Solo advierta, Sr Oslo, y en mi humilde paladar cortesano, que la materia prima debería ser roedor casero. A lo sumo, criado en buena granja comercial y bien degollado. Ambas carnes blancas se prestan excepcionalmente al cocinado inmemorial, simple y exquisito que detalla.
De los montunos, quizás un adolescente tomatero de esos del descaste podría dar juego. Pero ya es otra cosa. Su sangre mancha la sartén durante la fritanga, dando sabores indeseados.
Esos, junto con sus hermanos mayores son delicia en recetas de cocción.
Agradeciéndole esta, le animo a recomendarnos y detallar una de esas. De su Cadiz querido. Que allí el arte, en cualquier disciplina, rebosa!
Saludos