anecdotas monteras....

¿Y de dónde salió tanto venao indocumentado? ¿y los cochinos?

Los venaos estaban en la finca, pero los listos que lo organizaban no dijeron ni pío, jamás pensaron que iba a haber tal atestón ; cochinos en media hora, no se cobró ninguno que yo sepa.......

EBP escribió:

Las cosas que os pasan, lo del reloj y lo de la bota...

Hace unos 15 años, un jueves cualquiera por la tarde, suena el teléfono ( el fijo y de góndola , claro )
!! Quique !! te vienes éste finde a ********* ?? es que me han invitado unos amigos y me han dicho que me lleve a alguien de confianza, montean una mancha y dicen que está sopá de guarros, además, el domingo damos un ganchete en casa de no se quién.
Lo típico, dicho y hecho. Total que el sábado estábamos en la junta, mi mujer y el que suscribe, un día de estos de invierno con solecito, el campo estaba que daba gusto verlo. Reducido grupo de gente, donde solo conocía a mi amigo, sorteo rápido y bien organizado, menda oyendo viendo y callando, me pareció todo normal. En suerte, el 7 de la cuerda, en un alto que dominaba 2 collaetes, uno a cada lado del puesto; ! joder, qué puesto ! pensé. Eran las 11.00 y la armada estaba colocada entera, desde el puesto , veíamos como se colocaba el sopié y en un momento dado, veo una - pelota - de venaos corriendo por los llanos - ! coño !, pero si aquí nadie ha dicho nada de los venaos- a ver si van a ser de otra finca y lo que pasa es que desde aquí, no velo la alambrada, aunque me habían dicho que la finca era abierta....en fin..! qué raro ! Saco el rifle, "estreno" un Mauser 66 de segunda mano , del 7mm. A las 11.10 se empieza a oír un tiroteo de aquí te espero, en esto que, a contrapelo, me entra por el collao una collera de varetos a los que contemplamos mientras se van al trotecillo. Me vuelvo a preguntar , ¿ habrá más venaos aquí ? o ¿ será casualidad ?, en fin, ya estaba yo bastante mosca. 11.20 am y tira el 4 de mi armada, donde estaba mi amigo, el 5 , el 6 también y yo como una moto, agarrando el rifle hasta casi hacerme sangre con el picado del pistolet y el guardamanos ; esperaba una piara, pero cual es mi sorpresa, cuando una collera de venaos bastante bonitos, me entra a todo trapo por el collao izquierdo, encaro el primero y al suelo, tiro del cerrojo, me voy con el segundo, acusa el tiro, vuelvo a tirar de cerrojo, lo doblo y pelotazo !! joder qué doblete !! vaya lance, qué bonito !! Mientras tanto, el tiroteo era constante, venaos por todas partes, no daba crédito
11.30 una nueva carrera por mi izquierda, tira el 6 y me entra otro venao como una flecha tapado por las altas jaras, lo espero en un clarillo, corro la mano, asoma a toda leche, paletillazo alto y delantero y seco.....! estaba alucinando !! joer, con la mancha sopá de guarros.....1/2 hora de montería y me había apiolado tres venaetes la mar de bonitos, sigue el tiroteo cuando, por el cortadero de la cuerda de nuestra armada, veo un tío corriendo de puesto en puesto , pienso :ya está, se jodió la fiesta, ; llega el "organizador " desencajado a mi postura y le pregunto - ¿ qué pasa ?- él, no puede ni hablar, creía que se moría y me dice ,: - Pues nada, qué el venao no está autorizado, a lo que respondo !! joder, pero si nadie ha dicho nada !! y me responde : ya, es que aquí nunca ha habido venaos !!!
y por eso no hemos dicho nada....
No daba crédito, total que meto en rifle en la funda y doy por terminada la movida; el pollo en cuestión sigue de puesto en puesto. Montería suspendida. Yo tenía un cabreo monumental. La armada donde yo estaba, cobró 16 venaos entre 9 puestos, en media hora justa de montería, en fin , se lió una gorda y yo tenía un disgusto del copón. En fin, todos al hotel donde hubo bronca con la organización , seprona, denuncia, la de Cristo...los bichos se quedaron en el monte, los dábamos todos por perdido.
Comimos tardísimo, al rato, con el cabreo que tenía me metí en la cama, !! menudo embarque !! Mañana no cazo y me vuelvo a Madrid......en fin...pasa la noche, follón, ruidos y cachondeo en el hotel que tenía las puertas y paredes de papel de fumar, un infierno de noche
y copas, todo el mundo de cachondeo y yo negro reviviendo los lances....
Total que, amanecemos, ya con el marrón digerido y mentalizado para ducha, desayuno , carretera y manta , abro la ventana de mi habitación que daba justo al parking del hotel cuando...............................

