El veterano...

Hace unos días, en un hilo del que se hablaba de las virtudes y defectos del 7X57, recordé esta historia, entonces creo que dije en el hilo que era muy bonita y sentimental, y que el el calibre ahí no hizo nada. Bien, pues esta es la historia... .




                                                               - EL VETERANO -



Las huellas del viejo Range Rover marcaban el carril poco después del lubricán, una vez mas. Imposible recordar las veredas, caminos y montes por los que había traqueteado. Esa iba a ser su montería número... imposible recordarlo. Llevó a su propietario hasta el aparcamiento donde estaban sus compañeros de junta, y allí pudo ver a otros coches que el Ranger conocía de muchos otros encuentros. Mientras estos hablaban en silencio de sus desgastadas piezas y de los caminos andados, su dueño se bajó de él.

El sexagenario hombre miró al cielo, y aunque complacido por el contraste del límpido celeste con las escasas manchas blancas, empezó a caminar hacia donde estaban sus conocidos, pero en el camino le cortó el paso un viejo conocido :

- ¿Que tal D. Julián?, una mas ¿no?.
- O una menos Juan, quien sabe.
- La mancha anda bien de guarros.
- ¿Y de venados ?.- preguntó Julian con astío, sabiendo ya la respuesta -.
-  Media docena no llegarán a la junta de carne. Ayer mismo le eché los prismáticos a la mancha y hay lo mismo que había hace dos meses. No merece la pena tirar los que hay.
- Pues eso, otra vez me quedaré sin un buen venado.
- Oye Juan ¿quien ha compuesto la mancha?.
- Yo.

Ni una palabra mas, si Juan había compuesto el campo... bien estaba.

Conocía a Juanito el de la Viruela desde que era niño, su padre tuvo la viruela y quedó muy marcado físicamente por la enfermedad y psíquicamente por como quedó su rostro. Y desde entonces le llamaron José el Viruelas, de ahí que a Juanito todos le conocieran como Juanito el de la Viruela, por ser el hijo del Viruelas.

Juan siguió camino hacia el furgón de sus perros, y el cazador se fue con los suyos a tomar un tentenpié, comió casi sin ganas, y se habló de lo habitual, que si el año anterior le habían matao a la mancha pocos guarros, que si fulano dejó uno en el monte que podía haber sido medalla, que si el propietario de la finca no tenía contentos a los guardas, que si este año las aguas no habían... ¡¡ monteros !!.

Sorteo, y al rato...

- Buen puesto le ha tocao D. Julián. - le dijo Juanito al pasar por su lado-.
- Joder Juan, ¿quien te lo ha dicho?.
- Esto es caza, y en caza.. .- no lo dejó terminar-.
- Se sabe todo... ya lo sé.

Se fue el montero al Ranger para preparar los arreos, y comenzó su tantas veces repetido ritual. Se puso su chalequillo de caza de cuero, su gorra de caza para días secos, se colocó la canana de veinte balas y vio que llevaba catorce, dudó si rellenarla del todo... pero no lo hizo, total, le iban a sobrar todas, se puso sus viejas botas y repasó con el dedo el filo de su cuchillo de remate... uummmm, había que darle un repaso, pensó. El visor estaba en su funda, el agua también, “lo de siempre” en la petaca, dos medios bocadillos, hoy tocaba caña de lomo, la navaja, un cuartillo de tinto, el rollo de papel de water, y algunas cosas mas remataban el contenido de su viejo morral de cuero. Lo normal para otra montería mas.

Y llegó el momento mas solemne del día, imposible de superar incluso por los guarros. Sacó su express del 9,3 de su funda, lo montó y se lo encaró para volver a sentir esa satisfacción única.

Imaginó que era lo mismo que sentía su padre cuando lo hacía. Recordó las veces que lo acompañó, y cuantas veces le vio hacer aquella misma maniobra. Ese arma llevaba en la familia mas de sesenta años, él llevaba cazando con ella mas de treinta, y estaba perfecta. Gran arma le hizo D. Víctor a su padre, y que él nunca habría podido permitirse si su progenitor no la hubiera comprado y él heredado, pues criar cinco hijos, darles carrera mas todo lo demás y con sus ingresos... imposible. Tan imposible como ir a una montería de postín y matar a su soñado venado con su express. Eso siempre había estado fuera de su bolsillo. Pues la familia es lo primero.

