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| Sacramento, el guarda de "El Aguila" | |
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+12Raspa Palimpsesto podenco Enjarao Antonio7RM agzuco lobaton EBP elisa Beltenebros viti JM Palacios Iriarte 16 participantes | |
Autor | Mensaje |
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lobaton 9ª
Mensajes : 123 Fecha de inscripción : 21/03/2014 Edad : 52
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Lun 09 Jun 2014, 10:10 | |
| Que gozada.....esperamos el desenlace. Gracias. | |
| | | JM Palacios Iriarte 9ª
Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 05/08/2013 Edad : 82
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Lun 09 Jun 2014, 11:17 | |
| Buenos días Enjarao : La cosa, como tu dices, terminará como terminó, y no te digo cómo, para no romper el suspense, aunque tampoco se trata de una peli de Hitchcock...; al pobre Landrín, también le hicisteis buena putadica, con aceite de ricino ; claro, ¿ cómo no se iba a ir el animalito, por las patas abajo, como las abubillas...?, aunque dices que luego dio guerra, como para escribir una buena historia,...pues ya estás empezando, que tanto a Lobatón, como a todos los demás, nos encantará... Espero que el desenlace no os desilusione, pero fue el que leeréis. | |
| | | EBP Vieja Gloria
Mensajes : 2391 Fecha de inscripción : 02/01/2012 Edad : 52
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Lun 09 Jun 2014, 11:20 | |
| !! Qué suerte la nuestra !! o al menos la mía . Una mañana de lunes tonto de oficina se lleva muchísimo mejor con cosas como éstas. Muchas gracias de nuevo y esperamos ansiosos la tercera entrega Saludos | |
| | | agzuco 0
Mensajes : 2345 Fecha de inscripción : 03/04/2011 Edad : 48
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Lun 09 Jun 2014, 11:49 | |
| Dale, dale JM....!!!!!!!!1
A la espera del desenlace.
Un saludo | |
| | | JM Palacios Iriarte 9ª
Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 05/08/2013 Edad : 82
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Lun 09 Jun 2014, 16:02 | |
| Si que es cierto EBP, que los lunes, hasta que uno coge carrerilla, son tontos ; me alegro de hacértelo tomar de mejor humor ; tú que eres de la Comunidad de Madrid, quizás conozcas el entorno en el que discurren los hechos. En ello estoy agzuco, ya le estoy dando, a ver si reúno unas cuantas líneas para completar algo que merezca la pena. Como les digo a Enjarao y a Lobatón, a ver si luego el final desilusiona a todo el mundo, porque a veces la realidad, es peor que la ficción... | |
| | | Raspa 10ª
Mensajes : 73 Fecha de inscripción : 10/12/2013 Edad : 58
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Mar 10 Jun 2014, 00:01 | |
| Bonito relato compañero y gracias por compartir con nosotros estas historias de caza de los tiempos en que la caza era mucho mas que una buena percha , era un medio mas de arrimar algo a la mesa y de sacar a la familia para adelante
Un abrazo y gracias por dedicarnos tu tiempo | |
| | | JM Palacios Iriarte 9ª
Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 05/08/2013 Edad : 82
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Mar 10 Jun 2014, 07:22 | |
| Buenos días Raspa : Si que es cierto, en aquellos tiempos, la caza era la del campo, era un divertimento y una afición, y además era un alivio para el condumio familiar ; ¿ qué más se podía pedir ? ; bueno sí, que fuera gratis, y en comparación con hoy...,prácticamente también lo era.. Seguiremos en ello.
PARTE III
Existía entonces una costumbre, consistente en que cuando alguien ya no quería un perro, o un gato, abría la puerta de un vagón de un tren de mercancías,- que como tal, solían apartarlo en cualquier estación del trayecto, para dar paso, generalmente a trenes de viajeros de largo recorrido que iban con retraso,( lo habitual en aquella época ), y de esta forma recuperaban algo del tiempo perdido - lo metía dentro, cerraba la puerta de nuevo, y en algún sitio aparecería…; lo mismo le “ facturaban” en Venta de Baños, que en Medina del Campo , que en La Robla, que en Alsasua …,la cuestión era quitarse al animal de en medio sin sacrificarlo, porque no era un método agradable para nadie; algunos como mi Lucero se dejaban acariciar, y como el hambre es mala consejera, permitía y admitía de buena gana la pitanza que la buena gente que le abría la puerta del vagón le ofrecía; sin embargo, otros salían como alma que lleva el diablo, escarmentados por la putada que le había hecho otra persona, como el que le liberaba, con pantalones, gorra , cetrino y no demasiado alto, y no se le volvía a ver el pelo ; algún otro, andaba por Clasi una temporada, comía con precaución , sin dejarse acercar mucho por si las moscas, y al cabo de unos días, alguien lo recogía y se lo llevaba a su casa, o vaya Vd. a saber donde iba a parar ; la cuestión es que desaparecía.
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Cuando llegué a casa, ya estaba el pobre animal tumbado en un capote viejo de mi padre, del uniforme que le proporcionaba el economato de la RENFE, con más años que Matusalén, pero blandito y cómodo por los años de uso, al cual le faltaban los botones de latón, que mi madre había incorporado a la caja de hojalata de membrillo de Puente Genil, como reserva para futuras reposiciones en el capote nuevo si era necesario; junto al Lucero, mi padre de rodillas, con una palangana de agua tibia, y un trapo, limpiándole la herida de sangre para poder ver cómo de grande y de dañina era la herida que tenía…, y el pobre animalito, como sabiendo y entendiendo – seguro que lo comprendía -, lo que pretendía mi padre, le miraba con aquellos ojos grandes y vivos hace unas horas, ahora tristes y macilentos, sin proferir un lamento ni un quejido, quizás también porque mi padre le limpiaba con un cuidado y un mimo, y con una catarata de palabras cariñosas, que yo no sé si alguna vez nos las dijo a mi hermana o a mi…,aunque tampoco me importó , primero era el Lucero…
Le puso agua fresca en un plato abollado, grande y viejo de aluminio con una pequeña argolla, para colgárselo en el cinto, mío “ de cuando la guerra ”, solía decir mi padre, que el pobre animal agradeció echándose tragos cortos, pero frecuentes, y esperamos a que viniera D. Francisco, ferroviario también, cómo no, que la verdad sea dicha, no tardó el hombre más de un cuarto de hora ; estaba poniendo una inyección a D. Ricardo del martillo, - como le había apodado su madre,la señora Úrsula, vaya Vd. a saber porqué, aunque para nosotros, los chavales era Cardito ( más diminutivo aún, de Ricardito, que era como él debió de empezar a pronunciar su nombre) - ; tiene un corte en el pie que le llega hasta el hueso, que se ha hecho con el pedal de la bici; se le ha ido el pie, y con el metal, se ha hecho un corte que da miedo, y le estaba poniendo la antitetánica…, se disculpó el hombre ; no se preocupe, D. Francisco, primero son las personas, le dijo mi padre, ya nos hace Vd. bastante favor echándole una ojeada al Lucero, apostilló.
Bueno, vamos a ver… ¿verdad que vamos a ser amigos, Lucero? , le miró D. Francisco a los ojos al pobre chucho antes de siquiera acercarse a él, en tono precautorio; no se preocupe, que el animalito es muy dócil, y aunque ahora esté así, estando yo con Vd., lo más que le hará, será darle un lametón en la mano; el pobre entiende que es por su bien,¿ sabe Vd. ?.
Le miró, le palpó, sacó una inyección y le dijo a mi padre que sujetara al Lucero, porque le iba a pinchar y algo le dolería; así lo hizo mi padre, el animalito hizo un movimiento al sentir el pinchazo, pero se dejó hacer.
Como veo que le habéis limpiado, ya no le trasteo más al pobre animal ; le he puesto, como a Cardito, una antitetánica, a lo mejor le da algo de fiebre, pero es la reacción normal, y esperaremos a ver cómo evoluciona ; al tacto, se le notan algunos perdigones que no parecen estar muy profundos, pero quizás tenga alguno más, incrustado en el músculo; ya pasaré a verle cuando acabe la consulta y las visitas a domicilio…,y si le veis que se pone peor, me avisáis ¿ de acuerdo ?. Y D. Francisco, que igual valía pa un roto que un descosío, siguió su camino a ver culos, para picharlos solo, no seáis mal pensaos… lo mismo de hombres que de mujeres, y si cuadraba, como en este caso…,de perros.
