mas lobos

El Ayuntamiento de Aller quiere que el control de la población de lobo que se está haciendo en el monte Llosorio de Mieres se extienda hasta su concejo. El alcalde de Aller, David Moreno, aseguró que los ganaderos del municipio también están sufriendo las consecuencias de los ataques de cánidos desde el inicio de la temporada y que su petición ya se ha hecho llegar a los responsables regionales sin que, hasta el momento, hayan recibido respuesta. Los ecologistas, por su parte, han denunciado públicamente el control sobre la población en Mieres. Aseguran que es una medida que obedece a «políticas improvisadas» del Principado de Asturias porque solo hay un expediente abierto por daños de lobo en el concejo.


La Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos anunció la pasada semana que la Guardería estaba controlando la población de cánidos en los montes de Llosorio, después de recibir las quejas de los ganaderos a través del Ayuntamiento. La directora general de Recursos Naturales, Fina Álvarez, explicó que esta medida es «excepcional» porque el concejo de Mieres no está incluido dentro del mapa de gestión del lobo en Asturias.


David Moreno pidió ayer a los responsables regionales que el concejo de Aller entre a formar parte de esta medida excepcional porque «también aquí es necesario». El regidor señaló que los ganaderos del concejo, especialmente los que tienen reses en San Isidro y la zona de Río Aller, llevan meses denunciando la presencia de lobos en el monte.


Según los ganaderos alleranos, se han perdido cerca de sesenta reses esta campaña y los daños siguen apareciendo. «En agosto nos pusimos en contacto con la Consejería para reclamar batidas en los montes del concejo, pero aún no se han tomado medidas de ningún tipo», explicó ayer Moreno Bobela.


La directora general de Recursos Naturales explicó, en relación a la actuación en el Llosorio, que cada caso se estudia con la Guardería y son los responsables del área y los técnicos los que deciden si es necesario actuar. Fina Álvarez señaló que, a pesar de las quejas recogidas por el Ayuntamiento, el Gobierno regional tan solo ha documentado un caso de daños en los montes mierenses.


Ante este balance, los ecologistas consideran «inconcebible» que se haya planificado un control. «Da la sensación de que en relación a la gestión del lobo en Asturias no se están haciendo las cosas bien, y de que el daño que se está haciendo al medio natural es grave», aseguraron los ecologistas en un escrito. Entre las asociaciones firmantes se encuentra la Coordinadora Ecoloxista d´Asturies, la Asociación para la Conservación y estudio del Lobo (ASCEL) y la Asociación para la Defensa Jurídica del Medio Ambiente (ULEX). Apoyan el comunicado un total de diez colectivos ecologistas. Los demandantes terminan su escrito proponiendo a la Consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos, María Jesús Álvarez, que convoque una reunión para encontrar una solución capaz de satisfacer a los ganaderos y que, a la vez, defienda el patrimonio natural asturiano.


Será difícil contentar a los ganaderos. Los responsables de la Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (AGALL) en la comarca del Caudal han asegurado que esta campaña tiene visos de convertirse en la peor temporada de la década. Según su versión, el Principado no ha documentado los daños porque los ganaderos no denuncian habitualmente, ante la «falta de protección» que les brinda la Administración.