veo uno de los coches - PETAO - de cabezas de venao, habría por lo menos 30.....y entre ellos los míos .....
No sabía que hacer, no daba crédito y estaba todo el mundo dormido, decidí irme sin más despues de desayunar, mientras desayunaba, bajó el dueño del coche, que ocupó el 5 de mi armada, cocido como un piojo, me contó que : borrachos perdidos se habían subido a la sierra a las 2 de la mañana , habían cortado todas las cabezas de la cuerda y del sopié, se habían perdido y habían llegado a las 5 de la mañana al hotel....en fin, una locura.
Se fue al coche sin decirme nada y dejó las cabezas al lado del maletero del mío y me dijo ( borracho perdido ) hassssssshhsssssta la prosssssiiiima, ....
Cargué los bártulos y los venancios y me fui ,hasta hoy...eran otros tiempos, pero, no veáis que embarque
Perdonad el tostón.

Joder que bueno.....me imagino tu cara.....y la nochecita que pasarias.

De lo mejor que he escuchado en mucho tiempo

No te lo puedes ni imaginar, surrealista ....ahora lo cuentas y te ríes, pero no veas el disgusto que tenía...pero un disgusto gordo .

EBP escribió:

No te lo puedes ni imaginar, surrealista ....ahora lo cuantas y te ríes, pero no veas el disgusto que tenía...pero un disgusto gordo .

Me pongo en tu lugar y lo entiendo, no pararias en toda la noche de ver el doblete y luego el otro venao. Son anecdotas que ahora te ries pero......

sipy escribió:

Hace 4 años me invitó un buen amigo a una montería de nuestra sociedad. Al ser postor nos colocamos en el último puesto de la armada que discurría por el margen de un arroyo.
El puesto esta al lado de una chaparra, todo pelao a nuestro al rededor y en el testero de enfrente tenemos una mancha tupida de jaras, después un gran claro y otra mancha más que se nos perdía la vista en ella.
Trás las carrreras de los perros y reses, y después de abatir varias ciervas, vemos que se descuelga de la seguna mancha un guarro muy grande que pasa el arroyo y toma nuestra dirección. Mi amigo aguanta el tiro hasta que está en el claro a unos 15 metros de nosotros y le sacude la primera pildora. Ante nuestro asombro vemos como el animal dá vueltas sobre sí mismo y cuando está parando de dar vueltas dobla el tiro en el codillo. En este momento el guarro ve nuestras siluetas y arranca hacia nosotros. En su carrera se alinea con mi amigo y al estar yo detrás dejo de ver el guarro, mi compañero dá un paso a su derecha y el guarro cae a sus pies.
Entre risas y nervios se da la vuelta hacia mi mientras me dice "Pedrito, vaya susto que nos ha dao el joío, eh? jejejej" "Perdrito?, Pedrito!!" "Que coño haces encima de esa chaparra!?!?!?!"

La chaparra no tendría 10cm de diámetro y 2m de altura, pero un servidor demostró una gran destreza en lo que se refiere a escalada y equilibrio, pues me encaramé en la copa de ésta mientras se balanceaba de un lado a otro.

Y mira que lo hizo para que cogieses miedo a la caza, pero ni con esas...

Muy buenas todas, ¡jejejejeje!

kas escribió:

Corría por aquel entonces el año 1997 si mal no recuerdo y andábamos por esas sierras de Diós y de Huelva cazando junto a la sociedad de un pequeño pueblo una mancha de fuerte eucalipto y jaras. En suertes nos tocó una traviesa en la que tenían hecho un amplio cortadero entre la repoblación forestal. Mira tu por dónde, mediada la montería entra un venado muy bonito al puesto de debajo nuestra que de un certero disparo hace rodar justo en mitad del raspadero. Nuestros vecinos, dos jóvenes por entonces de veintipocos años se abrazan y felicitan y a pesar de andar enfrascados en mitad de la montería, suben hacia nuestro puesto hasta la altura donde yacía todavía pataleando el astado. Uno de ellos se coloca junto al animal mientras el otro le saca un par de fotografías con estas cámaras que había que pasar el carrete, una vez terminada la operación, se tornan las funciones con la diferencia de que al fotografiado en esta ocasión, se le ocurrió sentarse en el lomo del animal, instante que aprovechó para salir como alma que lleva al demonio raspadero abajo. El montero con cara de asombro se soltó del manillar de tan insólito e improvisado vehículo dando con sus costillas en el suelo, el venado en su alocada carrera no acertó a encontrar la mancha pero si una certera bala del puesto siguiente a nuestros vecinos que puso fin a su carrera.