No era normal avisar al practicante para que actuara con un perro, pero tampoco era habitual, hasta entonces, que a un perro le pegaran un tiro con las intenciones que aquella gente lo hizo; el practicante, que como he dicho antes, también llevaba “ carbonilla en la sangre ”,y por tanto compañero de todos los habitantes del pueblo, era buena gente, y cuando mi padre le preguntó cuánto le debía por su trabajo, la inyección y sobre todo por su atención al no ser, ni mucho menos su obligación, al tratarse de una animal, D. Francisco le contestó con un ,“Quiá hombre... ” ; mi padre le ofreció lavarse las manos ,le pasó a la cocina porque en el retrete solo había la taza, y con la pastilla de jabón Lagarto de fregar los platos, de lavar la ropa, o sea, la pastilla de jabón de lavar y fregar todo, se aseó ; mi madre le dio un trapo de cocina nuevo, sin estrenar, y salió por la puerta como si no hubiera hecho nada, el buen hombre.
Tanto si se cura como si no, a este hombre hay que llevarle unas cuantas perdices, porque se las merece…, comentó mi padre en voz alta, sin dirigirse a nadie en particular, y a nosotros en general,…y por supuesto que se cumplió la promesa; una semana un par de perdices, otra una liebre, unos días más tarde 3 ó 4 conejetes, que era lo más abundantes, algún par de palomas…
La verdad, es que el Lucero evolucionó bien y con cierta rapidez, y al cabo de un mes o así, llama mi padre : mira, mira, ven…, y como no nombró a nadie, acudimos los tres, mi madre, mi hermana, que aún era un renacuajo, y yo ; mirad, mirad lo que le sale entre los dedos de la mano...,eran un par de perdigones que le habían bajado por la pata abajo, se los terminó de sacar con unas pinzas, y nunca supimos si le dolía o no, porque el pobre animal nunca se quejó, y así durante al menos un mes, que de vez en cuando le salía algún que otro perdigón…,hasta que nuestro Lucero, volvió a ser como antes…,pero a nosotros no se nos olvidó nunca aquel trance, ni al él yo creo que tampoco, porque cuando mi padre le sacó por primera vez al campo, por donde acaeció el suceso, el animal se escondía entre sus piernas con el rabo entre sus patas, …y salió como alma que lleva el diablo a casa, sin que hiciera caso a mi padre que le llamaba con insistencia.
Nunca pudimos saber cómo entró aquel día al vedado, el Lucero; la versión de mi padre era que, estando como estaba acostumbrado a asociar tiro con caza, en cuanto oyó los primeros tiros en el vedado, su instinto le hizo ir hacia allí, y saltar una valla de metro y medio, o poco más, a un perro bien dotado y en plena carrera, no debió de costarle mucho trabajo…, y lo que vino a continuación…, ya es historia, afortunadamente.
El Lucero fue durante una buena temporada, el perro del pueblo; cuando no podía salir aún a la calle, todo el mundo nos preguntaba cómo estaba; a mi madre en la panadería o en la tienda, a mi en el colegio los chavales y hasta D. Alejandro, - también ferroviario – el cura y además maestro de los chicos ; las chicas tenían su escuela, y su maestra, Dª Carmen, una teresiana metida en años y en carnes, que también le preguntaba a mi madre cuando se encontraban en misa y en el rosario, que era a diario, y a mi padre en Clasi ; y cuando ya empezó a salir a la calle, el pobre animal se debió de ver desbordado ; los chavales le acariciaban, las vecinas casi le daban besos, los hombres palmaditas en el lomo…,aquel bicho debía de estar sorprendido, y estoy convencido, que hasta agradecido por la sorprendente acogida que todo el pueblo le hizo, tras el percance.
Pero claro, una cosa así, no se podía olvidar ; mi padre fue a la tienda de Eutimio, donde se surtía el tal Sacramento – casi de la extremaunción para el pobre Lucero - ,y haciéndole salir a la calle, para que no les oyera ninguna clienta de las que había en la tienda, le dijo que por favor, le avisara discretamente con alguien ,cuando viniera a reponer género a la tienda ; no te preocupes, Tana, que aunque pierda el cliente, te aviso, aunque igual tarda unos días en volver porque vino anteayer, y hasta que no se le agote “ el pienso ” que se llevó, no vuelve ; después de la gorrinada que te hizo…
Al cabo de un par de semanas, Pedrito, el hijo de Eutimio, un par de años más pequeño que yo, llamó a la puerta de casa para decirle a mi madre, que su padre le mandaba para decirle al Sr. Tana, que a quien quería ver, acababa de llegar a la tienda…
Mi padre estaba en el patio de detrás de casa, vaciando los sacos de carbón que habían traído del economato, y en cuanto mi madre le dio el recado, soltó el saco que tenía entre manos, se lavó un poco para quitarse el carbón que tenía pegado por el sudor a la cara y brazos, se puso una camisa limpia, y cuando ya iba a salir de casa, mi madre le advirtió que, ¡mucho ojito con lo que haces…! ; mi padre le dijo que no iba a hacer nada, que solo iba a hablar con él.
Cuando mi padre llegó a la puerta de la tienda, el otro ni se inmutó, porque como no le conocía, ni siquiera de vista, siguió tan tranquilo sentado en el pescante de la tartana, mientras su mujer hacía la compra; fue una pregunta obvia la que le hizo mi padre, y más bien rutinaria, porque demasiado sabía quién era.
¿Es Vd. el señor Sacramento, verdad? – le preguntó; al oír su nombre, el otro se volvió; si, ¿porqué? ; ¿le importaría bajar de la tartana? ; ¿por qué? , le contestó a mi padre; porque querría hablar con Vd., y mejor a la misma altura… ¿quién es Vd., y qué quiere hablar conmigo?; mire, si quiere que hablemos como las personas, baje de la tartana, vamos detrás de la tienda, que es descampado, y así no nos oirá nadie, que será mejor para Vd. ; no sé, porque yo no estaba delante, en qué tono se lo diría mi padre ,pero según nos lo contaba en casa, – a mi me mandó a la calle cuando se lo iba a contar a mi madre, pero yo le dije, que también quería al Lucero, y que quería saber lo que había pasado ; y para mi sorpresa no insistió, porque lo que solía decir mi padre, era “ palabrita del niño Jesús ”, así que me sentí muy mayor, y abrí bien los oídos ,para no perder ripio – lo hacía en tono grave, así que Sacramento, nos dijo, se bajo de la tartana, ató al caballo al árbol que había en la puerta de la tienda, y siguió a mi padre hasta la trasera.
¡Cierra la boca, que te van a entrar moscas ¡ me dijo ; tal debía de ser la atención que yo mostraba, que debía de tener la boca como el túnel de Torrelodones de grande.
Mire Sr. Sacramento, Vd. quiere saber quién soy yo, y se lo voy a decir con pelos y señales, y también quiere saber qué es lo que le quiero decir, y también se lo diré, aunque me gustaría que esto quedara entre Vd. y yo, porque no me gusta dar la nota en ningún sitio, pero lo que le voy a decir, téngalo Vd. siempre bien presente, y procure que no se le olvide nunca, ¿de acuerdo? ; el otro asintió con la cabeza, y según apreció mi padre, parecía ser, que no mucha gente le había hablado en aquel tono nunca, y mirándole a los ojos, o quizás solo su jefe, pero la cuestión era que se dispuso a escuchar, sin replicar.
Me llamo Atanasio Palacios, Tana solo para mis amigos, soy factor de circulación en la estación de Clasificación de la RENFE, que se ve desde su casa, estoy casado y tengo dos hijos, chico y chica, y además soy cazador, ¿ me he identificado a su satisfacción ?.