- ¡¡ Oiga !!, eso es un express ¿¿ verdad ??.

Volvió la cabeza, y allí de pié a pocos pasos estaba plantado un chaval con cara de niño, pero con unos ojos desencajados cuyo brillo delataban mas edad de lo que aparentaba.

- Si hombre, es un Sarasqueta.
- ¿¿ En que calibre ??.
- Un 9,3X74 R, es muy bueno para casi todo.
- Yo algún día tendré uno igual si Dios quiere.- y sonrió-. ¿¿ Me lo deja  encarar ??.

Sonó otra voz lejana.

- Julillooooo, no molestes a D. Julián hombre.
- No molesta Julio, me preguntaba por el rifle.
- Ya, pero no dejes que te enrede, que en cuanto ve uno de esos se pone como loco y no para de preguntar.
- No sabía que tenías un hijo.
- Pues sí, me vinieron las dos niñas seguidas, y al tiempo me vino este, que es el malcriado de la casa.
- No lo conocía, ¿¿ lo has traído alguna vez ??.
- Ha ido a mucho a la menor, pero a la mayor no me dejó su madre hasta el año pasado y por lo pesado que se puso. El tío me acompañó a todas las monterías, ni despertador me hace falta con este, me despierta antes que el reloj... frito me tiene el jodio niño.
- Nadie está satisfecho con lo que tiene, yo tengo tres hijos, dos hijas y diez nietos y ninguno quiere saber nada de caza, vamos ni mentarla. Para ellos soy un bárbaro, un cromagnón, un hombre de las cavernas, pero no me ofenden sus comparaciones, me las tomo como un cumplido... y aún se cabrean mas. - dijo Julián riéndose-.
- Hoy es un día especial para Julillo, va a montear él, solo llevaremos al puesto el rifle chico del 7X57 para que se vaya haciendo a tirar, aunque ya ha pegado tiros en la finca de Romeral y tira muy bien, ya le he dicho que no es lo mismo tirar al blanco por muy bien que tire, que tirar a los bichos a la carrera y dando botes. Que tiene que adelantar el tiro si quiere estrenarse.
- ¿¿ Que edad tienes Julio ??.
- Hoy es mi cumpleaños, cumplo catorce.- dijo el chaval, como si eso fuera algo muy especial -.
- Felicidades hombre, espero que te estrenes con un buen guarro. Si lo haces, vas a tener un buen noviazgo, que de eso me encargo yo. Si quieres te defenderé un tu “juicio”.
- Estás de suerte Julillo, nadie mejor que D. Julián para eso, así que acepta su propuesta. - le dijo el padre -.
- Si lo dice mi padre vale, usted me defenderá, que no quiero que me hagan muchas perrerías.
- ¡¡ Ea Julio, pues hecho !!, ahora solo falta que te estrenes hoy. Cuando corran, apúntales al hocico y verás.- le dijo Julián sonriendo al muchacho -. Venga vámonos que van a salir las armadas.

Al organizar los coches coincidieron de nuevo.

- Hala, ¿¿ cual le ha tocado a usted D. Julián ?.- le dijo el chaval al veterano montero -.

- Pues el 2.- dijo mirando su papeleta -.
- ¡¡ Nosotros tenemos el 1, al lado de usted  por su izquierda!!.- replicó el muchacho -.
- Julillo, afina la puntaría, que lo que pase por el puesto de D. Julián allí se queda... te lo digo yo.- le dijo el padre al chaval, el cual miraba a Julián con cara angustiada, como si le hubieran dado siete suspensos en el colegio. “Mala pata, me ha tocado Rambo de vecino” - pensó -.
- No te lo creas, que se me van mas que los que dejo en el puesto. Tu ya sabes, tranquilo y haz lo que te he dicho, que seguro que hoy cortas pelo hombre. Y después a chafarle la guasa a la pandilla de mam... ejem, de bandidos borrachines, que de esos me desayuno yo unos cuantos al levantarme todos los días.- dijo Julián mientas se reía y dándole unas palmadas en la pierna al chico para infundirle confianza.

Se bajaron padre e hijo mientras el veterano le volvió a desear suerte,  el TT siguió monte abajo para terminar de soltar su carga.