Sorprendentemente vimos como el desaguisado jinete corría acero abajo gritando ¡¡¡el reloj, el rejol!!! hasta llegar al cérvido. Posteriormente nos enteramos de que el venado, con un raspón en el lomo, aguantó estóicamente la sesión fotográfica del ejecutor del disparo, pero al verse sujeto no le gustó la situación y emprendió la huída, desprendiendo el reloj de la muñeca de aquel que lo sujetaba, y dando con sus huesos en tierra con el reloj en su candil izquierdo.

Al llegar los susodichos al puesto de su contiguo, el ocupante del mismo le dijo: -"¡el venado os lo quedais, pero el reloj, no viene dando sangre!".-

Unos buenos cubatas les costó cobrar el reloj y unas buenas risas que nos dimos a su costa...


Cosas que pasan... cosas....

Genial, .

Cazabamos un primero de noviembre la finca cochinera de un amigo, uno de esos dias de afixiante calor. Capitaneaba la mano de una coqueta solana de apretado monte con la certeza de que las condiciones no eran las más idoneas para que encamara la caza en ella. Soltamos pronto, como suele ser habitual.
Mi labor ese dia no era más que echar un ojo a una de las dos dobles que llevaba ese dia. En concreto la de la mano baja porque la de la alta era la mia.
Enseguida nos pusimos a la mano en el camino que hacía de cierre y entramos al monte. Efectivamente la mancha estaba floja y al cruzar todos a una la traviesa que ponía Raimundo, no habían sonado media docena de tiros y casi ninguno correspondía a la solana que monteabamos. Ni que decir tiene que el calor que pasamos perros y perreros fue horroroso.
La gran suerte fue que el remate de esa mano coincide con la casa de la finca y la cerveza que me tomé al llegar aún la recuerdo. Tambien hay algun manantio para aliviar a los canes.
Mandé a los perros de vuelta y me quedé unos minutos refrescandome y y esperando.

Se da la circunstancia que rente al sopie hay una verea que cruza la solana desde la suelta hasta el remate y que iba a ser mi camino de vuelta. Como intuía, uno de los dos perreros de la doble de la mano baja volvía tranquilamente por la verea pensando que yo no iba a hacer la vuelta. El susto que se dió cuando le llamé la atención para que se metiera en el monte y se ganara la propina fue morrocotudo.
Emprendí la vuelta por mi verea y si a la ida no hubo movimiento, a la vuelta ni te cuento. Fué entonces cuando ocurrió. A escasos 200 metros de los camiones y aun dentro del monte veo algo brillar en medio de la verea. Según me voy acercando compruebo que se trata de un telefono. Lo mejor es que aún tenía batería y estaba encendido.
Enseguida me acordé de aquel que fue a robar un banco y se dejó el dni. Llegué a los camiones, me aseé y me cambié.
Antes de ir a la comida esperé que llegaran los perreros, entre otras cosas para cerciorarme de que el movil no fuera del que me la quería liar de vuelta y que lo huebiese conseguido a la ida. Efectimamente no era ni de él ni de su compañero. Tenía la certeza de que el dueño es uno de esos elementos que se dedican a pasearse las noches previas para distorsionar los resultados de las monterías ( que diplomático). Abrí el movil y el fondo de pantalla era la foto de una tabla de un macareno de los que quitan el hipo. Busqué en la agenda y entre varios contactos figuraba el de "mamá" ( o mejor dicho, máma). Marqué y a la voz de la señora respondí con marcado acento rural presentandome como amigo del dueño del telefono. La conversación no fue muy larga pero me di maña de sacarle a la paisana, sin motivos para sospechar nada, el nombre del individuo, el pueblo donde vivía ( proximo a la finca) y el bar donde paraba para devolverle el telefono.

