Censo de Lobos

La Junta censará este año la población de lobos de la provincia

Gadea G. Ubierna / Burgos - domingo, 03 de marzo de 2013

En 2012 se llevó a cabo un registro de los ejemplares al sur del Duero y en 2013 en el norte, territorio donde está autorizada la caza controlada. El análisis de la Ribera indica que hay menos de los que se pensaba.

La Junta censará este año la población de lobos asentados en la provincia, dado que el último cálculo se hizo durante los años 2000/2001 y el Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León obliga a realizarlo cada diez años para actualizar los datos y ver si las manadas se incrementan o disminuyen. Así, según las cifras que se manejaban desde entonces en la Consejería y en los servicios territoriales de Medio Ambiente, en Burgos hay alrededor de 25 grupos reproductores y asentados. La Asociación para la Conservación y el Estudio del Lobo Ibérico (Ascel), en cambio, considera que son menos, en torno a 18 o 20 grupos porque, afirman, el furtivismo está haciendo estragos con la especie. En la zona de Aranda, donde el censo comenzó el año pasado, han constatado que hay menos de los que se creía.

La realización de este censo comenzó el año pasado, pero como hay que hacerlo en toda la región, se programó en función del territorio y de las zonas en las que el depredador es especie protegida o no. Así, a lo largo del año 2012 se rastrearon todos los territorios ubicados al Sur del Duero, mientras que este año les corresponde a los del Norte. Eso incluye la mayor parte de la provincia de Burgos, aunque en la reserva de la Demanda y en toda la zona de Aranda se realizó el año pasado. Sin embargo, los resultados no se darán a conocer hasta 2014, cuando haya concluido la estimación en toda la región.

Los encargados de hacer el censo son los agentes medioambientales y los celadores de medio ambiente de cada provincia que, para ello, tienen que recorrer miles de kilómetros en busca de pistas que indiquen la presencia de lobos y, más concretamente, huellas y restos de excrementos. Para ello, se ha dividido el territorio en una especie de cuadrados de 10 kilómetros de ancho por diez kilómetros de largo que son las que tienen que recorrer de palmo a palmo los agentes en busca de indicios que determinen la presencia de manadas y crías, para poder estimar en qué medida están asentadas o no. En total, en toda Castilla y León, se calcula que van a recorrer unos 20.000 kilómetros a pie en busca de este tipo de evidencias. Esta fase, según indicaron fuentes oficiales del servicio territorial de Medio Ambiente en Burgos, es la que obliga a hacer un mayor esfuerzo y se hará antes de mediados de marzo. Después del verano, también se realizan estaciones de espera y de escucha;es decir, puntos fijos de observación a los que los agentes tienen que acudir al amanecer y al atardecer durante una hora para ver si divisan alguna manada o si escuchan los aullidos de las crías.
Este detalle es importante porque el principal objetivo del censo es dar con las manadas reproductoras, que son las que garantizan la supervivencia de la especie. Hay muchos grupos que los profesionales denominan «dispersantes» y que pueden recorrer hasta 100 kilómetros al día, pero que no están asentados. En cambio, los que tienen crías sí están asentados y es importante tenerlos controlados porque son los que determinan la población real de ejemplares, los daños que pueden causar a la ganadería y su capacidad reproductora para determinar, en último término, cuántos ejemplares pueden matarse cada año, algo que determina la Junta. Hay que tener en cuenta que en cada grupo solo hay un macho alfa y una hembra alfa para procrear y, en el momento en el que se mata a uno de estos dos reproductores, pueden pasar entre tres y cuatro años hasta que la manada vuelve a críar.

A menos

Conocer la cifra exacta de animales es prácticamente imposible, pero el objetivo de este censo es concluir si la población se ha incrementado o se ha reducido con respecto a lo determinado en 2001, fecha en la que se hizo el último estudio. En este sentido, la Junta ha mantenido a lo largo de estos diez años que se ha mantenido estable y la Asociación para la Conservación y el Estudio del Lobo Ibérico (Ascel), como ya se ha indicado en el primer párrafo, considera que es menor. Argumentan su teoría explicando que, de haber 25 grupos reproductores, en Burgos sería posible encontrar lobos hasta en la capital y no hace falta aclarar que no es así. Sin embargo, consideran que la caza ilegal, los envenenamientos y los atropellos están mermando mucho la población.
Los planes cinegéticos de Castilla y León para 2012 y 2013 autorizan a matar un total de 21 lobos en la provincia: seis en Merindades y en la Demanda; dos en Páramo, en la comarca del Pisuerga y en la del Arlanza;y, por último, uno en las comarcas del Arlanzón, Bureba y en los terrenos situados al norte del Duero de la Ribera. Pero tanto Ascel como la Asociación Profesional de Agentes Forestales de Castilla y León coinciden en que se matan bastante más de los autorizados.

