LO QUE NUNCA SE DEBE HACER...

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Muy pero que muy bien contado y no te falta ni una pizca de razon. El corzo es un bicho "blando" (para mi todos lo son con el tiro bien puesto) siempre que se le pegue en el sitio, por mucho cartucho que uno lleve un tiro malo complicara el cobro. Hace un par de temporadas un compañero tiro un corzo en batida con un 300 wm, quedando una paletilla en el sitio. El corzo se perdio en el monte y fue cogido por los perros a mucha distancia de donde le tiraron, de hecho supimos que lo cogieron por el follon que armaron y porque vinieron con " los bigotes pintados y la tripa llena".
Lamento que perdieras el corzo y mas siendo un "viejo conocido".
Un saludo


Jose Ibañez

Lamento lo ocurrido pero el contarlo, con ese rescozor que te ha quedado, te honra.

Jose ,esto que es una historia real ,pero podría no serlo , pretende dejar ver que esas discusiones , esos problemas de física hipercompleja aplicada a la balistica para llegar a la conclusión de que necesitamos seguro un supercalibre hipermagnum para derribar un simple corcete que no supera los 20 kilos, no llevan a ninguna parte y que si nosotros ( el cazador ) hace las cosas , como sabe y como debe ( ¡que dificil! ) no es necesaria tanta flecha... y volvemos siempre a lo mismo...siempre falla el indio....

Miguel gracias por la comprensión ,con ese corzo la cagué hace ya unas cuantas temporadas.....no obstante, hace tiempo que asumí que a veces hay que fallar hasta el tiro mas facil , porque somos humanos y no hay mas!!!.....lo triste del asunto es que ese pobre bicho ,maldita la hora que se topó conmigo esa mañana, seguramente murió siendo pasto de alimañas por mi real torpeza de creerme infalible por haber acertado muchos otros, e intentar colar el proyectil por el hueco que me dejaban las ramas del rosal silvestre , en lugar de esperar a que se clarease como debí hacer , ya que además el corzo ni siquiera se había apercibido de mi presencia....

JC escribió:

Jose ,esto que es una historia real ,pero podría no serlo , pretende dejar ver que esas discusiones , esos problemas de física hipercompleja aplicada a la balistica para llegar a la conclusión de que necesitamos seguro un supercalibre hipermagnum para derribar un simple corcete que no supera los 20 kilos, no llevan a ninguna parte y que si nosotros ( el cazador ) hace las cosas , como sabe y como debe ( ¡que dificil! ) no es necesaria tanta flecha... y volvemos siempre a lo mismo...siempre falla el indio....

, no hay mas.
Un saludo


Jose Ibañez

No queda nada más que añadir que lo que ponen mis compañeros. Una pena, para el corzo, y una lección para el cazador. Cada día en el campo se aprende algo nuevo, y a veces andamos tan cegados detrás del bicho, que en cuanto nos da la mínima oportunidad, lo maltiramos, dejándonos siempre un mal sabor de boca, tanto si se abate, como si lo fallamos o peor si lo pinchamos. Como dice Miguel, gracias por contarlo, eso te honra.

Gracias por el relato.

Ser humilde, compartir con los demás lo que no se debe hacer basándose en experiencias propias y aprender de los errores para mi también es cazar.
Buen gesto el tuyo Pepe, seguramente te habrá recordado ese momento algún otro lance posterior y habrás hecho las cosas como Dios manda.

Gracias por tu historia.

Los sinsabores de la caza...
En fin,de estos errores debemos aprender,aunque sea desagradable.

Con esta historia JC acabas de recordarme el que a día de hoy es "mi corzo", por todo el tiempo que me costó hacerme con él, un corzo viejo que no había Dios a meterle mano hasta que una tarde de Mayo me dejó claro que todos los días pasados habían merecido la pena.

Aunque el final de mi historia es el que siempre uno espera, me lo recordaste por lo de tirar "tapado" y releyendo un escrito que hice la cosa había sido así;

Los movimientos eran justos, prudentes, viento a favor, el corzo parecía tranquilo aunque dos bocados a la hierba y cabeza al cielo. “¡Click!” el pelo está montado, centro el animal en la cruz y…veo a través del visor algunas ramas por el medio que no me daban total seguridad a la hora de disparar.
El corzo camina hacia la izquierda y se vuelve a tapar, veo el bulto parado detrás de unas matas y si sigue caminando hacia la izquierda tengo un buen claro sin ningún tipo de rama por el medio.
Da unos pasos y ya veo asomar la cabeza;

-¡Vamos, hombre! sal un poco más.

¡Ahora!, está cruzado y la cruz rondando por su cuerpo, los nervios no me dejaban centrar la cruz del visor dónde quería. Es ahora o nunca, me decía a mi mismo intentado calmarme un poco.
Respiro de nuevo…¡No puedo!, ¡No puedo!. Los nervios no son nada nuevo, pero jamás me había pasado esto. La mirada se pierde entre las ramas, la respiración es profunda y por momentos, me preguntaba que es lo que estaba pensado para no disparar. Tenía claro que después de tanto tiempo y ninguna oportunidad esa posiblemente fuese la única que me daría y que no supe aprovechar, pero también tenía claro que, me gustaría saber que está corriendo, alegre y saltarín antes que imaginarlo herido al borde de algún riachuelo, incluso muerto sin llegar a encontrarlo por culpa de los nervios y un tiro mal colocado,pensaba mientras apoyaba el rifle en las piernas y por supuesto el corzo se había tapado de nuevo.

Jejeje....eso es una de las cosas que tiene el corzo , esa capacidad para aparecer-desaparecer detras de unas matitas , que lo hacen emocionante , evidentemente cazar en montaña por ejemplo, es mucho mas bonito, los paisajes , los esfuerzos y la capacidad para guardar la distancia de los rebecos o sarrios...

Pero el corcete tiene eso , que tiene su emoción...