Un plan para preservar la cabra hispánica en Asturias

La idea, impulsada por la Fundación de la Montaña Asturiana con el CSIC, es crear un estudio genético para extenderla a otras zonas cantábricas

En una finca de más de mil hectáreas, en la braña de Zapurrel de Villayón, Javier Navia-Osorio lleva trabajando desde 2005 para rescatar los valores de la montaña asturiana. Él es el creador de una fundación que lleva el mismo nombre (Montaña Asturiana), que abarca una variada línea de investigación: botánica, arqueológica, toponímica y zoológica. En este último campo, ya en 2006 logró reintroducir la cabra hispánica y cuenta actualmente con 200 ejemplares. En colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela, captura alrededor de 40 cabras para hacer mediciones, estudiar su alimentación, observar su desarrollo morfológico... De hecho, han elaborado más de 400 fichas al respecto.

Su objetivo es preservar una especie que llegó a estar extinguida y que puede extenderse a otras zonas de la región. De hecho, sostiene, «hay interés en reintroducirla en Llanes, en zonas que lindan con Riaño y en Ibias». Se trata, subraya, de una especie muy arraigada en Asturias.

En este objetivo de preservarla, en esta última quincena de noviembre investigadores del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria de España (INIA-CSIC) y de la Facultad de Veterinaria de Lugo han recogido y congelado semen de machos de cabra montés en su finca. «El objetivo es crear un banco de germoplasma de la cabra montés subespecie victoriae, que es la que puebla las montañas de Asturias y que es susceptible de extenderse a todas las comunidades cantábricas y atlánticas del norte de España», apunta el CSIC.

«La variabilidad genética es importante», subraya Navia-Osorio, quien sostiene que con ese semen serán inseminadas cabras en Gredos y, a la inversa, se recogerán muestras en Gredos para inseminar las suyas. «En el supuesto de que se produjera un desastre de tipo biológico, se podría reproducir de nuevo al conservar ese semen en nitrógeno líquido».

El proyecto, apoyado por la consejería del ramo, sigue así una de las prioridades marcadas por la Unión Europea: la creación de «un banco de recursos genéticos de animales silvestres en peligro de extinción con el fin de preservar material genético con valor singular, promover la investigación e intercambiar material genético entre países».

Además, añade el CSIC, «el banco supone una excelente alternativa para facilitar el intercambio genético entre poblaciones distantes o aisladas, lo que evita los inconvenientes técnicos, costes económicos elevados y riesgos sanitarios de capturar y translocar ejemplares vivos de unas zonas a otras».

Especie cinegética
La entidad abunda en que su línea de trabajo se desarrolla íntegramente con «ejemplares que han nacido y crecido en la montaña asturiana y están perfectamente adaptados al medio natural». Por tanto, sostiene, «este proyecto tiene una especial importancia para todo el Principado en un momento en el que todo parece indicar que la cabra montés va a ser declarada especie cinegética en Asturias».

Desde su punto de vista, «esto motivará, sin duda, que tanto la iniciativa pública como la privada se impliquen en proyectos destinados a la gestión y reintroducción de la especie en lugares en los que desapareció hace años».

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