Volvió a asentir con un gesto afirmativo de la cabeza, pero sin abrir la boca. De acuerdo, pues de lo que le quiero hablar, es de un suceso que ocurrió hace, ya no recuerdo bien cuanto tiempo, aunque eso es lo de menos, pero seguro que Vd. si se acordará, porque fue aquel día que estuvieron en el vedao unas cuantas escopetas tirando al conejo, frente al barrio, ¿recuerda aquel día ? ; de nuevo un par de cabezazos hacia abajo. Pues bien, esa tarde, mi perro no sé cómo, debió de saltar la valla al oír los tiros, y como el animalito es más cazador que su amo, y no sabe distinguir entre quién tira, y quién asesina, él se limita a sacar el conejo de donde esté, para que el cazador, si es bueno, se lo mate, y a continuación lo cobre, para llevárselo a quien se lo mató; así le he enseñado yo, y el animalito es muy buen alumno… ; alguien sin entrañas, le soltó un tiro, que a pesar de ir con la peor intención del mundo, debía de estar ya tan cansado de pegar tiros, que afortunadamente erró, y a pesar de herir al animal, tras un par de meses, más o menos, conseguimos salvarle, pero me gustaría saber quien fue el valiente que se atrevió a cometer semejante tropelía con mi Lucero, para preguntarle si sería capaz de atreverse a hacer lo mismo con su dueño ; por casualidad, ¿ no lo sabría Vd. señor Sacramento?... ; según contaba mi padre, aquel hombre tragó saliva un par de veces, sin contestar…, y cuando empezó a responder entrecortadamente, fue para decir, que él no estaba aquel día con los cazadores que vinieron de Madrid, que eran amigos del jefe y empleaos de la fábrica de cervezas, y que fueron ellos con el dueño a echar la tarde a conejos, y que entonces no podía saber quién fue…; cuando yo arranqué la valla con mi chaval para entrar a buscar al pobre perro, que intentaba salir del vedao después de pegarle el tiro, yo vi su caballo, ese que tiene Vd. atao a la tartana a la puerta de la tienda,¿ o acaso no era ese? ; si pero se lo había llevao el jefe , para volver pronto a la casa, una vez hubiera enseñao a sus amigos el cazadero… ; bueno , le respondió mi padre , pues dígale Vd. a su Jefe, que bien a través de Vd. ,o por correo, me avise, que en el pueblo me conoce todo el mundo, y con que ponga Tana en el sobre, me llega la carta, cuándo puedo hablar con él, que tengo yo mucho interés en conocer al valiente que se atrevió con un animal indefenso, ¿ estamos ? …, y Sr. Sacramento, que no se le olvide nunca esta charla, nunca, ¿eh? ...y que esto quede entre nosotros ; y claro, ya puestos , espero que tampoco se olvide de no volver a echar conejos envenenaos fuero del vedao, ni patear los tollos que hacemos los cazadores, también fuera del vedao, porque supongo que D. Alberto , - ese era el nombre del dueño del vedao y de la fábrica de cervezas “ El Águila”- ,el apellido es lo de menos, porque estoy seguro que el hombre, no tenía ni idea de las fechorías que hacía su guarda, o si, vaya Vd. a saber - ,le ha traído a Vd. aquí para vigilar y controlar su vedao, no lo libre, y aunque el pobre perro, haya entrado al vedao , Vd. lo coge, lo ata, y en esa tartana tan bonita que Vd. tiene, y en la que viene al pueblo a suministrarse, lo trae, pregunta de quién es, habla Vd. con su dueño, le echa la bronca, en vez que su dueño se la eche a Vd., y el dueño ya tomará sus medidas para que no vuelva a entrar en el vedao , y tan amigos ,o no, que no es obligatorio que lo seamos, ¿ está claro ? ; pues eso, hágame saber cuándo D. Alberto dispone hablar conmigo ; con Dios…,se despidió mi padre, al tiempo que la mujer de Sacramento, asomaba por la esquina de la tienda buscándole…, pero, ¿ande t´has metío, Sacra?, yo venga de buscáte y no te’ vía por dengún lao ? .
Estábamos echando una parrafada, su marido de Vd. y yo, señora; ya se lo devuelvo. Adiós a los dos…, y mi padre se volvió a casa, más satisfecho que si le hubieran hecho alcalde de Madrid.
Cuando terminó de contarnos la entrevista con Sacramento, mi madre le dijo, pues ahora te cuento yo a ti : no habías tú, ni llegado a la tienda de Eutimio, que llama a la puerta Perico el torero, de camino a Clasi, y como tú no estabas, me suelta, Luisa dile a Tana, que el Rayo, se me ha venido a morir a casa esta mañana, envenenao, echando babas y espumas por la boca, retorciéndose por el suelo y dando chillidos, hasta que el animalito se ha quedao tieso en mis brazos…,el muy cabrón de Sacramento…,bueno que llego tarde a Clasi ; díselo a Tana.
Bueno, supongo que el conejo envenenao que ha matado al Rayo, ya estaba en el campo, cuando yo hablaba con el cabrón de Sacramento…,bueno hablaba yo, él solo decía si, moviendo la cabeza de arriba abajo, pero me parece que le ha quedao claro, que se la está buscando si sigue haciendo borriquerías…; yo te aseguro, que solo nos hemos enterao de la conversación, él y yo ; estaría bueno, Perico, ¿ no?. Supongo, pero solo ha estao un minuto, porque entraba de servicio, pero un “piropo”, de los que decís los hombres, si le ha echao… ¡cómo iba a repetir mi madre semejante palabro…!.
Para evitar males mayores, mi padre, aunque no estaba de servicio, se bajó a Clasi a ver a Perico el torero, y aprovechando que subía al barrio con la cisterna del agua – Perico era maquinista – se subió a la máquina con él para echar una parrafada sin testigos.
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En el pueblo no había agua corriente, por lo que había que suministrarla con agua del rio Lozoya, que se captaba no sé de donde, y después había que bombearla a un depósito de no menos de 18 ó 20 metros de altura, situado en la parte alta del barrio, y desde el que por gravedad, se suministraba a las casas, que de esta forma, tenían agua corriente en la cocina y en el retrete; para ello, había que subir previamente el agua en la cisterna que Perico se encargaba de descargar en el depósito, que era lo que ahora estaba haciendo, acompañado de mi padre.
Se intercambiaron noticias, y quedaron en que, aunque cabreados como monos, esperarían la reacción de Sacramento, tras la retahíla que le soltó mi padre; no obstante, aquella misma tarde, pusieron al corriente a Carrete , y a Paco el troncho de las novedades, y quedó el tema en suspenso, hasta esperar acontecimientos, pero con las garras afiladas, y casi, casi, deseando que diera un paso en falso, para obrar en consecuencia, aunque ninguno tenía claro, cuál era el paso a seguir, caso de que el interfecto, volviera a las andadas.
Pasaron bastantes días, afortunadamente, sin más noticias, del personaje en cuestión, ni para bien ni para mal, hasta que una mañana, D. Francisco, el practicante del pueblo, se encontró con mi padre en la estación, a tomar ambos el tren que les llevaría a Madrid – eran solamente 35 minutos de trayecto, parando en las cinco estaciones intermedias - ,pero el viaje dio de sí lo suficiente, como para que mi padre se enterara que Sacramento, había ido a casa del practicante, porque tenía unas fiebres intermitentes, y un malestar general que no era normal, según le explicaba el paciente; como en el pueblo aún no había médico fijo, antes de hacerle venir de Torrelodones o Villalba, se solía acudir al profesional de referencia, o sea, a D. Francisco, que muchas veces evitaba la consulta al galeno; y en este caso, también fue suficiente, pues con aquellos síntomas, y sabiendo que aquel hombre vivía y trabajaba en el campo, la localización de una enorme garrapata en el frondoso vello de un sobaco, fue relativamente sencilla; con habilidad, paciencia, y unas pinzas, D. Francisco se la desprendió, pero como medida precautoria, le sugirió que volviera al día siguiente a consultar con D. José Luis, el médico de Torrelodones que ese día pasaba consulta en Las Matas, por si fuera necesario tomar alguna medida, y que él ya le pondría al corriente, para no hacerle perder mucho tiempo.
En efecto, D. Francisco explicó al médico quién era el paciente, donde trabajaba, y el resultado de su intervención el día anterior; el facultativo aconsejó al paciente, que seguía con fiebre, que serían convenientes unas dosis de penicilina, para lo cual le extendió una receta en papel timbrado del doctor, aunque le informaba que era un antibiótico de reciente introducción en España, y por tanto, su precio era un tanto prohibitivo para según qué economías, y su localización no demasiado fácil, habida cuenta de que su comercialización era un tanto complicada y anómala, o sea, casi toda era de contrabando, estraperlo…, y por ende muy cara.
Le faltó tiempo a Sacramento, en ponerse en contacto con el dueño del vedado para informarle tanto de su dolencia, como de la sugerencia del médico. Como persona influyente, no tardó más que dos días en presentarse en Torrelodones, en la consulta de D. José Luis, el dueño de la finca con los medicamentos previamente prescritos, para informarse si eran los realmente indicados para su empleado.
Tras el visto bueno del doctor, al día siguiente, y otros tres más alternativamente, debía de acudir a la consulta del practicante, al pueblo, a inyectarse la correspondiente dosis prescrita, a las nueve de la mañana, que era la hora en que iniciaba D. Francisco, la consulta para los tratamientos de los pacientes que precisaban varios días de duración.