Bueno, a ver si Juanillo lleva razón con los cochinos y el chaval se estrena, mira por donde puedo  hacer algo que nadie podrá hacer por nadie de mi gente. Y mientras andaba hacia la postura, recordó su noviazgo montero... ¡¡ aquello fue una barbaridad !!, pero eran otros tiempos. No consentiría que al chaval le jodieran el día como se lo jodieron a él cuatro cabrones, que de esos siempre sobran en estos sitios, que si no matan algo arremeten contra el primero que se les pone a huevo. No señor, eso no iba a pasar hoy.

Empezó la pelea, las ladras se desgranaban por el monte... jai jai, jai jai, jai jai, los podencos batían los apretaos de las manchas, alguna carrera se adivinaba por sus ladridos, lejanas voces de los perreros que achuchaban a los perros, la ladra cambió...ahora se reagrupan, algún guarro encamao tendrá la culpa. ¡¡¡ Cambian los ladridos otra vez !!!.. guau guau, guau guau graves y profundos, como salidos de una cueva...amastinaos ¡¡ un agarre !!, “maldita sea mi estampa, y yo sin ver nada desde aquí, y de mejorarme para verlo ni loco”-pensó el veterano-. Voces del perrero, poco a poco se vuelven a desparramar los perros por el monte, el verraco ha caido... la cacería sigue.

Un tiro, otro y otro, todos amontonaos, como ladridos secos que atronaron el monte ¿¿ tres tiros seguidos con ese ruido ??, algún semi de calibre magnum... como no lo haya enganchado en el último, se le ha ido a criar. Ojalá.- pensó riéndose para sí Julián -.

El veterano se iba radiando “su” montería desde el puesto, como si de un partido de fútbol se tratara. Adivinando los dramas y las alegrías que la mancha estaba deparando a todos sus moradores.

La mañana estaba siendo movida, pero por otras partes de la mancha. Ahora empezaron a sonar mas cerca las ladras. “ A ver si ahora me toca a mi, pero matar otro guarro... a ver si este es el mejor. Porque si me entra un venao ni me encaro el express, total, para lo que hay en el monte, que bien me lo ha dicho el del Viruelas”.

Si, ahora la cosa le sonaba mas cerca, algo traen los canes. Un tiro en el tres, allí se ha quedado. ¡¡ No, los perros siguen el meneo, la ladra es de carrera pero el monte es apretao y les impide correr !!, ahora se han parado, no... siguen, pero los matojos no los dejan, seguro el verraco lo está atravesando mas ligero que ellos.

El veterano empieza a subir la culata poco a poco mientras trata de ver si el taramal del monte que queda a su derecha se mueve. No escucha romper monte como debiera... se a dao la vuelta. Baja la culata poco a poco... ¡¡¡ y salta al claro, lo cruza como un rayo, y se mete en la manta de vegetal que había a su izquierda !!.... ¡¡¡ QUE VENAO !!!, “me cago en mi sombra, el mejor venao que he visto en mi vida, y ni me he movido”. Que suerte tiene el chaval, le va a entrar de pleno, a ver si se estrena, vaya noviazgo va a tener si lo tumba. A ver como lo libro del puteo de los de marras con ese pedazo de venao, y lo peor, aguantar yo el cachondeo del resto de monteros, pues a pasado por mi puesto y ni a encararme he llegado. Quien se iba a pensar que “ESO” estaba en la mancha, menudo mamón está hecho el Juanito, deja que lo coja, mucho prismáticos, mucho componer el monte, mucho... ¡¡ y una mierda !!, se le escapa ver la joya del monte. La sorpresa me ha podido, esperaba un verraco y aparece ese majestuoso animal, no me ha dado tiempo ni a pensar lo que era hasta que desapareció entre la jara.

Pero ¿¿ y los perros ??, ahhhh, por allí van, han dado la vuelta al apretao para enganchar al venao, van al puesto del chaval, pero solo van dos podencos... un tiro, y otro, ese es el 7 del chico, menos mal, seguro que se ha hecho con él.

Miraba el veterano la mancha de jara que estaba a su izquierda, y afinaba el oido a ver si escuchaba los gritos del chico o del padre. Que orgulloso tiene que estar ahora ese padre... ¡¡ quien fuera él !!.

