daría la razón al 100% a quienes piensan que este tipo de concursos envilecen "la caza". También pensaría, al igual que ellos, que nos hacen mal a todos los cazadores.
Para evaluar correctamente las condiciones de un futuro cazador, desde mi punto de vista, es vital olvidarse de la acción de matar (a pesar de ser inherente y necesaria para la caza) y deberían centrarse más en una definición mucho más extensa de la caza, en la que es innegable que aparecen términos mucho más importantes para la caza que la propia acción de apuntar, disparar y matar. Si las personas encargadas de evaluar a los participantes de un concurso de este tipo, evaluaran al cazador atendiendo al caracter CONSERVACIONISTA del mismo, en vez de al NÚMERO de trofeos que ha logrado colgar, ¿tendríais entonces la misma opinión sobre el concurso? Desde luego yo no.
Conste que es una apreciación personal formada desde el desconocimento total sobre éste y otros tipos de concursos venatorios e influida notoriamente por mis conceptos sobre la caza y el buen cazador.