Al regreso de Madrid, mi padre puso al corriente a sus compañeros de sufrimiento, Carrete, Perico el torero, y Paco el troncho, para idear alguna estrategia que supusiera el fin de las hostilidades, y volviera la tranquilidad a la actividad cinegética, que tenían un tanto olvidada, dado que la veda se iba a abrir, más bien debería de hablarse de cerrar, puesto que la palabra veda indica prohibición, y lo que estaba a punto de iniciarse, era la posibilidad de cazar legalmente; pero en fin, a todos los efectos, y de toda la vida, abrir la veda, se interpreta como poder cazar , y tratándose de caza, no vamos a marear la perdiz, y dejaremos las cosas como están, en lo que abrir y cerrar la veda se refiere.
Decidieron que, el día que terminara el tratamiento, que ya se sabía de antemano, por la información del practicante, le harían el homenaje de despedida; el día D, le dijeron a Epifanio, el guardagujas que, cuando viera venir a Sacramento en dirección a la finca de vuelta del enseñarle el culo a D. Francisco, desde lo alto de la cabina en la que distribuía los vagones según su destino, y que estaba muy cerca del portón de acceso a aquella, que les avisara con una silbido para salir a su encuentro.
En efecto, cuando oyeron la señal de Epifanio, se plantaron los cuatro ante el portón, esperando la llegada del personaje; la cara que puso al verse sorprendido en la mismísima entrada de sus dominios, no fue precisamente de satisfacción.
Querríamos charlar con Vd. señor Sacramento, ¿podría bajar de la tartana? , le dijo mi padre, con la mayor cortesía de que fue capaz; bajó, sin dilación y sin siquiera contestar.
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| | | viti Administrador
Mensajes : 21069 Fecha de inscripción : 19/03/2011 Edad : 57
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Vie 13 Jun 2014, 15:28 | |
| GRACIAS DE NUEVO _________________ EL PEOR ENEMIGO DE UN ARMA ES EL OXIDO Y LOS POLITICOS TU ODIAS A ESPAÑA YO A TU PUTA MADRE¡¡¡¡¡¡ [size=10] 17-06-2014 D. DIEGO GODOY HORRILLO D.E.P 14-12-2020 D. ENRIQUE CASTRO - BILOAYE D.E.P 25-4-2021 D. JAVIER PORTELA -- HOLLAND D.E.P 31-10-2023 D. JOSE RAMON SAN MARTIN -- EL NAVAJO D.E.P [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]NO OS OLVIDAMOS | |
| | | EBP Vieja Gloria
Mensajes : 2391 Fecha de inscripción : 02/01/2012 Edad : 52
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Vie 13 Jun 2014, 16:10 | |
| !! Ay !! Tensión máxima y yo sin haberlo visto hasta hoy . Podría hasta terminar ahí , me conformo con lo leído hasta ahora pero, Sacramento se merece un buen escarmiento aunque me da a mi que no va a ser violento.
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| | | Raspa 10ª
Mensajes : 73 Fecha de inscripción : 10/12/2013 Edad : 58
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Sáb 14 Jun 2014, 20:46 | |
| Gracias compañero y esto cada vez esta mas interesante Un saludo | |
| | | elisa Administrador
Mensajes : 5206 Fecha de inscripción : 27/05/2011 Edad : 53
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Dom 15 Jun 2014, 14:44 | |
| Me tienes en un "ay". Gracias otra vez y yo no se por dónde tirará el desenlace. Habrá que esperar _________________ La Generala, ejem... de tú, por favorrrr ... [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] | |
| | | JM Palacios Iriarte 9ª
Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 05/08/2013 Edad : 82
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Dom 15 Jun 2014, 15:52 | |
| EBP,Raspa y Elisa : Tranquilos,ya tengo gafas..., así que ahora voy a ir a " calzón quitao " ; os prometo que a partir de mañana, voy a hacer horas extras y en un pis - pas ,acabo y el final verá la luz ; sin embargo, me da repelús, que penséis y/o comentéis después..., pues vaya, tanto suspense pa esto...,pero ¡ os juro por mi primo Arturo !, que lo que leeréis, " es palabrita del niño Jesús ", en este caso, por partida doble ; en cualquier caso, nunca pensé yo que iba a suscitar la intriga, la expectación y la duda, así que ahora sois vosotros los que me tenéis en ascuas a mí, por aquello de, ¿ estará a la altura de lo que esperan estos amigos,el final ...?. No me gustaría decepcionaros,porque también sería una decepción para mi...; saldremos todos de dudas, muy pronto. | |
| | | viti Administrador
Mensajes : 21069 Fecha de inscripción : 19/03/2011 Edad : 57
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Dom 15 Jun 2014, 16:29 | |
| decepcionar....todo lo contrario maestro todo lo contrario _________________ EL PEOR ENEMIGO DE UN ARMA ES EL OXIDO Y LOS POLITICOS TU ODIAS A ESPAÑA YO A TU PUTA MADRE¡¡¡¡¡¡ [size=10] 17-06-2014 D. DIEGO GODOY HORRILLO D.E.P 14-12-2020 D. ENRIQUE CASTRO - BILOAYE D.E.P 25-4-2021 D. JAVIER PORTELA -- HOLLAND D.E.P 31-10-2023 D. JOSE RAMON SAN MARTIN -- EL NAVAJO D.E.P [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]NO OS OLVIDAMOS | |
| | | elisa Administrador
Mensajes : 5206 Fecha de inscripción : 27/05/2011 Edad : 53
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Dom 15 Jun 2014, 19:53 | |
| - JM Palacios Iriarte escribió:
- ....... en cualquier caso, nunca pensé yo que iba a suscitar la intriga, la expectación y la duda, así que ahora sois vosotros los que me tenéis en ascuas a mí, por aquello de, ¿ estará a la altura de lo que esperan estos amigos,el final ...?.
No tengo la menor duda de que lo estará, sea cual sea el final, porque lo que cuenta es la maestría con la cual nos estás narrando ésta historia. Así que no tengas ningún reparo con eso, que el desenlace será...el que tenga que ser. Un abrazo y deseando estoy seguir leyéndote _________________ La Generala, ejem... de tú, por favorrrr ... [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] | |
| | | JM Palacios Iriarte 9ª
Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 05/08/2013 Edad : 82
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Dom 15 Jun 2014, 21:32 | |
| Viti, Elisa : ¡ cuanta fé tenéis...! ; espero no defraudaros ; me tenéis acongojado, pero con los " congojos " de corbata... | |
| | | Antonio7RM Posta Lobera
Mensajes : 3391 Fecha de inscripción : 16/03/2012 Edad : 61
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Lun 16 Jun 2014, 10:29 | |
| Pues, por mi parte, compañero puedes volver a poner los "congojos" en su sitio porque estoy disfrutando a modo con la lectura de lo que vas narrándonos
abrazos | |
| | | elisa Administrador
Mensajes : 5206 Fecha de inscripción : 27/05/2011 Edad : 53
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Lun 16 Jun 2014, 21:06 | |
| Pues por mi parte que voy a decir, que no es cuestión de fe sino que ya vamos viendo que narrar lo haces de lujo. Yo de "congojos"...no entiendo _________________ La Generala, ejem... de tú, por favorrrr ... [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] | |
| | | viti Administrador
Mensajes : 21069 Fecha de inscripción : 19/03/2011 Edad : 57
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Mar 17 Jun 2014, 09:01 | |