La jara se mueve, muy poco pero se mueve, será algún perro despistado. Pero ¿¿ y si estaba allí enjarao algún guarro que no se ha movido hasta que no ha pasado el venao ??. Se fue encarando el express poco a poco, sin llegar todavía a tocar el hombro la culata. Las ramas se movían, poco, pero se movían... muy lentamente, faltaban pocos metros para que el verraco saliera al claro, las ramas se siguen moviendo, ¡¡¡¡ pero como coño se van a mover las ramas, las ramas están andando cojones... es la cuerna del venao !!!. Salta el sueño, ladra el express... y el venao al suelo. El que siempre había ansiado estaba allí a unos 40 mts de él... inmóvil. Veía desde el puesto el trofeo. Grande, enorme.

Sin darse cuenta, dejó de ver, se quedó ciego, las lágrimas inundaban sus ojos... y tuvo que cerrarlos. Por un momento perdió el sentido de lo que ocurría a su alrededor, cuando volvió a tener dominio de las cosas, se dio cuenta que estaba sentado en el suelo junto a su express. Lo cogió como se coge a un niño pequeño que se ha caído, lo acarició como si ese niño fuera, él le había dado “su venao”, no sabía como darle las gracias a un objeto que el trataba como si vida tuviera.

Se levantó del suelo y se fue a ver la pieza, no pensó en nada mas, ni en que eso no se debe hacer. Mientras andaba se le vino a la mente el chaval, cuando llegó a la pieza la admiró un rato, pero seguía pensando en el chico, hoy cumplía los catorce. Miró bien al animal y el único tiro que tenía era el suyo, en el cuello, ni un rasponazo por ningún lado, nadie le podía reclamar nada... era totalmente suyo. EL VENAO DE SU VIDA.  Había cumplido su sueño de casualidad, pues en el monte no había nada semejante según Juanito, pero allí estaba aquel animal precioso e increíble... a sus pies.

Recordó que solo había escuchado aquellos dos tiros en toda la mañana en el puesto del chico, había fallado los tiros y no le había entrado nada mas... por ahora. La montería sigue, regresó el veterano a su puesto y pensó que si a él le entraba cualquier otra cosa la dejaría pasar, para el chico. Y descargó y apoyó el Sarasqueta en un árbol cercano, se sentó y le dio trabajo a su vieja petaca para celebrarlo, el Luis Felipe de bota que contenía era lo mejor para ese momento.

La montería se iba parando poco a poco, los perros estaban cansados, muchos tiros habían partido el monte, pero ninguno cercano. La caracola cortó la mañana. Hoy es el cumple años del chaval y no se ha estrenado.

Aparece Juanito por el claro, y chillando :

- ¡¡¡ D. Julián, había uno ¿¿lo ha visto usted??... enorme, tenía todos los candelabros de aquí a Jaén y venía pacá !!!.

- ¿¿ Pacá, so m...??, ¡¡¡ anda ven tu pacá !!!.- le gritó -.
- ¡¡¡ Mírelo, mírelo, aquí está D. Julián !!!. lo ha partío, lo ha partío usted. Ya lo tiene, ya lo tiene.
- ¡¡ Calla, calla no grites mas y ven de una vez !!.
- ¿¿ Que pasa D. Julián??. - dijo quedo el Viruelas sin entender nada-.
- Oye, a ver si te enteras, coge ese venao y mételo bien dentro del jaral, por la parte izquierda, por ahí exactamente.- dijo señalando con el dedo-.

Juanillo miraba a D. Julián sin creerse lo que le decía, no adivinaba lo que quería hacer, ni lo que ese hombre tramaba.

- Mire usted D. Julián, que esa maniobra puede dar lugar a equívocos, y eso con ese bicho es muy serio. La cosa puede terminar en los tribunales... seguro. Que ese es plata, y eso no lo perdona nadie.
- Yo si.- respondió Julián-. Haz lo que te digo, el venao ese lo han matado en el puesto 1, y el bicho se ha dado la vuelta y se ha muerto en el jaral. Ese animal nunca ha estado aquí, ¿¿ te enteras ??.
- No le entiendo a usted, ni se que es lo que trama, pero es una barbaridad pues nadie se lo creerá. Y como ese no verá usted otro en su vida... ni en la tele.
- No hablemos mas que se echa el tiempo encima, tira de él que yo te ayudo. Y otra cosa, me tienes que echar una mano en el juicio, que tus colegas querrán aprovecharse del asunto.
- ¿¿ Que juicio D. Julián ??.
- ¡¡ Calla y tira leches !!.