Con toda la información y el " arma homicida" di parte a mi amigo y propietario de la finca y poco a poco fue enterandose el personal. Las risas a costa del "chanteador" fueron de aupa y los chistes y comentarios acerca del hallazgo dieron para una sobremesa de lo más entretenida.

El propietario lo conocía. Era uno de los habituales delincuentes de la zona. Le había convidado en ocasiones a algún gancho y permitido ponerse de retranca en otras. Pero está visto que esta gente, ni por las buenas ni por las malas y como mi amigo decía " si le acabo denunciando el verano que viene me quema la finca".

El teléfono está en mi casa.

McUto escribió:

Cazabamos un primero de noviembre la finca cochinera de un amigo, uno de esos dias de afixiante calor. Capitaneaba la mano de una coqueta solana de apretado monte con la certeza de que las condiciones no eran las más idoneas para que encamara la caza en ella. Soltamos pronto, como suele ser habitual.
Mi labor ese dia no era más que echar un ojo a una de las dos dobles que llevaba ese dia. En concreto la de la mano baja porque la de la alta era la mia.
Enseguida nos pusimos a la mano en el camino que hacía de cierre y entramos al monte. Efectivamente la mancha estaba floja y al cruzar todos a una la traviesa que ponía Raimundo, no habían sonado media docena de tiros y casi ninguno correspondía a la solana que monteabamos. Ni que decir tiene que el calor que pasamos perros y perreros fue horroroso.
La gran suerte fue que el remate de esa mano coincide con la casa de la finca y la cerveza que me tomé al llegar aún la recuerdo. Tambien hay algun manantio para aliviar a los canes.
Mandé a los perros de vuelta y me quedé unos minutos refrescandome y y esperando.

Se da la circunstancia que rente al sopie hay una verea que cruza la solana desde la suelta hasta el remate y que iba a ser mi camino de vuelta. Como intuía, uno de los dos perreros de la doble de la mano baja volvía tranquilamente por la verea pensando que yo no iba a hacer la vuelta. El susto que se dió cuando le llamé la atención para que se metiera en el monte y se ganara la propina fue morrocotudo.
Emprendí la vuelta por mi verea y si a la ida no hubo movimiento, a la vuelta ni te cuento. Fué entonces cuando ocurrió. A escasos 200 metros de los camiones y aun dentro del monte veo algo brillar en medio de la verea. Según me voy acercando compruebo que se trata de un telefono. Lo mejor es que aún tenía batería y estaba encendido.
Enseguida me acordé de aquel que fue a robar un banco y se dejó el dni. Llegué a los camiones, me aseé y me cambié.
Antes de ir a la comida esperé que llegaran los perreros, entre otras cosas para cerciorarme de que el movil no fuera del que me la quería liar de vuelta y que lo huebiese conseguido a la ida. Efectimamente no era ni de él ni de su compañero. Tenía la certeza de que el dueño es uno de esos elementos que se dedican a pasearse las noches previas para distorsionar los resultados de las monterías ( que diplomático). Abrí el movil y el fondo de pantalla era la foto de una tabla de un macareno de los que quitan el hipo. Busqué en la agenda y entre varios contactos figuraba el de "mamá" ( o mejor dicho, máma). Marqué y a la voz de la señora respondí con marcado acento rural presentandome como amigo del dueño del telefono. La conversación no fue muy larga pero me di maña de sacarle a la paisana, sin motivos para sospechar nada, el nombre del individuo, el pueblo donde vivía ( proximo a la finca) y el bar donde paraba para devolverle el telefono.

Con toda la información y el " arma homicida" di parte a mi amigo y propietario de la finca y poco a poco fue enterandose el personal. Las risas a costa del "chanteador" fueron de aupa y los chistes y comentarios acerca del hallazgo dieron para una sobremesa de lo más entretenida.

El propietario lo conocía. Era uno de los habituales delincuentes de la zona. Le había convidado en ocasiones a algún gancho y permitido ponerse dIe retranca en otras. Pero está visto que esta gente, ni por las buenas ni por las malas y como mi amigo decía " si le acabo denunciando el verano que viene me quema la finca".

El teléfono está en mi casa.

Todavía recuerdo el viaje de vuelta a casa en el coche, donde se produjo la famosa conversación con la máma del individuo y se me caen las lagrimas... de risa, fue sencillamente acojonante

Cuanto SINVERGUENZA hay suelto y me quedo corto, encima que lo invitan asi te la devuelven.....La pena que solo perdio el telefono.