| Vd. recordará que hace unos días, estuvimos hablando detrás de la tienda de Eutimio, ¿verdad? ; asintió con un gesto afirmativo con la cabeza, como parecía ser su norma ; pues mientras nosotros charlábamos, al señor Pedro se le vino a morir el Rayo a casa, con unos dolores de rabia por haberse comido uno de “ sus conejos aderezados ”, con los que obsequia Vd., a nuestros animalitos muy lejos de la alambrada de la finca, en lo libre, y que sabe que eso no se puede ni se debe hacer, porque en ese terreno, Vd. no tiene ninguna atribución, ¿ verdad Pedro ? ; Perico también asintió con otro movimiento de cabeza; hemos decidido, continuó mi padre, que la próxima vez que, alguno de nuestros animales, o nosotros mismos, como aquel día que casi patea al señor Paco dentro del tollo, sufra el más mínimo atropello, se las tendrá que ver con la Guardia Civil, porque como aún estoy esperando, que su Jefe de Vd., me avise para hablar con él, y explicarle su actitud desde que llegó al pueblo, esta misma tarde, o mañana a más tardar iremos a Las Rozas, al cuartelillo, y poner en antecedentes al Comandante de Puesto, y después al Ayuntamiento, a ver a D. José, el señor alcalde, y contarle todo lo ocurrido, y así estén al corriente de lo que hay, por si a alguno de nuestros hijos, le pasara algo por jugar o manosear a algún perro envenenado… ; yo solo hacía lo que, en los vedaos de los pueblos de Toledo se hace…, se excusó medio tartamudeando; si pero esto no es Toledo…,le replicó mi padre ; mire Vd., le propuso mi padre, pa que vea que nuestra intención no es como la suya, aunque merecía que lo fuera, haremos una cosa, si a Vd. le parece bien, dejaremos en suspenso el viaje a Las Rozas, de momento, si nos asegura que cada uno estará en su sitio, Vd. dentro del vedao, y nosotros fuera ; Vd. cuida y vigila lo suyo, y nos deja a nosotros en paz en todo el año ; o sea, que Vd. vive su vida y en su casa, y nosotros la nuestra, y en nuestra casa, ¿estamos? ; de Vd. depende que vayamos a Las Rozas… Sin dar tiempo a que contestara, y como tenían acordado, comenzaron la actuación teatral que habían ideado; Carrete saltó como un basilisco.., ¡ Ah, y se va a ir este tío de rositas, Tana !, después de matarme la perra, envenenada, luego hacer lo mismo con el perro de Rufino que se libró por tablas, casi patear a Paco en el tollo, pegarle un tiro a tu Lucero, que también nació aquel día, dar el pasaporte al perro de Perico, también envenenao…, y se va a ir así, sin más…; y todo esto con la vena del cuello hinchada, la cara roja como la grana, y los ojos fuera de las órbitas, y señalando con el dedo hasta casi tocarle a Sacramento…, de forma que según avanzaba la actuación, ésta era cada vez más real, porque se iba calentando, y no era para menos, puesto que los actos de aquel individuo eran para enardecer al más pacífico, y Carrete, desde luego, no lo era, y en este caso con toda la razón del mundo. Sacramento reculó, hasta tropezar con el caballo…, Perico y Paco, apoyaron a Carrete: ¿pero Vd. que se ha creído, que es el amo del pueblo? ; ni Vd. ni su jefe ¡ coño !, si le llego a pillar cuando se me murió el Rayo en los brazos, le abro en canal, le saco las tripas…,y le apiolo, como si fuera un conejo, ¡ joder !, le espetó Perico, y dé gracias a que ya se m´a enfriao el cuerpo, que si no…, le dijo, haciendo un ademán como de, efectivamente, rajarle. Si llega a hacer intención de pisarme en el tollo, lo bajo del caballo…; tenía el punto de mira fijo en su nariz, y la escopeta sin seguro, pero ya vi que le faltaron cojones; ni se le vuelva a ocurrir…, porque por un lao qué quiere que le diga, y por otro, ya lo ve usté…, muletilla que solía repetír con frecuencia, y que vaya Vd. a saber lo que quería decir. Bueno, vamos a dejarle ya en paz, chicos; ya ha visto Vd. como están los ánimos, Sr. Sacramento…; quizás el menos agresivo sea yo, y no por falta de motivos y ganas, pero estos me convencieron de que si Vd. se avenía a razones, dejaríamos correr lo de ir a Las Rozas…, porque yo, con la razón voy a ver al rey si hace falta… ( entonces aún no lo había, ni se le esperaba, y un día de estos, se va uno y viene otro; ¡ qué vueltas da la vida ! ), así que de Vd. depende… No sé cuál sería su trabajo en su pueblo, pero por el semblante que tenía tras la filípica y el ultimátum, no debía de habérselas visto más negras en su vida; seguro que si aún le quedaba alguna garrapata en la sobaquera, se le debió de caer a plomo, porque por lo blanco que estaba, más parecía habérsele helado la sangre. ¿Me dejan ustedes que me marche a mi casa…? preguntó Sacramento, con cierta dificultad, con la boca seca como el esparto; mi mujer me espera para ir a Madrid… No dijo nada más a la proposición del cuarteto, abrió el portón de entrada a la finca, tomó de la rienda al caballo, y una vez dentro, echó de nuevo la llave, y mientras se subía al pescante de la tartana, Carrete le recordó…, de Vd. depende, piénseselo Sacramento; sin siquiera decir adiós, emprendió la marcha hacia la casa que se veía a lo lejos. Fueron transcurriendo los días, las semanas, y antes de que llegara el periodo hábil de caza, mi padre me propuso estrenarme en el tollo; acepté sin dudarlo, así que a la caída de la tarde nos acercamos a lo de Teófilo, cebamos a las perdices por última vez esa temporada, arreglamos el tollo, y durante la cena, me recomendó que me acostara pronto, y que durmiera con los puños cerrados, porque se duerme más deprisa, ya que al día siguiente había que levantarse antes que las perdigochas, para que no nos vieran entrar en el tollo. Entramos de noche al tollo, y a medida que el día cobraba luz, el corazón me latía más deprisa…,cuando el sol aún no asomaba, pero la claridad del día permitía ya ver con cierta seguridad, me pareció oír a lo lejos, el chac, chac, chac…como si ya se acercaran ; agucé el oído, y en el silencio de la mañana, ahora me pareció escuchar el coreché, coreché, coreché, y enseguida el cántico de siempre, y cada vez con más intensidad el inconfundible…,caráchachachá, carachachachá, carachachachá…, y al asomarme a la tronera, ya las vi venir, cieguecitas los animalitos, que no se imaginaban lo que les esperaba, en tropel hacia el montoncito de trigo que les habíamos preparado la tarde anterior…,y sin darles casi ni tiempo a llegar, me eché la escopetilla de un solo cañón, de 12 mm., a la cara, saliéndoseme el corazón por la boca, de los golpetazos que yo sentía en el pecho, pero mi padre me sujetó con la mano, sin hacer ruido, haciéndome señas con las manos, indicándome calma, tranquilidad y paciencia ; menudas cosas me pedía mi padre, con el bando de perdices a escasos 15 metros, y todas las cabecitas juntas picoteando el montoncillo de trigo, y escuchando ese murmullo que hacen cuando están contentas y tranquilas, pero yo no podía más…,asomé la punta del cañón por la tronera, y apunté hacia el bulto, que me pareció enorme de lo cerca que las tenía, y sin más, apreté el gatillo… y tras el ruido, solo oí el cascabeleo del vuelo de las perdices, y salí de un salto del tollo, que fue a parar todo al suelo; como para salir despacito y a gatas, por la especie de puerta que había preparado mi padre, justo al lado opuesto al montoncito de trigo…,y allí habían quedado “ solo ” dos perdices aleteando en el suelo ; ¡ solo dos, padre !, le grité …; se echó a reír, ¿ qué querías, quedarte con todo el bando, con una escopetilla casi de juguete…?; podías haber cobrado más, si hubieras esperado a que estuvieran más juntas…,pero tenías tanta prisa, jodío… ; de todas formas, para ser el primer día, no te puedes quejar…; anda vámonos porque además de destrozar el tollo, con el susto que les has metido, estas ya no vuelven hoy… Hoy lo recuerdo, tal y como aquel día lo viví, con la diferencia de que entonces me sentí orgulloso de mi “hazaña”, y hoy me avergüenzo del acto criminal que cometí, con aquellos pobres animalitos, que, ¡hay que joderse lo bonitos que son!. No sé si es la “ viejuz ”, que dice un amigo mío ( lo contrario a la juventud, suele aclarar a continuación ), si es el haber trabajado 40 años hablando de ellas con sociedades de cazadores, titulares de cotos, granjas cinegéticas, y en el campo, viéndolas apeonar, volar a la velocidad con que lo hacen, con ese inconfundible y maravilloso sonido,…y poner en unos segundo un kilómetro de por medio, de loma a loma , como diciendo…sígueme si