Arrastraron el venao dentro del jaral, y cuando lo estaban mirando los dos, se oyó un ruido entre la jara y aparecieron padre e hijo. Y sin darles tiempo a hablar, les soltó Julián :

- ¡¡ Vaya estreno chaval y en día de tu cumpleaños, tienes una flor en el culo, has apuntado como te dije y mira el resultado, a ver como te libro de esto ahora. No te garantizo que salgas bien parado en el juicio, la has cagado y bien !!.- le dijo el veterano al chico mientras sonreía-.

La cara de sorpresa del padre duró poco, pero Julián y el Juanito, que por fin captó de que iba la cosa no paraban de hablar, y al chaval le cambió la cara. Era para verlo, no escuchaba nada, sus ojos le brillaban, las manos le temblaban, rozó los cuernos casi sin tocarlos, miraba el tamaño del animal y no pudiendo mas... lo abrazó y lloró, igual que había llorado Julián, se sentó, igual que se había sentado Julián, las manos en la cara, tapándose los ojos, intentó inútilmente ocultar sus sentimientos.

- No te tapes hombre, si lo hubiera matado yo, también hubiera llorado.- le dijo Julián-.

Juan miró a Julián, lo abrazó con fuerza... y también lloró.- a Julián sin poder evitarlo también se le inundaron los ojos otra vez, pero se compuso de inmediato y se volvió con una gran sonrisa en la cara -.

El padre del muchacho miraba el cuadro en silencio, y :

- D. Julián, venga conmigo un momento, que quiero hablarle lo del noviazgo del niño. Ustedes seguid ahí admirando esa maravilla.

Se apartaron ambos lo suficiente como para que nadie les escuchara.

- D. Julián, que no soy tonto. Lo único que no entiendo de todo lo que ha pasado, es ¿¿ porque no tiró cuando pasó por tu puesto la primera vez ??. eso no lo entiendo, lo demás está muy claro, ¿¿ o es que no se yo los agujeros que hace un 7 y un 9,3, yo monteo con un 9,3X62, y la entrada del tiro está por el lado contrario de cuando se volvió el venao a su puesto y no por el lado de mi hijo, y que ese tiro deja al bicho en el sitio, y sé cuando alguien no toca pelo, y veo el rastro de sangre en la arena mezclada con la huella del arrastre desde su puesto, y la cara de pocker de Juan cuando habló usted ??. ¿¿ Porque lo ha hecho usted D. Julián ??.

-  No tiré porque esperaba un guarro y apareció un sueño, y la emoción me onubiló los sentidos, pero ¿¿ has visto la cara de tu hijo, sus manos, sus lágrimas, sus abrazos a la pieza mientras temblaba ??. Pues eso no lo habría visto yo nunca sino lo hubiera visto en él. Créeme, eso no tiene precio, ningún venao del mundo vale eso, y ese momento ya es tuyo para siempre... y mio también. Hala vamos, que no se escame el chico, y otra cosa, no le llames mas Julillo, que suena a chiflido hombre.

Julián recompuso su semblante y volvió a felicitar al chaval de nuevo, y a decirle lo que tenía que decir cuando los mamarrachos le preguntaran algo en el “juicio”. Y ya de vuelta dentro del coche... .

- D. Julián, estaba yo cagado de miedo, pensé que no me llegaría ningún animal por su lado, perdone usted, pero cuando iba en el coche pensé que me había tocado Rambo al lado. Por cierto, el tiro que escuchamos ¿¿ que pasó ??.
- Chaval, como te dije aún no ha nacido nadie que en montería mate mas de lo que falla. Me salió un guarro que estaba enmontao, lo tiré y lo fallé. No soy el Rambo ese, ni el puñetero Búfalo Bill.
- No creas lo que te dice hijo, hay un tío que si lo hace, algún día te lo presentaré. Que le compre quien le entienda D. Julián.- dijo el padre riéndose -.
- D. Julián, una cosa mas.- dijo el chaval -.
- Dime hombre.
- ¿¿ Quien es Búfalo Bill ??.

Las risas llenaron el coche. En la junta el animal levantó pasiones, cada cual le daba por encima los puntos que le parecía, lo dicho... monteros.