Vaya un David, me lo estoy imaginando ahora mismo......

Exáctamente el mismo caso David, nos pasó hace unos cuantos años ya a nosotros, aparecieron botes le lejía de la que usaban en la empresa del "muchacho", despertadores, bolsas de pelo de una peluquería de su pueblo, y ¡Eureca! el móvil de su empresa.

En nuestro caso si que se interpuso la correspondiente denuncia a los susodichos, lo que no se es cómo acabó el asunto...

kas escribió:

Exáctamente el mismo caso David, nos pasó hace unos cuantos años ya a nosotros, aparecieron botes le lejía de la que usaban en la empresa del "muchacho", despertadores, bolsas de pelo de una peluquería de su pueblo, y ¡Eureca! el móvil de su empresa.

En nuestro caso si que se interpuso la correspondiente denuncia a los susodichos, lo que no se es cómo acabó el asunto...

Casi ná el pájaro Carlitos, ese dia fue cuando dejo las cancillas abiertas de todas las fincas colindantes y se metio todo el ganado manso dentro de la mancha, te acuerdas ????????

Harán 4 años, por el sur de Soria, un rehalero/perrero y un compañero levantan 4 guarros, una cochina con dos bermejos y un navajerete de unos 60kg. Este último se llevó detrás la mayoría de la rehala y se terminó aculando dentro de una paridera semiderruida, una de las paredes mayores era parte de la propia loma integrante de un barranquete, en la loma opuesta las escopetas esperaban desenlace. A partir de esa pared de roca nacía el tejado de la paridera pero estaba semi hundido. El perrero intentó acuchillar al machete sin opción y decidió hacerlo por lo alto, a medio tejado todo se fue abajo, estruendo y risas del acompañante, polvareda vista desde al menos 3 puestos. Tras el jaleo un silencio y cuando remataron en nuestro cierre apareció el perrero cubierto de polvo y magullado mientras su compañero no dejaba de sonreir...

- Un montero... ¿qué pasó Angel, que fue ese jaleo?

- El compañero del perrero (con sorna)... Viene del tajo, de hacer horas extras en el andamio.

La cosa siguió en la comida y en las copas

Viendo ahora lo de los cepos sobre especies protegidas, he recordado una anécdota. Por el 90 y pocos, acompañaba a mi padre a una montería de invitación en una finca que a mi por aquel entonces me parecía preciosa desde el cortijo. No hizo falta que mi padre me leyera la cartilla (tendría yo 11 años o por ahí), estaba claro que allí se respiraba seriedad por todos lados. El dueño da las respectivas indicaciones, y destaca que aunque la finca esta muy cuidada, que si aparecería algún zorro, que por favor no dejáramos de tirarlo a la espera del jabalí que lo va siguiendo.

Bueno, yo ya encantado pensando que quizás mi padre se ablandaría y me dejaría tirar primero con eso del zorro, pero de camino al puesto el suelo parecía la superficie lunar, todo hozado y echo polvo de los cochinos, así que rápidamente se me quitó de la cabeza que fuera a ocurrir tal cosa.

Una vez ya en la postura, y aunque no habían transcurrido ni 10 mins ya se habían oído varias detonaciones, me fijo que hay una rapaz de grandes dimensiones volando por encima de la mancha. Se lo indico a mi padre, y los dos disfrutamos viendo como se desliza por las corrientes de aire. Mi padre me comenta que cree que es una no se que (no recuerdo que especie), y que realmente son difíciles de ver, y me estaba explicando pacientemente todo lo que a mi se me ocurría preguntar cuando derepente ¡PUM!, y la rapaz se precipita al vacío.

La cara de sorpresa de mi padre me deja entrever que eso no era muy normal que ocurriera, aún así le pregunto, y me dice que no, que es una especie protegida y que él también está desconcertado. Acto seguido vemos un reflejo del sol en el pico de una de las lomas, que antes no estaba, pensando que sería alguien que faltaba por colocar. Primero vemos que es un parabrisas de un 4x4, luego dos, y tres, y se bajan varios tipos de aquellos coches, y miran con prismáticos, y se vuelven a montar, y aunque no los vemos, van montando muchísimo ruido.