tienes…; en resumidas cuentas, que no hoy, sino que desde hace un montón de años, sería incapaz de volver a hacerlo, ni siquiera en pleno vuelo, porque, ¡ coño, son preciosas ! , y me gustaría, poder devolverles la vida a todas las que se la quité en su día, cuando ejercí como cazador, pero ¡ ojo !, no por eso arremeto contra quién no hace lo que yo siento…el cazador, es cazador, tiene pasión por la caza, y por tanto, caza; lo que ocurre es que, por unas u otras razones, yo ya no soy cazador, y por ello, no cazo. También fui fumador de tabaco negro, y aún me fumo algún cigarrillo, pero ahora rubio, ya no puedo con el negro, cuando la ocasión lo merece, como cuando se casaron mis hijos, tras la conquista de varias Copas de Europa – para mí, eso de la Liga de Campeones, como que no… -, y me saben esos cigarrillos a “ teta de novicia ”, o sea, que fumo, en los que para mí, son grandes acontecimientos…,y no por eso demonizo a los fumadores, al contrario, ¡ que envidia me dan !. Ya sé que estas reflexiones son unas auténticas perogrulladas, pero yo lo siento así…, aunque cazadores, vosotros, ¡seguid cazando!, no hagáis caso a los “ perroflautas ” cinegéticos…. Comenzó, por fin, la temporada cinegética alrededor de la Virgen del Pilar, mi padre y sus compañeros de trabajo y de caza, cazaron asombrosamente tranquilos, comparándose con el trajín y las desdichas que tuvieron que soportar los meses anteriores, pero seguían escamados de tanta calma : este pájaro, el día menos pensado, nos prepara alguna gorda, y volveremos a las andadas. _________
Lo que no les contó mi padre a sus colegas, es que a los cuatro o seis días de leerle la cartilla a Sacramento, en el portón de la finca, tuvo que ir a Las Rozas, a solicitar un certificado de, vaya Vd. a saber qué, al Ayuntamiento, y lógicamente se encontró con el alcalde, su amigo Pepe, (entonces los alcaldes, solían pasar muchas horas al día, donde se supone que deberían pasarlas, o sea, en el Ayuntamiento ), y al que mientras tomaban un café, le contó las peripecias ocurridas con el tal Sacramento; por el Ayuntamiento, suele venir con cierta frecuencia, D. Alberto, por temas relativos a la finca, si quieres, se lo comento, le sugirió su amigo Pepe ; mi padre le dijo que no, que ahora llevaba unos meses tranquila la cosa, no fuera a ser que D. Alberto le mandara para su pueblo de Toledo, y que no se trataba tampoco de perjudicarle, pero al menos, tú ahora ya sabes lo que hay, no vaya a ser que a algún crío, le pase algo con los conejos envenenados, y tengamos un disgusto ; si tú consideras que la Guardia Civil, debería de estar enterada, lo dejo a tu criterio, Pepe. Pues no creas que estaría de más, ponerles al corriente, pero claro, en cuanto oigan veneno, se van a poner manos a la obra; ya hablaré yo con Jacinto, el Comandante de Puesto, que es un hombre muy cabal, tomando un cafelito el sábado por la tarde, que nos solemos reunir en el bar a echar la partida al mus, - que por cierto, te supongo enterao de que soy el mejor del contorno -, pero no de forma oficial, así si él lo cree oportuno, en alguna de las correrías a caballo, que hacen por El Águila, le quiere dar un toquecito, con eso sería suficiente, y así, ni se entera D. Alberto, y es una que le debe el guarda, a la Guardia Civil, y al mismo tiempo, ve las orejas al lobo; ¿ no te parece Tana ?. ¡ coño, pues no es mala idea, Pepe !. Mientras se terminaban el café, Pepe le comentó, que en las fiestas de San Miguel, este año traemos a un tal Antoñete, es una chaval de 20 ó 22 años que dicen que apunta alto, ¿te guardo un par de entradas para Luisa y para ti, y así echamos una parrafada los cuatro, porque aunque a Pilar no le llaman la atención los toros, si le digo que viene Luisa contigo, seguro que se apunta…?. Ni que decir tiene, que mi padre aceptó la invitación, porque además de chiflarle los toros, también he oído maravillas de ese chaval, le comentó; se pasaron por el Ayuntamiento, el alcalde le firmó el certificado que fue a buscar, y al tren, para llegar a comer a casa, que entraba de tarde a las dos. A punto de terminar la temporada de caza, bajaba un día mi padre de la estación, cuando al dar la vuelta a la esquina de la iglesia, vio la tartana de Sacramento en la trasera de casa, y con un mosqueo de no te menees, apretó el paso porque aquello no era normal…, algo pasa, me cago en la leche que le han dao a este típo; cuando llegó a casa, entró en tromba…,¿ dónde está ?, y sin darle tiempo a responder, ¿ qué pasa ?, le preguntó a mi madre; tranquilo, no pasa nada, solo quiere hablar contigo, pero no quiere que lo sepan los demás, así que ve con tiento…,está en el patio…,pero a ver qué haces, ¿ eh ?.. Cuando mi padre bajaba los cinco escalones que morían en el patio , Sacramento se levantó de la silla que le había sacado mi madre para que se sentara a la sombra, mientras llegaba mi padre, con el sombrero en una mano, y la otra extendida y abierta, para saludar a mi padre, buenos días, Sr. Palacios,…; mi padre, sorprendido, no dudó en aceptar y estrechar la mano que le tendían, buenos días, Sr. Sacramento, ¿ a qué se debe su visita ? ; Luisa, llamó a mi madre volviendo la cabeza, tráenos un vaso de vino,… le dijo mi padre, sentándose a horcajadas en una silla apoyando los brazos en el respaldo, como solía hacer cuando estaba a gusto; pues que me dijo D. Alberto ayer tarde, que le trajera a Vd. este obsequio de su parte, le dijo a mi padre, y agachándose y cogiendo por el asa una cesta grande, muy frecuentada en las idas y venidas a la tienda de Eutimio, con los avíos y pertrechos necesarios para la reposición de los víveres, y que tenía bajo la silla, para que no le diera el sol…, y aquí vengo a traérselo ; en eso, mi madre bajaba la escalera con una bandeja con los vasos y la botella de vino de Cebreros, que dejó sobre un taburete que siempre andaba por el patio, ¿ traigo unas olivitas, Tana ? ; ¿le apetecen unas aceitunas, Sr. Sacramento? ; como Vd. guste Sr. Palacios…; ¡ coño, aquello se estaba convirtiendo en una batalla de flores…! ; ello le permitía a mi padre, ganar un poco de tiempo, para gestionar, que se diría hoy, la respuesta a aquel gesto, que a mi padre le pilló con el paso cambiado; y , ¿ porqué tendría yo que aceptar este obsequio que D. Alberto tiene a bien ofrecerme, sin sentirme ofendido ?; pues no lo sé muy bien, Sr. Palacios, sólo sé que ayer estuvo en la casa, como suele hacer muchas veces, y a eso de media mañana, se presentó D. Jacinto, el sargento de la Guardia Civil de Las Rozas, con otro número que no sé cómo le dicen, de correría a caballo, se fueron a la sombra de la parra que hay a la entrada de uno de los almacenes, sacó D. Alberto unas cervezas de las que suele traer en una caja con trozos de una barra de hielo en el coche, pa que estén fresquitas, cuando viene de Madrid, estuvieron charlando un buen rato, y cuando se marcharon, mi mujer puso la comida, y después de comer y tomar un café y una copa, encendió un puro, y le dijo a Leandro, el chófer, que se volvían para Madrid ; desde el coche, antes de cerrar la puerta, me dijo : Ah, se me olvidaba, Sacramento, mañana, sin excusa ni pretexto, les llevas al Sargento y al Alcalde, a Las Rozas, y a Palacios, a Las Matas, un pavo relleno como los prepara la Patro ( es mi mujer, ¿ sabe Vd. ? ) ,para meterlos en el horno, para que se los coman el domingo con su familia, ¿ de acuerdo ?. Faltaría más, D. Alberto, mañana tiene cada uno su gallipavo en su casa…, y aquí estoy con él, y por favor, cójamelo, que si no, D. Alberto me pela, no sabe Vd. el genio que tiene… Mire, Sr. Sacramento, Vd. y nosotros, los cuatro cazadores que somos en el pueblo, y que es la única distracción que