¿¿ El juicio ??, Julián se los merendó a todos (era la hora de la merienda) con la ayuda de Juanito, y a Julio solo le pintaron la cara con la sangre del venao... ¡¡ que menos !!.

La montería terminó, todos se despidieron y algunos se abrazaron, el veterano se dirigió al viejo Range, se sentó y al intentar arrancarlo, el auto se negó.

- Venga viejo, hoy no es día para dejarme tirado, llévame a casa que estoy muy cansado.- dijo en voz alta Julián-.

El auto arrancó a la tercera. “No solo yo estoy viejo, tu no te has mirado al espejo, pero a ver que remedio me queda... a sus ordenes D. Julián.

Y ambos veteranos se perdieron por la vereda, entre los arboles, el crepúsculo y el recuerdo.

                                 

                                                 ------------------ O -------------------


Los hechos aquí narrados son reales, sucedieron hace muchos años, aunque yo no estuve allí. Años después me lo contó Juan el perrero, pues el protagonista se lo contó todo mas tarde con pelos y señales, cuando Juan me lo contó a mi, D. Julián ya no estaba entre nosotros, además de no tener yo la suerte de haber llegado a conocerle en persona. Nunca supe si ese hombre consiguió su sueño, aunque no dudo que El Supremo Hacedor se lo concediera.

Un servidor solo es un junta palabras, que con la ayuda “del que todo lo puede” y mezclando mis recuerdos y vivencias pasadas en el monte, mas lo que Juan me contó, intenta hacerles llegar a ustedes de la forma mas amena posible lo que imagino que allí sucedió.

Espero con ello haberles hecho pasar un buen rato.

Saludos... Enjarao.

Muy bueno paco, cada día te superas

Bravo Paco. Muy bueno   

Gracias Don Paco

Mi mas sincera enhorabuena por tan extraordinario y emotivo relato.De lo mejorcito que he leido en los ultimos tiempos   .

Gracias compañeros, me alegra saber que os ha gustado.

Magnífico, Paco. Magnífico.     

fantástico relato Paco... tanto por el qué como por el cómo!!!

Muy bonito de verdad!

Sin palabras Paco.

        

Precioso relato, enhorabuena.

Excelente !!!
Gracias por compartirlo

bravo magnifico relato

Fantástico Paco.

Gracias de nuevo compañeros...  

Bueno, muy bueno     

Que gustazo leerte.GRACIAS

Pedazo de relato, había leído hasta la mitad y acabo de terminerlo. No me extraña que casi lloraran todos de la emocion del momento.
Un relato conmovedor y un gran gesto de todo un SEÑOR.
Enhorabuena.

Muy muy buen relato, Enjarao.

Es de los que uno sólo puede decir... ' me hubiera gustado escribirlo yo', Jaja.

Gracias por el buen rato pasado leyéndolo.

Madre mía!!!Cada día me alegro mas de ser cazador y estar aquí.  

Un placer poder hacer que ustedes disfruten con estas viejas historias, que no merecían quedar en el olvido.

Enjarao...  

Gracias Enjararo por el relato.

Y, con el vuelo de los años, me cuestiono yo si el proceder y la generosidad de D. Julián para con el chaval son correctos y adecuados para éste a pesar de que, sobre el papel, el gesto conmueve.

Extraordinario relato!! Gracias!!

El relato de 10 (como siempre) en cuanto a la actitud de D. Julian me surge la misma duda que al compañero Totem.

TOTEM escribió:

Gracias Enjararo por el relato.

Y, con el vuelo de los años, me cuestiono yo si el proceder y la generosidad de D. Julián para con el chaval son correctos y adecuados para éste a pesar de que, sobre el papel, el gesto conmueve.

Un saludo

Compañeros, eso mismo le dije yo a Juan cuando me lo contó, que no se si hizo mal o bien, pero "hizo lo que hubiera hecho un padre un por su hijo", según Juan. Aclaro mas cosas que no mencioné en el relato.

Juan me juraba, que el día antes estuvo inspecionando la finca con el dueño, igual que hizo un mes antes, y que ese venado no estaba allí. "Paco, si el dueño llega a saber que "eso" estaba allí, lo hubiera recechado él, que me lo dijo en la junta nada mas ver al bicho. Ese entró huyendo de fincas vecinas esa madrugá, y se encamó en el manchurrón aquel".

Saludos... Enjarao.