¿El motivo? La distribución de los precintos. Antes, eran los agentes forestales quienes tenían estos sellos de plástico que hay que colocar en la oreja del animal cuando se le mata, para que se le pueda dar de baja y tener cierto control sobre la población. Una vez que se abatía uno, se llamaba a los agentes que iban y lo ponían. Ahora, la Junta entrega los precintos a los cazadores, que puede colocarlo y dar parte o no hacerlo. El presidente de la asociación profesional, Esaú Escolar, afirmó que «hay cantidad de lobos que se matan y no se precintan» y reclamó que la Junta vuelva a entregarles los precintos a ellos para garantizar el control. «Estamos en contra de que los precintos los tengan los cazadores», sentenció.
Por el momento, en la zona de Aranda en la que ya se ha hecho el censo, al sur, se ha constatado que hay menos manadas de las que se pensaba y ahí está prohibido cazar. En cualquier caso, habrá que esperar a 2014 para saber cuál de las dos estimaciones es la más aproximada, si la oficial o la de la asociación Ascel.



Fuente: Diario de Burgos.es
Enlace original: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

No se como saldrá el censo pero cuento lo que he visto los últimos años.En el páramo hace seis años localicé unas huellas de un ejemplar adulto fue en un paso preparado,que por cierto salí en la foto no sabía que tenían la cámara.Ala mañana siguiente le pude ver de lejos cruzar del monte de la granja al otro monte.Son dos montes pequeños que hay en el pueblo están separados por la carretera(ahora autopista).Al año siguiente vi que por el monte no se veían muestras de jabalí que siempre se veía algo y el segundo día por la tarde tuve una visión de las de recordar,fue así: Veo algo entre las chaparras que parece un perro le hago la chilla y viene corriendo a diez metros se para, es una loba !! se lo piensa unos segundos y sale pitando yo flipando me levanto y cuando ando unos metros por la trocha,dos cachorros que casi nos chocamos , yo ya no cabía en mi, maldiciendo que no tenia la cámara, sigo andando y viene el pequeñajo, que casi no tenia mas que cabeza, le corrí y en dos matorrales le perdí.Esto fue final de junio no supe mas de ellos por que solo paso una semana en el pueblo de mi mujer.Creo que el sitio es muy pequeño para que puedan vivir de una manera estable.los de mas años no he podido saber mas pero el año pasado ya vi la muestra de jabalíes y mas corzos.Por lo que creo que no paran por allí.

Burgalés escribió:

La Junta censará este año la población de lobos de la provincia

Gadea G. Ubierna / Burgos - domingo, 03 de marzo de 2013

Los encargados de hacer el censo son los agentes medioambientales y los celadores de medio ambiente de cada provincia que, para ello, tienen que recorrer miles de kilómetros en busca de pistas que indiquen la presencia de lobos y, más concretamente, huellas y restos de excrementos. Para ello, se ha dividido el territorio en una especie de cuadrados de 10 kilómetros de ancho por diez kilómetros de largo que son las que tienen que recorrer de palmo a palmo los agentes en busca de indicios que determinen la presencia de manadas y crías, para poder estimar en qué medida están asentadas o no. En total, en toda Castilla y León, se calcula que van a recorrer unos 20.000 kilómetros a pie en busca de este tipo de evidencias.

Definitivamente nos toman por auténticos idiotas; deben pensar: "Estos tontos paganos cuánto más gorda sea mejor se lo creen".
Por ejemplo entre Madrid y Pekín, capital de China, lo digo por los de la ESO, hay unos 9.000 Kms. de distancia. ¿Alguién ve a nuestros agentes medioambiantales yendo y volviendo de Pekín a pié?
Pue eso.