tenemos, hemos tenido unos encontronazos, que no deberíamos de haber tenido, porque nosotros, no creo que le hayamos dado motivos, para que Vd., nos haya hecho las judiadas que nos ha hecho desde que llegó, y si este gallipavo, como Vd. le llama, va a servir como la pipa de la paz, que dicen que se fumaban los indios con los soldado americanos, cuando firmaban la paz, se lo acepto, pero si van a seguir las cosas como antes, ya se puede Vd. ir con cesta, pavo, caballo y tartana a su casa de Vd. ahora mismo…; no, Sr. Palacios, yo le aseguro a Vd., que si no se meten Vds. al vedao, no volverá a pasar ná…, y ya sé que Vds. no han entrao nunca, pero claro, cuando a uno le dice el Jefe, no quiero que se me arrime nadie a “ bra...cientos ” metros de la alambrera, pues que va a hacer uno… Bueno Sr. Sacramento, entonces…¿ amigos ?, y mi padre le tendió la mano, igual que al llegar, se la tendió él a mi padre; se dieron un apretón de manos…, y mi padre, ya más distendido, le dijo, “ amigos, pero el borrico en la linde ”…; y por favor, no les diga nada de esto a sus amigos; no se preocupe, tampoco les dije nada sobre nuestra charla en la trasera de la tienda de Eutimio, le mintió mi padre; se terminaron de tomar el culín de vino que quedaba en el vaso, Sacramento se subió a la tartana, con Dios, Sr. Palacios, salude Vd. a su señora, que estaba en la cocina, terminando de hacer la comida y con un chasquido del látigo al aire…¡ iááááááá Canelaaaaaaaa !, arrancó en dirección a la finca. Cuando la tartana se alejó, mi padre entró en la cocina con el envoltorio del pavo entre las manos, diciéndole a mi madre, toma la comida del domingo, no sé si te la obsequia Sacramento o su Jefe, pero no le vamos a hacer ascos, así que celebraremos la Navidad a primeros de Septiembre, y como los señoritos, con pavo…, no, con “gallipavo”, como dice Sacramento. Igual le llaman así en su pueblo de Toledo, dijo mi madre, o porque aún es medio pavo, fíjate lo que falta pa las Navidades, que es cuando son pavos – pavos, bueno por lo que sea, pero del domingo no pasa. Si a mí me llegan a decir que esto va a terminar así…, pero en fin, bien está lo que bien acaba. ___________________ El día de San Miguel, el patrón de Las Rozas, 29 de Septiembre, toreaba Antoñete, y allá se fueron mis padres a verle torear, elegantes como pocas veces tenían ocasión, porque iban a acompañar al alcalde y a su mujer, al palco de honor de la plaza, portátil naturalmente, y aunque ya se sabe que si hay algún evento en España que sea puntual, suelen ser las corridas de toros, las novilladas de las fiestas de los pueblos, y en aquellos tiempos aún más, eran un tanto permisivas a la hora de comenzar, y mientras se preparaban para hacer el paseíllo, mi padre le preguntó, con cierta coña marinera, a su amigo Pepe, el alcalde, qué tal estaba el “gallipavo de Sacramento ”…,coño, es verdá se me había olvidado comentártelo, estaba cojonudo, no era muy grande, con lo cual estaba muy tierno, con un montón de cosas que llevaba dentro, y la verdad es que, entre que no es una carne que uno coma con frecuencia, lo bien preparado que estaba, y doradito que salió del horno, y bueno, ahora que no me oye, que si no, cualquiera la aguanta después, Pilar que tiene una mano pa la cocina que pa qué, nos chupamos los dedos, oye…, y por cierto ¿ a qué vino eso del pavo ?. Pues chico no lo sé, pero supongo que tú le dijiste algo al Comandante de Puesto, ¿no? ; si, claro, como te dije aquel día. A mí me dijo Sacramento que era un regalo de D. Alberto, que estuvo tomando unas cervezas con el Comandante de Puesto en la finca de El Aguila, una mañana que fue de correría por allí, y cuando ya se volvía a Madrid, le dijo que nos trajera a ti, al Comandante de Puesto, y a mí un “gallipavo”, como dice Sacramento, a cada uno… Ah, ¿a Jacinto también? , preguntó el alcalde; si, si, le contestó mi padre; pues el pájaro no me ha dicho ni mú; ¿a santo de qué?, volvió a preguntar, Pepe... En esto que sonaron clarines y timbales, y empezó el paseíllo; luego seguimos, Tana, que esto ya se pone serio. Terminó el paseíllo, y la orquesta de las fiestas, que también servía para la novillada, anunció la apertura de toriles; salió el primer novillo, para el telonero de Antoñete, y como aquello no prometía demasiado, entre revolcones y mantazos,…ellos siguieron a lo suyo. Oye que esto se alarga, y no tiene demasiao interés, ¡ qué coño pasó con los pavos…,le preguntó Pepe a mi padre; yo supongo, le contestó mi padre, que el Comandante, una vez enterado por tí, del tema del veneno y varios perros muertos, y ante que surgiera algún problema de tipo sanitario con alguien, se dejó caer por allí, como quién no quiere la cosa, y sin decir, pero diciendo…,el problema en que se podría meter si algún crio, o no tan crío, le llegara a pasar algo, y una de dos, o al llegar allí se topó con D. Alberto, que había ido, como tantas otras veces, a pasar el día, y a él fue a quien le soltó el Comandante el rollo y la velada advertencia, o no estaba D. Alberto, y entonces le entró por derecho a Sacramento…, y vaya Vd. a saber de quién partió la idea de los pavos, si realmente de D. Alberto, caso de que estuviera allí, para parar el golpe y que la cosa no fuera a mayores, o como yo me imagino, directamente de Sacramento, para lavar su negra conciencia de los pecados cometidos, pero la cuestión es que, el pavo, estaba de “toma pan y moja que es caldo´liebre ”…,pero sobre todo, y lo más importante, es que parece que nos dejará en paz; él insinúa que fue el Jefe, el que le dijo que apretara al personal, y él obediente, así lo hizo, y oye, que a nosotros lo mismo nos da, que nos da lo mismo, pero que esto quede así... La plaza, se llenó de pañuelos, pero como el alcalde estuvo distraído con la cháchara…, pues no sabía si tenía dar una o dos orejas al muchacho, - que más parecía que había celebrado un combate de boxeo con el toro -, así que mediante una seña, y un gesto con la cabeza, en señal de, ¿ qué le damos ?, preguntó al secretario del Ayuntamiento, que estaba un par de asientos a su derecha, y éste, le enseñó un dedo, así que el chaval se llevó una oreja, y se dio una vueltecita por el ruedo, que igualmente podían haber sido dos,… para que las mozas le tiraran algún que otro clavel, y echar la tarde con alguna…si se terciaba, y pegarse un par de largos lingotazos de las botas que le tiraban, porque el pobre, tenía la boca como el esparto, entre el miedo que debió pasar, y el polvo que se tragó, de la plaza. Volvieron a sonar las fanfarrias, y de nuevo se abrió la “ puerta del miedo ”, por la que salió con lo que tenía que vérselas Antoñete, aquel chaval, que según decían los entendidos, apuntaba muy alto…, pero bueno, esto ya se convertiría en una crónica taurina…,aunque si a alguien le interesa, puedo decir que se llevó las dos orejas, el rabo, besos, yo creo que de todas mozas en edad de merecer que había en la plaza, paseo a hombros por todo el pueblo, que pienso que si no volvió a Las Rozas, nunca más, es porque no llegó a olvidar la “ paliza ” que se llevó, aunque también hay quien dice, que al año siguiente, que ya era figurilla, se le habían subido los humos, y pidió un “pastizal ”,cosa que el Ayuntamiento no pudo asumir, y como Pepe, el señor alcalde, lo era, como Dios manda, no como estos de ahora que empeñan al pueblo pa media vida, con tal de traer al cantante más gritón, sucio, descamisao, marrano, cutre, ruidoso…,y todos adjetivos de ese estilo que se les ocurra, pero de moda entre el personal, pa que los mozalbetes le vuelvan a votar en las próximas…; en cualquier caso, y fuere cual fuere el motivo, la cuestión es que Antoñete no repitió cartel al año siguiente.