Pues resulta, que eran del National Geographic o similar, que acompañados del ¿ICONA? y el Seprona estaban haciendo un documental de las rapaces en España, y el animal estaba anillado y todo. La que se formó fue gorda... El que disparó fue el dueño. Creo que mi padre ya se preocupó en los días posteriores de magnificar el castigo ejemplar que recibiría el dueño por semejante tropelía para que jamás se me ocurriera hacer algo así.

Buena anécdota Luis!!!

Gracias a Dios creo que seria difícil que hoy en día sucediera la concienciación de la gente a mejorado mucho desde los años 80 y principios de los 90.

Hoy en día seria impensable ver como se capturan águilas de forma sistemática en los grandes cotos de ojeo, como antaño pasaba...

Vaya anécdota Luis, espero que no lo estuvieran filmando en ese momento .... menuda chapuza...

Buena anécdota Luis. Ahora con esta tuya acabo de recordar otra parecida por lo que no me voy a explayar demasiado en contarla.

Rondaba por aquel entonces el año 95-97, y cazábamos en una de esas muchas fincas de la sierra de San Pedro con una orgánica de renombre de esta nuestra querida Extremadura, datos que voy a obviar por no dar explicaciones innecesarias del asunto que no vienen al caso.

Nosotros ocupábamos puesto de traviesa en esta bonita finca como bien he dicho y estábamos disfrutando de una de esas jornadas de sol espléndido de diciembre que en ocasiones se viven en nuestras monterías. Para poneros en situación, mancha de jaras apretadas con salpicoteadas encinas, muy salpicoteadas, con lo cual culo al sol en mitad del raspadero. Calma total y vocerío lejano de batidores. Allí no se movía una "paja".

Mediada montería se presenta un bando de buitres que no dejan de sobrevolar nuestra posición con su elegante porte, una y otra vez. Repito, allí no se movía una mosca, cuando pam, pam, dos disparos de un par de puestos de debajo nuestra y vemos como uno de los buitres hace precipitados amagos descendiendo vertiginosamente acero abajo intentando tomar tierra. En esto, el autor de los disparos señala a nuestras espaldas diciendo -¡ahí va el venao!, ¡ahí va el venao!, a lo que mi padre contesta mientras no tomaba, sino tragaba tierra el pobre animalillo, -¡si, si!, ¡y va pegao de ala, de ala!.

Cuando finalizó el asunto fue recriminado por todos y cada uno de los integrantes de la armada y el postor quedó en ponerlo en conocimiento de las autoridades. Desconozco el final de la historia, pero la cara del muchacho de entre 25-30 años se tornó de un tono añil cuando se vio reprimido por su acción por los seis o siete puestos restantes.

Gracias a todos. El pobre desalmado debe de seguir en la cárcel porque ya no volvió a avisarle como le digo a mi padre cada vez que lo recordamos...

Vaya tela también la del "buiti" Carletes.

Morral escribió:

Gracias a todos. El pobre desalmado debe de seguir en la cárcel porque ya no volvió a avisarle como le digo a mi padre cada vez que lo recordamos...

Vaya tela también la del "buiti" Carletes.

Debía de ser el muchacho del Barça ya que por aquel entonces era todavía muy sonado aquello de "La Quinta del Buitre"...

kas escribió:

Morral escribió:

Gracias a todos. El pobre desalmado debe de seguir en la cárcel porque ya no volvió a avisarle como le digo a mi padre cada vez que lo recordamos...

Vaya tela también la del "buiti" Carletes.

Debía de ser el muchacho del Barça ya que por aquel entonces era todavía muy sonado aquello de "La Quinta del Buitre"...

La quinta del buitre estaban en otro lado conmigo por lo menos dos de ellos, ya os contare otro dia monteando una finquita cerca de aqui fui a parar a los puestos de Martin Vazquez y Manolo Sanchis, si es que.... lo que no me pase a mi.

Aquí está pasando algo muy raro, o solamente monteamos cuatro gatos, o solamente nos pasan anécdotas a los mismos gatos siempre, o lo mismo es que las cosas suceden pero a todos los demás foreros se les ha tragado la lengua el gato, no se, no se...

Pero así recordando se me ha venido a la memoria otro dia de esos nublados de diciembre, con el cielo amenazando lluvia.

