CAZADOR VETERANO

El cazador allerano Santos García Patallo, conocido en el concejo como «Titi», consiguió abatir recientemente en los montes de Nembra dos corzos con una características morfológicas que alcanzaron la puntuación de medalla de oro, la máxima calificación. El hecho tiene relevancia deportiva, pero más si cabe si se tiene en cuenta que «Titi» tiene 81 años. A su edad, no le tiembla el pulso.


Santos García Patallo nació en el seno de una familia de cazadores. Su abuelo, José, era el propietario de una herrería en Proaza y fue un afamado cazador que supo transmitir esta afición a sus descendientes. «Mi padre, Santos, fue minero y simultaneaba el trabajo en la explotación con las escopetas y los rifles, él se encargó de que todos en la familia mantuviéramos la tradición», señaló Santos García Patallo. Él es el sexto hijo. Todos varones y todos cazadores. José María, Laudino, Enrique, Victorino, Juan Antonio y el propio Santos han destacado por ser unos virtuosos con la escopeta.


Santos recuerda que en su juventud utilizaba una escopeta de balines hasta que, con el primer sueldo como minero, se compró su primera escopeta de cartuchos, incorporándose a las cacerías organizadas por sus amigos. En su curriculum cinegético aparecen infinidad de piezas capturadas y trofeos distintivos por abatir urogallos (cuando se podían cazar), venados, jabalíes y corzos. Otra de sus aficiones es la de el tiro al plato, especialidad deportiva en la que logró varios campeonatos de Asturias en la década de los cincuenta del pasado siglo disputados en Mieres y el Pico Cueto de Colloto.


Tras jubilarse en la minería, «Titi» siguió con la caza. Una vez pasada la barrera de los 80 años, decidió abandonar las cacerías en cuadrilla, pero mata el gusanillo con esporádicos recechos, especialidad en la que un cazador sale al monte acompañado de un guarda. Además, todos los sábados se desplaza hasta el campo de tiro de Mieres para practicar el tiro al plato, porque según manifiesta «es la mejor manera de mantenerse en forma.


En su armero particular hay numerosos rifles y escopetas, pero entre todas esas armas, Santos guarda con gran cariño una escopeta de dos cañones que en su día le regaló Carlos Arias Navarro. Con el presidente del Gobierno de España entre el 21 de diciembre de 1973 y 1 de julio de 1976, «Titi» compartió varias cacerías.


A sus 81 años, y con su licencia de caza de más de medio siglo de antigüedad, Santos García Patallo sigue saliendo al monte a disparar. Recientemente participó en un rececho en los montes de la parroquia de Nembra, en Aller, y consiguió abatir dos corzos de excelente calidad. Por sus características morfológicas alcanzaron la puntuación de medalla de oro, la máxima calificación. «Titi» no pierde la puntería y está virtud la ha heredado su hijo Santos García Fernández, que la acompaña en muchas cacerías. La tradición continúa.