Lo cierto y verdadero, es que, a partir de aquella temporada, Sacramento se integró, aunque no del todo, en el pueblo; al menos saludaba a la gente, que se sorprendía al principio cuando, desde el pescante daba los “buenos días señora”, tocándose con la mano diestra el ala del sombrero..., que la señora saludada, no tenía más remedio que contestar al saludo… y, volviendo la cabeza, a alguna se la oyó decir, ¿ habrá sido a mí…?. __________
Durante unos años, no recuerdo cuantos, pero no muchos, a Sacramento se le veía por el pueblo con relativa normalidad, menudeaba en la tienda de Eutimio con la misma frecuencia que antes, no parecía tan huraño como tiempo atrás, su mujer ya se permitía el charlar con otras señoras en la tienda, es decir, que parecían haberse socializado, y poco a poco, daba la sensación de pretender incorporarse a la vida del pueblo, e incluso participar de ella; les costaba, como si temieran que con los antecedentes de todo lo ocurrido, fueran a rechazarlos, y no era del todo descaminado su temor, porque realmente, Sacramento, hizo sufrir en muy poco tiempo a unos cuantas familias innecesariamente y sin ninguna razón aparente, simplemente por un exceso de celo en su función de vigilancia, y control del vedado… Viene un día a casa, Pedrito, el hijo de Eutimio y Esperanza…, que dice mi padre si sabe Vd. algo del señor Sacramento, que hace lo menos dos meses que no viene por la tienda, y que dice mi padre, que a lo mejor está malo, y si hace falta, mi padre le lleva el suministro en la borrica del tío Floro a su casa… ; pues dile a tu padre que no sé nada de Sacramento, ni sé si esta malo, o de permiso…,pero si me entero, que no se preocupe, que se lo diré ; y el crío se dio media vuelta, y se marchó a su casa. Claro, decía mi padre, le lleva el suministro aunque sea a hombros, cada vez que va a la tienda, se dejaba unos cuantos duros, y si hacía un par de meses que no iba por allí, las cuentas no le salían al hombre al final del mes, tan cabales como en los anteriores; habrá que enterarse, pensó en alto mi padre. Al día siguiente, cuando iba a trabajar, se pasó por la cabina, a preguntarle a Epifanio si había visto últimamente a Sacramento, entrar o salir por el portón de la finca, que la tenía frente a la cabina y a escasos metros ; ¡ Rediós ! – su jaculatoria favorita - ,pues ahora que lo dices, es verdad que hace mucho tiempo que no lo veo… ; bueno si lo ves, me avisas ; faltaría más, Tana… …y hasta hoy. Desapareció de la misma forma que aterrizó en el pueblo, de improviso, y en estas estamos, que aún no se sabe si el amo, como él solía decir, lo mandó para el pueblo de Toledo desde el que vino al nuestro, por algún suceso ocurrido en la finca, e ignorado por el pueblo, si encontró otro trabajo mejor, casi imposible, ¡ menudo chollo tenía allí !, incluso alguno sugirió que pudo haber pasado a mejor vida, por las fechorías que había hecho, como un castigo del Señor…, pero lo cierto y verdad, es que desapareció sin decir ni oste ni moste ; ahora que ya empezaba a olvidarse todo, y que tres jodíos gallipavos, como decía Sacramento, habían tenido “ la culpa ”, del inicio de la paz que ahora parecía durar… Un desatino, que decía Carrete, que lo mismo se ponía rojo como la grana, con la vena del cuello hinchada…, y entonces, ¡ cuidadín, cuidadín !, que casi , casi, le echaba ahora de menos, porque desde que le leyeron la cartilla en la entrada del portón de “ El Águila ”, no volvieron a tener un roce con él, todo sea dicho, porque los cuatro cazadores del pueblo, tampoco le dieron motivos, y Sacramentó no volvió a abusar de su posición de guarda ; y ahora que ya llevaban un montón de tiempo tranquilos…, Sacramento va, y desaparece. Eutimio, le dijo mi padre, no se sabe que ha sido de Sacramento, pero desapareció como por ensalmo…,¡ jodó, que buen cliente perdí…!, fue todo lo que sintió su marcha…, y yo creo que en el pueblo, solo deben de quedar media docena, y ya viejos como yo, que recuerden a Sacramento, pero ya sin rencor desde hace muchos, muchos años.
E P I L O G O
No sé si este era el final esperado, deseado, imaginado, pero lo que sí puedo asegurar, es que este fue, el que realmente ocurrió; y tampoco sé si es el que se merecía, pero lo cierto y verdad, es que desapareció como si le hubieran hecho un sortilegio, exactamente igual que vino, de la noche a la mañana, y nadie supo ni cómo, ni porqué, ni dónde fue a parar; quizás alguno se habrá sentido defraudado, por fue un final tan inesperado como inexplicable, incluso para los propios habitantes del pueblo, que ya nos habíamos acostumbrado a verle, sin que se le revolvieran a uno las tripas, cada vez que llegaba a la tienda de Eutimio, que efectivamente perdió, posiblemente el mejor cliente que tenía de fuera del pueblo, y casi habiéndole perdonado, o al menos olvidado, las felonías y desmanes que cometió. En cuanto a su publicación por partes, como ya en el prólogo adelantaba, me he visto obligado, por las dificultades para poder escribir con fluidez por la carencia de antiparras, que hasta hace un par o tres de días, la óptica no me ha facilitado, y he tenido que hacerlo por partes, y de alguna manera, y como dice mi amigo el maño, decidí hacerlo en cuatro partes, a saber, :
- Lo primero, es lo primero ; ………la aparición, sin que nadie lo esperara, de Sacramento. - Lo segundo, va detrás ; ……………………………………………………..los desafueros que cometió. - Lo tercero viene luego ; …………………………la estrategia de los sufridores, para frenarle; y - Lo último, al final ; …………………………………..……….el desenlace totalmente inesperado…
Tarragona, 17 de Junio de 2014 _________________ EL PEOR ENEMIGO DE UN ARMA ES EL OXIDO Y LOS POLITICOS TU ODIAS A ESPAÑA YO A TU PUTA MADRE¡¡¡¡¡¡ [size=10] 17-06-2014 D. DIEGO GODOY HORRILLO D.E.P 14-12-2020 D. ENRIQUE CASTRO - BILOAYE D.E.P 25-4-2021 D. JAVIER PORTELA -- HOLLAND D.E.P 31-10-2023 D. JOSE RAMON SAN MARTIN -- EL NAVAJO D.E.P [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]NO OS OLVIDAMOS | |
| | | elisa Administrador
Mensajes : 5206 Fecha de inscripción : 27/05/2011 Edad : 53
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Mar 17 Jun 2014, 10:48 | |
| Así fueron los hechos y así nos los has narrado de manera soberbia. Aunque no se por qué, imaginaba un final más ruidoso, no me parece mala solución para un personaje como Sacramento. Se evaporó sin dar más guerra, pues nada, como se suele decir "Tanta Gloria lleve como Paz deja". ¡¡¡ Chapeau por la narración y gracias por estos ratos de lectura !!! Un abrazo y mira a ver que más relatos puedes ir recordando, ya ves que los congojos en ésta casa se quedan detrás de la puerta _________________ La Generala, ejem... de tú, por favorrrr ... [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] | |
| | | EBP Vieja Gloria
Mensajes : 2391 Fecha de inscripción : 02/01/2012 Edad : 52
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Mar 17 Jun 2014, 11:32 | |
| !! Pero hombre !! no se " disculpe" Ud por el final ; como dice , el final és el que és y que nos quiten lo " bailao " . Un lujo de relato que no transporta a otra época y te mete de lleno en ella . Gran relato y grandes momentos nos ha hecho pasar. !! No se preocupe por los finales !! y , que nos vayan echando relatos como éste. Muchas gracias por compartirlo | |
| | | Invitado Invitado
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Mar 17 Jun 2014, 12:43 | |
| Absolutamente sublime, gracias por el esfuerzo y por compartirlo. |
| | | JM Palacios Iriarte 9ª
Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 05/08/2013 Edad : 82
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Mar 17 Jun 2014, 15:07 | |
| EBP, habíamos quedado, que entre nosotros el tratamiento de Vd., se apeaba, así que de tú, y a correr... Elisa, EBP, sí que quizás, Sacramento se hubiera merecido un final más ruidoso, pero éste es el que fue, y realmente, después de los despueses, creo que bien está lo que bien acaba, a pesar de las putadas que nos hizo aquel hombre, y yo creo que a todos, empezando por los sufridores del pueblo, nos hubiera gustado saber lo que fue de él, pero mucho me temo que cucaremos el ojo, sin saberlo, y como bien dice Elisa, que viene a ser lo mismo que decía mi abuela..." que Dios le de tanta salud como descanso deja ". Ya he terminado este, y sí Elisa, ya tengo en mente otro...,pero dejadme descansar unos días hasta que empiece, aunque lo de cansado lo digo, porque queda como muy bien, decir que uno está agotado... pero tampoco es muy cierto, no creáis. Gracias por vuestros ánimos y vuestra benevolente crítica ; me alegra que disfrutéis con mis batallitas de abuelete. | |
| | | JM Palacios Iriarte 9ª
Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 05/08/2013 Edad : 82
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Mar 17 Jun 2014, 15:12 | |
| - Raimundo escribió:
- Absolutamente sublime, gracias por el esfuerzo y por compartirlo.
Coño, Raimundo, creo que te has pasado un pelín..., tanto como sublime...,ya me conformo con que te haya gustado, que parece que sí ; pues con eso ya me doy por satisfecho ; gracias de todas formas ; si uno tiene algo y no lo comparte con los amigos, ¿ para que lo quiere ?. | |
| | | Lobero 7ª 1/2
Mensajes : 487 Fecha de inscripción : 24/02/2012 Edad : 61
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Mar 17 Jun 2014, 16:47 | |
| Muy ameno su relato,gracias por molestarse en compartirlo . | |
| | | JM Palacios Iriarte 9ª
Mensajes : 150 Fecha de inscripción : 05/08/2013 Edad : 82
| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" Mar 17 Jun 2014, 16:49 | |
| Muchas gracias, Lobero ; si no compartes lo que tienes, es como si no lo tuvieras. | |
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| Tema: Re: Sacramento, el guarda de "El Aguila" | |
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| | | | Sacramento, el guarda de "El Aguila" | |
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