Corrían mediados de los noventa, no os sabría decir la fecha exácta, y cazábamos de invitación una finca de la Sra Duquesa del Arco, que curiosamente me cae bastante cerca de casa. Tras la correspondiente misa, la entrega en mano de posturas, ya que tal y como os digo, era de invitación, y tal y como os decía, el cielo ennegrecido nos hacia presagiar una y "de las gordas".

Nosotros al cierre de la ribera, junto con el pálido sobrino de la dueña y otros seis monteros entre los que destacaban ilustres nombres del ambiente montero, que fueron quedando poco a poco cada uno en sus posturas. Nosotros a la última, lo que no nos desagradaba en absoluto, ya que los esquinazos contra las riberas suelen ser bastante querenciosos.

La montería transcurrió con total normalidad, entre disparos, ladras y vocerío. Por suerte para nosotros, el cielo respetó y no descargó su furia sobre nosotros, manteniendose firme ese gris plomizo que todo lo envolvía.

Tras irnos quitando al llegar al puesto contiguo que había tenido varios lances, pudimos observar como un montero buscaba y rebuscaba con ahínco en un determinado lugar algún rastro de sangre o huesos en la vereda donde había disparado sobre ambos animales, y al vernos solicitó nuestra ayuda, a lo que accedimos gustosos.

Tras unos segundos de pisteo mi padre encontró "integra" la lengua de un cochino, la cual entregó al cazador que cuidadosamente la envolvió en un pañuelo y la guardó en su bolsillo. No hubo para mas, así que nos olvidamos del asunto y nos fuimos al cortijo a comer.

Pues ahí me vieseis al montero, después de la comida y tras que se expusiesen las reses en el plantel, ir uno por uno a todos y cada uno de los cochinos abriendoles la boca, para buscar el dueño de la lengua que portaba. Mi padre al percatarse del asunto, se fue para el y discretamente le preguntó, ¿piensas reclamar al cochino mudo?...

El hombre pensando en el cachondeo que se le podía montar, guardo de nuevo su pañuelo en el bolsillo y desistió de su empeño...

kas escribió:

Aquí está pasando algo muy raro, o solamente monteamos cuatro gatos, o solamente nos pasan anécdotas a los mismos gatos siempre, o lo mismo es que las cosas suceden pero a todos los demás foreros se les ha tragado la lengua el gato, no se, no se...

Pero así recordando se me ha venido a la memoria otro dia de esos nublados de diciembre, con el cielo amenazando lluvia.

Corrían mediados de los noventa, no os sabría decir la fecha exácta, y cazábamos de invitación una finca de la Sra Duquesa del Arco, que curiosamente me cae bastante cerca de casa. Tras la correspondiente misa, la entrega en mano de posturas, ya que tal y como os digo, era de invitación, y tal y como os decía, el cielo ennegrecido nos hacia presagiar una y "de las gordas".

Nosotros al cierre de la ribera, junto con el pálido sobrino de la dueña y otros seis monteros entre los que destacaban ilustres nombres del ambiente montero, que fueron quedando poco a poco cada uno en sus posturas. Nosotros a la última, lo que no nos desagradaba en absoluto, ya que los esquinazos contra las riberas suelen ser bastante querenciosos.

La montería transcurrió con total normalidad, entre disparos, ladras y vocerío. Por suerte para nosotros, el cielo respetó y no descargó su furia sobre nosotros, manteniendose firme ese gris plomizo que todo lo envolvía.

Tras irnos quitando al llegar al puesto contiguo que había tenido varios lances, pudimos observar como un montero buscaba y rebuscaba con ahínco en un determinado lugar algún rastro de sangre o huesos en la vereda donde había disparado sobre ambos animales, y al vernos solicitó nuestra ayuda, a lo que accedimos gustosos.

Tras unos segundos de pisteo mi padre encontró "integra" la lengua de un cochino, la cual entregó al cazador que cuidadosamente la envolvió en un pañuelo y la guardó en su bolsillo. No hubo para mas, así que nos olvidamos del asunto y nos fuimos al cortijo a comer.

Pues ahí me vieseis al montero, después de la comida y tras que se expusiesen las reses en el plantel, ir uno por uno a todos y cada uno de los cochinos abriendoles la boca, para buscar el dueño de la lengua que portaba. Mi padre al percatarse del asunto, se fue para el y discretamente le preguntó, ¿piensas reclamar al cochino mudo?...

El hombre pensando en el cachondeo que se le podía montar, guardo de nuevo su pañuelo en el bolsillo y desistió de su empeño...

Le haría ilusión...